Partida Rol por web

Keloa se detiene tan solo un instante. Su mirada gris casi blanquecina se detiene en el punto donde, en unos pies más, aparecería la aldea... El lugar de donde proceden esos sonidos que tan bien conoce.

- Hermano... -Empieza a hablar con aquella voz tan impropia de los suyos... Aquella voz suave y melodiosa- Creo que llegamos tarde...

Durante una milésima de segundo su respiración se detiene. Debía correr a ayudar a sus hermanos y, dado el caso, morir con y por ellos.

Mira de reojo a Udokal, que no puede correr, e inmediatamente toma una decisión.

- No hay nada que investigar. Aprisa, tenemos que llegar y ayudar en lo que podamos.

No se aparta de él, al contrario, tira de él para continuar el camino que ya habían emprendido.

Con esfuerzo tirando de un agotado y dolorido Udokal conseguís subir la ultima ladera antes de poder divisar a vuestro clan...

Y lo que veis os deja sin aliento... allá, a unos dos kilómetros de vosotros, veis lo que queda de vuestra orgulloso clan, rodeado por una marea de pieles verdes. Nunca habéis visto tantos juntos, debe haber miles, ni tantos estandartes juntos. Lo cierto es que nunca habíais oído que las tribus de pieles verdes se uniesen para luchar contra un enemigo común, pues se pasaban casi mas tiempo matándose entre ellos que intento destruir a otros posibles rivales.

La mayor parte de las tiendas están ardiendo, la nieve cubierta tanto de sangre verdusca como roja... sin duda alguna hay muchos mas cuerpos sin vida sobre la nieve entre los orcos que de vuestros hermanos y hermanas, pero eso es poco consuelo... apenas un centenar entre guerreros y lanceras se mantienen en pie formando un circulo protector, hombro con hombro... esta claro que nada puede salvarlos, pero harán pagar caro su muerte.

Tal vez lo peor sea ver la decenas de cuerpos de los pequeños Oshar cruelmente mutilados o sirviendo de alimento para los lobos-Narog y saber que la sangre de vuestros hermanos y hermanas se perderá para siempre.

Había sido entrenada toda su vida para no sentir nada en la batalla. Los sentimientos eran algo inútil que ocupaba tu mente y nublaba tus sentidos, sobretodo si estás peleando por tu vida. Keloa había conseguido deshacerse de ellos con facilidad. Sin embargo, la imagen que tiene ante sus ojos grises consigue remover algo dentro de su interior. La cruel verdad acude a su mente con letras grabadas con fuego. Su clan estaba perdido. Nada ni nadie podría salvarlos. Ni siquiera aunque hubieran llegado a tiempo habrían podido hacer nada. Todo por lo que había vivido y luchado hasta ahora, estaba condenado a desaparecer.

No tarda en tomar una decisión, independientemente de lo que su hermano Udokal fuera a hacer. Si toda su vida iba a desaparecer, ella desaparecería junto a ellos, luchando.

Así pues, desenvaina su puñal Kryll, preparada para avanzar hacia el círculo que forman sus hermanos y unirse a ellos.

Al ver aquella escena no puedo evitar sentir como un fuego interior comienza a apoderarse de mi producto de la desesperación producida de ver como mi gente estaba cayendo a manos de aquellas inmundas criaturas. Pero haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad consigo refrenarme y pensar mejor las cosas.

Luego al ver a mi hermana con intenciones de lanzarse al combato intento frenarla y tomandola de un brazo -Keloa ya no hay nada que puedas hacer, debes entenderlo, si realmente quieres honrarlos debes vengar su muerte y para ello debes sobrevivir, además debemos de pensar en los otros O'Shar que hay en la zona, lo mejor será dar la alarma y prepararnos para una ofensiva para acabar con todos ellos.-

Luego comienzo a tirar de ella para bajar la colina y evitar seguir sufriendo con tan horrenda visión. Debemos dejar atrás esa carnicería y planear nuestra venganza.

La mente de Keloa está bloqueada, tanto que su cuerpo no obedece a nada ni a nadie. Las palabras de Udokal parecen caer en saco roto, pues la lancera está dispuesta a morir por y con los suyos.

En un principio, la pelirroja intenta poner resistencia a la fuerza de su hermano, pero aunque él está herido, nada puede hacer por liberarse y termina por dejarse arrastrar por Udokal, sabiendo en el fondo que es lo mejor que pueden hacer en realidad. Pero no por ello iba a ser más fácil aceptar la pérdida de todo su Clan. De todos sus hermanos. De toda su sangre...

Viendose cada vez mas rodeados, las últimas Adean-Lanceras que quedan vivas, comienzan a invocar una niebla que se va expandiendo mas y mas y tornandose mas densa mientras se extiende por el asentamiento.

Hasta vosotros llegan ahora los gritos y aullidos de rabia entre los Pieles Verdes. Tal vez ahora, exista alguna posibilidad de que vuestros hermanos y hermanas logren escapar con vida.

Pues bien a mi parecer creo que la mejor opción es intentar hacer un rodeo hacia al sur, intentando no toparnos con tus perseguidores, para desde ahí ver la forma de avisar tanto a otras tribus como a otros humanos.

Lo que si tengo claro es que en este momento debemos intentar sobrevivir de cualquier forma posible si queremos algún día vengarnos.

Luego de exponer mi idea a Keloa trato de pensar en la mejor ruta para lograr este objetivo, teniendo en cuenta el tratar de evitar que el viento lleve nuestro aroma a los lobos y también tratar de dejar la menor cantidad de huellas posibles.

Keloa asiente. No parece tener muchas ganas de llevar la contraria al único hermano que queda a su lado. Ni de pensar una alternativa a su ruta. De hecho, sólo tiene ganas de pensar que los demás han podido escapar. Que en algún momento, se reunirá con alguno de los suyos... Y sobretodo, que sea como sea, encontrará el momento y el lugar oportuno en el que vengar sus muertes.

Al tiempo que la niebla se va extendiendo mas y mas, os giráis y volvéis a dirigir vuestros pasos hacia el sur, dando la espalda a lo que queda de vuestra tribu y a los gritos y gruñidos que de allí vienen.

La niebla os envuelve durante unos minutos, es lo suficientemente densa para que no veáis nada a mas de 3 metros de distancia, pero esta pronto se acaba, pues los poderes de vuestras hermanas Adean tienen un limite y tres kilómetros a la redonda es lo máximo que pueden alcanzar, en cierto modo mucho mas de lo que nadie esperaba, seguramente tal esfuerzo las haya dejado totalmente exhaustas y a merced de los pieles verdes.

Pero vosotros no estáis libres de peligro, sabéis que los Lobos-Narog tienen un excelente olfato y en cuanto acaben de darse el banquete con vuestros hermanos y hermanas comenzaran a buscar nuevos rastros y el vuestro con la herida y el sudor de tanto esfuerzo será para ellos casi imposible de ignorar.

En realidad, Keloa no presta demasiada atención a qué dirección tomar. Pero a medida que se van alejando y deja de oír los gritos y gruñidos que provienen del poblado, poco a poco empieza a ser más consciente de su situación. Udokal está herido y necesitará descansar de vez en cuando si no quieren tener que aflojar el ritmo. Sin embargo, tenía que estar alerta. Así que agudiza sus oídos para escuchar cualquier ruido sospechoso y averiguar cuanto antes si ya están siendo perseguidos. Por si acaso, empieza a caminar detrás e intenta enterrar los rastros de sangre de Udokal. También rasga parte de su ropa para ofrecerle un nuevo vendaje.

- Ponlo encima de la venda que ya tienes. No retires el viejo o seguirá sangrando más. Cuando se empape habrá que volver a taparlo. Debemos recorrer la máxima distancia antes del anochecer. Entonces buscaremos cobijo y comida y descansarás.

La verdad es que su herida en poco ayudaba al cometido que tenían por delante, notaba el empeño que ponía su hermana en ayudarlo pero debían tener un arduo camino por delante antes de saberse seguros, cada paso que daba significaba una nueva ráfaga de dolor pero sabía que en ese momento eso era lo de menor importancia, el hacha ya había pasado definitivamente a convertir en su bastón cada vez que Keloa se resagaba para ocultar sus huellas por mientras Udokal iba estudiando el terreno para definir cual era el mejor camino a seguir para tratar de evitar a los pieles verdes.

Durante mas de cuatro horas camináis hacia el Sur. Udokal al menos ha dejado de sangrar y no os habéis topado con mas pieles verdes, aunque los aullidos de los lobos-narog se siguen escuchando a lo lejos.. A medida que se va oscureciendo el tiempo se va volviendo también mas frío (recuerdo que Keloa se ha rasgado algo la ropa para hacer una nuevo vendaje a su compañero)

Los compañeros intentan buscar algun lugar donde acampar los suficientemente resguardado para evitar que lo encuentren y donde puedan defenderse de una posible emboscada.

Udokal por su parte arregla su vendaje y busca desde donde hacer guardia para ver lo que ocurra a su alrededor.

Keloa parece estar en perfecto estado ya. Si algo bueno ha sacado de ser criada sin apenas emociones ni sentimientos es que este tipo de golpes emocionales puede superarlos sin problema.

Cuando mirando al cielo se percata de que falta poco tiempo para anochecer, busca un lugar donde puedan esconderse. Intenta encontrar una cueva o un simple rincón entre rocas para poder encender un fuego que no llame demasiado la atención. Esta noche va a hacer frío y sería la mar de inútil morir por congelación a estas alturas.

Keloa os guía hasta una oquedad en una ladera resguardada del viento, lo justo para que cojáis vosotros dos y poco mas.

Con la oscuridad llega pronto el frío propio de estas latitudes. Pero vosotros sois O´shar, habéis nacido y crecido aquí y todavía falta para el invierno, por lo que lo aguantáis sin mayores problemas.

Distinto es el tema del hambre... Udokal ha comido recientemente, justo antes de la aparición de Keloa, pero la lancera lleva desde la mañana sin probar bocado y con el tamaño de vuestros cuerpos y ejercitandoos como lo hacéis es mucha la cantidad de comida que necesitáis al día para estar bien.

Esa primera noche pasa tranquila, ningún enemigo se acerca a vuestro improvisado refugio, pero los aullidos se siguen escuchando durante toda la noche, esta claro que siguen de caza.

Al amanecer rebusco entre mis pocas cosas para ver si encuentro algo de comer y compartir con mi compañera, debemos encontrar algo con que alimentarnos lo antes posible de lo contrario nuestro escape será frustrado antes de lo previsto.

Keloa creo que deberías estar preparada en caso de que encontremos algo que podamos cazar o mejor dicho que puedas cazar ya que en mi estado de poca ayuda puedo ser. Luego al avanzar intentaré por todos los medios posibles encontrar algo que recoger que sirva como alimento.