Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 4. Qark

Cargando editor
01/09/2014, 19:05
Fewyhn Drazth

Si algo pudo sentir el semidrow aparte de odio era el odio de otro más de esa sala. Parecía que Códice el orco feo meapilas sentía lo mismo que Fewyhn. Aquel charlatán bocazas se creía el líder de algo. Se creía que Fewyhn Drazth respondía ante él, que era su vasallo. Una mirada de odio lleno el cuello de Rivoel y su acompañante el nuevo "aventurero". El semidrow empujó a Códice animándole a participar en la conversación Haz que sssse calle... dijo su lengua viperina. Luego dio la espalda a la propuesta de Rivoel con muy mala intención. Y se quedó mirando a la pequeña al lado del fuego. Juguetona y alegre animaba a Fewyhn...

Cargando editor
02/09/2014, 00:18
Morgan, alias Shea

Morgan oyó unas pisadas que se acercaban detrás de ella, volvió sus ojos momentáneamente hacia atrás y vió al clérigo con una expresión extraña en el rostro; inmediatamente la mano del mestizo hizo un movimiento rápido y después se quitó la manta que se había echado por encima para paliar el azote de la lluvia. Estaba a punto de apartar la mirada cuando un detalle le llamó la atención, la preciosa flor de madera ya no se veía pender de su cuello; asintió casi imperceptiblemente y centró su atención en el bardo y en las reacciones de la gente, mientras esperaba algo caliente con lo que llenar el estómago rugiente.

A la guerrera no le pasó desapercibido cuando uno de los parroquianos salió bastante deprisa, tampoco el entusiasmo de la mediana al poder calentarse al fin y mucho menos el pequeño gesto de incomodidad del guerrero cuando Rivoel se sentó a su lado. La mirada de Códice se cruzó por con la de la mestiza y ésta se giró un poco hacia el interior de la cocina para ver cuánto mas tardaría en llegar el pedido; entonces la voz de Rivoel los llamó confirmando que eran bienvenidos a la mesa del guerrero y el drow le susurró algo al semiorco.

- Vaya con ellos a descansar, - le dijo en voz baja mientras sus ojos decían 'confío en tu buen juicio' - yo me ocupo de esto.

Su barbilla señaló hacia la cocina a pesar de que sus ojos no se apartaban de la escena y cuando el clérigo marchó hacia el lugar señalado Morgan se fijó mas en el acompañante de piel oscura que tenía al lado; su mirada se había posado sobre la mediana y, a pesar de que hacía un instante esos ojos destilaban odio, ahora se veían llenos de una calma reparadora. Podía llegar a entender esos cambios de humor tan repentinos, los había sufrido desde pequeña, pero gracias a una férrea voluntad - y al látigo, Morgan, no olvides al látigo cantarin - mantenía esa parte de sí misma bajo control o al menos lo lograba durante la mayor parte del tiempo. Solo se había dejado llevar en el fragor de la batalla, cuando había parecido que los enemigos los superaban y que todo estaba perdido; cuando volvió a recuperar el pleno control de su mente y de su cuerpo, no le gustó como se sintió, se sintió sucia, como si alguien se hubiese metido bajo su piel y la hubiese utilizado. Debía reconocer que, posiblemente gracias a su falta de escrúpulos durante ese tiempo. ahora lo podía contar pero eso no cambiaba el hecho de que no le gustase. Se acordó de las palabras del drow ante la sugerencia de ella de cuál podía ser su tapadera y creyó intuir algo mas detrás de ellas, es por eso que intentó animar al elfo.

- El pasado no puede hacernos daño, sólo nosotros controlamos lo que somos.

Levanto la mano derecha y estuvo a punto de posarla sobre el hombro del compañero, pero sabía que no había la confianza suficiente para tal gesto, la dejó caer y la apoyó en la cadera mientras esperaba la cena, su mirada se alternaba entre mirar a la mediana y a la puerta de entrada.

Cargando editor
02/09/2014, 07:47
Lirian Ventormenta

Una tímida sonrisa asomó en la cara de Lirian como respuesta a la broma de aquel extrovertido medio-elfo. A pesar de no conocerlo de nada y de su usual rechazo hacia los desconocidos, su instinto le decía que entablar conversación con aquel hombre no sería lo peor que podría pasarle en aquella taberna repleta de miradas hostiles hacia su persona. Además de lo anteriormente expuesto, otro de los los factores que le dio pie a atreverse a continuar con la conversación fue que lo primero que había salido de su boca no había sido una burla relacionada con su dicción. Cobi..cobijo puede que encuuuentren pero co...comida decente... - Comentó el norteño mostrando con una mueca de desagrado el tazón con aquella insípida sopa de pescado. Pescado...esta sopa no ha visto un pez ni a cien yardas. 

¿Mina de oro? - Las palabras de aquel simpático charlatán golpearon su cabeza como si de un martillo se tratara. A su pesar tendría que extenderse más en la conversación si quería obtener algo de información sobre ello. Puede que al final este pueblo de mala muerte me repare alguna ganancia, aunque sólo sea para pagar el forraje de Orejudo y comprar unas viandas para el viaje. Desde luego Lirian conocía, gracias los compañeros que había tenido en su viaje hasta el pueblo, que Qark era un pueblo minero y de suma importancia para el Valle de la Daga en lo que a extracción de hierro se refería, pero no imaginaba que pudiese albergar una mina de oro en él.  

No...no ha sido ffffácil llegar hasta aquí. - Dijo con esfuerzo dejando escapar varias gotículas de saliva a la par que  indicaba con el dedo índice la postilla alargada de su brazo, la cual marcaba el impacto de una flecha élfica. Elfos salva...salvajes. Durante unos instantes meditó cómo podría decir más cosas con la menor cantidad de palabras posible. Llegué aquí este mediodía cus...cusssstodiando una carreta de merca... mercaderes. - Aquella conversación estaba resultando agotadora para el hombre del norte, quien no había articulado tantas palabras seguidas desde hacía más dekhanas de las que podía recordar. Ahora to..toca buscar trabbb trabb - Tragó saliva y negó con la cabeza de manera casi imperceptible un par de veces. Cogió fuerzas e intentó finalizar la frase - trabbbaajo de nuevo. Concluyó aliviado.

 

Cargando editor
02/09/2014, 21:13
Fewyhn Drazth

Las palabras de la semiorca perturbaron a Fewyhn quien contempló el fuego con los ojos desencajados. Sombras del pasado se arremolinaban tras el fuego. Acechaban y devolvían la mirada al semidrow. Podía haber jurado que alguna Drow había tras esas miradas. La cabecita juguetona y alegre de Ladfiena tapó esa oscura visión retornándole al mundo real. Volvió su cabeza para mirar a Morgan. Que le habría llevado a decirle eso... Su pasado era una gran cruz y puede que fuese remotamente imposible que volviese, pero la mera mención... En los ojos azules de Fewyhn casi se podía ver el miedo. Ojos que no solían verse con facilidad, siempre estaba oscuro para fijarse en el azul marino que bañaba sus cuencas. Los ojos de un niño asustado que no sabía como salir de un mundo gobernado por monstruos en el que la maldad imperaba. Un mundo en el que los mocosos lloricas sólo eran desollados. Unos segundos después Fewynh cerró los ojos para sacar de sus penurias a Morgan, no quería enseñarle más el mundo del que venía. Descolocado miró al suelo avergonzado. No daba crédito a lo que había pasado Y una mestiza de orco... 
El semidrow cogió su pluma blanca y se quedó mirándola, escuchando la conversación de espaldas.

Cargando editor
03/09/2014, 00:17
Códice [PNJ]

A diferencia de sus compañeros más avispados, el hermano Códice no se percató del fulano que se escabullía de la taberna: su atención estaba donde Rivoel. El llamamiento del bardo, sin embargo, llegó tan pronto que le pilló por sorpresa. ¿¡Cómo se ha ganado a ese hombre tan rápidamente!?, se dijo maravillado. La alternativa era que el bardo estuviera forzando la situación. Un escenario más que plausible, pensó incómodo. En ese lapso fue cuando Morgan y -para mayor sorpresa- Fewynh le animaron a intervenir: no necesitó nada más. Sea cual sea el tema de su charla, es hora de cambiarlo.

Llegó a la mesa cuando el interlocutor del bardo comentaba, con esfuerzo, su intención de buscar trabajo. Un tartamudo. Códice había conocido a un puñado de personas con ese problema del habla. El acento extranjero era otra cosa. No es de los Valles... ¿De dónde será? Mientras se sentaba junto a Rivoel, alargó su zarpa parduzca al desconocido.

—Herm...Ups.— Códice —se presentó torpemente, dándole un apretón al otro—. Erm Códice, pero puede... Llámame Códice —añadió, tratando de que su grave voz de león sonara (además) ruda y experimentada. ¡Ahora eres un ex-soldado, burro! Tenía que evitar ser pedante y educado. Y lo mejor para eso es algo de humor de machotes. En un periquete, buscó en su limitado repertorio.— Ey, ¿queréis oir un buen chiste? —No esperó la respuesta. Sonrió.— Vale... —Se aclaró la garganta.— ¿Cuántos estúpidos gañanes analfabetos hijos-de-primos del Valle del Viento Helado hacen faltan para ensillar un caballo?

Notas de juego

Todos tranquilos: esto está controlado.

Cargando editor
03/09/2014, 00:45
Rivoel Docanto

A duras penas el forastero logró pronunciar unas pocas palabras más. Rivoel se dio cuenta enseguida de que las dificultades del norteño para comunicarse no eran fruto de su nerviosismo, si no porque era simple y llanamente tartamudo. El semielfo tuvo que contener una espontanea risa, pues esa anomalía de la voz podría esperarla de cualquiera menos del portento físico que tenía a su lado. un sin fin de cómicas situaciones pasaron como un relámpago por la mente del bardo con el canoso y fornido humano como protagonista, pero la educación de Rivoel pudo más que su elocuencia y guardando perfectamente las formas, el bardo escuchó con paciente interés las frases entrecortadas que el forastero intentaba compartir.

Justo cuando iba a contestarle, Códice se interpuso y en un intento por parecer gracioso, empezó a contar un chiste sobre las gentes de El Valle del Viento Helado... Y así se quedó Rivoel cuando escuchó a su compañero... helado y sumido en un silencio lleno de temor y curiosidad...

Que oportuno Códice, con lo grande que es el mundo... a ver como se lo toma porque si sus rasgos no me engañan, este hombre debe ser de por allí...

El bardo permaneció callado a la espera de la reacción del forastero, pero preparado para cambiar de tema si veía que el ambiente se ponía tenso

Cargando editor
03/09/2014, 04:53
Lirian Ventormenta

Lirrian devolvió el apretón al enorme semiorco y asintió sonriente ante la presentación. En...encantado Cóoodice. - A continuación llevó la palma de la sudorosa mano al pecho. -Lirian.  Que los yetis de la tundra me devoren si tengo que presentarme ante todos y cada uno de ellos. - Pensó con desasosiego. Aquellos aventureros, y ahora sí que estaba seguro de que lo eran, parecían un grupo animado y desde luego sus modales eran mucho mejores que los que poseían los guardias de caravanas con los que había compartido el viaje desde Cataratas de la Daga. Viendo que aquello podía alargarse hasta que apareciese algún indicio sobre dónde conseguir trabajo, optó por levantar la mano asiendo la jarra vacía y llamó la atención del posadero con rápidos movimientos. Cuando obtuvo contacto visual con él le indicó con la mirada que le sirviese más de aquella bebida. 

Vaya! Un chiste. Me encantan los chistes. - Pensó alegremente ya que reír era una de las cosas que se le daba más que bien y su tartamudez no le afectaba lo más mínimo para ello. Apoyó sus codos sobre la mesa y escuchó con atención al semiorco. La sincera sonrisa de Lirian se transformaba en una extraña mueca mezcla de alegría forzada e incredulidad a medida que Códice exponía la primera parte del chiste. Entrecerró los ojos sin ser consciente de ello. ¿Cu cu cuántos? - Preguntó.

Creo que he pedido otra bebida demasiado pronto...

Cargando editor
03/09/2014, 19:08
Rivoel Docanto

Rivoel se dio cuenta enseguida de que el chiste del sacerdote no iba a hacerle mucha gracia al norteño y tomó cartas en el asunto intentando cambiar de tema enseguida...

Por favor Códice, no querás ofender a este hijo del norte... todo el mundo sabe que los jinetes de El Valle del Viento Helado son tan bravos que cabalgan sin silla alguna... ¿ Verdad Lirian...? Decidnos ¿ Qué asuntos traen a un hombre que lleva el sello de la nieve grabado en sus rasgos tan al sur...?  A ver si así Códice se da cuenta de que este hombre es de por allí...

Cargando editor
03/09/2014, 23:40
Lirian Ventormenta

Miró a uno y otro sin saber muy bien qué hacer: si esperar a que terminase el chiste o contestar a la pregunta del semielfo. Optó por la segunda opción al percibir que el semiorco no había apreciado bien sus rasgos y su inconfundible aspecto de habitante del Valle del Viento Helado. Debe haber nacido de las tierras del sur... - Imaginó el norteño sobre la procedencia de Códice y su evidente poca percepción acerca del origen de Lirian. A decir verdad, aunque había abandonado su ciudad natal hacía varios meses, aún conservaba su armadura y sus vestimentas propias de su tierra; eran un fino vínculo que se negaba a romper por el momento con las gélidas tierras que lo vieron nacer. Con un par de asentimientos y un rápido vistazo hacia la barra para comprobar si venía su bebida el hombre intentó romper la extraña situación. Co...coooomo bien dije antes, llegué este medio...mediodía acompañando a una ca...ca... ca caravana comer...comercial. - Creo que obviaré los detalles acerca de la muerte de aquel bastardo Yweng Belister.  - Que...quería conocer mu...mundo y ganarrrr di...dinero. - Lirian resopló mentalmente - Pe...pero por ahora ssss ssssólo he conseguido lo prrrri...priiiimero. Ahora buscoooo trrrr...trrrr..¡¡¡trrrabajo!!- Creyendo que la explicación había sido más que extensa y suficiente se interesó por la vida de sus compañeros de mesa. ¿So...sois aventureros? ¿Qué...qué los trrrrae por...por aquí ? - Hizo un gesto con la mano para indicar que no estaban allí precisamente por la cálida simpatía de los habitantes de Qark hacia los forasteros como él.

Cargando editor
04/09/2014, 02:25

"Bebida para todos!"

Fue lo que escuchó la gente del lugar y solo unos pocos alzaron sus vasos aún llenos al aire en señal de agradecimiento, pero nada más, ninguno gritó con júbilo ni hubo algarabía ni gritería como sería en una taberna normal y mucho menos, a ninguno le causó gracia el chiste de Rivoel, se respiraba la incomodidad de la gente con los forasteros recién llegados.

Poco a poco los lugareños volvieron a sus propios asuntos, el borracho que cantaba volvió a lo suyo y el lugareño que contaba su historia la reanudó ante el bullicio creciente.

Para el momento en que Codice se quitó la manta, los lugareños estaban distraídos en sus cosas, o al menos la mayoría: Un hombre larguirucho de nariz ganchuda y frente más amplia que lo normal, se dio cuenta en ese instante de algo, su expresión parecía de sorpresa e inmediatamente salió apresurado de la taberna bajo la atenta mirada de Rivoel.

Quizá los lugareños desearan que los héroes se marcharan del pueblo, o al menos de la taberna, pero ciertamente el posadero no, él ganaba monedas en su local y una moneda no valía menos si venía de los bolsos de unos extranjeros, así que hizo señas a la semiorca para que fuera a sentarse y enseguida le llevaría los platos.
Y así fue, a los pocos minutos, los ayudantes llevaron los 8 cuencos con una insípida sopa de pescado con zanahorias y patatas. No era mucho, pero si suficiente para calmar los estómagos y alegrar los corazones de los mojados aventureros.

La charla con el forastero siguió y el ambiente empezó a relajarse un poco a medida que la taberna empezó a desocuparse poco a poco.

Eran 7 los recién llegados y 8 platos de comida, quizá Morgan pensó en el gordo clérigo y su necesidad de un plato adicional, o quizá sus propios músculos le pidieran más comida de la usual, pero en todo caso el plato supo a gloria y bendiciones traídas de todos los dioses.

En un momento de la conversación, un mediano que tambaleaba borracho se tropezó con Rivoel, le lanzó una mirada fulminante y siguió tambaleándose hasta la salida, mientras Rivoel se percataba que su mano tenía una pequeña nota que antes no tenía. Con disimulo la desenrollo y la leyó:

El alcalde desea verlos en secreto.
Reúnanse en el molino en Fin de Noche.

Rivoel quedó pensativo unos segundos y evaluaba la posibilidad de contar al respecto a sus compañeros con el recién conocido presente o con el riesgo de que algún fino oído estuviera prestando especial atención a su mesa.

En ese instante, Lirian hizo su pregunta final: "¿So...sois aventureros? ¿Qué...qué los trrrrae por...por aquí ?" y en ese preciso instante 5 sujetos que lucían como matones armados, entraron a la taberna acompañados del mismo hombre que había salido de la taberna cuando se percató de la vestimenta de Códice. El hombre larguirucho y de nariz ganchuda señaló la mesa donde se encontraban se quedó parado en la entrada observando mientras los cinco hombres se dirigían a la mesa de los recién llegados.

Eran 2 humanos y 3 semiorcos, pero solo uno de ellos tomó la palabra para dirigirse al grupo.

Cargando editor
04/09/2014, 16:09
Vizko Kraum

El semiorco que aparentaba ser el líder tenía las facciones muy humanas, salvo por sus colmillos que sobresalían de sus fauces, podría pasar por un humano muy feo.

-Mi nombre es Vizko Kraum! -Dijo con una voz gruesa y seca, esperó unos instantes esperando la reacción de los aventureros, pero era evidente que nunca habían escuchado dichoso nombre así que prosiguió.

-Soy la ley del pueblo. ¿Quienes son y cuales son sus asuntos? ¿Por qué no los hemos visto llegar desde el camino? ¿Acaso son practicantes del prohibido arte*?

Calló y esperó respuesta de los aventureros, pero era evidente que poco le importaba, así que después de dichas respuestas, elaboradas o escuetas, prosiguió, sin preguntar acerca de las insignias de Randal Alba.

-Tienen pinta de aventureros, ¿Me equivoco? y si vinieron hasta el culo del Valle debe ser por trabajo, porque las chicas escasean, la comida es mala y la bebida no es de lo mejor. Casualmente tengo un pequeño trabajo que podría interesarles, la paga es buena y harían un bien muy grande a este pueblo olvidado y caído en desgracia.

Bebió un gran sorbo de una de las cervezas de la mesa (No era la de Fewyhn o si no, se arma la hecatombe!) y antes de darles tiempo de responder, siguió.

-Hallamos una mina olvidada de plata, pero en sus profundidades habita una bestia hostil, si nos trajeran la cabeza de esa bestia, podría recompensarlos con 500 monedas de oro para cada uno que vuelva con vida y todo lo que puedan hallar ahí dentro. El problema es que el acceso a la mina era un antiguo puesto de avanzada de los antiguos Enanos y ahora se encuentra ocupado por unos orcos y su caudillo.

Terminó de vaciar el vaso de cerveza y continuó, era muy charlatán y no dejaba interrumpir mientras hablaba, la antítesis de Lirian Ventormenta.

-Si les interesa, deberán abatir a los orcos y su caudillo, ingresar al nivel inferior de las minas, buscar la guarida de la bestia negra y traernos su cabeza. Eso es todo. Podríamos reabrir la mina y eso significaría grandes ingresos para Qark!

Finalizó mientras con su larga uña se hurgaba la nariz en busca de algún aperitivo para meterse a su sucia boca.

Notas de juego

50 px para todos excepto Benen por postear que me ha gustado mucho como se lleva la cosa.

Próximo turno: Lunes.

-4 mo a Shae por la comida caliente y las bebidas para los lugareños.

*Como el Arte se le conoce a la magia arcana

Cargando editor
04/09/2014, 22:16
Fewyhn Drazth

Fewyhn no hacía mucho caso a lo que en la sala pasaba. Comía tranquilo y disfrutaba. Empezaba a vivir, pero como siempre lo bueno duraba poco y un feo orco hizo gala en la sala. El semidrow evitaba mirar a Vizko o sabía que tendrían problemas, su mano reposaba en su espada en un tono calmado y relajado. Sosegado tras una comida, usaba un palillo para limpiar sus brillantes encías. La abominación familiar de Códice terminó de ofrecer un trabajo y entonces el drow no se contuvo...

Entoncesss sssson dossss Trabajossss.... expuso con su siseante acento. Cuando susurraba podía ser incluso molesto aquellas eses. Uno... la besztia y dosh losh orcosh... "Tus hermanos". se contuvo de decir. Sherán mil piezass para cada uno. sentenció el semidrow 

Cargando editor
04/09/2014, 23:07
Morgan, alias Shea

Cuando Fewyhn se giró para mirar a la guerrera, sus ojos eran como dos zafiros destelleantes llenos de una emoción sobrecogedora y Morgan temió que la reacción a sus palabras fuese violenta; no era el mejor escenario para ello y separó la mano de su cadera, por si era necesario inmovilizarlo. Por suerte no fué así si no que cerró los ojos y cuando los volvió a abrir, aquella fugaz visión de soledad había desaparecido dejando paso a un cabizbajo elfo.

- ¡Mierda! Creo que ha sido peor - pensó la mestiza al ver como cogía la pluma blanca que estaba prendida en su pecho y perdía su mirada en ella.

Estuvo por hacer algún otro acercamiento, pero se dió cuenta que solo había una persona capaz de calmar el alma atormentada del drow. Elevó la mirada buscando y cuando estaba por decirle a la mediana que se acercase el posadero le informó que serviría su pedido en la mesa.

- Vamos a llenar los estómagos. - dijo mientras se encaminaba hacia el lugar, por el camino su mano se posó en la cabeza de Ladfiena para llamar su atención sobre el destino de sus posaderas si es que quería comer.

Cuando llegó a la mesa medio gruñó un saludo y se dejó caer en el banco al lado del elfo, no tenía ni idea de lo que estaban hablando pero los ánimos parecian buenos por lo que se despreocupó de todo menos de los platos que comenzaron a llegar y de la puerta, por supuesto. Comenzó a comer del caliente líquido y pronto sintió los efectos por su cuerpo, calentándolo, empezaba a sentirse bien y el segundo plato sirvió para dejarla satisfecha. Soltó un suspiro y se recostó en la pared que había a su espalda apoyando las manos en su estómago saciado y, mientras los sonidos de la taberna la arrullaban, sus ojos se entornaron. Pero como la calma no podía durar mucho, la puerta se abrió dejando entrar el frío y la lluvia del exterior, así como al hombre que había salido corriendo y a cinco matones que lo acompañaban.

Morgan se puso alerta, aunque apenas varió su postura, eran tres mestizos de orco y dos humanos; fué uno de los mestizos quien tomó la palabra y la guerrera escuchó en silencio y sin moverse todo lo que dijo. - ¡¿Prohibido?! no sabía que estaba prohibida la magia por estos lares, a lo mejor por eso la misteriosa benefactora no dijo de acompañarlos. - Ante la mención de un posible trabajo y viendo que las cosas estaban calmadas, la guerrera elevó su mano lentamente hacia la bandolera que le cruzaba el pecho, sacó lo que parecía ser un trozo de madera oscura de la longitud y el grosor de un dedo, y se la llevó a la boca comenzando a mascarla tranquilamente.

Cuando "La Ley" cogió su jarra prácticamente llena y casi la vació de un trago, solo elevó una ceja para abrir un poco mas el ojo y poder ver bien su cara, de todas formas no iba a beber mas ya que le gustaba tener sus sentidos alerta, pero esa no era la forma de hacer las cosas para quien se autodenominaba así. Prestó atención al trabajo que les proponía, que no era otro que lo que habían pensado que fuese su tapadera; y mientras apartaba la mirada para no ver como se hurgaba la nariz, se dijo que la paga no estaba mal para un trabajo, pero entonces Fewyhn tomó la palabra puntualizando algo que se le había pasado por alto.

- Muy bien dicho, - no se atrevió a decirlo en voz alta, al menos no hasta que estuviesen a solas - me hubiese venido bien alguien que regatease los honorarios por mí. - Pensó al recordar su bolsa con menos dinero del que debería tener.

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/09/2014, 00:25
Rivoel Docanto

Las bebidas y viandas empezaron a llegar a la mesa y aunque dejaban mucho que desear, sirvieron para dejar un poco atrás las penurias del viaje. Mientras Lirian intentaba contar algo, un mediano medio borracho tropezó con Rivoel… Solo los más sagaces se dieron cuenta de que algo pasó en ese momento, pues el rostro del semielfo parecía algo dubitativo, aunque tan solo fue un instante. El bardo prosiguió su conversación con Lirian y justo cuando éste preguntó por los asuntos del grupo, media docena de hombres entraron en la posada, uno de ellos, el que había salido precipitadamente momentos antes, los señaló y los cinco restantes se acercaron a la mesa. Vaya, han tardado menos de lo que esperaba… Sin más uno de los semiorcos empezó a hablar y a hacer  preguntas mientras Rivoel se apresuraba por terminar de tragar la comida que estaba masticando…

Mi nombre es Vizko Kraum! -Soy la ley del pueblo. ¿Quienes son y cuales son sus asuntos? ¿Por qué no los hemos visto llegar desde el camino? ¿Acaso son practicantes del prohibido arte*?

Justo en ese instante el bardo acabó de dar un trago, se levantó de su asiento y  mostrando una agradable sonrisa contestó amablemente
Un placer conocerle Vizko Kraum, pero no tienen por qué preocuparse. Tan solo somos unos viajeros que nos dirigíamos hacia Qark cuando nos sorprendió  la tormenta. Arreció  tanto que apenas veíamos más allá de nuestras propias narices y nos perdimos. En cuanto vimos la luz de esta posada nos dirigimos directos hacia aquí sin fijarnos en si pisábamos camino o campo abierto… por eso no nos veríais pasar. Le aseguro señor que si fuéramos capaces de viajar mediante magia no estaríamos embarrados y empapados hasta las polainas…

Y Rivoel lo dejó ahí esperando saciar la "curiosidad" del casihumano, que continuó hablando, esta vez proponiéndoles un trabajo.Conforme el mestizo iba explicándose el bardo pensaba… necesitamos ganar tiempo, debo contarles  lo del alcalde…  Cuando el tal Vizko terminó su explicación Rivoel quiso hablar, pero el siempre cayado Fewynh rompió su silencio pidiendo el doble del pago ofrecido. El bardo no dejó que el ambiente se tensara más de lo que ya estaba y alzando sus manos abiertas en un claro intento por calmar la situación pronunció:
Señores, creo que no es el momento más adecuado para hablar de esto. Señor Vizko, le agradecemos su ofrecimiento y sin duda parece un buen trabajo, pero acabamos de llegar después de un duro viaje bajo una incesante  lluvia y necesitamos descansar. A nuestro compañero no le falta razón. Un caudillo orco y sus secuaces no es poca broma y si además hay que derrotar a una bestia con la que las gentes de aquí no han podido… Sin duda es una noble empresa digna de un paladín, pero ninguno de nosotros somos de dicha condición. Como bien ha supuesto, somos aventureros y es el oro lo que nos mueve y cuanto más mejor!!  Le propongo volver a vernos aquí mismo mañana a estas horas. Seguro que después de un buen descanso mis compañeros y yo vemos esa empresa con otros ojos… Y el persuasivo Rivoel le dedicó al medioorco un cómplice guiño tratando así de ganarse su confianza haciéndole ver que en ese tiempo podía intentar convencer a sus compañeros para que bajaran sus exigencias…
 

Notas de juego

 

 

Cargando editor
05/09/2014, 09:14
Ladfiena Correestepa

El calor del hogar ya había secado casi por completo a la mediana y esta disfrutaba del roce de las llamas en su rostro y como sus manos se calentaban transmitiendo una agradable sensación al resto del cuerpo totalmente ajena a todo menos a una cosa ¡comida! se levanto de un salto cogiendo la manta y corrió a la mesa casi en un único movimiento se llevo una cucharada de sopa a la boca y entonces recordó las palabras de Rivoel, se irguió en el asiento empezando a comer con unas maneras sobreactuadas yo no hago ruido al comer, no había pegado ni cuatro cucharadas de esa guisa cuando un grupo entro en la taberna y de inmediato se dirigió hacia ellos cuando les explico quien era y sus intenciones, de muy malos modos Ladfiena pregunto ¿que es el prohibido arte? Rivoel toca un instrumento y siempre dice que es un arte pero creo que no esta prohibido

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/09/2014, 16:36
Lirian Ventormenta

¿Pero qué demonios pasa con los semiorcos en estos lares? Son una plaga... - Se preguntó a sí mismo al ver a otros tres más irrumpieron en el local. Al comprobar que su mesa, y más concretamente sus ocupantes, era el objetivo de aquella súbita entrada, Lirian bajó la cabeza y evitó mirar a la cara a aquellos hombres, como si nada de aquello fuese con él. No había sobrevivido a todos aquellos ataques de elfos salvajes para que lo trinchasen en una posada de mala muerte porque lo confudieran con un aventurero. Sin embargo, al escuchar a aquel que se autodenominaba "La Ley del pueblo" mencionar la palabra "trabajo", el norteño prestó atención a todo cuanto decía. Siempre habrá tiempo para decir que no formo parte de esta compañía si esto se pone feo... - Se dijo mientras tomaba la jarra llena que había traído el tabernero para darle un silencioso y tranquilo sorbo; suficientemente largo para estudiar a los cinco hombres. 

Quinientas monedas de oro!!! Válgame Güeron Vientrom! Si es una fortuna!! - Apunto estuvo de escupir la bebida al escuchar hablar sobre tal cantidad de dinero. La familia de Lirian no era pobre dentro de los cánones de la gente que vivía en Diez Ciudades, pero aquellas cifras superaban sobradamente lo que podía ganar uno pescando truchas de jarrete en todas las temporadas primaverales de una larga vida. Cosa que en el norte no era frecuente, ya que uno siempre corría el riesgo de caer a las frías aguas y morir congelado si es que no caía víctima del ataque de un Yeti de las Nieves. Malditos yetis...

Pfffsssss - Ahora no pudo contener el líquido dentro de su boca. La bebida especiada salió expelida por su boca y fosas nasales al escuchar al hasta entonces callado drow hablar y pedir más dinero. Per per perdón. -Se disculpó en tono bajo intentando no llamar la atención. Dejó por tanto que los aventureros fuesen quienes llevasen el peso de la negociación. Al fin y al cabo él sólo no podría aceptar ese trabajo. - Mil piezas de oro! ¿Estamos locos?- Sabía que la cosa no iba con él y que Vizko Kraum preguntaba directamente al grupo de aventureros , pero por ese dinero Lirian estaba dispuesto a hacer lo que hiciese falta por acoplarse a aquellas personas. Podría comprar una barca, cinco o seis buenas cañas de pescar e incluso una cabaña al norte del Maer Dualdon para pasar allí el resto de mis días... - Fantaseaba con un dinero imaginario que aún no estaba seguro de poder conseguir. Aún partiéndolo entre siete sale rentable...  ¿Por qué diantres no me he hecho aventurero antes? Caravanas...Por las mil y una espinas de la carpa de río! ¿Quién se ha hecho rico protegiendo caravanas? El futuro está aquí Lirian!

Cargando editor
05/09/2014, 23:08
Códice [PNJ]

El semiorco se había quedado algo cortado cuando Rivoel le había salvado de meter la pata y, durante el rato siguiente, permaneció más bien callado, bebiendo, comiendo (unas lastimeras zanahorias con sopa de pescado) y atendiendo a las palabras del amistoso norteño. Cuando el hombre les preguntó si eran aventureros, Códice casi se atragantó. Por suerte, mantuvo la compostura para darle una respuesta vagamente afirmativa a Lirian.

Fue entonces cuando “Vizko Kraum” llegó, se acercó a la mesa y comenzó a hablarles. En un primer momento, Códice sólo pudo pensar: “¿La ley? ¿Tú eres la ley? ¡Más bien un triste ejemplo de por qué los mestizos somos considerados groseros, estúpidos y malvados!” Finalizada la propuesta del tal Kroum, en cambio, el fraile entendió que era la oportunidad perfecta para reforzar su tapadera a ojos de la población local. “Y además... ¿¡500 piezas de oro por cabeza!? ¡Por los campos dorados de la Creación! ¡Eso es muchísimo dinero!”, exclamó mentalmente, que necesitaba dinero para su capilla. “Aunque el trabajo sí que parece peligroso...” Como su desafortunada actuación ante Lirian aún estaba reciente, decidió no decir nada y dejar a sus aliados llevar el asunto. No le defraudaron: el drow, sólo los dioses saben si como parte del plan o inconscientemente, hizo un estupendo papel de aventurero avaricioso; en cuanto a Rivoel... “...ha pedido tiempo para que Kraum crea que queremos hacernos de rogar y así sacarle más oro”, pensó Códice sin comprender, por supuesto, la intención real de su compañero. “¡Brillante!", celebró. "¡Ahora sí que parecemos unos codiciosos mercenarios!” Cuando la mediana habló, Códice la miró y sonrió. Esa interrupción hizo que olvidara sus precauciones.

—En efecto —dijo con su profunda voz, suscribiendo a su compañero y tratando de sonar desinteresado—. Tendremos que valorar si vale la pena.

Cargando editor
06/09/2014, 05:47
Vizko Kraum

Ante la petición del Elfo oscuro, el instinto de Vizko fue llevarse la mano a la espada y gruñir en un segundo tensionante que pareció una eternidad. Una mano amiga de uno de los humanos se posó en el hombro haciéndolo dominar sus primitivos intentos.

Se erigió de nuevo y exhaló -Es solo un trabajo, no me importa lo que hagan con los orcos, solo deseo la cabeza de la bestia! -Dijo con evidente resignación, en la mirada se le notaban las ganas de abalanzarse contra el oscuro Elfo y asesinarlo para beber su sangre -Una bestia negra como tú, engendro!

Evaluó rápidamente a los potenciales enemigos, no mostró gran interés en la historia de Rivoel, si portaban simbolos de Randal Alba y estaban fuera de su jurisdicción se trataba de desertores o de ladrones asesinos, poco le importaba al semiorco la procedencia, con tal que sirvieran para sus intereses.

Gruñó cuando el Semielfo terminó de hablar -Malditos mercenarios avaros -Se oyó en susurro a la espalda de Kraum, pero nadie se percató quién había sido.

Ignoró por completo el gesto del tartamudo y la pregunta de la mediana, levantó una ceja y se dio media vuelta con un gesto de su cabeza ordenando a sus hombres que lo siguieran. -Mañana nos veremos aquí al ocaso y conozco más de un aventurero que se arriesgaría por mucho menos de lo que les ofrezco!

Siguió su camino a la salida y justo antes de cruzar el umbral volvió a voltearse -Recuerden, al ocaso aquí mismo. Y procuren no morir antes!. -Siguió su camino y desapareció en la manta de lluvia que caía afuera de la posada, donde muy cerca y atado a un poste se encontraba el preciado mulo de Lirian.

Para entonces, la taberna ya estaba casi vacía. Algunos borrachos dormidos era lo único que quedaba.

Notas de juego

30 px para todos excepto Benen por postear.
10 px para Rivoel por sortear la situación.

Próximo turno: Martes.

Me adelanté al lunes porque considero que no hay mayor cosa que adicionar. Pido disculpas si alguien estaba esperando para agregar algo antes del lunes.

Cargando editor
06/09/2014, 20:14
Rivoel Docanto

Vizco y los suyos salieron por la puerta visiblemente enfadados. En el mismo instante en que dejaron la posada Rivoel se desplomó sobre su asiento bufando toda la tensión que el momento había acumulado.   Uuffffff!!!! Por un momento pensé que la pelea era inevitable… En fín, tenemos hasta mañana para pensar en si aceptamos y por cuánto. Lirian ¿Estarías dispuesto a acompañarnos? Tienes esta noche para pensarlo… Creo que es momento de descansar… Rivoel se levantó  y se dirigió hacia el posadero para pedirle habitación, a ser posible una grande que los 7 Compañeros de la Pluma blanca pudieran compartir. También Aprovechó para preguntarle por Vizco y si en la ciudad había algún lugar en el que poder moler trigo. Después volvió a la mesa y animó a sus compañeros a retirarse .El bardo quería reunirse con el grupo para contarles lo de la nota

¿ Será Rivoel el único que piensa que tanto el trabajo ofrecido por Vizco como la cita en el molino pueden ser una trampa…?
 

- Tiradas (3)

Notas de juego

MI intención es reunir al grupo ( Lo siento Lirian) para contarles lo de la nota y advertirles de que podría ser una trampa, así como el trabajo. Pero tampoco podemos desaprovechar el conocer al alcalde y sus intenciones. Rivoel se ofrecerá para ir solo o con alguien más para no levantar sospechas.

También intento obtener información sobre Vizco preguntando al posadero o a algún borracho rezagado.

la tirada de averiguar intenciones es para saber si Vizco nos la quiere colar.

la segunda tirada de reunir información es por PERSONALIDAD SOCIABLE, para saber del semiorco.

Cargando editor
06/09/2014, 22:46
Ladfiena Correestepa

Ladfiena continúo comiendo la sopa cuidando sus modales, tal era su concentración en no hacer ni un ruido así como comer adecuadamente que apenas presto atención al semiorco, a pesar de ello escucho a su amigo pedir mil monedas de oro, si Fewyhn decia que el trabajo valía mil monedas, entonces, valía mil monedas, sin embargo algo si la llamo totalmente, Lirian a su lado hablaba de un modo extraño, no tardaron mucho en irse el grupo de malos modos sin embargo con el plato ya vació la curiosidad de Ladfiena pudo mas que la educación, que tampoco es que tuviese mucha, se acerco al enorme humano tirando de sus pieles para llamar su atención ¿porque hablas así? a la pequeña le llamaba la atención que aquel hombre repitiera parte de las palabras al hablar, no le encontraba sentido y naturalmente, tenía que averiguar porque