Partida Rol por web

Assamitas, Sabbat, la relación de los hechos del 11S con la sociedad de la que ahora formo parte, los reajustes en las relaciones de Poder...

Abro mucho los ojos, desmesuradamente; si Stevenson pretendía impresionarme sin duda lo ha conseguido. 

La Bête se revuelve incómoda en mi interior: De mis entrañas aflora una arcada incipiente al referir la inocencia implícita en la Sangre que Stevenson toma... Non, ce n'est pas possible, nada más alejado de mis preferencias beber Sangre inocente, de ninguna de las maneras. 

La arcada se reprime ante la simple mención a una posible redistribución del Poder: Una oportunidad para mi, acaso la única en décadas para situarme en la posición que mi linaje reclama.

Je suis nouvelle en todo esto - admito -. Apenas una recién llegada - enfatizo -. Todavía no he tenido el gusto de conocer a ces... Assamitas??? - dudo -. Nada sé de esos ataques del... Sabbat??? - vacilo un instante -. Pero si lograron sacudir el Mundo entero con el asunto del 11S y han podido atacar de nuevo sin duda son unos peligrosos enemigos - discurro -. Qué pasó hace un año? Tal vez usted et moi podríamos entendernos para lograr obtener el máximo beneficio mutuo de los nuevos movimientos que se produzcan - sugiero una osada alianza, confiando que incluso alguien de la posición y preferencias de mi contertulio esté interesado en acercarse a la descendiente de Monsieur Le Prince. 

Je suis nouvelle - repito -. Pero estancarme no es una opción - explico -, debo progresar para no acabar siendo pasto de... - gesticulo ampliamente con el brazo en el que esgrimo la copa - ...de todo esto - refiero a las criaturas que nos rodean, a la fiesta, la sociedad Cainita en general -. Y por ahora usted es quien más amablemente me ha tratado - aunque solo sea por "un oscuro interés" reflexiono recordando sus propias palabras -. Eso es algo que una no puede dejar de considerar positivement - premio -. Y estarle eternamente agradecida por ello - sonrío de manera cómplice e intrigante, consciente que el otrora etéreo concepto de eternidad cobra ahora un renovado y apabullante significado. 

Aunque aquellas palabras en concreto no habían sido dirigidas hacia mi, sino hacia Nelyan, las grabé a fondo en mi mente. Había dicho que podían escuchar los pensamientos de mi compañera, ¿pero seguramente los míos también? No estaba de más tener cuidado.

Mientras la señorita Kurt se fue en busca del Príncipe yo me dediqué a merodear por la sala sin acercarme más de la cuenta a ninguno de los presentes. No quería provocar ninguna conversación con ellos, pero si alguno iniciaba el acercamiento, yo no me echaría atrás.

Su nombre resonó en la entrada, rompiendo el encanto del momento.

-¿Mamá?-dijo extrañada mientras veía como su madre corría hacia ella con la cara desfigurada por la angustia-¿Qué... qué...?-pero no podía hablar. Su madre hablaba atropelladamente y, solo cuando terminó, entendió.

Miró al mayordomo con verguenza por aquel número que estaba montando su madre allí, aunque no podía evitar entenderla. Desde su punto de vista, tenía toda la razón del mundo en ponerse así. Si ella se hubiera imaginado todo lo que su madre había estado pensando claro que le habría cogido el teléfono, pero lo hecho, hecho estaba.

-Vale, vale, déjame que te cuente ¿vale? Pero lo primero es ir a casa, es tarde y... creo que esta gente querrá descansar. Buenas noches.-se despidió del mayordomo mientras agarraba a su madre del brazo y la sacaba de allí-Estoy bien, no te preocupes. Supongo que no te han dejado entrar por que no te conocen, la próxima vez te dejarán entrar sin problemas, estoy segura. ¡Ah! has venido con el coche, genial. Vamos a casa. Tengo muchas cosas que contarte y, creo que tú también. Hoy me da que vamos a ver amanecer.

No le dio más oportunidad. La dejó en la puerta del conductor, le plantó un beso en la mejilla antes de rodear el coche y abrir la puerta del acompañante, subiendo y cerrando la puerta tras ella. Se agachó y se asomó por la ventanilla del conductor, sonriendo y haciendo señas a su madre para que entrara y pusiera en marcha el coche.

Brain estaba allí, con el movil en la mano mirando algo. Jeremy se acerca, todavía preocupado de que la bestia lo obligase a actuar sin su consentimiento. Por suerte no había nadie más a parte de Brain, lo que permitió a Jeremy relajarse. Desde ahora tendría que acostumbrarse a la presencia de la sombra que habitaba en su ser.

Tras elogiarle por la caza nocturna, Brain le dijo que debía aprenderse cual era el territorio de cada clan a lo que Jeremy asintió. No quería meterse en la boca del lobo por no saberlo, y todavía era un recien llegado a la vida nocturna como para saber defenderse por libre contra otros vampiros veteranos. Tampoco conocía cual era la gerarquía de los vampiros ni como funcionaba su sociedad. Pero al parecer poco a poco le enseñarían como funcionaba todo.

Brain, después de guardar el movil se acercó a Jeremy un poco más y le comunicó que Kim quería una reunión. Al parecer la fiesta sirvió para algo además de darse a conocer.

- Eso es buena señal. Espero. - Se había dado cuenta que muchos vampiros llevan dos máscaras. Una es como actuan en público, compuesta por hipocresía y lametazos en el culo a los altos rangos. La otra es como realmente son cuando actuan y las conspiraciones. - ¿Te ha dicho cuando y el lugar donde nos podremos reunir? -

Esta mujer es misteriosa. Dice las cosas a medias y está empezando a ponerme nerviosa. Miro a sus ojos tratando de desviar la mirada de su cuerpo.

-Pues dígame qué tengo que hacer, explíqueme en qué consiste y tendrá sus resultados-digo con bastante decisión teniendo la sensación de que todo aquello es muy extraño.

Me doy cuenta de que mis manos están cerradas en forma de puño y las meto en los bolsillos del pantalón. Mi corazón parece que se ha tranquilizado un poco y lo agradezco, aunque recuerdo el momento en que la vi esta noche y cómo mi corazón dejó de latir al menos un segundo entero.

-Ya le dije, con respecto a los robos, que la próxima víctima tenía posibilidades de ser usted-insisto aún sabiendo en mi interior que a esta mujer nadie le puede hacer daño.

Todo sucedió rápido, y en su mente, lejos. Estaba sumergida en la angustia que acababa de licuarse a la vista de Nora, en su contacto, en su mirada. Después, llegaron las palabras, y por fin el entendimiento.

No pasa nada, está bien, no había motivos para preocuparte...

No se preocupó por haber montado un numerito, ni mucho menos. No se disculpó con el mayordomo, que quizá cumplía órdenes pero había sido descortés y borde con ella. Pero estaba dolida con Nora, una vez le pasó la oleada de miedo. Tuvo que contenerse para no gritarle allí mismo, para no soltarse de su brazo de un estirón, y en definitivas cuentas para no dejarse llevar por la ira que había llegado tras el alivio.

Esperó, esperó a abrir la puerta del coche, a sentarse al volante, a arrancar. Todo en silencio, seria, con los labios apretados. Y, por fin, cuando ya llevaba un par de minutos conduciendo, sin apartar la mirada de la calle, inspiró profundamente, y tras exhalar el aire, habló con el tono de voz más calmo que pudo.

-Bien. Pues explícame. Sabes que nos advirtieron de que nos metíamos en la boca del lobo. Y me envías una dirección y un nombre. Y luego... nada. ¿Cómo voy a interpretar eso? Te escucho...

El vampiro se rasca la barbilla y dice en un tono que parecía querer ser en parte divertido:

Assamitas… bueno, si vas por la noche al barrio chino seguro que las veras… digamos que son como esas asesinas chinas de las películas… aunque no les digas chinas que no les gusta

Cuando escucha las preguntas sobre el Sabatt se pone algo más serio:

Supongo que sabes que nuestra secta se llama Camarilla, digamos, nuestra organización… pues se puede decir que nuestro rival es el Sabatt, ellos pretenden dominar sobre los humanos… digamos que con puño de acero, que los vampiros hagamos lo que queramos dentro del mundo de los mortales… esa bestia que tenemos dentro

El hombre se lleva el dedo al centro de su pecho, comienza con un círculo pequeño y luego lo va haciendo más grande:

Sea la que domine, que nos dejemos llevar por los impulsos de la bestia… bueno… puede parecer bastante tentador para algunos… pero claro, nosotros tenemos poderes, somos poderosos y todo eso, pero… solo en esta ciudad son más de 8 millones de humanos, y ¿Cuántos somos nosotros?... no llegamos ni a 200 y bueno, los mortales tienen un arma que no se gasta… ya sabes, el sol entre otras cosas… no, no es prudente esa forma de actuar.

Sobre hace un año… bueno, la ciudad fue atacada por varias manadas del Sabatt y se les pudo detener, sin embargo, algunos vampiros murieron… incluida la anterior chiquilla de nuestro príncipe… a la que tu ahora sustituyes por así decirlo…. Y algunos vástagos con posiciones importantes, que claro, deben ser sustituidos y nuestra sociedad no es que sea rápida haciendo esas sustituciones

Ante la ayuda no puede evitar sonreír levemente mientras se rasca la barbilla:

Ummm interesante propuesta… nunca viene mal tener amigos como sin duda podrás comprobar aquí… pero déjame darte un consejo… no uses tan a la ligera la expresión eternamente, ya que… es un concepto real para nosotros.

Brain asiente a la pregunta:

Si… en un par de horas en el auditorio que hay en Central Park… no deberías tener problemas… aun así ten cuidado cuando entres en el parque, es territorio Gangrel y bueno… nosotros no tenemos problemas con ellos, vamos que nos llevamos de puta madre con ellos, pero últimamente están un poco alterados… creo que anoche hubo un lio entre un Gangrel y una de las hermanas Asamita y eso créeme tuvo que ser digno de ver.

Brain le tira unas llaves a Jeremy y dice:

Ahí fuera tienes un coche por si no tienes forma de desplazarte… no es nada del otro mundo, un coche europeo de esos pequeños (Ford Focus) pero te servirá para moverte por la ciudad… ah, ni se te ocurra meterlo en el parque… y si, vas solo con esto… me acaban de dar un chivatazo y a lo mejor puedo traer información interesante.

La mujer se queda en silencio unos segundos y dice:

Quizás… ha escuchado por las noticias locales sobre un incidente en el parque…últimamente están produciéndose… acontecimientos que me parecen extraños en el parque…

La otra mujer que llego algo más tarde lanza una bolsita como las de las pruebas de la policía, tenía en su interior un casquillo de bala mientras le dice:

Ese proyectil proviene del mismo arma que se disparo en uno de los hogares asaltados… y se ha encontrado en el parque en un lugar en donde se produjo el ataque a una pareja, lo que la policía no ha dicho es que había alguien más y se produjo una lucha bastante sangrienta…

La mujer mira de reojo a la condesa la cual asiente y sigue hablando:

Le recomiendo ir durante el día a investigar lo que está sucediendo… al parecer también cerca del parque encontraron el cadáver de alguien que… bueno, sus huellas estaban en una de las casas asaltadas… el tipo está en la morgue de la policía.

La mujer se acerca y da a Liberty una carta con un Ank dibujado en su reverso, la carta era el As de corazones y un tarrito con un líquido rojizo viscoso.

Si tienes problemas con alguien esa carta te permitirá tener algo así como una acreditación… si estas en autentico peligro toma ese liquido… son una serie de estimulantes que te ayudaran en caso de necesidad… ah si tienes que venir… debes pedir cita antes… y, ¿necesitas algún arma?

A las palabras de la mujer la condesa permanecía de pie sin decir nada, de vez en cuando asentía como confirmando lo que decía, sin embargo, su presencia seguía siendo notable aunque no hablase nada

El silencio que había en el coche no era, ni mucho menos, presagio de algo bueno. Conocía a su madre y, por la forma de agarrar el volante y de conducir, se estaba gestando una tormenta muy bonita.

-Lo sé, no te voy a negar que lo sabía. ¿Por qué te crees que te envié ese mensaje? Porque estaba asustada. Pero, no sé, todo dio un giro que vale, no te lo vas a creer, pero se me olvidó por completo ese aviso. A ver, empiezo por el principio que te voy a liar y a preocupar más. Cuando te fuiste con ese tipo, ya sabes que me dejaste con el guaperas. Pues la chica oriental se acercó y se lo llevó, así como si tal, asi que me quedé sola. Me terminé la copa y me di un paseo por el local, porque resulta que el guaperas es pintor y todas las pinturas del local son de él. Bastante raras por cierto, es impresionista, y a mi ese tipo de pintura no me dice nada y me inquieta más que otra cosa-hablaba atropelladamente, tenía muchas cosas que contar-Cuando me aburrí, salí y llamé a un taxi para volver a casa, pero la chica oriental se metió conmigo en el coche, le dio una dirección al taxista y a este le faltó tiempo para acelerar y seguir sus indicaciones, ignorando las mias de que parase el coche que me quería bajar. El tipo ese me ignoró de una forma tan brutal que me quedó claro que estaba compinchado con la tia. Llamé a la policia incluso, me sonaba a secuestro...-si, vale, iba a asustar a su madre, pero no tenían secretos entre ellas-...pero esa chica tenía un dosier con información mia. Tenía toda mi vida en esa carpeta. ¡Incluso un documento que decía que me han denegado esa segunda beca que había pedido! Mis expedientes, fotos, el trabajo del hospital, lo tenía todo. Y lo tenía porque había una persona que quería hablar conmigo y habia enviado a esa chica a buscarme. La doctora Ga. Es la dueña de esa casa, la del mayordomo simpático. Es toda una eminencia en el mundo de la cirujía. Es la dueña del Mont Sinaí. Quería hablar conmigo...-suspiró y miró a su madre-Decidi confiar en esa chica y creer que la casa frente a la que acababa de parar el taxi era la casa de esa mujer. Así que corté la llamada a la policia y te envié a ti la localización por si pasaba algo malo que tuvieras por donde empezar a buscar.

Dicho así sonaba de una temeridad enorme. Su madre tenía razón si la desheredaba directamente.

-Y... sí, he estado con la doctora Ga. Quería hablar conmigo y hacerme una proposición laboral. Suena raro, no son horas, lo sé. Pero la chica oriental me comentó que la doctora tiene el horario cambiado y hace vida por la noche, por no sé qué historia que creo que no tiene mucha base científica, por cierto, creo que es más costumbre que otra cosa. Lo siento... sé que te asusté. Estaba asustada realmente en el taxi pero poder hablar con ella, después de todo lo que he escuchado hablar de esa mujer, era una oportunidad enorme. Siento de verdad no haberte contestado al teléfono.

Las manos agarrando el volante estaban tan crispadas que los nudillos se iban volviendo blancos más y más a cada segundo que pasaba. Sarah se había propuesto no interrumpir a su hija dijera lo que dijera, escucharla con calma, no saltar. Y, a pesar de que en varios puntos de su explicación tuvo que morderse la lengua para no hacerlo, lo consiguió.

Sin embargo su expresión facial era un poema, si alguien hubiera podido mirarla, porque estaba empecinada en mirar al frente para no hacer cualquier tontería conduciendo. Sus cejas se levantaban y relajaban luego, su ceño se fruncía, sus labios estaban tan apretados que parecían cosidos. 

Cuando Nora acabó, la tensión se relajó ligeramente. Movió el cuello de un lado al otro, y levantó los hombros más para desentumecerlos que para otra cosa. Finalmente, tras unos buenos segundos, asintió. Después de todo el balance era que no había ido mal, por muy malo que pareciera al principio.

-Bien. Así que estamos en manos de un par de peces más que gordos, con enormes influencias y recursos en nuestros respectivos campos, que se conocen entre ellos como para hablar y decidir sobre nuestros futuros, y que lo hacen con ofertas que por un lado son tan suculentas que nadie en su sano juicio rechazaría, y por otro nos exigen casi que les vendamos el alma. Por lo menos a mí.

Procuraba decirlo con humor, intentaba sonar despreocupada después de todo lo que había sufrido, de toda la tensión y la angustia que había tenido que tragarse.

-Mi Mr. DuPui ya sabía que tu Dra. Ga te haría una propuesta profesional muy buena. Y de algún modo me dio a entender que nuestras vidas, si aceptábamos los tratos respectivos, iban a cambiar radicalmente. Le dije que debía hablarlo contigo primero, claro, pero sentía que él iba varios pasos por delante. Ahora no es que lo sienta, es que lo sé. Esto es un plan concebido de antemano. Hemos sido elegidas, pero no sé para qué ni por qué. 

Luego, por fin, ladeó la cabeza y miró a Nora, fugazmente, pero con intensidad y curiosidad a la vez, para volver enseguida a mirar a la calle y seguir hablando.

-¿Por qué te asustaría con todo ese número del taxi y el casi secuestro? ¿Qué fue lo que te propuso exactamente esa cirujana? Cuéntame como era ella, qué... impresión sacaste. Lo de su vida cambiada, la fama que tiene, hasta como es la casa. Las palabras y las ofertas suenan todas muy bonitas. Pero no puedo sacarme de la cabeza el hombre del callejón y su tétrica advertencia...

Presto atención a cada palabra que Stevenson me dice, un relato cargado de enseñanzas que sin duda alguna han de servirme para garantizar mi futura supervivencia en un universo totalmente nouveau para mi.

El paradero de las Assamitas; la identificación del Sabbath como poderoso enemigo que pretende doblegar a... La Société mortelle por la fuerza mientras que, al parecer, nosotros La Camarilla, lo hacemos de un modo más sutil. 
La muerte de varios Vástagos, piezas clave en el ajedrez metropolitano que conviene sustituir, entre ellas el fallecimiento de mi predecesora... tantas y tantas cosas, detalles, sutilezas del peligroso mundo al que me estoy adentrando...

Excuse moi - esbozo una sonrisa ante la advertencia derivada de mi no tan inocente jeu de mots -, procuraré tener más en cuenta que usted et moi tenemos toda la perpetuidad para conocernos... - hasta el punto de tal vez odiarnos a muerte; si, seguramente vaya a ser eso.

Qué hay de mi predecesora? - retomo un asunto que me ha dejado francamente interesada -. Quién era? Se sabe cómo falleció? Quién acabó con ella? Su muerte ha sido ya oportunamente vengada??? - repentinamente me apetece saber más de esa Soeur de Sang; hay algo, una suerte de afecto primigenio, que me impulsan a desagraviarla, dar con su asesino y acabar con Él a no ser que haya sido ya debidamente ajusticiado... además considero que sería un fabuloso regalo para Le Prince, algo que me haría ganar enteros ante su severa mirada.

En ese momento recibió dos noticias, una buena y otra mala. La buena era que Kim le había citado esa noche en Central Park. La mala fue saber que Brain no iba a poder asistir con él a la reunión y le dio las llaves de un coche. Jeremy se quedó mirando las llaves estupefacto. - Tio, no me jodas. Antes llegaría andando a Central Park que intentando a aprender a conducir, sin contar que la pasma me pararía al momento verme llevar un coche a trompicones. - Se llevó las manos a la cabeza pensando alguna opción. - ¿No puedes ni si quiera acercarme allí? O al menos dame otro medio para poder ir y volver sin que se me haga de día y la diñe por el camino. - Se le pasó por la cabeza llamar a uno de sus amigos para que viniesen a recogerlo, pero no creyó que fuese una buena opción estando Trevor por el medio.

Antes de llegar debería de sacar dinero por si habían imprevistos, y con el efectivo que tenía no podía hacer mucho. Cuando se acabase todo lo referente a Trevor aprendería a conducir. Si tenía que desplazarse era la única opción de llegar rápido al sitio teniendo tan pocas hora para estar activo.

Tras unos segundos en los que examina directamente a la vampiresa Zack parece que decide hablar:

Fue algo complejo… pero podemos decir, que fue una de las primeras víctimas del ataque sorpresa… digamos que Anne Franklin era una mujer… bueno, no tenía muchos amigos realmente, era una de esas Ventrues estiradas… espero que pueda llegar a tener su edad pero que no llegue a desarrollar esas costumbres…

Sonríe levemente mientras parece que hace algunos cálculos mentales y añade:

Creo que fue convertida en 1935… supongo que en esa época las cosas eran muy diferentes a como lo son ahora… sobre su asesino… realmente no se demasiado, eso es algo que sin duda Kraine podrá decirle.

Madelaine puede darse cuenta que en la sala hay algo más de actividad, el príncipe esta en ese momento junto a la Condesa, este parece pensativo mientras camina y toma algo de aquella sangre que repartían.

Brain sonríe, parecía divertido y responde:

Bueno… puedes ir en taxi, bus o metro… ese coche si quieres véndelo y así te sacas algo de dinero para el transporte público… eso ya es cosa tuya.

Comienza a caminar hacia la salida y dice:

Yo tengo que ir a las afueras de la ciudad, me pilla muy lejos el parque y bueno… ya te contare, pero no puedo retrasarme, si la reunión que tengo sale bien, vamos a dar un muy buen paso con lo de tus amigos.

Bueno, no se lo ha tomado mal del todo...

Nora escuchó atenta y con cada vez más interés las palabras de su madre. En un par de ocasiones estuvo apunto de preguntar algo, pero prefirió esperar a que Sarah terminase de hablar.

-A ver, ¿me estas diciendo que el señor Du Pui conoce a la Doctora Ga y sabía, es más, te dijo después de tu actuación, que me iba a hacer una buena oferta de trabajo?-le preguntó sorprendida a su madre, aún a pesar de que Sarah lo había explicado perfectamente y de que ella lo había entendido sin problemas. Pregunta retórica donde las hubiese, pero llena de sorpresa e intriga-Pero no tiene sentido. Quiero decir, tu area y la mia son totalmente diferentes. ¿Qué posibilidad hay de que ellos dos se conozcan y se pongan de acuerdo en hacernos una oferta laboral a ambas? Porque te han ofrecido algo a ti también ¿no? No me lo has dicho claramente pero te conozco. ¿Qué te han ofrecido? Por que tiene que ser realmente bueno por la frase que has soltado. Vender el alma. Nunca te había escuchado algo así antes, pero suena a que darás un sí sin dudarlo. Pero espera, espera, no me digas nada, antes termino yo, que me has preguntado cosas.

Se sentó en el asiento de forma que podía mirar directamente a su madre mientras esta conducía. Se quedó pensativa, dándole vueltas y forma a su propia frase pero, aunque había algo que le rechinaba, decidió volver sobre las preguntas que le había hecho su madre. Pensó en las razones para el número del taxi y de repente lo vio claro.

-Creo que el numerito del taxi no ha sido cosa de la Doctora Ga. La chica oriental, Mara creo que se llamaba, ella tiene que ser la responsable. Según me dijo, le habían pagado bien para que me llevara ante la Doctora. Modales no tiene, pero autosuficiente y antipática es un montón, creo que fue cosa de ella. Pero lo que no entiendo es por qué no me dijo nada en el local en el que tocaste. Estuvo a mi lado, pero prefirió irse con el guaperas a hablar conmigo-hizo un mohín, no le convencía su explicación-Si me lo hubiera explicado todo en ese momento le hubiera dicho que sí sin más, no entiendo lo del taxi, a no ser que por cualquier razón le fastidiara la noche con el guaperas. Y a ver, según Mara, la Doctora viene de un pais con diferente uso horario. Y ahora sufre una dolencia que le impide adaptarse al horario de aquí, lo que hace que haga su vida de noche. Opera de noche, hace su vida de noche. La verdad es que no sabía eso de ella, pero es una cirujana fantástica. Me ha ofrecido ser su aprendiz. Dice que ya es hora de traspasar todo su conocimiento a otra persona, que hasta ahora, no había conocido a nadie que encajara pero cree que yo sí lo haría. Me ha llegado incluso a decir que, con tiempo, puedo llegar a ser incluso la directora del hospital. Me dijo que mi vida cambiaría si aceptaba. Entiendo que tendré que dejar la beca y seguirla con sus horarios, es decir, trabajar de noche-hizo una pausa, pensando en aquello-Es una carta de doble filo. Lo tendré que dejar todo para ir con ella. Si le encajo, perfecto, pero si no...

No había pensado en aquello pero ahora, lejos de la Doctora Ga y de su influjo, el miedo apareció como mariposas en su estómago. ¿Y si no estaba a la altura? ¿Qué pasaría entonces? Y fue cuando comprendió. Era a su madre a la que buscaban. Pero quería escuchar a su madre antes de hablar de ese tema.

-¿Qué te han ofrecido a ti, mamá?

...era una de esas Ventrues estiradas… espero que pueda llegar a tener su edad pero que no llegue a desarrollar esas costumbres

Algo dentro de mi, La Bête, se tensa como un arco, como si esas palabras constituyeran un terrible desagravio, una ofensa imperdonable al aristocrático linaje que, Sangre mediante, parece tomar las riendas del cascarón que habita, tirar de los hilos de lo poco que queda de mi:

No se equivoque Monsieur Stevenson - advierto -. Je suis gentil con usted porque es un tipo influyente, nada más y nada menos que un Primogénito con quien me interesa estar a buenas - confirmo por si había alguna duda al respecto-. Los tiempos han cambiado, efectivamente, pero soy tan despiadadamente Ventrue como pudiera serlo Mademoiselle Franklin - le dedico una cándida e impostada sonrisa al Brujah -. Pero estoy segura que eso es algo que alguien como usted ya tenía claro - lo miro de manera hechizante, cautivadora.

Así que Kraine... - tendré que hablar con ese apestoso adefesio, no tengo alternativa; desvío la observación, percatándome de la pensativa presencia de McBerthey y tratando de cruzar con él mi mirada por si autorizara mi presencia a su lado o fuera menester ir concluyendo mi charla con Stevenson.

"¡¿Garras?! ¡¿Qué demonios?!" fue todo lo que llegué a pensar, antes de que mi instinto me dijera que corra, aunque no iba a darle la espalda al muy cabrón. Tenía que alejarlo de Suli, ya que era nuestra única oportunidad de que alguien nos salve (ya me había rendido con Alexis, el cuál me envió a morir a este lugar, por lo que veía), así que corrí para el otro lado, me detuve, apunté y disparé, esta vez intentando pegar en la cabeza, a ver si eso lo detenía.

Resignado, Jeremy se guardó las llaves del coche en el bolsillo. - Que haya suerte entonces en tu reunión. Supongo que en la avenida más cercana podré coger un taxi. - Salió del edificio y se encaminó en dirección de la avenida más cercana con afluencia de coches.

De camino se paró en un cajero automático para sacar algo de dinero. No es que estuviese sobrado de pasta pero si tenía un pequeño botín como para pasar una mala racha.

Una vez en la avenida cogió el primer taxi que pudo parar. - Llevame a la 81 con Central Park West por favor. -

Lo mejor sería permanecer en un territorio de otro clan el menor tiempo posible para evitar posibles problemas. Y aun así sabía que Central Park era un nido de problemas por la noche, aunque ahora cobraba algo de sentido algunas muertes extrañas que se producían allí. No era común, lo que hacía que la policía no investigase mucho si carecían de pruebas para poder seguir una pista, sin contar que las pocas veces que se encontraba en el parque solía ser de algún vagabundo.

Jeremy se encaminó en dirección al auditorio Delacorte, pero como le advirtió Brain entró sin coche. Si le había advertido sería por algo.