Partida Rol por web

Un dia nuevo en tu hogar, te han despertado los lloros de tu retoño, la niña esta llorando de nuevo. Te desperezas en la cama, Simbai no esta, seguro que ha ido a ver que la pasa. No puedes creerlo es mas cabezota que tu, deberia aun estar guardando cama y no corriendo por la ciudad intentando mantener el orden. Te llama la atencion un pergamino medio abierto que hay sobre la mesa, en el puedes leer por encima que se la investigacion sobre los ataques a caravanas se ha averiguado que los causantes son un grupo de extraños bandidos vestidos de negro y con armas mas extrañas aun, parecian magos por sus ataques.

Erik se levantó aun con el sueño pegado al cuerpo. Solía despejarse rápido cuando la pequeña reina lloraba, pero nunca tan veloz como la madre, no en vano la había llevado dentro del vientre y ese vínculo era algo que un padre no podía igualar.

Se frotó los ojos mientras caminaba, las paredes y pasillos le eran tan familiares que no necesita verlos para guiarse.

Desde el descansillo de la puerta podía ver la espalda a una figura familiar, la conocía muy bien, era el calor de cada noche en la cama y la voz que lograba calmarlo por muy grande que fuera su ira. Podía permanecer horas quieto contemplando ese cuerpo perfecto, sin dejar de fascinarse nunca con cada curva.

Pero el bebe que acurrucaba en sus brazos cerca del pecho también llamaba toda su atención, sus dos damas, sus dos reinas estaban juntas en una cálida escena de madre e hija.

Aun a día de hoy le costaba creer su matrimonio y aun más su propia hija, tenía sangre errante y muy mal carácter, pero al parecer más tarde o más temprano todos terminan aposentado.

Se acercó despacio, no quería asustar a ninguna de las dos, Doclan era lo bastante corpulento para que advirtieran su presencia con antelación evitando sustos. Cerca de Simbai se colocó a su izquierda, posando su mano en la espalda de su mujer, descendiendo despacio hacia la cintura.

A su vez acercaba la otra mano a la cara del bebe, acariciando esa piel joven e inmaculada, había dejado de llorar y miraba a sus dos progenitores con esos ojos grandes y curiosos. No tardó en juguetear con sus manitas, agarrando un dedo de su padre como si fuera un juguete nuevo.

- Tan pequeña y tanto carácter, yo diría que se parece a su madre. Estas dos mujeres son demasiado para un viejo como yo. -

Erick, no digas eso...siento si te ha despertado, pero creo que tenia un poco de hambre sonrio dulcemente mirandote de rojos mientras sigo acunandola Sigo sin poder creer que todo saliera tan bien y mas despues de todo lo vivido, creo que...

Me callo y me recuesto un poco en ti ¿estas seguro que puedes ocuparte de ella solo un par de dias? Me encantaria poder llevarmela pero ya sabes que mi padre no dejaria que su nieta corriera por los caminos poniendose en peligro

- ¿Parece un sueño...? Si, yo también lo creo en ocasiones, pero es real, es algo por lo que hemos luchado. Esos recuerdos ya se han quedado atrás, ahora solo importa esta pequeña princesita. -

Con dulzura Erik rodeo la cintura de su mujer mientras aprovechaba para mirar ya la calmada silueta del bebe, estaba bostezando ya más tranquila, no era habitual movimientos lentos y dulces en ese hombre, o al menos para cualquiera que no fuera su mujer nunca verían su parte más tierna.

- A Pierre no le falta parte de razón, pero cuando crezca y se parezca a quien se parezca me parece que lo difícil será evitar que salga por si sola a los caminos, no te preocupes esta pequeña será quien se ocupe de mi, no yo de ella. Ten cuidado allí afuera, te va a extrañar y yo también.

¿Tiene algo que ver con la carta sobre la mesa? No he podido evitar fijarme de pasada... -

Asiento levemente mientras la vuelvo a dejar en la cuna y la tapo con la sabana girandome para mirarte.

Si, tiene que ver, un par de heridos llegaron a la ciudad ayer y tras curarles hemos descubierto donde pueden estar, de todas maneras, solo ire acompañando una caravana con un grupo de vigilantes hasta un punto seguro, luego volveremos un par de dias, tres a lo sumo. A veces me gustaria que no hubiera ningun problema pero creo que es demasiado pedir a los hombres y a los dioses

Descansando tras unos dias de...dias, mas bien semanas o meses, has tenido poco tiempo y has practicado mucho, es mas estan a punto de sangrarte las manos, cuando ves entrar en la posada a alguien conocida, es esa humana, la hija del enano y la mujer del enano creias que habia dado a luz hacia un par de semanas, gemelos para mas señas, tal vez tiene mas de enano de lo que te gustaria reconocer. Trae un paquete para uno de los clientes una hermosa arma que la paga con una sonrisa antes de irse y dejarla alli guardando el dinero.

Has llegado a la ciudad hace un par de dias y te han dado largas para que te recibiera el Maestre de la orden en la ciudad, parece que esta muy ocupado. Hoy ha llegado un joven escudero que te ha dado una nota que te dice que te veran en un par de horas en el alcazar donde te recibira el segundo al mando, uno de los mejores caballeros de la orden para asignarte tus nuevos cometidos.

Cuando llegas, ves que es un hermoso alcazar de piedras blancas, marmoleas con una puertas de negro metal, los caballeros se pasean por las almenas con paso firme mientras algunos practican en el patio. Te llevan a la casa principal y te hacen pasar a uno de los despachos, tras un rato se abre la puerta y entra una mujer de pelo rubio con trazas plateadas y con camisa y pantalones que se te queda mirando extrañada esperando una respuesta.

Unos pequeños golpes de nudillos resuenan en la puerta de mi habitación. Un joven vestido como si fuera un criado aparece en el humbral de mi puerta. Porta una carta para mi. La abro con ansiedad. En efecto, por fin me recibiría el segundo al mando del Gran Maestre. Rápidamente, visto mis mejores galas para tratar de impresionerle. Mi pulimentada armadura, la capa blanca inmaculada de las ceremonias, y mi espadón a la espalda. Fuertemente ataviado, me dirijo a la ciudadela donde se supone debo de entrevistarme con él.

Una vez he llegado a la ciudadela, los soldados de la entrada, al ver la comitiva que me ha enviado, me escoltan hasta el interior de esta, y me dejan solo en una habitación. Al cabo de un rato, aparece una chica que me mira de manera extraña.

Buenos días. Mi nombre es Lord Xasif D´aan, y he recibido esta comitiva para entrevistarme con él. Le digo mientras le extiendo el pergamino nuevamente doblado.

Cierro la puerta detras de mi, camino cogiendo el pergamino, el sello rojo lo conozco bien y algunos fragmentos de la roja cera cae al suelo mientras lo abro y lo leo con detenimiento antes de volver a entregaroslo. Camino hacia la mesa y sirvo dos copas de agua, cuando paso a tu lado, un olor de flores frescas recien cortadas se desprende por el ambiente, en consonancia con la belleza que hay delante de ti, un angel si pudieras compararlo.

Bienvenido al alcazar siento que el maestre no pueda recibiros pero es que ha tenido que salir de la ciudad a realizar una mision para la orden con un grupo de jovenes novicios te tiendo una copa mientra continuo. Se que habeis venido varias veces para que os recibiera y por lo que veo habeis realizado un largo camino desde vuestro lugar de origen para con nos. Lo siento, no me he presentado Lady Atriel Darkblade soy la segunda en la orden en esta ciudad, un honor y un placer

- Pero eran heridas de hechicería ¿verdad?, cicatrices difíciles de explicar con armas poco vistas, por eso la capitana de los Vigilantes va en persona en esa escolta.

Detesto la magia, y más si se emplea para el pillaje contra comerciantes indefensos. ¿Protegerás a alguien importante? Estaría más tranquilo acompañándote, pero no quiero dejar sola a la pequeña, podrías pedirle ayuda a Ishamar o algún camarada, se que no dudarían en ayudar a una buena causa. -

Si mi amor, estaban quemados pero solo por zonas donde les habian herido digo asientiendo y saliendo cerrando la puerta hasta dejarla entornada un poco y volviendo al dormitorio En la caravana va una caja que es de la escuela de magia, es un artefacto para entregar en las Arenas, hemos estado intentando atrasar el envio o hacerlo por mar pero parece que no es seguro. Y por la seguridad no te preocupes, el maestre de la orden me acompañara con algunos caballeros y creo que Ishamar ira entre ellos, asi que estare bien cuidada o eso creo

Vaya, vaya, así que tengo delante de mi a la famosa Atriel Darkblade. Es un honor ser recibido por tan ejemplar persona. Digo mientras me quito el guantelete y le extiendo mi mano desnuda.

En efecto, he venido varias veces a ver al maestre, pero entiendo que las labores de la ciudad y la política le tengan ocupado. Añado mientras espero que ella acepte mi mano en señal de amistad y respeto hacia su persona.

Tomo la mano con suavidad mientras sonrio levemente antes de volver a ponerme seria. La verdad es que saldra en breve una caravana de la ciudad y la escoltara con algunos de los vigilantes para que no sufra ningun peligro, bandidos ya sabeis como son hago un gesto mientras me siento y te invito a sentarte.

Observando el gesto de invitación para que toma asiento con ella, dejo mi yelmo encima de la mesa y descanso en uno de los dos sillones que tiene la estancia. Y bien, Expliqueme mejor la tarea de la caravana. Irá el mismo maestre en ella? Tengo que hacer solamente de vigilante, debo entrar en combate para proteger la caravana o solamente cuando la vida del viajero esté en peligro....

La verdad es que tenia otros planes para vos, digamos que algo mas.. replico mientras carraspeo y dejo la copa a un lado. La verdad es que el maestre me habia pedido que os pidiera que fuerais a hacer otro tipo de vigilancia, en la torre de magia, en la escuela para ser precisos, la directora tiene que recibir a un importante huesped y habiamos pensado que podriais ocuparos de el

Un suspiro de alivio se escapa de mi boca al ver que no era esa la misión que me iba a encomendar. No era algo que me hiciera gracia el volver a hacer de guardaespaldas de nadie, pero si el maestre así lo necesitaba....

En la escuela de magia, bien, y exactamente... qué tipo de invitado va a venir? y qué es lo que se espera de mí?

ES un mago venido de las islas cercanas, estara investigando unos libros, solo necesita que le recogan y le lleven a la escuela, alli ya le cuidaran las defensas magicas. digo cruzando mis piernas y sonriendo mientras espero respuesta.

Un mago, claro, si va a la escuela de magia, será un mago. A hacer de niñera de un mago. Bien, si eso es lo que se necesita de mi Pienso mientras miro a la bella mujer que está sentada detrás de la gran mesa de roble macizo. Bien, parece tarea fácil en principio. Y cuando llega nuestro huesped?

- Me quedo más tranquilo, no obstante apostaría que no os han dicho que hace ese artefacto o toda su utilidad, tanto secretismo respecto a la magia y sus creaciones no ayuda a que uno se quede sereno.

Aunque sabiendo que ira Ishamar me quitó un gran peso de encima, dale recuerdos tanto para el como para Atriel, la verdad se los merecen.

Creo que pasaré esos días en casa de Pierre con la pequeña, le reconfortará estar junto a su nieta. -

Dio una ultima mirada por el resquicio de la puerta, la placidez del bebe provocó una sonrisa paternal en Erik que parecía quedarse embobado viendo a su hija.

- Preciosa, al igual que su madre. -