Partida Rol por web

Los minutos van pasando y se te hace eterna la espera. Sigues pensando en los planes que has ideado y en por qué esos forajidos te han inculpado de la desaparición de las ovejas. Está claro que te quieren quitar de en medio por alguna cuestión que todavía ignoras. Te incorporas de la cama, un escalofrío te ha recorrido el cuerpo. La brisa de la noche es fresca y puedes resfriarte. Te acercas a la ventana, haces el ruido de la lechuza, como habías pensado, y bajas el marco hasta cerrarla. Te giras y vuelves a recostarte en la cama. Esta vez te tapas con la manta que te ha dejado tu tía.

-Todo parece bastante tranquilo-  Rilwen, mira hacia atrás por la calle que ha venido,  solo ve a lo lejos las siluetas de Tatharina y Gláin. Al frente, en la plaza, no ve ni rastro de Lily. - ¿por donde aparecerá Gallind? espero que no encuentre problemas para llegar

Deja pasar unos segundos desde que vió apagarse la vela, se asegura de que Tatharina y Gláin puedan ver hacia donde se dirige  y pegandose a las paredes se encamina hacia el patio de la carcel, pasa por delante de la herrería y de la casa del  zapatero, al pasar cerca de esta última pone especial cuidado de ser discreta, sabe que el zapatero acaba de retirarse. Una vez alcanzada la esquina de la casa del zapatero con el patio de la carcel busca una sombra donde permanecer quieta y oculta.-Desde aquí puedo ver todas las entradas a la plaza-

Allí en la oscuridad, busca con la mirada a sus compañeros.-¿Donde estará Gallind?- Luego, durante unos segundos, mira la ventana de la celda que da al oeste y  acerca su mano a la nuez de plata que pende de su cuello, recuerda a su amiga Tathariel ya falta poco para que se vean de nuevo, cuando tiene el amuleto entre las manos concentra su atención en la ventana de la celda. Espera que alguna araña, ratoncito o planta que haya en la celda oeste o en la contigua le den una pista de en cual está Tolman.

Lily se quedará entre las sombras sin moverse para no llamar la atención mientras espera un poco intentando saber que es esa sombra y a la vez presta atención esperando que sus compañeros aparezcan por algún lado. 

-Mientras se acercaba al mercado Calow estuvo pensando en la tensión que se palpa entre Glain y Gallind y está contenta de haberles colocado en parejas separadas. De momento los egos del uno y el otro, no deberían causar problemas. Aunque Lily culpa más al elfo que al enano de este mal inicio-

Te pones tensa y empiezas a mirar alrededor, escondida detrás del seto. Tienes esa sensación de que hay alguien cerca de ti, aunque no oyes nada. Piensas en la sombra que viste cuando venías hacia el mercado, esa silueta que te era familiar, pero que no logras identificar ahora mismo. La luna brilla al irse la nube que la tapaba y en la casa del zapatero ves como alguien sopla una vela, con lo que el cuadrado de luz que salía de la ventana de su desván desaparece. Un pequeño ruido, casi imperceptible capta tu atención. Una sombra avanza despacio y se para en la esquina de la casa de los Goatleaf. Brevemente, le ves la cara, que tiene tapada por una capa oscura. Se trata de Rilwen, y por lo que parece, no te ha visto. Ves que mira por los alrededores, intentando buscarte.

¿Qué harás? ¿Le harás una señal indicando tu posición? ¿Dejarás que avance sola?

¿Y bien Tatharina? ¿Tú que opinas de ese elfo? - Gláin intentaba entablar conversación con su amiga, pues sabia que necesitaba calmarse y que la melódica voz de la chica lo conseguiría - Bien sabes que he estado trabajando en mis prejuicios contra los elfos... ¡Incluso he comerciado con ellos! Pero este Gallind me da muy mala espina, míralo allí, no está siguiendo el plan. ¡¿Y si nos delata como venganza por haberle cerrado el hocico?!

La pareja siguió caminando debajo del cielo estrellado, ninguno de los dos parecía estar intentando ser sigiloso, con la armadura de Gláin haciendo ruido lo único que conseguirían seria levantar sospechas. En el pequeño pueblo de Bree, ambos eran bien conocidos así que a nadie debería sorprenderse de verlos paseando juntos. Al menos, eso es lo que piensa el enano. 

La realidad resultó ser diferente. ¿Quién hubiera dicho que nos encontraríamos con tanta actividad a estas horas de la madrugada? - musitaba el enano. ¡A la vieja Banks solo le importa su cochambrosa verja! La has tirado tú pero la podía haber tirado una racha de viento con la misma facilidad... Lo tiene claro si cree que vamos a pagar algo. ¡Já! En fin, vamos a lo importante. ¿Tú estás bien? - El tono de Gláin se había suavizado para enfatizar su preocupación - Has pegado un buen grito. ¿Te has clavado algo? ¿Quieres que lo revise?

Parece que fue una lesión superficial pues ambos continuaron hasta el mercado. Allí esperaban encontrarse con alguno de sus compañeros, más después de los altercados con los que se habían cruzado pero, para su sorpresa, allí no había nadie. Seguramente estén ocultos, a los hobbits y los elfos les gusta pasar desapercibidos mucho más que a nosotros. Ahora ya parapetados en la casa de los Goatleaf, Gláin es consciente de su extremadamente sospechosa actitud así que intenta hacer el mínimo ruido posible y susurra: Lily puede que se haya aproximado a la casa de su tío y los elfos estarán oteando desde lejos. Tatharina, tú tienes mejor vista, a ver si los ves escondidos entre los matojos. Yo me quedaré vigilando la casa de los Bunce a ver si aparece nuestra amiga por allí. 

Tengo un sueño profundo pero intranquilo, sueño múltiples cosas, algunas buenas otras malas, en algunos sueños aparezco como un héroe, alzando mi espada luego de haber acuchillado al troll y oigo como me ovacionan todos mis amigos, admirados por mi valentía y arrojo y luego más tarde me dan las llaves de la ciudad y mis pérfidos detractores ya expuestos son expulsados sin miramientos ni piedad......y en otros muero sacrificándome por Lily y parando un golpe que sería mortal para ella y me hacen una estatua en la ciudad. Y también una pesadilla donde veo morir cruelmente a todos mi amigos, veo a Bree aplastado bajo las botas de Vainadesémola y Tumbademusgo y a su lado algunos trolls recibiendo su pago y siendo felicitados por su trabajo, luego veo, no alcanzo a ver a distinguir quién, que le dicen «ya lo ha visto todo, así que seamos misericordiosos y acabemos con su miseria de una vez» y luego de eso oscuridad.

Afino mi vista a la ocuridad mientras intento reprender suavemente al enano

-Estamos todos a una en esta empresa Glain. Intentemos centrarnos en el plan. No creo que haya nada que temer ni ninguna conspiracion en marcha. La fase de rescate se esta complicando un poco. Cuando tengamos que enfrentarnos a algo mayor veremos. - La vamos a cagar ....seguro.

Mira ...creo que he visto algo.

Me froto el sitio donde me he herido. 

Mal empezamos

Agazapada en tu escondrijo, al lado de la casa de los Goatleaf, observas que efectivamente todo está tranquilo en el mercado. Cuando miras hacia atrás para ver si ves a tus otros compañeros, no distingues a nadie por la calle por donde has venido. Crees haber escuchado algo de jaleo según venías al mercado, pero puede que tu mente te haya engañado. Lo que está claro es que no se ve ni se oye venir a la humana y al enano; algo les ha retrasado.

De Gallind no hay ni rastro y tampoco ves a Lily. Es verdad que los hobbits, cuando no quieren ser vistos, desaparecen como la niebla de la mañana y ni unos atentos ojos élficos pueden detectarlos. Sus últimas palabras, antes de perderse en la noche, fueron que ella iría a liberar sola a su hermano, mientras los demás esperaban por el mercado escondidos. Después, si lo conseguía, haría el sonido del búho tres veces y habría que salir de Bree y dirigirse al claro del bosque; claro donde tú y Gallind estabais hace un par de horas descansando tranquilamente. ¿Pero no ibas a ser tú la que iba a hacer eso y ella se iba a quedar con la cesta por si acaso? Para colmo, la cesta la lleva Tatharina, que no está. Parece que el plan se ha ido un poco al traste. Piensas en ello un poco y al final decides avanzar hasta la prisión. Lo mismo Lily está allí y necesita ayuda.

Avanzas pegada al seto, pasas la herrería y otra casa. Adoquines sueltos hacen que caminar a través del mercado sea algo complicado. Una nube tapa la luna, oscureciendo todavía más el área. Aprovechas para cruzar la calle y situarte en la puerta del jardín de la zapatería. Sigues muy despacio por la pared y te colocas detrás del seto que hay entre el patio de la prisión y la casa. Es un buen sitio para ocultarse. Te pones a observar la plaza del mercado para ver si desde esta nueva posición divisas a alguno de tus compañeros. Ojeas la ventana y ves que tiene unas rejas en la parte de afuera. Te concentras en tu medallón y mandas tu pensamiento hacia el interior de la habitación que hay detrás de la ventana enrejada. Si hay algún pequeño animal, experimentarás las sensaciones que perciba.

Notas algo vivo, agazapado en el suelo, husmeando el ambiente. Dejas de percibir tu entorno y te concentras en el ser. Ya no hay edificios y setos, ahora hay una habitación gigantesca. Te mueves, eres pequeño y de cuatro patas. Ves que tienes largos bigotes y una larga nariz, con el sentido del olfato muy desarrollado. Una larga cola sale de tu trasero. Parece que eres un ratón de campo, ágil y precavido.

No te da tiempo a decirla nada, cuando ves que Rilwen avanza rápido hacia la prisión. Pasa por al lado tuya como una sombra, pegada al seto, y recorre la herrería hasta llegar a la esquina de la casa de los Dittany. Tú asomas levemente la cabeza por encima del seto para no perderla de vista. Ves como aprovecha que una nube tapa la luna, oscureciendo todavía más el área, para cruzar la calle y situarse en la puerta del jardín de la zapatería. Sigue muy despacio por la pared y se coloca detrás del seto que hay entre el patio de la prisión y la casa. Allí se agazapa oculta de miradas indiscretas. Ves que vuelve a mirar hacia la plaza y al rato se toca el pecho, mirando hacia la ventana que da al oeste. Parece muy concentrada.

De los demás, no hay ni rastro. De seguro que si el enano anduviera cerca, se le oiría de sobra...

Estáis atentos a cualquier movimiento furtivo en la plaza, con la esperanza de divisar a vuestros compañeros. Parece que el plan se ha chafado un poco. Habéis tardado más de la cuenta, os han visto dos personas, no veis a ninguno de los demás y hasta se ha clavado unas astillas Tatharina. ¿Qué más puede salir mal? Los dos miráis la cesta con comida que tiene la beórnida, con lo que el plan B también parece arruinado, ¡habrá que improvisar! Cada uno observa y escucha diligentemente los alrededores, al fin y al cabo, erais los que os ibais a quedar de guardia vigilando.

A través de los campos de detrás de la prisión, se vislumbra levemente la oscura masa del seto que protege el perímetro de Bree. Unas pocas ovejas pacen en los pastos cercados y un coro chirriante de grillos flota en la brisa. En otra dirección, casas de piedra o de troncos puntean la colina que cobija el flanco nordeste de la ciudad. En una o dos, las ventanas dejan pasar un brillo de lámparas, pero la mayoría yacen en penumbras bajo la luz de la luna. Los únicos sonidos audibles salen de El Pony Pisador; las risas y las bromas, considerablemente amortiguadas por la distancia, se mezclan con la canción de los insectos y la brisa de la noche en una agradable canción de cuna.

En tu mente, Gláin, no has dejado de darle vueltas al mapa de la prisión que dibujó Lily. Ahora recuerdas que los barrotes de las ventanas están en la parte de afuera y que están anclados a la pared mediante tornillos de hierro, que solo se pueden desenroscar desde el patio, no desde dentro de la celda. De ahí el destornillador que te pidió Tolman. Piensas en Lily intentando quitar los tornillos y no crees que tenga la fuerza necesaria para quitarlos, o si la tiene, de seguro que tarda mucho tiempo en hacerlo.

Piensas en otras posibilidades de entrar y una es la puerta de la prisión. Quizá Lily pueda forzarla con su maña para esas cosas. También sonríes al recordar que has sido previsor y has traído alguna herramienta más: una especie de cizalla pequeña y una hoja de sierra para metal. No se lo habías comentado a nadie, pero las trajiste por si acaso. Seguro que pueden venir muy bien. Te hinchas de orgullo en pensar qué sería de este mundo si no existieran los enanos. Los elfos sobran, pero los enanos...

Observas la plaza sin detectar nada. ¡Pero espera! ¿Qué es eso de allí? Has percibido un pequeño bulto que parece moverse. No estás muy segura, pero puede ser Lily por el tamaño. Ya sabes que la hobbit, cuando quiere, puede fundirse con la noche. Se dirige por la pared de la herrería y va camino de la zapatería. Supones que cruzará la calle y después irá al patio que hay en el oeste de la prisión. ¡Y tú con la cesta de comida en la mano! Al parecer, no se ha dado cuenta de vuestra presencia. Pero, ¿y los elfos? Escudriñando los alrededores de la prisión, observas una sombra entre el seto del patio de la prisión y la zapatería. No sabes si es la chica, esa tal Rilwen, o el petulante elfo llamado Gallina. Nuevo nombre puesto por Gláin.

En este momento, te viene a la mente un recuerdo de hace poco. Recuerdas que Fanuira te enseñó un sortilegio para pasar desapercibida y ser más sigilosa. Para cuando fueras al bosque sola y tuvieras que evitar a los animales peligrosos que allí habitan. Puede que pueda servir en esta misión. Miras al enano para decirle lo que has visto y ves en su cara una gran sonrisa de alegría, además de que hincha el pecho. ¿Por qué estará sonriendo?

-Iba a señalarle mi posición a Rilwen justo cuando se movió. No pasa nada. Lo importante es que yo sé donde está si necesito su ayuda. Aunque no entiendo por qué no veo a Gallind con ella. Habíamos quedado en que irían por parejas y se mantendrían a la vista. Además si se esconde tan bien no se cómo van a poder saber los otros donde está. El plan empieza a torcerse y ni siquiera hemos empezado. De todas  formas contaba con tener que improvisar- 

Aprovechando otra nube Lily se moverá en silencio hasta los muros de la prisión y buscará el ventanuco de la celda de Tolman. 

Si sé cual es la ventana iré directamente a ella y sino probaré a llamarle susurrando en cada una de las ventanas de las celdas que existan. 

Al estar tan cansado y con la preocupación del troll, los párpados empiezan a pesarte, hasta que caes profundamente dormido. También ha influido la copiosa cena que te ha servido tu tía, claro está. Decenas de ovejas revolotean por la celda...

Tranquilo pero curioso tomé el camino principal a la plaza del mercado, para mi buena suerte recordaba en mayor o menor grado los mapas que la hobbit dispuso para nosotros momentos antes. No era difícil llegar y el camino no tenía perdida. - Al final no será necesario que me mezcle con la gente de la posada. Torpe soy y se me olvida que estas gentes guardan rencor a los míos.... - Se coloca suavemente la capucha sobre la cabeza. - Aún así no era mala idea ir directamente. ¿Dónde uno puede estar mejor oculto que a plena vista? - Gallind se camufla levemente con la capucha y trata de pasar tranquilamente por frente de la posada. Si tiene suerte y se mantiene relajado y tranquilo no despertará ni sospechas, ni miradas ni nada... Al fin y al cabo es un extranjero que pensó descansar en una posada, pero al recordar cual era prefirió seguir camino.

Rilwen solo había utilizado el amuleto de Tathariel con alegría y curiosidad para descubrir nuevas sensaciones. Ahora no pone atención a la belleza del mundo con esos ojos ni a los sorprendentes aromas que invaden su mente.

Está seria,  esperando que su anfitrión se mueva y explore la celda. - Ojalá no se entretenga con comida...vamos ratoncito camina, camina ,¿ puedes ver a mi buen hobbit?  Rilwen espera saber si su amigo está en la celda con ventana al oeste o en la ventana que da al sur y ver si hay alguien mas en la zona de las celdas(quizá un guarda no esperado).

Deja la mente del ratoncito momentaneamente y vuelve a dar un vistazo a la plaza desde su ubicación. -¿Donde estáis amigos?

Iré pegada a las paredes. Si hay ventanas aprovecharé mi corta estatura para pasar por debajo agachándome un poco si hace falta. Cruzaré la calle situada arriba a la izquierda y volveré a seguir las paredes hacia abajo en el mapa para llegar a la prisión. Una vez junto a la prisión buscaré los ventanucos. 

Tu caminar hasta estar detrás del seto ha sido bastante sigiloso y crees que nadie te ha visto. Miras la plaza para asegurarte, pero no divisas a nadie. Ahora has puesto toda tu atención en el ser que has sentido detrás de la ventana que ves. Parece que es un roedor y te concentras en él.

Ves una habitación gigantesca con un jergón en un lado de la pared, está vacío. En otra pared ves una ventana de cristal de dos cuerpos. El cristal inferior puede subirse fácilmente utilizando las asas de bronce que tiene en los extremos. Tú, desde fuera, ves los barrotes del exterior; con lo que te formas una ligera idea de cómo es la ventana. En otra pared hay una pequeña mesita y un taburete. Y en la última pared ves unas rejas que ocupan todo el lado. Seis barrotes de hierro verticales están soldados a dieciocho horizontales, formando un enrejado de diez centímetros de lado. Tres goznes unen el lado izquierdo de la verja con placas de hierro situadas en el marco de la puerta, mientras que un gran cerrojo une el lado derecho a un robusto pasador.

Tu mente vuelve a ti cuando lo ordenas. Has visto el interior de la celda, pero no hay nadie. Vuelves a mirar hacia la plaza, intentando divisar a tus amigos. Algo se ha movido entre las sombras al otro lado del mercado, justo en la esquina de la casa de los Goatleaf con el seto. Un pequeño brillo metálico asoma un instante en la oscuridad. Agudizas tu visión en aquel punto e intuyes que hay dos figuras, una más alta que la otra. Deduces que deben de tratarse de Tatharina y Gláin. Justo en este momento, una sombra apenas perceptible pasa agachada por tu lado a toda velocidad; es Lily. Sus ojos se encuentran con los tuyos brevemente y ves que sonríe, sabe que estabas aquí escondida. Ves como atraviesa velozmente el patio y se pega a la pared de la prisión, quedándose quieta y con la espalda a la pared. La ventana le queda algo alta; si quiere entrar por ella, a parte de quitar los barrotes, tendría que saltar y encaramarse al hueco.

Imitas el ulular de una lechuza para atraer su atención, ella te mira y tú le indicas con gestos que en esa celda no está Tolman.  También levantas ligeramente el hato con cuerda y equipo para que Lily lo vea.

Comunico mi hallazgo al enano Mira Glain, creo que por ahí va Lily, y por allá va Gallind o Rilwen, no lo se exactamente. Tal vez todavia tengamos una oportunidad. Pero ¿por que van cada uno por un camino? El o la elfo va al patio de la prision. Buffffff menudo desastre. Me masajeo las sienes como si tuviera un increible dolor de cabeza.

Miro al enano y veo su expresion. ¿Que es lo que te divierte tanto Glain? ¿Tienes algun plan que no me has contado? 

Sales del seto donde estabas escondida y avanzas pegada a la pared de la herrería y de otra casa. Adoquines sueltos hacen que caminar a través del mercado sea algo complicado, pero para ti esa palabra no existe en tu vocabulario. Una nueva nube tapa la luna, oscureciendo todavía más el área. Aprovechas para cruzar la calle y situarte en la puerta del jardín de la zapatería. Avanzas rápido por la pared y pasas al lado del escondite donde está Rilwen, una sombra apenas perceptible, la miras y la sonríes. Sus ojos se encuentran con los tuyos brevemente. Ves que está sorprendida de verte.

Sin pararte, atraviesas velozmente el patio y te pegas a la pared de la prisión, quedándote quieta y con la espalda a la pared. Miras para arriba y ves que la ventana te queda algo alta. Los barrotes exteriores están anclados a la pared mediante diez tornillos, de ahí que tu hermano te pidiera que trajerais un destornillador. Te das cuenta que para quitar los tornillos, hay que hacerlo desde fuera. ¡Un problema más! Si vas a intentar quitarlos, vas a tener que saltar y encaramarte a los barrotes; por lo menos a los de la parte de arriba. Tampoco sabes si tienes la suficiente fuerza para ello. Detrás, hay una ventana de cristal de dos cuerpos.

Un ulular de un búho suena cerca. Giras la cabeza hacia el sonido y ves a Rilwen que te hace gestos con la mano. Parece que te está indicando que en esa celda no está Tolman. También ves que levanta ligeramente la cuerda y parte del equipo que la diste. ¡No sabes por qué te dice eso, si no ha llegado hasta la prisión para averiguarlo! ¿Cómo sabe que Tolman no está detrás de esa ventana?