Esperar un momento. Todavía no posteéis.
ACTIVAD LA CANCIÓN
INTERIOR DEL "DESCANSO DEL CAMINANTE (única posada de Trela)"
El ambiente en el interior de la posada rebosaba alegría y alcohol. Cualquier detalle, aunque pequeño, era una excusa más para brindar con vino o cerveza. Los parroquianos, se agrupaban para contar sus peripecias en este dichoso día. Talbot, el conocido bardo de Trela, aprovecha la circunstancia para interpretar alguna de sus mejores rimas y poemas.
La mayor atracción en un día como hoy, es estar cerca del gran triunfador del concurso de arco... el misterioso elfo de callado semblante. Las gentes, todavía impresionadas por su gran demostración, cuchichean y lo señalan.
La actividad es frenética, la gente consume y turbia sus sentidos con los efluvios del buen tabaco y la bebida. Las personalidades de la aldea, se han reunido para pasar un buen rato en compañía de la gente dispuesta a gastar sus monedas de oro. Entre ellos, destacan el Rivermaster Phuram, la persona que innaguró los festejos con su discurso y el capitán de la guardia ribereña, Jonagar un orco de gran complexión física.
Estáis todos en el interior de la posada. En un principio, los que no pertenecéis a Trela, no os conocéis.
Mientras no interactuéis entre vosotros, dirigid vuestros posts al DM.
YA PODÉIS POSTEAR.
El viaje había sido largo desde Hollowfaust. Sargs entró en la posada con la intención de tomar algo de comer y descansar. Su misión de búsqueda de información lo obligaba a abstraerse de fiestas mundanas.
Mientras comía, en un apartado rincón de la posada, observaba a las gentes del pueblo, y las que habían venido de visita, en un intento de localizar a algún personaje docto en el conocimiento que le pudiese ayudar en su búsqueda. Al final recaló en lo que parecía ser el centro de atención del pueblo, un curioso elfo que, por los comentarios, parecía haber ganado el concurso de arco. Un elfo, ..., aciaga raza condenada a un funesto destino, ..., por injusto que pudiera parecer que estuvieran condenados a la desaparición por la maldición de Chern, no le concernía a él juzgar su trágico destino, ..., él sólo debía de velar por las almas de estos cuando fuesen reclamados justamente por la muerte.
Sargs abandonó esos pensamientos y volvió a comer de su plato, debía concentrarse en recabar información ...
Bueno, ya me dirás cuanto cuesta el ágape y la habitación para pasar la noche, para descontármelo de la ficha.
El palido elfo se hallaba apoyado en la barra de la taberna, tratando de saborear una pequeña jarrita de vino especiado con clavo. Fingia no hacer caso al resto de la parroquia, pero sin duda estaba atento a las miradas, cuchicheos y comentarios sobre el. Su idea primera habia sido la de no mezclarse en el tumulto de la fiesta, pero al ver la competicion de tiro, algo parecido a la alegria asomó a su interior, y sin saber como, se vió haciendo gala de su destreza con las flechas, acaparando todo el interes del concurso. Sin embargo, tras la "emocion" de la demostracion, su laconismo volvio a su ser. Y ahora se encontraba en la tasca, todo lo aislado que se podia, sin llegar a ser grosero con aquellas gentes que se deleitaron con su habilidad. De vez en cuando el palido elfo echaba un vistazo al tabernero, una mirada cuasi profesional, ya que habia algo en aquel tipo que no le acababa de convencer... en aquellos ojos oscuros se escondian algo mas que noches de servir cervezas y preparar camas...
Arlen, disfrutaba de un día tan productivo como el Carnaval de las Flores. A pesar de ser un duro día de trabajo, la alegría que se desprendía en la pequeña comunidad, impulsaba a las humildes familias a gastar algún pequeño excedente monetario. Durante hacía un buen rato, no cesaba de servir jarras de cerveza y licor de bayas fermentadas, mientras dialogaba distendidamente con Jonegar el semiorco.
- ¡¡Arlen!!...¡¿No te has fijado?!- exclamó la joven Mina, dejando una pesada bandeja repleta de jarras de barro y cuencos de madera sucios. - ¡¡El elfo no te quita ojo!!- Volvió a exclamar la bella hija del Rivermaster Phuram. No era raro encontrar a Mina Deyal en el "Descanso del Caminante". Le encantaba pasar largas horas ayudadndo a su dueño.
Arlen dejó de hablar con un fuerte y robusto semiorco que había en la barra y fijó su mirada en dirección a Rythen. Su mirada mostraba relajación y alegría por la alegría de la festividad.
Cogió una jarra de cerámica y tres vasos de madera, y tras hacerle una seña a su compañero, se acercó hasta la apartada mesa del elfo.
- ¿Podemos sentarnos junto a la estrella de la fiesta?- preguntó el humano.- Tal vez podríamos compartir unos tragos de este delicioso vino afrutado, ¿no?- dijo el dueño del bar.
- Mi nombre es Arlen, y éste es mi buen amigo Jonagar... ¡El capitán de la guardia ribereña!- dijo introduciendo a su fornido acompañante.
La alegre camarera, se acercó hasta el joven Sargs. Era de una belleza simpar, pero sobre todo de una cálida simpatía. Cuando llegó hasta el clérigo, le dejó una jarra de cerveza fría y una bandeja con melocotones de viña.
- El dueño dice que la cena y pasar la noche, le costará 3 monedas de plata. Pero que a partir de ahora, no le cobre la bebida que sea capaz de ingerir...ja,ja,ja- dijo la muchacha riendo abiertamente, mientras un parroquiano ebrio le proponía matrimonio:
- ¡¡Mina!! ¡Cásate conmigo!- decía el gracioso lugareño, casi sin poderse sostener sobre sí mismo.
- Lo siento George... creó que sólo podemos ser amigos- fingiendo una mueca de tristeza, para seguirle el juego.
- ¡¡Qué los dioses te bendigan Mina!!- exclamó alegre al tiempo que se giraba, y se volvía a unir a un grupo de gente que bailaban y cantaban canciones tradicionales del campo.
Pues eso tres de plata.
Sargs sonrió ante la jovialidad de un alma joven y despreocupada. Le entregó las tres monedas de plata y comentó: - Muchas gracias señorita, pero no creo que mi aguante con el licor sea comparable a los habitantes de este ufano pueblo. - le digo mientras le sonrío y continúo - Pero le agradecería, si aparte de estas magníficas viandas que me ha traído, pudiese traerme un plato caliente como una sopa o un puchero. Si disponen de ello, claro está.
Que me quiero comer una pedazo de sopa caliente, o un pedazo de puchero. Por cierto, ya me he descontado las 3 de plata. Y si la muchacha se va a conseguirme algo, mientras como algún melocotón y bebo, me sigo fijando en la clientela, por si veo a alguien, digamos, peculiar, aparte del elfo.
Miras a un lado y a otro. La gente, prosigue rendida a la magia de un día de felicidad. De repente, ves como el hombre que se halla tras la barra, un personaje de gran corpulencia, y su compañero semiorco, se dirigen con una jarra de vino hacia el misterios elfo de nobles ropajes. El gesto de los lugareños, resulta distendido y conciliador. Has pasado más de una noche en una posada, y no sería la primera ni la última trifulca a la que asistes, pero en este momento, nada te hace pensar que la acción siga por esos derroteros.
Continúas oteando, descubriendo quien es el centro de la "terrible" juerga. Se trata de un apuesto semielfo, que con su laúd y su melodiosa voz, incita a la gente a cantar divertidas tonadillas. En los impases entre canción y canción, se permite la licencia de hacer algún chistecillo con sorna, o incluso se mofa jocosamente de algún vecino de la comunidad, a lo que el resto de la gente estalla en risas.
Finalmente, apartado en una mesa solitaria, una silueta se agazapa en el rincón más oscuro de todo "El Descanso del Caminante"...
El elfo miró al hombre y al orco con sus frios ojos grises. Luego, hizo un gesto con la mano, indicando a la pareja que se sentaran.
- Como no...es su taberna, son sus sillas. Sera un placer compartir el vino.- dijo tratando de sonreir, aunque su boca trazó un gesto algo forzado, no estaba acostumbrado a sonreir. Luego, torpemente, trató de mostrarse cortés.
- Su local es muy acogedor. Hacia tiempo que no disfrutaba de un lugar tan grato... - fue lo unico que se le ocurrió en aquel momento. Cogió un vaso, y le dió un ligero sorbo al vino especiado.
NOTA DM: cuidadín con quién seleccionáis pal mensaje.
Intento fijar la vista, disimuladamente, en el individuo agazapado en el oscuro rincón para intentar descubrir algo más del parroquiano.
Es cn el cn kien hablo no? Lo he hecho malamente...?
NOTA DM: estás hablando con Arlen y Jonagar. Cuando eníes el mensaje, desmarca a Sargs y Ixir, porque no están contigo todavía.
Fijas tu mirada escrutadora en dirección al sombrío rincón. El individuo, cubre su rostro con una parduzca capucha de terciopelo negro y ribetes dorados. No interacciona con el resto de gente, y de vez en cuando, algunos lugareños, presos de la incontrolable música, se cruzan delante del extraño personaje, mientras giran en su frenética danza. Intentas descubrir algún tipo de detalle, y entonces caes en la cuenta de que su fibroso brazo descubierto, aquél con el que se lleva un humeante vaso de madera a la boca, se encuentra recubierto de un pelaje marronoso. Sus largos y grotescos dedos, acaban en afiladas un uñas, como si de una garra se tratara.
Durante unos segundos, sopesas todas las posibilidades, pero algo te dice que nuestro desconocido amigo, no es humano...
Te toca.
Arlen sonrió ante el cumplido del elfo. Luego se dedicó a llenar el trío de jarras con el fluído vino, mientras la alzaba en pos de un buen brindis.
- Las gentes de Trela son humildes y sencillas. Pasan abundantes penurias a lo largo del año...- mientras le daba un sorbo a su vaso de vino - ... La campaña del Príncipe Urliss y Calastia contra los enanos de las Darrouver, asfixia más de lo que debería al pueblo... ¡¡más de lo que debería!!- exclamó Arlen, mientras la cálida luz de la posada incidía en la cicatriz que cruzaba su cara.
Turno para ti Rhythen
- Quién debe de ser ese tipo? - pensaba Sargs - Sin duda no es de por aquí. - sentenció - Quizá pueda ayudarme en mi búsqueda ...
Siguió controlando al extraño personaje mientras se afanaba en devorar las viandas que había en su mesa.
Espero a terminar de comer y beber, y, sino hace nada destacado, me dirijo a su mesa, con paso decidido pero enseñando las manos en actitud inofensiva.
- ¡No sigas mirando forastero!... No es un alguien en quien confiar... je,je,je...- se sienta en la mesa el bello bardo que hasta hace un momento, interpretaba una frenética melodía. - ¡¿Puedo sentarme?!- aunque ya estaba sentado- Mi nombre es Talbot. Truhán y soñador, ja,ja,ja...- río con una voz melódica y jocosa. -¿Tal vez podríamos compartir una jarra de vino y una buena historia?- propuso el carismático semielfo.
Antes de responder, miras hacia el rincón donde se hallaba el extraño personaje y descubres que ya no hay nadie. Sólo una mesa con una jarra vacía...
Tu turnico...XDDD
Los dos lugareños, se quedaron durante unos instantes observando al ensimismado elfo. Su mente, parecía hallarse a cientos de kilómetros de la pequeña Trela. Había algo que rondaba la mente del elfo, arrancándolo de la realidad:
-¿Le ocurre algo, amigo?- preguntó el semiorco, de piel curtida con voz recia.
EOOO!!
El elfo alzo la vista de su copa, y miro fijamente al posadero. En sus ojos de plata brillaba algo, un recuerdo lejano, de sangre, muerte y desgracia...
- La guerra... la guerra siempre asfixia, y siempre acaba matando... y sus cicatrices quedan, y tardan en irse... si es que logran desaparecer...
Parecia que el palido arquero hablaba mas consigo mismo que con los demas. Luego volvio a este mundo, y con algo parecido a una sonrisa, pregunto al posadero:
- Que ha llevado a la guerra a Calastia y a los enanos...? - sostuvo la copa en la mano, y la agito un poco, removiendo el fondo del contenido...
El semiorco miró al elfo con cara perpleja. Luego miró de nuevo a Arlen con cierto asombro. Parecía como si no fuera capaz de creer las palabras que salían de la boca del misterioso elfo. Acto seguido, el posadero, continuó con el tema que había iniciado:
- Procedéis de muy lejos amigo,... ¡¡si no conocéis la voracidad del "Dragón Negro"!!- comentaba con una cálida y amigable sonrisa - Primero fue Nuevo Venir y Ankila, y ahora las forjas de las Durrover... Enanos o orcos... ¡¡Da exactamente igual!!- exclama el posadero al tiempo que daba un gran trago a su vaso de madera - El poder es lo único que abastece al taimado "Dragón Negro"...-
Tiradilla de SABER (historia) CD 15 en la ESCENA COMBATE Y TÁCTICA.
Sargs, ante el "atropello" de tan descarado personaje, le dirigió una gélida mirada al bardo y quiso volver a su anterior objetivo del extraño peludo personaje que se encontraba apartado, pero desistió al ver que se había esfumado.
- Supongo que ahora no tengo opción. - Le comentó suavizando la mirada, pero con el semblante serio. - Como soy nuevo, supongo que un hombre como usted, conocedor de mundo, podrá ayudarme a situarme en la región. Le invito a un trago! - dijo Sargs mostrando cierta jovialidad, si se podía llamar así, dentro de su semblante siempre serio, y se sentó de nuevo en la mesa.
Que le invito a un trago al gorrón de turno, ..., sájame. X-DDDD