Partida Rol por web

Madrugada del segundo Charday de Tanot del 150 DV:

Sargs, el "Buscador de Enigmas" se queda solo en la posada tras la rápida marcha del elfo. Igualmente, aunque el grueso de los lugareños han marchado, todavía restan personas interesantes con las que interactuar.

Tal vez alguno de ellos posea información de utilidad para hallar la reliquia que los "Lectores de Huesos Agrietados", los adivinadores nigrománticos de Hollwfaust, auguraron tras convocar el espíritu de Paeridates, la más sabia de los Siete Peregrinos...

Me despido de Talbot hasta el día siguiente, y me dirijo momentáneamente a la barra, dónde se hallan la camarera, de nombre Mina, y el posadero. Sargs estaba curiosamente intrigado por la efusividad del despido del capitán de la guardia para con él.
- Buenas noches de nuevo, mis agradables anfitriones. Gustan de compartir unas palabras mientras me sirven la última copa de vino?

La joven moza miró al Buscador de Enigmas con su habitual sonrisa. Ahora caes en la cuenta de toda la belleza que atesora. Su mejillas redondeadas y sonrojadas, sus labios carnosos y su mirada alegre y brillante.

Ni corta ni perezosa, Mina se levanta y te tiende uno de los taburetes de la barra a Sargs, mientras el posadero descorcha una de las botellas de vino que tiene apiladas a su diestra.

- Siéntese aquí señor-  indicaba la joven muchacha con sus manos - Será un honor compartir la última copa de la noche con un cliente tan bueno como usted.-

El posadero te llenó un vaso de cerámica con su botella de vino. Su gesto relajado, se mostraba serio. No daba sensación de ser una persona que hablara demasiado, a diferencia de especímenes como Talbot. Su pelo color azabache, largo y liso, cubría gran parte de su rostro, el cual se encontraba surcado por una larga cicatriz.

- Espero que le guste. Mi nombre es Arlen Amarth. Soy el dueño de esta humilde posada.- comentó el humano de anchas espaldas dejando caer el peso de su cuerpo sobre sus hombros. - Mina me había comentado que desea una habitación para esta noche, ¿no?.- Escrutó a Sargs. -Será una moneda de oro.- afirmó dándole un trago a su vaso de vino.

Sargs buscó en su bolsa y extrajo la moneda de oro. Reparó en el cambio que le quedaba de la cena, 7 monedas de plata, y también las sacó. Y dirigiéndose al posadero con su semblante siempre serio le dijo:
- Una moneda de oro por la habitación, - y esbozando una tímida sonrisa apenas apreciable - y el resto por la bebida y la agradable compañía. - comentó Sargs dirigiéndose a los dos.

Sargs tomó asiento que gentilmente le había proporcionado la hermosa Mina, y empezó una conversación:
- Pueden desvelarme los secretos confesables de esta aldea a un viajero del camino? - y antes de que se le interpretara erróneamente añadió - No me refiero a que me cuenten secretos que no quieren, por supuesto. Sino a que me relaten las costumbres y gentes del lugar. Prefiero conocerlos, antes que por error, convertirme en un problema por hacer un comentario equivocado a la persona equivocada.

Dicho esto, Sargs se sentó incorporado hacia delante para escuchar y no perderse detalles de sus compañeros de tertulia. Su gesto, volvía a ser el mismo semblante serio, aunque interesado.

El posadero miró al sacerdote con una mirada condescendiente. Una discreta sonrisa apareció en su cara cuando la hermosa Mina le azuzó ciciendo: - ¡¡Venga Arlen!!  No te hagas de rogar. Después de todo esta aldea no guarda tantos secretos que ocultar...-dijo con un tono lleno de inocencia y gracia.

- Tienes razón.- afirmó el posadero de recia complexión- Para empezar, amigo, le diré que aunque Trela es una aldea pequeña y humilde, sus gentes son... pues eso gente buena y humilde.- le costaba encontrar las palabras- ¿Secretos?... La gente piensa que Lady Paransala es una bruja, y aunque es sabido que posee una "extraña resistencia" al envejecimiento y que no descarto que posea poderes mágicos, no creo que sea una bruja despiadada... al menos en el sentido malévolo de la palabra. La aldea se encuentra regida por el Rivermaster Phuram Deyal, padre de Mina y un tipo tranquilo que intenta que su comunidad prospere al máximo, siempre y cuando los tributos al Principe Urliss no sigan subiendo- dijo con cara de desprecio mientras le daba un trago a su vaso- Del orden se ocupa mi buen amigo Jonagar... ¡¡Sí!! el semiorco que ha visto salir hace un rato. Ambos somos veteranos de la Guerra contra los Enanos de Durrover. Servíamos en las legiones del Príncipe Urliss, el mayor lameculos del Rey Virduk de Calastia.- aprieta tanto el vaso que parece que se va a quebrar- Los dos nos licenciamos. Él con una mano de menos y yo con este regalo para que jamás olvide la guerra y las hachas enanas- señalándose la cicatriz que cruza su cara.- En cuanto al sacerdote de Belsamez...