Partida Rol por web

Onorio está por bajar para montar su caballo, cuando ve que se acerca un hombre y grita tregua. Piensa un segundo que hacer. Baja la escalera, y ordena abrir la puerta pequeña. Sale y se acerca hasta el hombre.
- General Damocles, soy el caballero Onorio, Capitán de la Guardia - se presenta con un gesto cortés - Me alegra saber que viene en son de paz. Es seguro que mi ciudad quiere tambien esto. Pero no puedo dejaros entrar aún. Os ruego que agurdeís un rato hasta que os traiga una respuesta de mi señor.
(...)
Dicho esto Onorio vuelve por la puerta, monta su caballo y galopa velozmente hacia el interior de la ciudad. Llegua a las puertas de un edificio y entra. Dionisio está allí.
- Capitan Dionisio - hace el saludo militar correspondiente - Soy portador de excelentes nuevas. Damocles, general de los ejercitos que no asedian se alla en las puertas, esparando una respuesta. Desea... negociar la paz.

te pongo en el palacio, postea alli de nuevo la 2ª parte del post.

Los guardias abren las puertas e Ísola es la primera en cruzarlas, siendo aclamada al instante por la gente de la ciudad, que parece algo más esperanzada ante la perspectiva de que se convierta en la nueva reina.

Nereïa no puede reprimir una sonrisa emocionada ante la reacción de los ciudadanos a pesar de saber que aún falta mucho por hacer.
Se mantiene en segundo plano, puesto que la "protagonista" ahora es su hermana mayor.
Se limita a mirar de reojo a Aeron y Dioniso y espera con cierta impaciencia que el tal Damocles se aproxime.

cuando las puertas se abren, la multitud que ya conoce la noticia de mi nombramiento me aclama. mantengo mi postura aunque dedico una sonrisa al pueblo que confía ciegamente en mi. han dipositado todas sus esperanzas en mi, como se van a tomar el hecho de que pacte con el enemigo? digo en voz baja dirigiéndome al caniller sin dejar de mirar al frente.

Dionisio observa con sorpresa la llegada de Onorio a palacio y las noticias que trae. Mientras le explica la difícil situación, Menelao y sus hombres parten en busca del rey.

Onorio, Aeron, Isola, Nereia y Dionisio parten hacia las puertas de la ciudad al encuentro de Damocles, el general que dirige a las tropas enemigas. El pueblo de la ciudad se ha echado a las calles a vitorear a la nueva reina que sin embargo permanece todavía dudosa

Mi Reina, el pueblo ha puesto sus esperanzas en que vos logréis la paz finalizando por fin este conflicto. Sin embargo, Altezas, debemos de tener cuidado...algo no me acaba de oler bien en todo esto

Finalmente el grupo se detiene en la entrada de la ciudad a la espera de los negociadores enemigos. Dionisio no quita los ojos de encima de ninguna de las Altezas dispuesto a defenderlas si se produce algún contratiempo

las puertas se abren y ante damocles y sus capitanes,se presentan las figuras de 3 hombres y 2 mujeres,se les nota recelosos y eso lo sabe muy bien damocles.se acerca despacio y de forma pscifica.su armadura pulida para la ocasion brilla con el sol de la mañana,cuando se encuentra a unos 5 pasos de los negociadores de la ciudad,saluda y dice:

mi nombre es damocles,general de los ejercitos que han asediado esta ciudad durante años,pero hoy me acerco a estas puertas no para atacar sino para traer paz.estos son mis leales capitanes.

se gira y mira ala mensajera divina,luego se vulve a girar hacia las puertas:

me gustaria saber el nombre de aquellos con los que he de negociar para llevar esta negociacion a buen puerto

dicho esto espera una contestacion sin apartar la vista del hombre que a todas luces es el defensor de las 2 mujeres,se le ve mas tenso de lo normal,damocles piensa debo tener cuidado con ese tipo parace demasiaso nervioso quiza haga alguna tonteria

Ante la obvia tensión del momento Onorio, de sangre tranquila y pacífica, se hace rapidamentre con la palabra, para que los nervios no lleven a mal puerto. Apenas termina de hablar Damocles, se adelante y con vos fuerte y resuelta, pasa revista:
- General Damocles, me presento nuevamente: capitan Onorio, hijo del sol naciente. Os saludo en son de paz. Me toca hoy la dignísima tarea de presentaos a mis superiores - hace una pausa y comienza a caminar lentamente por delante de ellos - el Capitan Dionisio, Guardian de las puertas de la ciudad, jefe de las fuerzas de Annapolis. Aeron, guardaspaldas y defensor de mis señoras, azote de irrespetousos y malintencionados -hace una pausa contemplando el rostro de Nereia - Nereia, princesa de la ciudad, inspiracion de los poetas, la belleza entre lo bello... Y finalmente mi Señora. Hija mayor del rey Hipolito III, heredera al trono, y desde hoy reina de la ciudad de Annapolis, Isola, la Protectora! Larga vida a mi señora - grita Onorio, con un gesto de veneración hacia ella.
Los soldados que escuchan desde la guardia de las murallas, gritan eufóricos al unísono:
- Larga vida a la reina Isola!!!
El discurso pasó de ser una simple negociación, a una legitimización del poder...

Despues de todo el jaleo parece que la cosa empieza a arreglarse, se ordena capturar al rey, con lo que podemos dejar de huir. La guerra parece llegar a su fin y la princesa Isola se proclama la nueva reina.

Me dirijo con los demas hasta la puerta de la ciudad, donde la reina dialogara con el general del ejercito que asediaba la ciudad. Me coloco al lado de Nereïa para ver como se encuentra despues de todo lo ocurrido.

Como os encontrais, princesa Nereïa? Han sido demasiadas emociones en muy poco tiempo. Vuestra hermana esta demostrando ser mucho mas dura de lo que parece, pero vos me preocupais mas.

El general empieza a mirar con desconfianza a Dioniso, aunque no entiendo el motivo. No me gustaria que las negociaciones no llegaran a buen puerto, pero despues de lo ocurrido no podemos bajar la guardia asi como asi y menos delante de los que hasta hace diez minutos eran nuetros enemigos.

damocles asiente y haciendo una ligera reverencia: mis mas sincera enhorabuena por su cargo,veo que el pueblo esta completamente volcado con vos,reina isola.

se incorpora y mirando a la reina a la cara:
es tiempo de negociar y es tiempo de paz,demasiados hombres buenos han perecido luchando en una guerra que ha durado mucho y que ya apenas consigo recordar por que empezo. por respeto y memoria de estos valientes hombres debemos poner fin a la muerte y el asedio,al horror y la resistencia,espero que podamos llegar a un acuerdo,pues yo personalmente estoy cansado de luchar.

mira a la mensajera de reojo y vuelve a mirar a isola:

gran reina isola,estara deacuerdo conmigo o asi lo espero,vos deseais la paz?

damocles mira a la reina a los ojos sin apartar las vista.

damocles se acerca a nosotros, regalándonos los oídos con bellas palabras. asiento levemente cuando me felicita por haber sido nombrada reina. escucho atentamente todo lo que dice, como lo dice, observo a los que le acompañan, sobretodo a la bella mujer que está a su lado. coincido con vos damocles, soy una persona de paz, aborrezco la batalla, siempre he pensado que las palabras son las mejores substitutas de las armas, lástima que mi padre no compartiera esta opinión. afortunadamente ahora soy la reina, y estoy encantada de poder firmar la paz que tanto hemos anhelado. mis ojos se posan en la mujer que le acompaña, el le habla, parece su consejera. no estoy muy segura de sus intenciones. entremos a palacio, la puerta de la ciudad no es el sitio más indicado para tratar un tema tan delicado como el que nos atañe. les dedico una sonrisa y me doy la vuelta, dispuesta a entrar, mi canciller siempre fiel no se mueve de mi lado. porque no me fío canciller? porque tengo la sensación de estar firmando mi sentencia de muerte? digo, procurando que nadie más que él oiga mis palabras.

Mi señor Damocles, soy el canciller real, y por tanto consejero de esta nueva reina, hasta que ella misma me diga lo contrario, veo que vuestra negociacion es sincera, pero debo hablar, por los años de experiencia que en mi cargo poseo. En primer lugar veo que se encuentra junto a vos, la Síbila, la hermosa hija de Zeus, y portadora de paz donde vaya. Asi que dire lo siguiente, en vuestra tienda en la playa, nos reuniremos, a pesar de que mi reina haya dicho de entrar en el palacio, comprender que el enemigo entrando en la ciudad seria nefasto para la imagen de la nueva reina; pero sin hombres y sin armas, solo vos, la sibila, la princesa, la reina y yo, tanto los soldados protectores, como sus dos capitanes permaneceran fuera de la tienda y en paz, hasta que la reunion acabe, si estamos de acuerdo, vayamos a la tienda

sin esperar respuesta, da un paso hacia la sibila, la coge por la mano suavemente y le dice: mi señora, vayamos a la tienda, ellos son los que debn negociar, vos y yo seremos meros arbitros y cronistas de la paz.

-Estoy bien ahora, no te preocupes...- asiente a Aeron, en un intento de que éste se tranquilice un poco más -Quizá se acabe la guerra, ¿qué más podría pedir...?- dice casi para sus adentros, en realidad sólo alcanza a oírla el eunuco que ahora se encuentra junto a ella.

Cuando su hermana y el que se proclama portavoz y capitán del ejército enemigo empiezan a hablar, Nereïa escucha y mira con atención todo el diálogo, mostrándose incluso algo más seria de lo habitual.
Es un momento muy importante, incluso crucial para su ciudad, no puede permitirse el lujo de mostrar duda o miedo ante ellos y su pueblo.

Por desgracia cuando el Canciller real propone ir al territorio enemigo no puede evitar sentirse algo insegura. Sentimiento que de todos modos disimula, pero de forma casi inconsciente sus pequeños y delicados dedos buscan el contacto de la poderosa mano de Aeron, entrelazándolos tan sólo por un instante... Perceptible tan sólo para aquellos que estuvieran observándola, pero desde luego no es el centro de atención ahora.

-¿Es la mejor opción...?- pregunta dubitativa ante la idea del Canciller, pero éste ya parece más que convencido y de hecho enseguida se marcha con la tal "Síbila".
Si se trata de un simple desliz provocado por la belleza de ésta, Nereïa quedará francamente decepcionada con el consejero.
Aún así de momento le hará caso, pero espera que Ísola y Damocles abran la "comitiva" para seguirlos.

damocles observa al hombre que coje la mano de la mensajera,y mirando a la reina dice:mi señora mi tienda aunque mejor que la de mis hombres,sigue siendo espartana y un recinto donde descansar tras la batalla no es lugar para damas de su nivel y mucho menos una reinase gira hacia el canciller:

vos sabeis mucho sobre mi aompañante pero ha de saber que todo mi ejercito a partido,y conmigo solo quedan 2 de mis 3 consegeros mas fieles y ellos tb estaran en la negociacion los necesito a mi lado al igual que tu reina te necesita ati,creo que sabreis comprenderlo

damocles mira a la reina de nuevo y a la joven que parece en segundo plano:

si me permite la indiscreccion me parece mas apropiado conversar en vuestro palacio ademas hay seguro que sus hombres podran relagarse,nadie ni siquiera un loko osaria intentar atacar a un rey en su castillo.espero que eso lo entienda su alteza como un gesto de mi buena fe para con la ciudad

damocles espera la respuesta y de manera imperceptible observa la reaccion del canciller

que estara tramando por que quiere llevar a su reina sin proteccion alguna al campo enemigo asi por las buenas,no le pierdas de vista damocles no es trigo limpio

A Onorio se le hiela la sangre cuando el Canciller hace semejante propuesta descabellada. Que demonios hace?
Mira a Dionisio buscando su opinión.
Las palabras de Damocles lo tranquilizan. Es raro, al fin y al cabo la persona con la que ha luchado durante años es mas coherente que el propio Canciller. Onorio se apura a decir dirijiendose a la Reina:
- Mi señora, con el respeto del Canciller, realmente creo que lo que plantea el general Damocles es lo mejor. Una tienda de batalla no es lugar para negociaciones.
La mirada dirijida a la Reina es de alguna forma una súplica para que no se exponga a la locura de ir a territorio enemigo.

Dionisio percibe la mirada de desconfianza de Damocles. Se reprime para no devolverle el gesto desafiante y mantiene la vigilancia sobre la Reina Isola y la Princesa Nereia. Cuando el Canciller propone un plan a todas luces descabellado Dionisio estalla

-Canciller con todos mis respetos vuestra idea parece una locura. Parece mas una rendición humillante que un tratado de paz. La Reina y la Princesa no saldrán de la ciudad y si han de hacerlo, yo estaré con ellas protegiéndolas en todo momento

Damocles parece también confuso ante la idea del Canciller y propone sensatamente realizar las negociaciones en Palacio. Dionisio observa a Isola y Nereia, esperando la respuesta de la Reina

de todas formas señores, creo que finalmente la decision ha de ser tomada por la reina, ya que todos los demas somos mera comparsa y consejeros de ambos bandos. luego hace un cortes gesto y se calla.

cuando tan solo había avanzado unos pasos, el canciller se despega de mi lado, diciendo a damocles que iremos a su tienda. tanto a mi como a los presentes nos sorprende la decisión tomada por el canciller, que ha hecho caso omiso a mis palabras y ha tomado una decisión un tanto estraña. evidentemente las negociaciones tendrán lugar en palacio. digo firmemente respondiendo las palabras de onorio. el canciller, de la mano de la bella acompañante de damocles parece haber perdido el juicio. no será cosa de esa misteriosa mujer?

Como deseeis, mi reina, por supuesto vuestra voluntad es la que se cumplirá, pero bien debo avisaros, que en el palacio estareis menos a salvo que en la tienda, pues la marca del mal está en el, y nada bueno puede llevarse a cabo, si Mefistofeles tiene control del recinto... por lo demás partamos al palacio. diciendo esto, da la vuelta y se encamina al palacio, corriendo, muy por delante del resto del grupo, en su carrera, coge la daga de Dioniso de su cinturon, parece decidido e imparable...

El canciller parece haber perdido el juicio despues de todo. Ante el plan de separarnos, Nereïa entrelaza sus dedos con los mios por un instante en el que aprieto su mano suavemente.

Canciller, no pienso dejar a la princesa y a la reina solas con el enemigo, por mucha tregua y buenas intenciones que haya.

Parece que todo el mundo opina como yo y la recien coronada reina asi lo indica, la reunion se hara en palacio. El canciller saca su daga y avanza veloz hacia alli.

Cada vez me fio menos de este hombre.