Partida Rol por web

Duine trata de escapar de las malditas redes del mal, pero no consigue soltarse de esas malditas babas petrificadas por el infecto mal de los insectos.

-Seres repugnantes del inframundo...
 

Los insectoides se afanan en armarse con sus espadas y escudos mientras sisean algo a las hormigas gigantes.

Atrapado en una red pegajosa y sin ver el asunto nada claro, Magus decidió que lo más inteligente sería desaparecer y dejar que sus compañeros se convirtiesen en un objetivo prioritario.

Sintiéndose vagamente culpable, lanzó un hechizo de invisibilidad y procuró no hacer ningún movimiento que pudiera alertar a los insectos.

Los insectoides preparan sus armas mientras las hormigas se dirigen a vosotros.

Duine ataca a una de esas insectas criaturas gigantomáquicas sin contemplaciones, como quien corta la hierba del jardín.

Duine estaba preparado para acabar con una de las hormigas. Mientras la otra trata de morder a Obrynt pero sólo encuentra aire entre sus fauces.

Intento escapar de la zona pegajosa sin mucho entusiasmo: los enemigos no me parecen demasiado duros (siguen siendo las hormigas a las que hemos ignorado en la sala anterior) y estar limitado de movimientos de esta forma es algo nuevo para mí, así que tengo que probarlo un poco más.

Parece que Damien se engancha más a la telaraña en su vano intento por liberarse.

Observo movimiento en la cabeza del grupo, la batalla ha comenzado, quiero unirme a ella pero el pasillo es demasiado estrecho y está completamente rodeado de una especie de red pegajosa que impide moverse con comodidad. Pienso por un instante en avanzar entre mis compañeros y colocarme al frente pero elimino ese pensamiento tan rápido como oigo a Duine machacar a una de esas criaturas. 

Decido esperar en la retaguardia preparando mis oraciones de curación.

La hormiga restante trata de morder a Duine pero su armadura es muy gruesa y evita cualquier contacto con su piel.

Liberado de la trampa de hebras, Obrynt saja y raja empleando ambas espadas cortas con furia inusitada.

-Tafaners! No valeu ni un pet de puta!