Partida Rol por web

El enano salta de la mesa y propina un violento hachazo al esclavista que, enrabietado, aprieta los dientes y amenaza con devolver el golpe.

Los esclavos se sorprenden ante la escena, tanto que se quedan sin palabras ante la posibilidad de ser liberados. Magus intenta abrir las argollas que unen sus cuellos a la pared pero no tiene la suficiente habilidad ni fuerza para hacerlo.

Duine avanza, molesto por la presencia del enano que entorpece su deseo de machacar al esclavista en soledad. El paladín no se lo piensa y asesta una andanada de espadazos y golpes con la maza sobre el semiorco sin piedad.

El primer espadazo de Duine es suficiente para acabar con la vida del maltrecho esclavista. 

Los tres esclavos siguen sujetos a la pared por argollas atónitos ante el despliegue de medios que habéis demostrado. Parecen cautos, puede que crean que sois esclavistas intentando robar hombres para sus propios fines.

Todos se hayan en un avanzado estado de desnutrición evidente.

Duine examina las cadenas y se propone romperlas, aunque no baja la guardia, pues es posible que los atrapados esclavos hayan perdido su juicio completamente y haya que enviarlos a la paz de las tinieblas. Por cierto, le corta la cabeza al esclavista antes de dedicarse a ello.

Mientras el luchador enlatado se deja llevar por la barbarie, la pícara elfa trata de liberar a los esclavos empleándose a fondo.

Después de que Duine decapitase al esclavista, Muren registró el cuerpo en busca de pertenencias de valor, o útiles para su misión.

Leoster se acerca a las pobres almas encadenadas y les ofrece la mitad de su ración de viaje. Si quedase algo de comida o bebida, en buenas condiciones, sobre la mesa, también se la ofrece a cada uno de ellos.

-Desconozco el pecado que cometisteis, pero creo que ya habéis pagado suficiente castigo por ello...¡Oh, Pelor, Padre Sol! ten piedad de tus fieles, por tu energía y poder de vida, protégelos y mantenlos fuertes.-

Mientras Duine cercena la cabeza del esclavista, Keyleth se toma su tiempo liberando a los esclavos.

Casi al mismo tiempo, Muren encuentra unas llaves en los bolsillos del cadáver que probablemente abrirían las argollas de los cautivos. Además también ha encontrado una gema y un anillo.

Tras ser liberados, Leoster les ofrece algo de comida que el esclavista ha dejado. Los esclavos se afanan a comer y beber con gran ansiedad.

Dejo de volar y me pongo en el suelo a mover la cabeza hacia los lados como los pájaros, preguntándome porqué les cuesta tanto a mis nuevos compañeros entrar por un pasillo.

- ¿Habéis visto a una mujer bella hecha esclava? Tiene el pelo color oro y... (les explico cómo es físicamente la Dama Áurea, con intención de que me digan cualquier cosa que hayan podido ver u oír, cuando no saque más en claro prosigo con mis indagaciones) ... ¿Y el líder de estos esclavistas? ¿quién es? ¿sabéis dónde se esconde?

Los esclavos tiemblan tan solo con oír la voz del mago.

Titubeando, uno de ellos mira hacia Magus y titubea mientras articula unas palabras:

- Pe.. pero... ¿Sois esclavistas? No nos matéis, dejadnos marchar. Hemos sufrido demasiado...

Dice sin prestar real atención a vuestras palabras

-¿Esclavistas?--se sorprende sobremanera Keyleth ante el inesperado comentario del preso para luego repetir la palabra tratando de imitar la metálica voz de Duine--¡ESCLAVISTAAAAAAAS!

-¡Ja, ja, ja! Anda que...

Leoster se acerca a ellos e intenta hablarles con calma.

-No tenéis nada que temer, no vamos a haceros daño alguno. Responded por favor a la pegunta de mi compañero-

Abrumados, los cautivos tratan de huir dejando caer todo lo que tienen en sus manos. Vuestra actitud y palabras no han calmado sus ánimos y ahora mismo están en estado de shock.

Duine los sigue con la mirada sopesando la necesidad de mandarlos ya con sus dioses, pero los deja marchar finalmente y señala hacia las puertas con su espada. Luego mira a Keyleth y le dice:

-No tolero burlas, dama Keyleth.- A continuación pregunta- ¿Por dónde seguimos?

Y añade con voz metálica:

-¡ESCLAVISTAS!

Muy seria, la elfa traga saliva y asiente en silencio.