Partida Rol por web

El bosque en llamas (Leyenda Élfica)

Escena Elassil

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05/12/2021, 18:40
Narrador

Miedo y silencio bajo los altos árboles de Shalanest. El gran reino élfico respiraba intranquilo durante el frío otoño y los habitantes de la bella raza murmuraban acerca de las últimas noticias llegadas al bosque. Se hablaba de ejércitos de negros orcos salidos de las montañas del norte, crueles hordas dedicadas a saquear y destruir los pueblos y asentamientos que encontraban a su paso. Guerra, guerra, susurraban con temor los elfos e incluso las altas copas de los árboles se estremecían nerviosas bajo el azote del viento.

El último rumor mencionaba la caída de Teshaner, la gran urbe humana que apenas distaba cien millas al norte del bosque de los elfos. Miles de muertos, edificios calcinados hasta los cimientos y las murallas derruidas piedra a piedra. No había nada seguro en estas historias, pero sí era cierto que últimamente se había incrementado el número de incursiones orcas dentro del bosque. No eran más que pequeños grupos de merodeadores, pero cada vez eran más frecuentes, y las patrullas de exploradores elfos que vigilaban la frontera no daban abasto para defender el territorio. El eterno reino élfico volvía a revivir las tristes historias de antaño, los tiempos del alzamiento del malvado Rey Dios y la posterior batalla contra los caballeros de Stumlad. De nuevo, la terrible sombra de la guerra se alargaba por el bosque.

Durante el último siglo de paz y tranquilidad, el poder de la nación élfica había menguado a pasos agigantados. Lejos quedaban los tiempos en que los elfos poblaban hasta el último rincón del gran bosque, cuidando con mimo árboles y animales. La destrucción de Shalanest Oeste y la guerra contra los caballeros de Stumlad había reducido drásticamente su número, el cual seguía disminuyendo desde entonces. Muchos murieron en las guerras, y muchos otros se desvanecieron después, sumidos en el pesar y cargados con una losa de desdicha demasiado pesada para sus frágiles corazones. Año tras año, los elfos se fueron replegando hacia el interior del bosque, buscando refugio en Litdanast, la mítica capital del reino, y cortando cualquier lazo con el exterior. Vastas regiones fueron abandonadas y la cuidada naturaleza del bosque se perdió, dejando lugar a incendios, plagas y otros males que borraron la belleza anterior. Aislados de las demás razas, los elfos se sumieron en la penumbra de la tristeza, sabedores de que quizás su tiempo en este mundo llegaba a su fin.

Tú eres el menor de los hijos del Rey elfo Gerahel. Tu infancia discurrió tranquila entre juegos y canciones, pero al llegar a la edad adulta debiste empezar a cumplir con tus obligaciones. Como noveno príncipe, lejano en la línea de sucesión, te alistaste en las patrullas que vigilan las fronteras del gran bosque, con objeto de convertirte en un explorador hábil y diestro, digno príncipe de tu raza. Tras unos meses sirviendo en la patrulla, has encontrado veteranos instructores que te han enseñado las artes del arco, la espada o la exploración y también has logrado el respeto entre el resto de tus compañeros.

En vuestra última expedición, dejasteis la capital Litdanast hace nueve días y habéis vagado por el límite meridional del reino en misión de vigilancia. Es un trabajo agotador, recorrer los abandonados senderos buscando rastros de enemigos o eliminando alguna de las malignas criaturas que cada vez abundan más en el bosque. Al ver el estado de abandono del reino élfico, te preguntas más de una vez si no será ésta otra señal del fin de vuestra raza, una prueba de que vuestro tiempo en este mundo ha expirado y que como pueblo estáis condenados a desaparecer.

Al atardecer del décimo día encontráis un nuevo rastro, las claras huellas de pies calzados con botas de suela de hierro. Orcos, no hay duda, pero no más que un pequeño grupo de guerreros. Enseguida partís a la carrera para dar caza a las malvadas criaturas mientras el bosque permanece en un extraño silencio.

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05/12/2021, 18:41
Narrador

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05/12/2021, 18:41
Narrador

El atardecer se cierne lentamente sobre el bosque de Litdanast como un pesado manto. Sigues el rápido paso de tus compañeros y alzas la mirada para descubrir un cúmulo de espesos nubarrones que surca el plomizo cielo otoñal. El boscoso paraje se oscurece por momentos y las sombras de los árboles se alargan en espectrales formas. Dejas de mirar a lo alto y te concentras en el accidentado lecho del bosque y tratas de no tropezar con las gruesas raíces que cruzan el sendero.

La compañía de exploradores elfos se abre camino ágilmente entre la espesura. Diez altos y estilizados exploradores, vestidos con ropajes pardos, finas capas y pantalones de tonos verdes. Los afilados rostros yacen ocultos bajo capuchas por las que aparecen largas cabelleras rubias. Cada explorador carga a su espalda con un arco de bella factura y un carcaj repleto de larguísimas flechas. De sus cinturones penden espadas cortas y afilados puñales.

Abre la marcha Elean, capitán de la patrulla, veterano guerrero cuyo rostro imberbe contradice la vasta experiencia que se refleja en sus clarísimos ojos azules. Trota con rapidez, el cabello recogido en una larga trenza rubia que danza sobre sus hombros con cada zancada. En su mano izquierda agarra el arco con mano firme y su mano derecha aparta las ramas del camino.

-Debemos detenernos. Le aconseja Miriel, la joven arquera que avanza tras el capitán. Estamos agotados. Añade, el aliento levemente entrecortado, aunque las facciones de la mujer apenas delatan un leve enrojecimiento.

-No es momento para pausas. Responde tajante Elean. Estamos muy cerca. Siento su presencia. Entonces señala un claro que se abre en la espesura. Se han detenido allí, ya son nuestros. Afirma.

Rápidamente, la patrulla se organiza para la batalla. Sigilosos como un susurro, os acercáis hacia el pequeño claro. Aferras tu arma y sigues a tus compañeros, algo nervioso, pero con deseos de entrar en combate.

Por fin descubrís a vuestros enemigos, una veintena de encorvados seres de musculosos brazos y recias piernas. Su piel es de un oscuro tono grisáceo y de aspecto reseco. Los rostros son grotescos, con hocicos perrunos de amarillentos colmillos y pequeños ojos que brillan con un fulgor carmesí. Visten oxidadas armaduras de cuero tachonado y andrajosos ropajes y van armados con herrumbrosas cimitarras de negro acero.

Los orcos han acampado en el claro. Algunos se dedican a despedazar un ciervo y luchan entre ellos para conseguir la mayor ración, mientras el resto engulle la carne cruda sentados sobre un árbol caído. Elean se vuelve hacia vosotros y da la orden de atacar con un silencioso gesto.

Notas de juego

Sección 1

Si cargas con tu arma sobre los sorprendidos orcos, pasa a la sección 42.

Si tienes un arco y prefieres disparar desde tu posición, pasa a la sección 57.

Si prefieres aguardar a ver cómo se desarrolla el combate antes de actuar, pasa a la sección 27.

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06/12/2021, 11:24
Elassil

De nuevo en misión de exploración, otra vez a tratar de mantener el bosque lo mejor posible. Aunque estaba clara la degeneración y deterioro de lo que antaño había sido un maravilloso bosque. Esta obedecía a la decadencia de los suyos. Su pueblo antaño fuerte y poderoso, estaba recluido a la capital, cada vez eran menos, y ya a todas luces insuficiente como para mantener el bosque en buen estado.

Amenazaba tormenta, las oscuras nubes oscurecieron el bosque, pero pudieron encontrar y seguir un rastro de orcos. Estos malditos cada vez entraban con mas frecuencia en sus fronteras, aumentaba su número y su osadía. De seguir así, pronto hasta la capital estaría en peligro. Con su rubio largo pelo, recogido con una cinta y la capucha levantada, Elassil se movía como un grácil fantasma por el bosque. A medida que se acercaros a su objetivo, saco su arco y se preparó para atacar.

Y allí estaban, en un claro, sentados cobre el troco de un árbol caído, y algunos discutiendo por el mejor trozo de carne, que arrancaban y comían cruda de un pobre ciervo. Apunto y disparo contra uno de aquellos invasores.

Notas de juego

Dsiparo con mi arco desde mi posición, paso a la sección 57.

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06/12/2021, 11:36
Narrador

Varios de tus compañeros surgen de entre los árboles y se abalanzan sobre la horda de orcos. Éstos se quedan paralizados por la sorpresa y apenas tienen tiempo de alcanzar sus armas. En un instante, el silencio del bosque es roto por sonidos metálicos, entrechocar de espadas y gritos de dolor. Cargas una flecha en tu arco y buscas una diana. Descubres un orco separado del resto y que duda entre luchar o huir. Antes de que tome una decisión, disparas tu arco para acabar con él.

Notas de juego

Sección 57

Realiza una prueba de Agilidad/11.

Si superas la prueba, pasa a la Sección 81.

Si fallas la prueba, pasa a la Sección 43.

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06/12/2021, 11:53
Elassil

Los orcos fueron sorprendidos, varios de los compañeros les atacaron cuerpo a cuerpo, mientras que el y otros les dispararon desde el bosque. Espero a encontrar un objetivo adecuado, no podía arriesgarse a darle a uno de sus compañeros. Fue paciente, y el momento llegó. Un orco separado del resto, dudando entre huir o atacar, no lo dudo, le apunto y le disparo una flecha. Le acertó y el orco sufrió un fuerte impacto y soltó un grito, mientras comenzó a sangrar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Supera la prueba y pasa a la sección 81.

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07/12/2021, 11:08
Narrador

Abates al orco con mortífera precisión, que cae muerto con tu flecha atravesada en el cuello (réstala de tu equipo). Te dispones a disparar de nuevo, cuando tu fino oído descubre un rumor, primero lejano, pero que poco a poco se va haciendo más nítido. Escrutas la vegetación y entonces vislumbras decenas de sombras que se abren paso entre los árboles. Sin dudar un instante, desenfundas tu arma y saltas al interior del claro.

-¡Emboscada! Es lo único que puedes gritar antes de que varios centenares de orcos irrumpan por todas direcciones.

En un instante, la simple escaramuza se convierte en una pesadilla. Los orcos disparan sus ballestas y varios elfos caen muertos con negros virotes clavados en el pecho. Elean grita una desesperada orden de retirada mientras se debate ante el ataque de una decena de enemigos.

Notas de juego

Sección 81

Pasa a la sección 11.

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07/12/2021, 11:10
Narrador

Golpeas a un orco y retrocedes a trompicones en un intento de escapar de la emboscada. Un virote cruza silbando junto a tu cabeza. Un joven elfo cae ante varios orcos para ser salvajemente mutilado por las negras cimitarras.

-¡Huid al bosque! Oyes gritar a Elean. ¡Es un ejército invasor! ¡Hay que regresar a Litdanast y dar a alarma! Su orden es silenciada por nuevos gritos y golpes.

Con el corazón aporreando tu pecho, escapas del claro y emprendes una ciega carrera entre la espesa vegetación. A tu alrededor descubres a varios de tus compañeros que huyen en desbandada mientras a vuestra espalda se escuchan los salvajes gritos de los orCos. Apenas llevas recorridos una veintena de metros, cuando tus pies se detienen al borde de una escarpada cañada, que se abre en el suelo del bosque como una gruesa cicatriz. Árboles secos y matorrales cubren las paredes de la sinuosa grieta, de unos cinco metros de ancho y que se incrusta en la tierra para formar un estrecho desfiladero varios metros más abajo. Un explorador elfo aparece a tu lado y te aparta sin miramientos.

-¡Rápido, están sobre nosotros! Grita y se dispone a descender por la cañada.

Pero justo entonces es alcanzado por un virote en la espalda. Tras soltar un corto estertor de dolor, el explorador cae en la grieta, golpeándose brutalmente con las ramas para acabar aplastado contra las rocas del fondo. Dudas un instante sobre qué decisión tomar. Mientras, los negros proyectiles derriban a otro de tus compañeros que también se precipita al vacío.

Notas de juego

Sección 11

Si decides lanzarte por la cañada, amortiguar tu caída con las ramas, y huir por el fondo del desfiladero, pasa a la sección 93.

Si prefieres tratar de saltar la brecha y seguir huyendo por el bosque, pasa a la sección 44.

Si consideras un suicidio estas opciones y prefieres darte la vuelta y enfrentarte a los orcos, pasa a la sección 58.

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07/12/2021, 12:26
Elassil

Una emboscada, y aquello parecía un ejercito, era la temida invasión. Sus peores temores se habían hecho realidad, su hogar invadido por los repugnantes orcos. Lucho con valor y vio como muchos de los suyos cayeron aquel triste día. El comandante dio la orden de retirada, había que llegar hasta Litdanast y dar la alerta.

Y luego en medio del caos tratar de huir, de escapar de lo que se estaba convirtiendo en una auténtica masacre. Corriendo tanto como podía, sin dejar de oír a los orcos tras sus pasos, continuamente caían sus compañeros abatidos por flechas y virotes negros. Y de repente, llego ante una cañada, una profunda herida en el suelo del bosque. Fuero varios los que cayeron, no había tiempo que perder. Bajar allí no le parecía la mejor opción, así que tomo impulso y trato de saltar hasta el otro lado, para continuar su huida por el bosque.

Notas de juego

Trata de saltar la cañada y seguir huyendo por el bosque. Pasa a la sección 44.

Flecha quitada del equipo.

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08/12/2021, 19:14
Narrador

Las flechas vuelan por todas partes y una se clava en un árbol a escasos centímetros de tu cabeza. Uno de tus compañeros recibe otro proyectil en plena espalda y cae muerto al instante. Sin perder un segundo, retrocedes un par de pasos para coger impulso y te lanzas a la carrera hacia la abertura.

Notas de juego

Sección 44

Realiza una prueba de Agilidad/12.

Si superas la prueba, pasa a la Sección 71.

Si fallas la prueba, pasa a la Sección 101.

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08/12/2021, 19:44
Elassil

Estaban muy cerca, sus compañeros seguían cayendo por las flechas de los malditos orcos, una de las cuales se clavo en un tronco muy cerca de muy cabeza. Aquella había estado muy cerca de acabar con Elassil. Pero este mantuvo la mente fría, retrocedió unos pasos para tomar impulso, y salto con gran impulso para tratar de salvar el gran hueco de la cañada, no quería caer allí. Y los orcos estaban a punto de llegar. El salto fue bastante bueno y voló hacia al otra orilla de aquella cañada.

 

Supera la prueba y pasa a la sección 101.

- Tiradas (1)
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09/12/2021, 23:29
Narrador

Saltas por encima de la cañada, las flechas silbando a tu lado, pero tu agilidad felina te permite cruzar el abismo y agarrarte a una de las ramas que sobresalen al otro lado. Rápidamente, trepas hasta lo alto de la brecha y te internas en la vegetación, lejos del alcance de las ballestas.

Sigues corriendo durante largos minutos, hasta que los gritos de la batalla quedan atrás. Odias abandonar así a tu grupo, pero sabes que la lucha está perdida de antemano. Ahora tu misión principal es llegar a Litdanast y alertar a tu pueblo de este ataque. Ese grupo de orcos es demasiado numeroso para ser una simple tribu errante, más bien se trata de un ejército, como bien dijo Elean.

Recorres medio kilómetro por la espesura y pronto tienes que ralentizar tu paso, ya que la vegetación se hace cada vez más espesa. Con la espada en la mano, echas una mirada atrás, pero no distingues ningún movimiento de perseguidores. El bosque permanece en una calma absoluta, casi irreal. Un sepulcral silencio te rodea y compruebas extrañado que ni siquiera se escucha el vuelo de un pájaro o el chasquido de una ardilla que corretee entre los árboles. Algo va terriblemente mal. Sientes un escalofrío en tu espalda y un sudor helado empapa tu frente. Tienes una sensación de peligro que nada tiene que ver con los orcos, es casi terror, un miedo irracional como nunca habías experimentado.

Notas de juego

Sección 71

Pasa a la sección 28.

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10/12/2021, 18:39
Elassil

Casi de suerte, logró agarrarse a una rama, y eso le permitió salvar el precipicio. A continuación corrió hasta alejarse de aquel lugar. Tenía que avisar a los suyos, los orcos les estaban invadiendo. Ya a salvo de las ballestas, bajo un poco el ritmo de su carrera, y no pudo evitar sentirse muy mal por no haber podido hacer nada por sus compañeros. Aquel iba a ser recordado como un día muy triste, muchos buenos elfos perderían la vida.

Perdido en sus pensamientos, de repente, se dio cuenta de que no había ningún sonido en el bosque, este permanecía quieto, en silencio, asustado. Algo horrible, peor que los orcos rondaba aquel lugar, y el sin pensarlo, había ido a meterse en sus proximidades.

 

Pasa a la sección 28.

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13/12/2021, 16:35
Narrador

Te dispones a seguir huyendo cuando un terror irracional invade todo tu ser. Un prolongado y agudo alarido resuena en lo alto del bosque. Es un lamento lleno de odio y rabia, y jamás habías oído un animal que emitiese semejante llamada. Paralizado por el miedo, sólo eres capaz de alzar la vista hacia el oscuro cielo del atardecer, cuando un nuevo alarido se escucha en el bosque y un instante después una enorme sombra aparece en lo alto. Entre las frondosas copas de los árboles contemplas una criatura gigantesca, que bate sus extendidas alas con fuerza y muestra un alargado cuerpo reptiliano. Toda su piel está recubierta por escamas negras y tan sólo sus garrudas patas relucen con el blanco del hueso. Su cabeza, de amplias mandíbulas y afilados colmillos, escruta el bosque desde su elevada posición. Tragas saliva sin poder creer lo que ves: es un dragón.

Jamás habías visto uno, pero has oído cientos de leyendas sobre los demonios alados, siervos del Rey Dios que asoló el norte en el pasado. Se suponía que desaparecieron hace siglos, tras la gran batalla que acabó con el malvado Señor de la Sombra, pero tus ojos te demuestran que no es cierto. Los dragones han regresado.

El gigantesco ser alado planea sobre el bosque describiendo un amplio círculo mientras desciende lentamente. El pánico te invade y lo único que eres capaz de hacer es arrojarte al suelo y protegerte bajo la espesura del bosque, rezando para que la criatura no se percate de tu presencia.

Tras dar varias vueltas más, el dragón emprende el vuelo hacia el sur y desaparece de tu campo de visión. Pasan varios minutos hasta que por fin eres capaz de moverte. Te pones en pie con el corazón aporreando desbocado tu pecho y retomas tu huida. Entonces, los gritos de los orcos vuelven a oírse al oeste, acercándose.

Sin perder un instante, sigues corriendo por la maleza hasta que pronto te encuentras con una estrecha senda que serpentea en dirección este. Sigues corriendo por ella hasta que el río Tirem se cruza en tu camino. Es un río de bravas aguas, aunque de no muy ancho lecho, apenas diez metros. Sus aguas turbulentas brincan y forman infinidad de remolinos entre las piedras y rocas. El Tirem baja desde las tierras del norte para cruzar Shalanest, gira al este y acaba desembocando en la costa. Conoces bastante bien su recorrido y sabes que más adelante hay varios saltos y pronto su curso se hace más calmo, por lo que cruzarlo será más sencillo. Si logras alcanzar el otro lado interpondrás una barrera con tus perseguidores, ya que por todos es sabida la repulsión que sienten los orcos por el agua.

Notas de juego

Sección 28

Si decides vadear el río en este punto y seguir huyendo hacia el este, pasa a la sección 47.

Si sigues el río por este margen en dirección sur, pasa a la sección 2.

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13/12/2021, 18:30
Elassil

El horror se hace realidad en el bosque, Elassil no puede comprender lo que ven sus ojos. Un enorme dragón negro estaba sobrevolando el bosque. Daba la impresión de que estaba buscando a los que habían logrado escapar de la emboscada de los orcos. Se tiró al suelo, y trato de ocultarse lo mejor posible con ayuda de la vegetación. No se atrevía no a moverse, y así paso un buen rato. Hasta que finalmente el dragón se marcho, pero no fue hasta que volvió a escuchar el sonido de los orcos, hasta que no salió de su escondite. Comenzó a correr y llegó hasta un sendero que le llevó hasta la orilla del río Tirem. Este no era muy ancho pero bajaba con mucha fuerza, demasiada, era muy arriesgado atravesarlo por aquel punto. Podría arrastrarlo, y podría ahogarse, sería una importante barrera para huir de los orcos, pero a costa de jugarse su vida. Si moría allí, no podría alertar a los suyos de la invasión de los orcos y de la presencia de un enorme dragón negro. 

Un poco más adelante el río se vuelve más tranquilo y será más fácil cruzarlo, así que continúa corriendo a la espera de un mejor lugar para poder cruzarlo.

 

Sigo por este margen del río, paso a la sección 2.

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14/12/2021, 00:26
Narrador

Sigues el curso del río caminando por la orilla, cubierta de hierba y vegetación, pero que permite avanzar a gran velocidad. El rumor de las turbulentas aguas te impide prestar atención a otros sonidos y constantemente echas una mirada atrás con temor a ver aparecer entre las copas de los árboles la silueta del dragón. Recorres un par de kilómetros a buen paso, momento en que el lecho del río describe un giro hacia el oeste. A partir de aquí las aguas se vuelven más calmas y el curso fluvial se desliza con un monótono susurro. Te dispones a vadear ahora el río, cuando el chasquido de una rama al romperse alerta tus sentidos.

Notas de juego

Sección 2

Si tienes la habilidad de Acechar/Esconderse puedes ocultarte entre los arbustos, pasa a la sección 85.

Si prefieres huir hacia el sur y evitar el encuentro, pasa a la sección 73.

Si decides sacar tu arma e investigar qué ha producido el ruido, pasa a la sección 102.

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14/12/2021, 14:21
Elassil

Elassil continuó corriendo a la vereda del río, y aunque el fuerte sonido del turbulento curso de agua no le permitía escuchar muchos sonidos, ni escuchar los ruidos de los orcos, en poco tiempo llegó hasta una zona donde la corriente era más tranquila. Pero no tuvo apenas tiempo para nada, antes de ocultarse tras unos árboles y arbustos, una rama se había roto allí mismo. Se escondió y quedo quieto, para pasar desapercibido y ver quien o que había roto aquella rama.

 

Elassil tiene como habilidad Acechar/esconderse, así que se esconde tras los arbustos. Pasa a la sección 85.

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15/12/2021, 23:40
Narrador

Te refugias con rapidez bajo la sombra de un árbol de espeso follaje y aguardas oculto tras sus ramas. No pasa ni un minuto antes de que una figura aparezca a la carrera por el sendero del norte. Permaneces agazapado, pero no tardas en reconocer la estilizada forma de Miriel, la mejor arquera de vuestra patrulla. Su acaramelado rostro muestra signos de cansancio y sus ojos azules brillan con intensidad y rabia. El largo cabello rubio se balancea como una suave cascada dorada sobre sus hombros mientras corre con el arco asido en una mano y sin dejar de echar rápidas miradas atrás. Abandonas tu escondite y le sales al paso, pero ante tu sorpresa la mujer no detiene su rápida carrera.

-Vienen tras de mí. Chilla y pasa a tu lado. ¡Debemos huir, son demasiados!

Nada más decir estas palabras, una horda de orcos irrumpe por el sendero, armados con cimitarras y exhalando rabiosos aullidos.

Notas de juego

Sección 85

Si tienes un arco y disparas contra los orcos, pasa a la sección 103.

Si huyes a la carrera junto a la mujer elfa, pasa a la sección 30.

Si le gritas para vadear el río y escapar de vuestros enemigos, pasa a la sección 5.

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16/12/2021, 14:18
Elassil

A penas se había escondido, cuando una compañera apareció corriendo como alma en pena, era Miriel. Salió a pararla, pero esta seguía corriendo, los orcos estaban muy cerca y eran muchos para ellos dos. Tras pensar un instante, le grito:-Miriel, tenemos que pasar al otro lado del río, solo así podremos dejar atrás a los orcos.-Aquel era el lugar propicio, estaban cansados, continuar corriendo podría agotarles y caer en la persecución. No sabían cuantos más podría haber en el bosque, pero podrían ser muchos. Y además estaba aquel dragón negro, que en cualquier momento podría caer sobre ellos. Tenían que tratar de pasar al otro lado del río y hacerlo ya.

 

Trata de convencer a la elfa para cruzar el río, esta zona es la apropiada, y los orcos tienen problemas con el agua. Pasa a la sección 5.

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16/12/2021, 23:37
Narrador

-¡Por el río! Gritas y empujas a Miriel hacia el calmo fluir del río. A toda velocidad, vadeáis las tranquilas aguas, pero apenas estáis a medio camino cuando los orcos se sitúan en la orilla y cargan sus ballestas.

-Estamos indefensos aquí. Chilla Miriel mientras bracea a gran velocidad.

-Sigue, no podemos detenernos. Le instas a seguir avanzando.

Un silbido y un virote de ballesta se hunde en el agua a tu lado, luego otro y otro. Sigues nadando lo más rápido posible mientras la mortífera lluvia cae sobre vosotros.

Notas de juego

Sección 5

Tira 1d10 y pasa a la sección correspondiente.

Si sacas de 1 a 5, pasa a la sección 29.

Si sacas de 6 a 10, pasa a la sección 3.