Partida Rol por web

Año 1095 en el calendario de los países del Norte.

Día 3 del mes Youvenoum.

Verano.

 Habéis viajado muchos días cuando llegáis al puente que marca la frontera entre la provincias

de Greymarch y Bleakwood.

Contrario a lo que os había prometido el anciano, nadie os está esperando:

El puente y el camino que le cruza están desiertos.

No se oye nada excepto el sonido de vuestra respiración y el susurro del río.

Antes de que empecemos de verdad, por favor, introducíos.

Decidid si habéis llegado juntos o uno en uno, o si los personajes ya se conocen, 

y cual es su historia que tienen en común.

Si nos sabéis bien de donde vuestros personajes provienen,

podéis usar cualquier historia de una aventura para D&D como trasfondo.

Mi nombre es Ëmmel. Nací hace unos 24 años al oeste de las tierras más septentrionales de las montañas. Mi padre, Eroder, era un guerrero de Reidstoon, y mi madre, Nenwen, una elfa de las llamadas montañas Grises del norte. Al ser medioelfa, he heredado atributos de ambos; Mi cabello es oscuro, largo y ondulado, y mis ojos son verdes, como los de mi madre. Tengo una gran habilidad con la espada, pero donde alcanzo mayor maestría es con el arco. Esta experiencia debo agradecersela a mi padre, aunque murió cuando era muy niña, debido a las rencillas del reino. Mi madre nunca superó su muerte, y falleció al poco tiempo. Así, sola, sin mis padres, fui a vivir a Reidstoon, con mis abuelos paternos. Allí crecí siendo una niña solitaria y con un cierto resentimiento hacia el reino que me había despojado de todo. Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar, ya que hace algún tiempo, llegó hasta mí, una extraña carta, en la que sólo ponía unas pocas palabras; "A nombre de Ëmmel, hija de Eroder: Poblado de Cerro atacado. Scudir al puente de Greymarch y Bleakwood". Al no atarme nada a Reidstoon, decidí acudir a tan curiosa llamada, pues presentí que algo estaba a punto de ocurrir..

Mi personaje es un hijo de la piedra, tuvo una infancia tranquila y una adolescencia bastante emocionante debido a la vida que llevaba su familia. Un día, este se encontraba con su padre y hermanos practicando unos movimientos de lucha, cuando de repente son interrumpidos por un humano que les traía una carta…

Su familia no sabe porque, pero este joven decidió aventurarse a esta misión. En el camino a dicho lugar, se aloja en una posada de mala muerte. En esta conoce a Ëmmel por casualidad debido a que se formo una pelea en la cual este admiro la destreza de la Semi-elfa.

No sabe como pero terminaron ayudándose los unos los otros y así continuo hasta hoy día.

Cuando os acercáis al puente, notáis que el camino no es como debería ser.

El puente esta limpio, como si se le había limpiado con jabón. Sin una sola gota de barro,
o hierba traída de las llanuras.

El contraste no podría ser major - alrededor de vosotros, SEMANAS de tierra salvaje y de pradera,
y en frente de vosotros, un puente en que no fluye ni el viento.

Acercandoos más, veis que lo unico que se encuentra en este puente tan mágico son tres gotas de sangre,
a medio camino entre las dos orillas opuestas.

Llevamos semanas de intenso viaje, desde el día en que salimos de una mala posada. Aear, un hijo de la piedra y yo, una semielfa. La combinación no puede ser más extraña pero, a él en parte debo mi vida. Hemos llegado al puente...

Mmmm.. Esto me da mala espina...Parece como si nadie hubiera pasado por aquí en años, pero sin embargo parece que alguien "nos esperara"- No comparto estos pensamientos con Aedar, ya que lo noto más taciturno que de costumbre.. De pronto caigo en la cuenta de una visión que me hace estremecer...Sólo 3 gotas sangrientas manchan la límpida superficie del puente...

¡¿Qué significa esto?!- Pregunto al hijo de la piedra

El Joven Elfo Explorador, recorriendo distancias larga que aunque para un elfo no es tanto pero si en terminos comunes de otras razas como la humana, no siempre acostumbrada a ser tan ambulante como los agiles Elfos, por lo menos en su mayoria y en Palaizz en concreto...

 Al ver una joven parecida a una elfa y un atletico joven humano, al parecer... Un poco mas lejos, un puente, parece tener algo especial, ya que la vegetacion ni nada le afecto...

 Se acerca a los transeuntes.. ".... mi nombre es Palaizz, un joven elfo dedicandome a explorador... vamos hacia la misma direccion?" Presentandose, siendo amable pero intentandome ver y percibir sus interiores, aunque no percibe maldad alguna y en parte, es eso lo que hizo acercarseles

 Y Asi caminando algo ligero, tras ellos, mira el mistico y misterioso puente que todos parecen mirar...

La voz del joven elfo saca a Ëmmel de su propio ensimismamiento. No se ha dado cuenta hasta ahora de lo tensionada que está. -¿Eh? ¿Un explorador?- Repite. Parece hablar más bien consigo misma que con los que le rodean.

-Yo soy Ëmmel, una semielfa de las montañas, y él es Aear, un hijo de la piedra- Responde señalando a su acompañante. Aún está aturdida por el descubrimiento realizado.

¿Hacia donde te diriges tú?- Pregunta al joven elfo, que parece estar contemplando el misterioso puente

No había respondido a la pregunta de la semi-elfo ya que estaba totalmente ensimismado y con pensamientos lejanos. Al escuchar una voz a mis espaldas giro rápidamente y diviso a un Elfo, inmediatamente se dibuja en mi rostro una sonrisa irónica.

Justo cuando Emmel me identifica y señala, yo hago un gesto algo tímido con mi cabeza, con la intención de saludarle. Esta hera una costumbre adquirida por los integrantes de mi familia, ¨mostrar respeto aun a tus oponentes¨.

Os acercáis al puente, o os quedáis donde estáis?

El río sobre cual guía el puente parece completamente normal,
aún que no hay animales ni si quiera insectos que se puedan oír o ver.

Sin embargo, las plantas alrededor del puente parecen sanas y bastante corrientes.

Los que os ficharon para defender su población no habían dicho nada de fuerzas mágicas estando en su contra.

Estáis seguros que podéis defenderos contra cualquier bandido mundano, pero contra un mago, o un clérigo malvado...

Esto será otra cosa.

 Palaiss le hace un saludo, de una manera algo como milicia pero tambien dado en muchos animales... Con un gesto de agradar y una sonrisa sin doble pensamiento "Oh! Emmel... Una Semielfa? hace mucho que no veo de esa union humana y elfa...!  Aear, hijo de la Tierra..., como la Tierra que piso y nos guia a caminos como al que vamos?" Tras hacer un tipo de reverencia...

Mirando hacia los lados, decide responder a la pregunta de la joven Semielfa... "si, Emmel, vengo recorriendo distancias, buscando algo nuevo... Creo que nos encontramos. en uno.. mas si la compañia no es mala!"

 El Elfo Explorador se adelanta un poco y revisar los costados del Puente, tocando su superficie, la Tierra, tocando el Agua... 

Ëmmel asiente ante las palabras del joven elfo, mientras casi distraídamente se acerca al puente. Su mente está algo confusa. -Todo está demasiado tranquilo....demasiado silencioso... Murmura para sí. El silencio es casi sobrecogedor. Piensa en la extraña carta, una carta que pedía auxilio a gritos...Y que sólo le decía que acudiese a ese cruce.

No hace partícipes al resto de sus propios pensamientos. Llegando al puente, gira su hermosa cabeza para observar a Aear, mientras apoya una mano suavemente en el hombro del joven elfo que se encuentra tocando el agua, como si la examinase- Dínos, joven explorador- Comienza con voz suave. Aún piensa si hacerle la pregunta o no. -¿Qué es lo que te ha traído hasta este lugar tan extraño? Pues aunque nuestros caminos se hayan cruzado aquí, no se trata de una mera casualidad- Lo mira fijamente, mientras con la mano, imperceptiblemente le hace señas a Aear para que se acerque.

Palaiss puede decir con máxima seguridad que esto debe de ser la obra de un duende.

Duendes - espíritus elficos qie viven en la oscuridad de orillas de ríos y pequeños lagos.

- O debajo de los puentes, como de este mismo.

Para lo que las gotas de sangre puedan servir, sin embargo no lo sabe.

"sssh...      Espera emmel, creo que tu eres exploradora como yo, creo que debes saber la importancia de la Paciencia y el Silencio... Lo casual es causa tambien, querida Semielfa...!" le dice Palaizz con esa voz tranquilizadora y con una sonrisa de buena fe, haciendo el intento de dar por entendido que si esta ahi, por algo tiene que ser...

Pasan unos instantes, en los que parece estar algo meditabundo, observando cada costa... Quizas por investigar y a la vez sentir un poco de placer, ya que como en su mayoria, los Elfos como casi otro cualquier ser han de adorar las simples y profundas maravillas... Luego decide volverse a poner de pie y le habla un poco mas de frente a la Elfa Emmel:

"Quiero cruzar este puente... Ojala que sus pensamientos y sentimientos los lleven a cruzar tambien... Si quieres explorar mas y su conyuge Aear venir... hacer nuestra casualidad una causa... Vayamos" 

  Tras lo dicho haciendo una gesto de saludo a Aear, intentando generar algun lazo positivo. Y Asi tan simple expresado todo como un viento, una brisa, se da vuelta y camina a paso bastante seguro sobre el Feerico Puente...

Ëmmel observa a Palaiss, mientras este camina con paso seguro sobre el puente. Medita unos instantes, el suave viento le acaricia sus oscuros cabellos. Fija su verdosa mirada en el agua tranquila.Suspira, intentando que la brisa le refresque la mente. -Vamos. Caminaremos juntos. Mi corazón me dice que tal destino es el nuestro, pero también que este es un viaje que no ha hecho mas que comenzar...-Suavemente, le hace una gesto con la mano a Aear, para que la siga.

Despacio, la joven semielfa comienza a cruzar el puente, cautelosa pero firme. No saben que es lo que pueden hallar al otro lado....

El humano mago que se despierta en el lugar luego de una terrible borrachera y con mucha resaca encima abre grande los ojos y luego dice acercandose al grupo:

-Que noche machos,esa cerveza era especial,pega muy duro.

Pensaba continuar hablando pero en ese momento le hace seña que le aguarden un segundo y se da media vuelta para devolver todo lo que habia comido la noche anterior,los ojos enrojecidos denotaban que se habia acostado muy tarde y su mal aliento matutino decia que habia bebido hasta entrada la mañana.

Mira a los sujetos que tiene delante de el y luego dice:

-Disculpad,pero,¿sois de estos lugares?,he perdido el rumbo de hacia donde me dirigia y ahora creo que me alejado de mi grupo.

Emmel

La semielfa pasael puente y... No pasa nada especial.

Sin embargo, Emmel tiene una sensación muy clara de que algo la está observando.

El caracter de Hijo de Gaia, aún sin nombre :)

Encuentra que alguien ha cogido todo su dinero y toda su comida; no que haya sido mucho, pero lo que tenía, alguien le ha robado!!!

...Y los demás se dan cuenta que al recién llegado se han pintado las mejillas con algo que parece tizón humedo;
como una picardía de niños.

Palaizz puede que reconozca esa actitud es bastante propia de duendes, cuando se enfadan con un ser humano...

Ëmmel se encuentra al otro lado del puente. No ha ocurrido nada fuera de lo normal, pero su instinto le dice todo lo contrario...Uns sensación de ser observada la estremece. Nota unos ojos puestos en ella como si de agujas se tratara. Le recorre la espalda. Se gira, dándole la espalda al camino y mira el puente que acaba de atravesar, cuando su mirada se cruza con la de un humano.. que no había visto antes. Su cara está tiznada de negro. no puede por menos de sonreír. El hombre parece no darse cuenta.

-Saludos extranjero.-Dice alzando un poco la voz. -

¿De dónde os traen vuestros pasos? ¿Es común acaso en vuestras tierras tiznarse la cara para viajar?-Esboza una sonrisa...Pero el temor de las miradas persiste, aunque no expresa nada en voz alta. No quiere alarmar aún, pero SABE que algo los está observando...

Pasando por el Puente, siente una mera energia interna y sobre los pies... Puede percibir lo mismo que parece sentir esa joven semielfa llamada Emmel.... El pobre Aear, parece ser que cayo en esos vicios bien conocidos en humanos, halfing, gnomos y desde luego, en algunos duendes... 

Palaiss no es de pasar por desapercibido un poco de humor e ironia, poniend una sonrisa de costado, mira un poco hacia atras... "creo que este hombre le haria bien un baño de aguas feericas..." dice haciendo un pequeño gesto con sus cejas y dando un saludo un poco mas directo que otros...

"Señor Aear, seria bueno que se de purifique aunque sea con estas aguas y si puede, pase al otro lado del puente...!" mirandolo con uina mezcla de pena, gracia y compasion, pensando que quizas solo paso una mala noche, como es costumbre en algunas razas, donde nisiquiera durmiendo parecen ser felices...

Luego, ya habla con un poco de esa gracia y seriedad a la vez, intentando sacar los muros de ser conocidos y desconocidos a la vez, a la joven Emmel "entonces...Emmel... cuando paso este puente, no sintio una energia especial?"

El joven humano finalmente sale de la resaca de la noche anterior y la imagen que en un principio parecia ser un joven muchacho se da cuenta que es una mujer,con orejas en punta y da un grito:

-Ahhhhh!!!! eres una elfa!!!!,bueno,vaya tia haberlo dicho antes,y yo aqui portandome como un crio ante vosotras,permitanme presentarme me llamo Romeo Montesco y la noche anterior sali con toda la guardia de mi padre,pero parece ser que les perdi el rastro por tomar tanto.

Y luego ve como ambas mujeres se concentran en el puente y les dice:

-Disculpen jovenes,pero,me podrían decir que tiene ese puente de especial que tanto lo observan?

Esperaba poder escuchar respuestas pronto.