Partida Rol por web

Lilith escucha atentamente a su prima Elina, que de repente las había alejado del grupo.

-¿y quién es el rey sauce?.- pregunta sin acordarse de lo que ponía en el libro. 

Indecisas aun sobre si sería conveniente ir con el hada y las feas criaturitas a pesar de los consejos de Hiro, las 3 intercambian miradas y comentarios vacilantes, hasta que repentinamente algo ocurre.

Unos pequeños proyectiles, salidos de quien sabe dónde, se hunden en la carne de los duendes murciélago, mientras que una nueva criatura aparece. Esta tiene rasgos de halcón y de humano, pero es un poco más pequeña que los Vril. Aun así, ataca ferozmente y su lanza se incrusta con fuerza en la espalda de uno de estos, que reaccionan enfurecidos.

Chillando agudamente y girándose para repeler el ataque, los Vril toman sus mazas de metal y 3 de ellos se concentran en el enemigo que tienen al alcance, mientras que otros dos vuelan en la dirección de donde llegaron las flechas.

- ¡Deprisa pequeñas! ¡Nuestros enemigos ya están aquí! – les digo, urgiéndolas a acompañarme y a ponernos fuera de peligro.

-  ¡Los Vril nos protegerán, pero debemos alejarnos antes de que lleguen más seres malignos!

Sin saber muy bien lo que esta pasando sigo a la señora al grito de:

-¡Pero por que a nosotras? ¿POR QUE NOS ATACAN?

Me giro y doy la espalda a nuestros enemigos confiando en que los Vril nos protegeran.

- ¿Por qué? ¡Por qué ustedes son las niñas de la profecía! ¡Solo ustedes pueden traer de vuelta a la reina Dríade, y el Rey Sauce hará todo lo que pueda para evitarlo! – les respondo, colocándome delante de ellas para protegerlas y comenzando a realizar un hechizo que pueda salvarnos.

Mientras ven al hada colocarse frente a ustedes para evitar que alguien las lastime, pueden ver como los Vrils logran derrotar fácilmente al duende con aspecto de halcón, dejándolo muy malherido. Parece que con un solo golpe más, la criatura morirá.

Observo como golpean a la criatura y no puedo evitar correr hacia ella. Para ponerme delante y entre los vrils.

-¡Yo no voy con vos! Esos animales sirven al Rey Sauce no a la Reina Driade! ¡Vos sos un hada mentirosa!-

Le grito señalandola mientras cubro con mi cuerpito al animal herido.