Partida Rol por web

No podía permitir de nuevo un fallo, mis compañeros corrían peligro, tal vez el mismo peligro que yo... Somos una piña y unidos conseguiremos la victoria.

Tomando carrera y con lanza en mano me preparo para atacar al arquero que aun queda en pie.

La flecha que disparo, sale completamente desviada de mi objetivo, por lo que el arquero aún continúa con vida y pudiendo atacar a mis compañeros. Maldigo en todas las lenguas que conozco mientras cargo otra flecha en mi arco, apuntando con más cuidado al escurridizo arquero.

A pesar de mi herida, no podía permitir que solo uno de nosotros se enfrentara a tal enemigo, y a uno de sus soldados. Desenvainando mi maza me acerco al guerrero que acaba de caer, y le golpeo con ella.

Pero sin duda algo había roto nuestra concentración. Mi golpe falla por mucho.

Estamos en problemas

Belenos está a punto de desencajarse la mandíbula de la risa que le ha entrado al ver como intentáis plantarle cara. Vuestros intentos de atacar solo se quedan en eso; en intentos, muy patéticos, pues a vuestro adversario, más que causarle miedo, le ha causado una risa tremenda. De hecho, ahora no hace falta ser un genio que si ya antes no temía a la muerte, ahora, mucho menos, porque prácticamente piensa, que no sois rivales dignos para él.

- ¡HASTA UNA FURCIA DE MAURITANIA PELEA MEJOR QUE USTEDES, BASTARDOS DE ANÍBAL! ¡JAJAJA! ¡NO SOIS RIVALES DIGNOS PARA MÍ, ESCORIAS! ¡PERO YA QUE HABÉIS EMPEZADO ESTE COMBATE, SERÉ YO QUIEN OS DARÉ UN FINAL! ¡Y NO TENDRÉ PIEDAD, NI AUNQUE LA PIDÁIS DE RODILLAS! ¡JAJAJA!

Y tras estas palabras, el celta se lanza hacia Sirius cual perro rabioso, dispuesto a acabar con su vida y con la de cualquiera de sus amigos. Ahora es Sirius quien sufre la poderosa ira del celta; como hiciera con Bagarok, el celta, le da un profundo corte en la cara con su espada. Desgraciadamente, Sirius no tiene casco, por lo que el corte es bastante profundo y grave, pues por parte de su cuello y su cara, se va desangrando. A pesar del tremendo corte, podría seguir dispuesto para el combate; no obstante, tal herida tan violenta, debería de ser curada lo más antes posible, para evitar que siga perdiendo sangre y pueda empeorar su situación.

Ruge el celta en medio de las llamas que arrasan su campamento y se lanza sobre mi compañero Sirius.
Nuestro enemigo se mueve muy rapido y logra alcanzar a Sirius provocandole una fea herida.
Y en ese momento, soy yo el que se adelanta y gruñe.
¡Ahora!, ¡iras a reunirte con los perros de tus antepasados!. ¡¡Diles que Bagarok de Contrebia te envía!. ¡Muere bastardo!
Apretando los dientes por la furia, alzo mi poderosa falkata por encima de mi cabeza y la descargo en un potente tajo vertical.
Resuena el entrechocar del metal por todo el lugar y primero el casco del celta y, después su cabeza, saltan en pedazos.
con el dorso de mi mano derecha me limpio los restos de sangre y hueso de mi cara mientras contemplo como el celta se derrumba. Y cuando cae, digo.
¡Acabemos con ese arquero de una vez!. Y que nuestros hombres heridos de gravedad retrocedan un par de pasos.
Dicho esto, me giro hacia el arquero superviviente y me adelanto con el escudo alzado tratando de cubrir a Sirius.
Y el arquero, ve en mi rostro una sonrisa que no presagia nada bueno.

Arbaces consigue templar sus nervios a la vez que dice. Celta esto es solo un aviso, nadie se rie de Arbaces y ve el nuevo amanecer para contarlo, huye mientras puedas, pues no tendras otra oportunidad como esta.

El arquero restante mira angustiado la escena. Todos veis como brevemente mira a su espalda, buscando a alguna ayuda; pero nada, está solo. Probablemente quería huir, pero sabía que aquello era imposible. Pero también sabía que para lograr venceros, le hacía falta un auténtico milagro. Es por eso, que aunque sus calzones se hubieran vuelto negros al ver como el gran Belenos caía, iva a seguir luchando. Mientras, la casa seguía ardiendo, y los gritos del interior aumentaban.
Y con un terrorífico grito de guerra, a la par que alzaba su espada, el arquero se lanzaba contra Melkart. Sin embargo, de la misma forma que no era un maestro con el arco, tampoco era ningún maestro en el uso de la espada. Descargó su espada de forma muy violenta pero antes de tiempo; no dio a nada ni a nadie, fue un gesto bastante torpe y tal vez fruto de los nervios del celta. Estos seguramente le habían traicionado, y hacía mostrar que había recibido una instrucción militar insuficiente.

La herida que me produce el enemigo me hace trastabillar y dejar mi arma a un lado. Un chorro de sangre comienza a manar de mi cuello, y comienzo a sentirme un poco mareado.

Decido, por lo tanto, no atacar en este momento, e improvisar un vendaje para detener la hemorragia.

Me moví con velocidad, a pesar de mi herida en la pierna. El torpe movimiento del último de los celtas había dejado al desprotegida su pierna izquierda, y golpeé con ella mi maza, escuchando un sonido de huesos al partirse muy tranquilizador.

El golpe fue demoledor, y el último de los combatientes celtas se desmoronó como una res herida de muerte.

- Esto ya está - digo con sencillez

mujer si sabes algo del arte de sanar esta es tu ocasion...si quieres aqui termina tu viaje en nuestra compañia y sino puedes acompañarnos ya ves que no somos sanguinarios...mientras habla Arbaces recoge el arco y las flechas del arquero muerto y lo registra...

- No esta en tu mano, Arcabes, dar la libertad a los prisioneros de todos - replico a mi compañero mientras lo miro con seriedad

Luego busco en los cuerpos de Belenos y de los otros celtas muertos

El combate parece haber terminado. No obstante, sigo en guardia controlando los alrededores por si algún nuevo enemigo apareciera. Mientras observo nuestro entorno, digo.
No olvidéis que mas de uno de los nuestros ha sido herido de gravedad. Y que estamos en medio de una aldea enemiga que se consume por las llamas.
Lo que tengáis que hacer, hacedlo rápido y salgamos de aquí. No es bueno que nos confiemos.
Y yo mismo vuelvo a limpiarme la sangre que brota del corte que tengo en la sien. No obstante, continuo prestando toda la atención posible a los alrededores. Sin perder de vista tampoco, las chozas que arden cerca de nosotros.

si cura a los heridos habra demostrado que no es hostil y francamente, nos retrasaria en nuestra vuelta, ya hemos cumplido su incursion en nuestro hogar no traeria mas que tension y problemas, sino quieres que este libre matala entonces, pero en ese caso habra sido una carga inutil durante todo el tiempo. De todas formas a mi me da lo mismo. Yo soy un guerrero no un asesino, aunque a veces lo uno este demasiado cerca de lo otro. Decidid pues el resto, era una prueba de agradecimiento yo no se nada sobre la sanacion y no puedo ayudar a los heridos por mas que me gustaria...

Niego con la cabeza mientras sigo registrando

- Nadie ha hablado de matarla. Es una celta, y sana, e inteligente. Será una buena esclava. Y no nos retrasará, todo lo contrario. Con ella, y los otros tres esclavos capturados, podremos cargar e ir mas rapidos

Continuo vigilante pero a pesar de eso, presto atención al debate de mis compañeros.
Escuchad. Por lo que a mi respecta, esa celta es libre. Pues ha cumplido con nosotros a causa de su servicio como guia. No olvidemos a aquel inútil que tuvimos que soportar al principio de nuestra misión.
Pero, en cualquier caso, podemos seguir discutiéndolo cuando sea realmente prioritario. No ahora. Pues ahora, nos hallamos todavía en una posición enemiga que no ha sido asegurada. Algunos de los nuestros están heridos de gravedad y, además, hemos de preocuparnos del fuego que nos rodea.
Pues bien. Yo voto por largarnos de aqui.
Dicho esto, contemplo los cadáveres de nuestros tres últimos adversarios y añado.
En todo caso, revisad esos despojos del todo por si hallamos algo útil.

Habia fallado mis últimos lanzamientos... ¿Que me habia pasado? Mis compañeros en peligro mientras yo...
Observaba como el enfrentamiento llegaba a su fin mientras me acercaba corriendo.

Permanecí escuchando las proposiciones de mis compañeros, me di cuenta que alguno de ellos estaban heridos.

Mientras los escuchaba intentaba mirar y examinar los alrededores buscando algun peligro o algo util como un celta al que esclavizar o algo de valor.

El fuego se ha extendido rápidamente de la aldea. Es probable que si no os huís en seguida, os veáis en apuros para salir de la aldea entre tanto fuego. Podéis oír como en el gran casón del que salieron los celtas ya no se oyen los gritos; parece que ya sus ocupantes ya deben de haberse consumido entre las llamas. Y podéis notar que tanto en el casón como en el resto de chozas se oyen los crujidos de las maderas que poco a poco, con distinta velocidad, van sucumbiendo ante el fuego. De hecho, una choza, se derrumba.
Pero eso no es otro. En un desfiladero cercano a la aldea, podéis ver cuatros bandidos, arrodillándose. Parece que esten suplicando piedad a alguien, no obstante, no podéis ver quién. Quizás sea el otro grupo que tenía que atacar la aldea.

Abdurkat es una máquina de saquear. Sin que el resto apenas compañeros lo note, entre los cuerpos de Belenos y los otros celtas muertos, encuentras unas pequeñas bolsitas llenas de lo que parece ser, dinero. No obstante, no has comprobado cuanto tienen, pero puede que entre todas sean unas 100 monedas. Luego, también es fácil hacerte con la armadura celta de Belenos y un casco celta que este también guardaba, junto a su espada. Los bandidos, aparte de los arcos, flechas y mantas que llevaban, no parecen tener nada más. Llevar todo esto tú solo te retrasaría, a no ser que lo lleven tus esclavos.