Partida Rol por web

El Camino del Héroe

19. Sobre una Roca.

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23/03/2012, 11:35
Archidruida Ornthalas

Los kilómetros pasaron con velocidad mientras los observabas a vista de pájaro. La sensación de libertad y júbilo al volar y sentir el aire silbando en tus oídos fue indescriptible y embriagadora. Pero la urgencia de tu viaje apremiaba y no pudiste disfrutarlo como te hubiera gustado.

Encontraste al anciano Archidruida sentado sobre un peñasco, junto a su humilde morada excavada en un árbol, desde el que se divisaba la caída de agua de una catarata susurrante. Ornthalas era realmente viejo, incluso para un elfo. Su tez bronceada y surcada de profundas cicatrices recordaba ya la corteza de un árbol. Ornthalas parecía estar meditando. Si te vio llegar no dio muestras de ello: se quedó inmóvil como los viejos menhires que formaban el Círculo.

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23/03/2012, 13:52
Galatea

A Galatea le costó no embriagarse del viaje, ¿cuándo había sido la última vez en la que había tomado forma animal para pasar a fundirse por completo con el mundo salvaje durante unos maravillosos e inigualables instantes? Demasiado tiempo para su gusto, y aunque irónicamente aquello hacía que ahora lo disfrutase el doble, se le hizo corto.

Al divisar Ramas Vivas descendió trazando un amplio círculo, batió las alas con fuerza antes de llegar al suelo para disminuir la velocidad y tomó tierra aunque las volvió a replegar antes de cambiar de forma; la figura del águila centelleó con un fulgor azul que se expandió en lo que durarían dos latidos de corazón y pasó a ser de nuevo la silueta de su forma de elfa antes de que el brillo desapareciese. Galatea se puso de pie y aguardó a Áscalon que había estado siguiéndola por el bosque.

Sonrió involuntariamente al encontrarse de nuevo en casa; la quietud, el silencio, la fronda espesa que rodeaba y formaba el Círculo y su olor fresco y penetrante era algo que había echado de menos. Pero el relax tendría que esperar. Tras localizar a Ornthalas se acercó a él.

Andaran atish'an, maestro Ornthalas... —saludó con la leve inclinación de cabeza de rigor—. Siento molestarlo pero me pareció que debía asegurarme que estaba al corriente de algo que he encontrado al sur del bosque, he venido en cuanto he podido.

Hizo una pausa no por cerciorarse de que la había escuchado, (aquel anciano siempre se las arreglaba para escuchar a todo el mundo aunque hubiese cinco personas hablándole a la vez y Galatea no había sido nunca capaz de imaginar cómo diablos lo lograba) si no más bien para cerciorarse de si le sonaba o no.

A fin de cuentas, llegar e informar sin más a toda prisa sería algo muy... humano. ¡Ella no tenía las prisas de un humano!

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23/03/2012, 14:42
Archidruida Ornthalas

Ornthalas se quedó quieto como el tronco de un roble, contemplándote largamente con la paciencia con la que el agua desgasta las rocas. Te miraba a los ojos, directamente, con serenidad y franqueza, durante un tiempo tan largo que se hacía incómodo.

¿Aurana? ¿Has vuelto? —una sonrisa se escurrió por el rostro, y el recuerdo brilló en sus ojos—. Te mantienes joven, tal y como te recordaba. Yo, en cambio estoy hecho un viejo.

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23/03/2012, 14:49
Galatea

Galatea parpadeó involuntariamente, la inesperada pregunta le había provocado una sensación extraña. La hacía feliz el comprobar que por lo visto era el vivo retrato de su madre pero a la vez la entristecía tener que recordarle al anciano que Aurana ya no estaba allí.

El comentario sobre el aspecto joven de una y "estoy hecho un viejo" de otro la hizo esbozar una tenue sonrisa por un momento.

Me temo que nonegó suavemente con la cabeza—. Soy Galatea, maestro.

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23/03/2012, 15:24
Archidruida Ornthalas

¿Hmmm? —el Archidruida parpadeó y te miró como si viera por primera vez—. ¿Galatea? Perdona a este anciano. No te he visto venir.

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23/03/2012, 15:33
Galatea

He venido volando.

Galatea respondió aquello en un tono que indicaba que no era necesario disculparse. Luego explicó el motivo de que hubiese venido vía aérea:

Encontré un grupo de humanos tomando madera a unos kilómetros al sur, por lo visto necesitan reconstruir un pueblo destruido—tras tomarse unos segundos para mentalizarse que a partir de aquél momento le iba a tocar hablar mucho seguramente, añadió—. Hablé con ellos y dijeron que los Siete Burgeses les habían dado permiso para hacerlo pero he venido para asegurarme de si le pusieron al corriente de ello.

Suspiró.

Tal y como están las cosas en el valle me preocupa que esto pudiera desembocar en más malentendidos.

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23/03/2012, 15:48
Archidruida Ornthalas

El Archidruida parecía muy lejos de allí.

Y aquellos cuyo orgullo nacía de la ignorancia atacaron a aquellos cuyo orgullo nacía de su sabiduría —rumió—. Si apreciaran lo que roban, si supieran lo que están destruyendo al menos me sentiría consolado.

Inspiró profundamente.

¿Tú qué opinas, Aurana?

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23/03/2012, 16:09
Galatea

Galatea empezaba a dudar de si lo de que hubiera vuelto a llamarla por el nombre de su madre era casualidad porque desde luego no se imaginaba ni en sueños a Ornthalas haciendo bromas.

Yo opino que mientras tomen solo la que necesiten sin dañar más de lo inevitable el bosque no debería suponer un problema. Después de todo sólo buscan recuperar sus hogares—dijo añadiendo el "yo" para no tener que volver a corregir—. Pero también pienso que los Siete Burgueses deberían al menos poner estas cosas en conocimiento del Círculo antes, el bosque no pertenece a nadie pero tiene guardianes. Si cualquiera de nosotros se topase con esto sin estar sobre aviso podría provocar malentendidos y tiranteces.

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23/03/2012, 16:39
Archidruida Ornthalas

El Archidruida te miró con severidad, como si hubieras interrumpido algo muy importante.

Los leones cuando consiguen convertirse en los machos dominantes de la manada, inmediatamente acaban con la vida de todos los cachorros del anterior macho dominante que haya en el clan, para poder dejar él su propia descendencia. ¿Lo sabías? 

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23/03/2012, 16:45
Galatea

Galatea se quedó un momento en silencio, al siguiente segundo se dio cuenta de que Áscalon, sentado a su lado como un fantasma silencioso, le dirigía una mirada que se le antojaba desconcertada. No lo culpaba.

Sí... maestro—respondió finalmente, aunque sonó casi a disculpa.

No era mentira porque, saber, sabía aquello sobre los leones, pero el tema es que no tenía muy claro por qué se lo había dicho.

Empezaba a pensar que, en efecto, algo se le había escapado pero a fin de cuentas lo raro era que no se le hubiese escapado hablando con el elfo más anciano y más sabio que su memoria alcanzaba a recordar. Ornthalas parecía a veces ver u oír cosas que nadie más percibiese. ¡Y luego se suponía que eran los lytharis quienes caminaban entre dos mundos!

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23/03/2012, 17:01
Archidruida Ornthalas

Ornthalas cerró los ojos, como si hubiera acabado de hablar y hubiera decidido que el mejor modo de acabar la conversación fuera echarse una cabezada al estilo humano. En cambio volvió a abrir sus ojos, que más que observar perforaban.

¿Y qué lección nos enseña la Madre Naturaleza, Galatea?

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23/03/2012, 17:05
Galatea

A Galatea casi se le corta la respiración, un solo detalle de la última frase acababa de hacerla ver todo lo que había ocurrido desde su llegada desde otra perspectiva y tenía la sensación de que cuanto menos vueltas le diese, mejor iba a ser.

"Por la diosa... esto es demasiado".

Al final no iba a resultar tan desatinada la corazonada que había tenido en un principio y todo. Qué idiota la hacía sentir eso.

La... naturaleza nos enseña muchas cosas—respondió tratando de ordenar sus pensamientos. Ahora para colmo no tenía muy claro sobre qué le le preguntaban. Lo que sí tenía claro es que había llegado su (verdadero) turno—. Supongo que: En ella todo sucede por alguna razón, los accidentes no existen.

Se había apoyado inconscientemente en la metáfora de los leones; cualquiera encontraría abominable a un león adulto matando indefensas crías pero en realidad aquello no era un error, ni si quiera era maldad, los animales no tenían maldad. El motivo era simple y llanamente el que había dicho Ornthalas.

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23/03/2012, 18:11
Archidruida Ornthalas

Unas palabras que encierran más sabiduría de la que sospechas —replicó Ornthalas, antes de cerrar los ojos y respirar pausadamente—. Unas palabras que he pronunciado yo mismo en alguna ocasión. Ah, palabras, palabras... ese disfraz extraño y mentiroso del pensamiento. ¿Cómo pueden interpretarse sin conocer a la persona que las pronuncia como si fueras tu mismo? ¿Cómo pronunciarlas sin someterlas al dictamen de tu razón y la luz de la conciencia propia? ¿Serían las mismas palabras, acaso?

El anciano suspiró y abrió los ojos.

—Entonces, ¿qué hemos de hacer, Galatea?

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23/03/2012, 18:46
Galatea

¿Y a ella se lo preguntaba? Bueno, en realidad lo había interpretado como una forma encubierta de preguntar una opinión. Porque lo de que el Archidruida del Círculo le preguntase a ella "¿qué hacemos?" como quien no sabe nada no lo concebía ni de broma.

Como dije, pienso que mientras tomen sólo la madera que necesiten sin dañar más de lo inevitable el bosque no debería suponer un problema, sólo quieren reconstruir sus hogares—contestó—. Aunque los Siete Burgueses deberían tener en cuenta al Círculo y avisarlo en este tipo de cosas para evitar tiranteces.

Soltó aire y sólo en ese momento cayó en la cuenta de que lo había estado conteniendo todo el rato.

Pero esa es sólo mi opinión. No puedo hablar por todos así que pensé que querría reunir al concilio.

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23/03/2012, 19:08
Archidruida Ornthalas

La nieve cae en un rama y nada sucede. Sigue nevando y la rama se dobla. De improviso, cae un último copo y la rama se parte. No hay proporción entre el peso del último copo de nieve y el efecto produce —Ornthalas respiró profundamente—. Causa y efecto. Las cosas suceden por una razón, pero la razón no es siempre la más evidente, ni la más inmediata. Una mariposa aletea en Cormanthor y produce un huracán en la Costa de la Espada. ¿Cuál es la razón? ¿Y la razón de la razón? ¿Y la razón de la razón de la razón? 

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23/03/2012, 20:17
Galatea

Galatea se concedió unos segundos antes de responder, de hecho era verdad que faltaba parte de la historia.

En su fuero interno agradeció que Aleera no estuviese allí para chincharla diciendo que el pasar tanto tiempo teniendo que estar explicándoles las cosas fáciles a los humanos para que las entendiesen le habían hecho casi olvidar lo que era hablar con alguien que no necesitaba que se lo dieran todo mascado y que iba a lo profundo de un asunto, no a la superficie.

¡Por los dioses qué arrogante era a veces su hermana!

Unos bandidos atacaron y arrasaron ese pueblo pero alguien halló un carro con cadáveres de elfos, habían algunos por entre los escombros para hacer que pareciera un ataque gratuito de los nuestros—dijo—. Más tarde encontré a una partida de elfos salvajes que afirmaban que los Jinetes Grises habían atacado y masacrado su clan sin provocación.

Sacudió la cabeza, de nuevo aquello. La ponía enferma.

Ambas cosas eran mentira; hace poco descubrimos un culto de sharinos, los verdaderos culpables, es como si trataran de romper El Pacto—añadió—. Imagino que hasta que no se les pare los pies, no dejaran de pasar estas cosas y no dejarán de darle motivos tanto a elfos como a humanos para enemistarse... hasta que el vaso se colme.

Bien, había una razón de por qué los humanos necesitasen madera: porque su pueblo estaba destruido. Había una razón de por qué estaba destruido: Los sharinos parecían querer romper El Pacto a base de "hacer caer copos de nieve en la misma rama". Pero faltaba la razón de la razón de la razón...

¿Por qué querían romper el Pacto?

Ojalá tuviera todas las respuestas... —suspiró captando en ese momento que Áscalon le hociqueaba ociosamente una bota, lo miró un instante—. Todavía tengo que encontrar unas cuantas.

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24/03/2012, 09:43
Archidruida Ornthalas

Pues creo que deberías encontrarlas antes de plantear preguntas al Concilio —señaló el Archidruida—, más que nada porque hacer las preguntas equivocadas que pueden perjudicar más que ayudar. Observa de nuevo todo lo que me has dicho, hija.

El Archidruida suspiró. 

En todas aparece la misma pregunta de fondo. ¿Por qué este bando querría romper el Pacto de los Valles de forma tan estúpida? La situación que me cuentas, aunque sutil, no es muy distinta. Quizá no haya que buscar culpables entre los buenos habitantes del Valle de la Rastra que históricamente han respetado y honrado nuestras tradiciones. ¿Te has entrevistado con los Siete Burgueses? No, claro que no. La labor de un druida es conocer siempre las dos caras de la moneda, hija. Sólo los necios y los niños están completamente seguros de poseer la verdad sin comprobarla antes. Piensa que quizá sea de nuevo la oscura mano de Shar la que está detrás de todo este desaguisado. Quizá esta vez hayas sido tú la que haya sido envuelta en su maraña de engaños, desconfianzas, dudas y sospechas —el Archidruida esbozó una sonrisa paternal—. Ven, siéntate un rato conmigo. ¿Darías un poco de compañía a este viejo?

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24/03/2012, 13:09
Galatea

Galatea se sintió de alguna forma aliviada por dentro aunque a decir verdad no supo por qué, quizá porque por una vez no era ella quien tenía que dar las respuestas a todo el mundo si no que era otro quien aclaraba sus inquietudes. Porque ella también tenía inquietudes.

A aquellas alturas le importaba un ardite que los Siete Burgueses hubieran pedido o no consejo, ya eso no podía cambiarse, sólo le preocupaba que pudiera ocurrirles algo a aquellos humanos, sólo quería que el Círculo no se tomase aquello como una afrenta... ¡por los dioses, le preocupaban unos N'tel quess! menos mal que Aleera no andaba cerca.

Tengo la impresión de que esa maraña de engaños me persigue desde hace tiempo... —se escuchó suspirar a si misma. La imagen de aquel fantasma consumido por la sed de venganza derivada de una traición en la que Kalonos se había convertido le ponía la piel de gallina cada vez que se le venía a la cabeza. No obstante, sonrió cuando Ornthalas la invitó a hacerle compañía—. Claro, maestro.

Cuando se sentó junto al anciano, Áscalon empezó a mover la cola y la siguió, tumbándose como una peluda alfombra entre los dos . Era como si el lobo reflejase una parte del estado de ánimo de la elfa que siempre andaba oculto y amortiguado bajo aquella capa de serenidad.

Tal vez sí, tal vez alguien haya informado de lo que no es en nombre de otro, o haya evitado que se hiciera para provocar un malentendido. En ese momento no lo pensé—confesó acariciando la cabeza del lobo—. Es sólo que me... inquieta lo que pueda pasarle a esa pobre gente. Ya tuve que calmar los ánimos de Aleera cuando los encontré.

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08/04/2012, 19:18
Archidruida Ornthalas

El Archidruida había cerrado los ojos, y por un momento parecía que había decidido imitar a una planta y no decir nada más.

¿Pobre gente? —contestó en cambio, tras el largo silencio—. El ciervo compadeciéndose de la manada de lobos. ¿No es irónico, Aurana?

Ornthalas lanzó una risa entre dientes, apenas un silbido.

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09/04/2012, 20:01
Galatea

Galatea sonrió ligeramente ante la sensación de ironía pero esta vez no dijo nada; por una vez desde hacía ya bastante se sentía más tranquila al no ser la única en quien todo el mundo buscaba respuestas, que también había otros a los que ella podía pedir consejo. Que la gente acuda a ti crea una dependencia que exige responsabilidad y en ocasiones esta era tan grande que temía no ser digna de ella o no estar a la altura.

Levantó la vista y miró la frondosa manta de copas que se extendía sobre el claro.

Casi parecía literalmente que Aurana estuviese allí mismo por cómo hablaba Ornthalas... aunque bueno, tampoco habría puesto la mano en el fuego para afirmar lo contrario.  Se suponía que los lytharis "caminaban entre dos mundos" porque estaban muy unidos al espiritual y sin embargo qué más quisiera ella que poder hablar con algunos espíritus... ¡eso sí que era irónico!.

Al final... —murmuró como si hablase con las copas de los árboles— ...no son más que otras víctimas más de los sharinos.

Aquello había sido una especie de pensamiento en voz alta pero lo que evocaba la había entristecido más de lo que estaba dispuesta a admitir. Maldita fuera Shar y su culto.

Suspiró y bajó otra vez la mirada al notar que Áscalon le lamía la palma de una mano tratando de hacerla volver al presente. Lo acarició mientras guardaba otra vez silencio; no sentía que fuese su turno de hablar.