Partida Rol por web

El Camino del Héroe

3. Campamento.

Cargando editor
29/08/2011, 08:46
Ossian

Implicaría jugar con las palabras —replicó Ossian—, y con las esperanzas de la gente.

Cargando editor
29/08/2011, 08:47
Aidé

Aidé lanzó un grito ahogado de pura exasperación.

¡No le debemos nada a esa gente! ¡NADA!

El lagarto que tenía encaramado se aplastó contra su hombro, como si quisiera desaparecer de la vista.

Cargando editor
29/08/2011, 09:14
Ossian

¿No podrías limitarte a decir lo que queremos saber?

Cargando editor
29/08/2011, 09:15
Aidé

Aidé se cruzó de brazos, pero acabó claudicando.

He estudiado la magia de los efreets que gobernaron Calimsham hace siglos. La mayor parte de mi repertorio son conjuros de fuego, pero serán inútiles contra el dragón. También puedo volar como volaban los efreets y manejar con soltura algunos conjuros de engaño e ilusión.

Cargando editor
29/08/2011, 10:36
Khaila

Tras avivar el fuego, Khaila se había sentado nuevamente en el mismo sitio. Contemplaba el baile silencioso de las llamas. Su expresión era lejana, la de una persona que parecía completamente ausente a todo aquello que había a su alrededor. Si alguien se paraba tan sólo un instante en observarla, vería unas finas líneas que se dibujaban en su rostro mientras ella apretaba con fuerza la mandíbula. Estaban marcadas por algún tipo de sufrimiento que la guerrera mantenía en silencio. 

Levantó la mirada al escuchar nuevamente la voz de Galatea. Aquella expresión poco a poco fue desapareciendo para dar paso al gesto taciturno que era más habitual en ella. 

Observó que el bardo había vuelto, parecía de mejor humor y eso en el fondo la alegró. No había querido ofenderle, tan sólo deseaba que la dejara en paz y no metiera su orgulloso dedo en las diversas llagas que todavía tenía abiertas.

Escuchó las palabras de Aidé y las réplicas de Ossian. Ellos habían hecho aquel extraño juramento y de alguna manera sí que estaban obligados a intentar hacer algo contra aquel dragón. Pero ella... Ella lo haría por sus amigos. No le gustaba la forma en que les habían tratado y aunque no les deseaba mal alguno, tampoco se veía con la obligación de ir a la muerte por aquella gente. Pero si así lo han decidido, sí que lo haré por ellos... Se dijo mientras sus ojos oscuros se cruzaban por unos instantes con los de Galatea y los de Rengar. 

Una mueca se dibujó en los labios de la guerrera. No sabía mucho de dragones, nunca había combatido contra ellos. Pero era sapiencia popular de que el fuego no les afectaba lo más mínimo, tal y como decía Aidé.

- Sigo creyendo que es una locura... Aunque ya sabéis en qué puedo ayudaros - . Ella no entendía nada de magia. Todavía se sorprendía cuando veía como los dedos de Galatea eran capaces de generar llamas. Así que miró a la hechicera enarcando una ceja. - ¿Conjuros de engaño? - Espero que no nos tenga engañados a nosotros... Se dijo, aunque rápidamente volvió a lo que estaba pensando. - ¿Serías capaz de engañar al dragón para poder sorprenderle por detrás? - Era una idea absurda, pero a Khaila no se le ocurrió nada mejor.

Cargando editor
29/08/2011, 13:33
Rengar

El semiorco empezaba a irritarse con las faltas de respeto de la maga. Se cruzó de brazos y la miró con dureza.

-Si sigues hablando de la Madre Segadora así voy a enfadarme. Si no fuese por ella, te habrían matado antes de salir de Velaburgo. Y probablemente a mí también, intentando salvarte. ¿No vas a respetar nada de eso?

Cuando Aidé comenzó a colaborar en lugar de quejarse, su expresión se serenó.

-Necesitamos algo que nos proteja del fuego. Porque los dragones rojos echan fuego, ¿no?

En otra circunstancia quizá hubiese pensado en dialogar con el dragón. Al fin y al cabo, eran seres inteligentes. Más inteligentes que él, lo cual en cierto modo le preocupaba. Pero siendo un dragón cromático, poco se podía hacer. Esas sierpes eran traicioneras, engañosas y malignas. Muy malignas.

Cargando editor
29/08/2011, 13:55
Galatea

Como se esperaba que nada más terminar de hablar empezase la tormenta de comentarios, Galatea se limitó a acodar un brazo en la rodilla y dejar descansar la mandíbula en esa mano mientras miraba a Aidé y a Ossian intercambiar opiniones.

"Me pasaría horas oyéndoles..." pensó con resignación.

Una vez todo el mundo hubo hablado se limitó a tamborilear con los dedos sobre su propia mejilla.

Y después de esto, la preocupación es el dragón—suspiró en algo que parecía una especie de pregunta afirmada—. Si tenemos más problemas entre nosotros que con él...

Hizo un esfuerzo por armarse de paciencia antes de tratar de dedicarse a la tarea de limar todo aquello. Primero miró a Aidé y fue a decir algo pero pensó que ya que al menos habían empezado a hablar de lo que interesaba tenía que aprovechar para centrarse. Ya se lo diría después...

¿Y contra ti el fuego cómo es de efectivo?—preguntó sin malicia. Luego esbozó una sonrisilla muy tenue casi con disculpa—. Lo siento, igual es una pregunta absurda pero es que nunca había visto a nadie antes capaz de hacer lo que haces tú.

Entonces pensó en el hecho de que la hechicera viera aquello como una obligación era lo que hacía que le resultase contraproducente... ¿pero cómo podía planteárselo de una forma más atractiva? es decir, como un reto, por ejemplo.

De todos modos no creo que sea tan inútil. Puede que no te sirva de arma, pero puede servirte de escudo. Después de los los problemas que te ha causado su presencia, sería bastante irónico que termines dándole a conocer aquello de que "el fuego se combate con fuego" hizo una pausa para rescatar mentalmente un dato—. Y dicho sea de paso, que sepas volar elimina una de las mayores desventajas que tenemos.

Khaila y Rengar se pronunciaron también pero decidió responder primero al semiorco porque había mencionado otro de los detalles que creía que podían subsanar de modo que giró la cabeza en su dirección.

Sí, escupen llamas pero yo puedo hacer a alguien resistente al fuego. O bueno, al elemento que me de la gana... —dijo. Luego se dirigió a Khaila—. No creo que sea recomendable atacar por la espalda a un dragón, tienen pinta de poder usar la cola como arma. No es que lo haya visto, pero mejor no descartarlo...

Cargando editor
29/08/2011, 15:27
Aidé

Aidé iba a contestar a Khaila, pero no pudo evitar mofarse de Rengar.

Hasta donde yo sé, viejo es lo contrario que joven. No seas mojigato —le dijo al paladín—. Y sí, podría tratar de engañarle con una ilusión. Pero hasta que no estemos allí no sabremos si servirá de algo o no.

Después se dedicó a mirarse las uñas con gesto ocioso mientras escuchaba a Galatea.

Sí, mi herencia semielemental me protege naturalmente del calor y de las llamas de menor intensidad. Pero como comprenderás el fuego de dragón es harina de otro costal.

Aidé tiene resistencia al fuego 5. No llevo al genasí de fuego exactamente como el del manual de Reinos, está un poco toqueteado.

Cargando editor
29/08/2011, 15:43
Hijwyz

Deíta, me dan miedo los dragones —dijo el lagarto de su hombro con voz chillona.

Cargando editor
29/08/2011, 15:43
Ossian

Ossian a punto estuvo de caerse al suelo de la sorpresa y... de la risa.

¿Deíta? ¿Te llama Deíta? —repitió Ossian, con regocijo malévolo.

Aidé lo aniquiló con la mirada.

Cargando editor
30/08/2011, 20:12
Galatea

Galatea tenía que reconocer que la naturaleza de Aidé resultaba intrigante. ¿Semielemental? puede que eso fuera lo que a la gente le inspiraba miedo, pero a ella sin embargo lo que le inspiraba era curiosidad.

Ya, eso lo supongo—respondió al comentario sobre la defensa natural de la hechicera contra las llamas—. En realidad me refería más bien a una cosa similar a lo que se hace cuando contraconjuras algo. Técnicamente el aliento no es un conjuro pero si el dragón no es muy grande... a las malas podría ser posible equipararlo con una bola de fuego por ejemplo. Aunque mejor no tener que probar algo tan teórico. Y si el dragón es grande, ya ni intentarlo.

Aunque nunca estaba mal la defensa elemental de la que había hablado antes. Por un momento se preguntó si podrían conseguir ese conjuro "embotellado" en el templo de Khauntea. Ella no se veía capaz de preparar uno para cada uno sin acabar agotándose tanto que no le quedaría fuerza mental para otras cosas.

En ese momento el lagarto habló, y la elfa parpadeó girando la cabeza hacia él. Primero sólo se lo quedó mirando, luego inclinó un poco la cabeza hacia adelante para observarlo mejor mientras hacía como que no había oído el comentario divertido del bardo.

Vaya, hola—sonrió ligeramente, le había hecho gracia el inciso—. ¿Es tu familiar?

La última pregunta iba para Aidé por razones obvias pese a que estuviese mirando al animal. Y pese a que a la propia druida le resultase algo retórica pero a fin de cuentas igual alguno de sus compañeros no se esperaba aquello.

Como Ossian mismamente. Que había estado a punto de caerse de espaldas.

Cargando editor
30/08/2011, 22:11
Hijwyz

El lagarto miró a Galatea con una paciencia de reptil que sólo las piedras podían equiparar.

Deíta —insistió, ajeno al tono jocoso del bardo—, ¿por qué habla de mi como si yo no estuviera delante?

Parpadeó.

Pues claro que soy su familiar.

Cargando editor
30/08/2011, 22:14
Ossian

Familia ¿eh? Eso te convierte en una lagarta —Ossian ensanchó su sonrisa—, Deíta.

Cargando editor
30/08/2011, 22:15
Aidé

No me provoques.

Cargando editor
30/08/2011, 22:17
Galatea

Porque no sé cómo te llamas—respondió la elfa al lagarto volviendo la sonrisa de lado—. Además, era una astuta estratagema para llamar la atención de tu compañera y evitar que achicharre a nuestro bardo. Que con una hoguera en el campamento, nos llega.

¿Galatea haciendo una broma? alguien debía de haber cambiado los odres de agua del grupo por odres de cerveza enana mezclada con vino del peleón y nadie se había dado cuenta.

O eso, o es que simplemente le gustaban los animales, claro.

Cargando editor
30/08/2011, 22:28
Hijwyz

Aidé resopló, pero el lagarto se dedicó a evaluar a Galatea.

Me llamo Hijwyz —dijo al fin, y aunque abrió la boca para decir algo más parecía indeciso. La criatura ladeó la cabeza para estudiar a la elfa con un solo ojo—. ¿Tienes... tienes pistachos?

Aidé abrió mucho los ojos, alzando las cejas en un gesto entre sorprendido y ofendido.

Cargando editor
30/08/2011, 23:04
Galatea

Galatea soltó una carcajada que lejos de sonar escandalosa, estaba ribeteada con la clásica musicalidad de los elfos. Era irónico que después de tanta tensión acumulada en el día por unas cosas y otras hubiera sido "un simple lagarto" (o la expresión de Aidé) quien hubiera logrado hacerla reír. Aunque fuese ese poco.

Aunque quizá lo inaudito era el hecho de que se hubiera reído.

Me temo que no, lo siento—dijo—. Aquí lo más común son las avellanas, o las nueces.

Cargando editor
30/08/2011, 23:12
Áscalon

Áscalon olfateó el aire con curiosidad, había levantado la cabeza del suelo y miraba a Aidé y a Hijwyz con las orejas alzadas en ademán interrogante que debía ser una especie de "¿Qué pasa? ¿Me he perdido algo?".

Cargando editor
30/08/2011, 23:16
Aidé

Hijwyz perdió completamente el interés por Galatea en una fracción de segundo.

Ya te he dicho que los pistachos son más típicos de Calisham —le dijo la hechicera a su familiar—. Sé que están un poco rancios, pero esta bolsita es lo último que nos queda.

Hijwyz estaba desolado.

Cargando editor
01/09/2011, 20:36
Galatea

Galatea se quedó un momento mirando al lagarto tras escuchar a Aidé, como si estuviera pensando algo. Finalmente torció el gesto para sí misma en una expresión algo enigmática y volvió la vista a los demás.

En otro orden de cosas... —dijo retornando el tono sereno de antes—. Conozco a alguien en el templo de Khauntea, mañana debería ir a ver si tienen alguna poción que nos pueda ayudar. Así que si se os ocurre algo en concreto... —dejó la pregunta en el aire y giró la cabeza repentinamente mirandoa Rengar, como si se hubiera acordado de algo—. Por cierto, no sé exactamente cómo es pero tengo entendido que los paladines podéis... ¿"castigar" el mal?

Sabía que los dragones también eran listos, muy listos, tanto que el lenguaje de la magia precisamente era el suyo. Rezaba al Seldarine que fuera que la estuviese oyendo que éste no fuera muy ducho en el Arte... y aun si fuera un dragón joven, no era algo a lo que subestimar. Ojalá le hubiera dado tiempo de aprender algún conjuro de hielo... pero la primera esfera elemental que aprendía un druida era irónicamente el fuego.

Normalmente preferiría hablar con cualquier criatura que pueda responderme, pero en el caso de un Cromático me temo que es gastar saliva... —suspiró—. Si no hay más remedio que pelearnos con él, me temo que la única forma de sacar ventaja es siendo más listos...

"Eso sin contar que no tengo ni idea de si nos encontraremos con una cueva, un llano, o a saber qué estará haciendo ese bicho allá arriba...".