Partida Rol por web

El gran árbol que ocultaba la entrada al campamento Uzzer se había quedado atrás, ahora os encontrábais en un pequeño claro a la salida del campamento. Tun se había detenido en él.

No era la primera vez que visitábais el bosque, habíais estado en él de camino al campamento, incluso en vuestra antigua vida de campesinos lo habríais visitado. El olor de las hojas de los verdes árboles os resultaba familiar, os hacía sentiros en casa.

Rodeados por decenas de árboles os encontrabais en el centro del claro, Tun parecía pensativo...

Miro a Tun
Donde estar enemigos? yo quiero matar

- Tengo una sensacion extraña, siento que algo o alguien nos observa...empuñando la espada espero a pie firme, cualquier posible ataque...

espro pacientemente cerrando los ojos concentrando el poder de la magia dejando que fluya alrededor mia ,los elfos cogen la energia de la vida de los bosques

Espada en mano avanzo enérgicamente, mi mayor deseo en este momento es tener una buena pelea y demostrar mi valía, y bien? cuándo empezamos? demonios, los hombres son tan lentos... levanto ligeramente una ceja aunque me mantengo alerta ante cualquier sonido

El elfo respira profundamente - Por fin en mi verdadero territorio - Lentamente saca su arco y una flecha de su caraj, tensandolo - No os preocupeis, el primer enemigo que aparezca sera atravezado con una de mis flechas - Poniendose al tanto de la situacion a sus alrededores, buscando cualquien movimiento extraño.

En la zona este del claro, varios arbustos comienzan a moverse y se pueden escuchar unos extraños ruidos que provienen de ellos.

De repente, tres pequeños oseznos se acercan corriendo a vosotros, uno de ellos se acerca tanto a Ariadne Dracos, que estaba con los ojos cerrados, que le da un zarpazo en la pierna derecha. La elfa flaquea por un momento, pero se mantiene en pié.

Los tres oseznos tienen algo raro en la mirada, como si estuvieran hechizados, sus ojos tenían un color rojizo suave que os incomodaba bastante.

En la zona este del claro, varios arbustos comienzan a moverse y se pueden escuchar unos extraños ruidos que provienen de ellos.

De repente, tres pequeños oseznos se acercan corriendo a vosotros, uno de ellos se acerca tanto a Ariadne Dracos, que estaba con los ojos cerrados, que le da un zarpazo en la pierna derecha. La elfa flaquea por un momento, pero se mantiene en pié.

Los tres oseznos tienen algo raro en la mirada, como si estuvieran hechizados, sus ojos tenían un color rojizo suave que os incomodaba bastante.

Maldita criatura asquerosa como te atreves a atacarme a traicionme alejo a un distancia para evitar el combate cuerpo a cuerpo y lanzo el echizo canalizando la magia por el baston

El elfo ve como salen los Oseznos de los arbustos - No se que les pasa, pero no dejare que me ataquen - Con estas palabras Hahasiah apunta al Osezno mas lejano a el, saca otra flecha de su caraj y vuelve a tensar su arco por si es necesario otro ataque

Mmmmm oseznos a la brasa, seran un buen almuerza
El semiorco coje un pergamino y lanza un fuerte viento contra el osezno que ataco a Ariadne
Ten cuidado

observo los oseznos con esa horribe expresión en sus caras y no vacilo en asestarle un fuerte golpe con mi espada de madera al más próximo a mi, lanzo un grito de guerra ahhhhhhggg!!! y lo golpeo fuertemente en la cabeza dejándolo atontado si! digo con una expresión de triunfo en la cara

- Veo como los oseznos salen de la maleza y se abalanzan sobre nosotros sin ningun motivo, me quedo asombrado durante un momento pero enseguida me repongo y cuando uno de ellos se encara hacia mi, le golpeo con la espada en el cuello, de arriba abajo, imprimiendo toda la fuerza de mi peso en el golpe. Dejando durante un momento expuesta mi espalda a sus garras....

El enano se sobresalta al ver los ojos de los animales. Eran incomodantes, y eso no era normal.
¿Pero qué les pasa a estos bichos?
rápidamente y sin dudarlo, aún lejos de ellos, saca el arco y apuntando lo mejor que puede dispara a uno de los animales, aunque desgraciadamente, y como era de esperar, la flecha se pierde en la espesura.
Es el día, recordad.
Mientras prepara otra flecha comenta-Esto no es normal. Mirad sus ojos...