Partida Rol por web

El grupo avanza rápidamente por el bosque Fendoriel conoce perfectamente este lugar y los guía con celeridad hasta la magnífica ciudad de Qualinost.
Encuentran elfos vigías en el camino pero el salvoconducto que les ofrece el portavoz de los soles, Fendoriel, es más que suficiente para que los dejen pasar.
Llegando a la ciudad ven un barranco que se estrecha al frente y sus bordes se convierten en paredes verticales que desaparecen en la oscuridad de abajo.
Un elegante puente colgante lo atraviesa, delicadas cadenas de plata atadas a recios álamos, este parece ser el único medio para cruzar el lugar.

Cita:

A pesar de los últimos problemas recientes,una sonrisa se dibuja en mi rostro al acercarme a lo que debería ser mi reino.AUnque mis pensamientos,no dejan de atormentarme,todos los dias,debido a que mi destino no es otro que estar lejos de mi reino.

No puedo evitar sollozar,podéis ver que una lágrima cae de mi rostro.

No sé como van a reaccionar...

Camino,encabezando al grupo,al lado de los vigías,a la espera de que nos lleven junto a la sacerdotisa.

El viaje era rápido a pesar de que no tenían monturas. Dominic no comia y estaba despierto practicamente toda la noche haciendo guardia, ya que simplemente descansaba un rato, apenas una hora, y estaba listo.

Afortunadamente el elfo conocia bien el camino a Qualinost, ya que según comentó había nacido allí. Eso les ahorraría tiempo y seguramente podría intermediar para que pudieran entrar. Dominic dudaba de que
cualquiera pudiese adentrarse así como así en los bosques elficos.

La magnífica ciudad de Qualinost es difícil de describir con sus puentes en arco que cruzan la ciudad de lado a lado, las hermosas contrucciones, muchas de ellas formando parte de increíbles jardines y más allá la majestuosa torre del sol.
Allí se dirigen los aventureros guiados por Fendoriel, si hay alguien a quien pueden consultar es la sacerdotisa elfa más importante de todas, muchos incluso la consideran una diosa.
La gran Sacerdotisa elfa estaba parada en su corredor completamente vidriado, el lugar era enorme y lo flanqueaban enormes columnas, una construcción que permitirá a gigantes permanecer de pie en esa estancia.
El lugar terminaba en unas escalera que llevaban a un trono.
Si embargo cualquier majestuosidad del lugar era opacada por la sola presencia de Ciria.

Aiya (Hola).
Viene una gran guerra aventureros, una que nunca ha visto el mundo.

Ciria se acercó a Fendoriel, no había por que temerle era calmada y hermosa, transmitía eso en cada lugar de su cuerpo... Paz.
Le tocó con su mano derecha en la mejilla.

Bienvenido Portavoz de los Soles.

- Venimos para advertir, el ejército Orco viene tras nosotros, a no mucha distancia, y es una marea inacabable. Los dioses nos han dicho que Qualinost caerá, y que debemos plantar batalla en Ginea, nos gustaría que los elfos se retirasen hasta allí y dar la batalla entre todos, la última gran batalla. Supongo que no creerán razonable la retirada, pero consideramos nuestro deber emitir la advertencia. Nosotros seguiremos camino hasta Ginea, allí donde hay una pequeña oportunidad de victoria. 

Los se... Se que no podemos ganar pero debemos plantar al menos una resistencia.
El ejército orco por más poderoso que sea no podrá con las defenzas naturales de la ciudad, sin embargo muchos de ellos podrán atravezarlas.
Unglar es inteligente y sabrá como esquivarlas, pero nunca podrá invadir completamente la ciudad.

Ciria deja de mirarlos y centra su vista en la ventana que da a la hermosa ciudad.

Si la ciudad está perdida al menos los elfos trataremos de mermar un poco al ejército.
Su llagada es de buen augurio solo parte del ejército elfo luchará aquí, los demás serán mandados a Ginea, que como tu dices será el lugar donde las fuerzas del bien plantaremos batalla.

 Será lo mejor,si no hay manera de evitar la guerra.Si es esa la voluntad de los dioses que así sea.Yo mismo defenderé Qualinost,hasta la muerte.

Pronuncio contundentemente.

Hemos de prepararnos,pues ya vienen...

No has escuchado lo que acabo de decir?
No debes luchar aquí Fendoriel, llevate parte del ejército y plantate en Ginea junto con tu compañeros.
Allí, en la capital humana será donde se librará la más grande de las batallas que se haya visto.
Unglar busca arrasar con todo y este lugar no es amistoso para sus orcos, al no encontrar más resistencia que la que da el propio lugar seguirá viaje.
En lo que a mi respecta daré batalla hasta que lo considere necesario.

Las palabras de la sacerdotisa son suaves pero cada una de ellas es inapelable y no da lugar a discusiones, Ciria emana autoridad en cada una de sus órdenes que tal vez no enuncie que son tales pero todos se dan cuenta que las palabras de ella no se cuestionan.

Pues allí iremos.No podemos permitir que ninguna de las dos ciudades caiga.No podemos... 

El clérigo escucha la breve conversación sorprendido de los pocos miramientos que hace su compañero para dirigirse ante la que supone es la líder de todos los elfos, por primera vez se da cuenta que quizá aquel grupo esta formado por mas que meros busca fortunas.

- Con el permiso de usted, señora -interrumpe Akin desde su pequeña estatura- No creo que mi compañero sea un general, no creo que lo suyo sea liderar ejércitos ni organizar estrategias. Creo que su ejército debe ir a Ginea, pero bajo otro líder. Él, como creo que todos nosotros, somos mejores actuando en un pequeño grupo que en medio de un gran ejército.

Dominic no se molestó en decir nada. Aparte de saludar y ser amable se dedicaba a fijarse por los caminos que les habían llevado hasta allí por si acaso se "perdían".

La sacerdotisa se parecia demasiado a los dioses que habían estado viendo últimamente. Tenía su propía agenda, y la seguiría dijeran lo que dijeran.

Aunque le sorprendió que Akin se atreviese a llevarle la contraría, le sorprendió y le sacó una sonrisa.

Ryo que había permanecido callada se adelanto un par de pasos  hasta posicionarse al lado de sus compañeros, tras inclinarse y saludar a Ciria como era debido, dada su posición y quien era se levanto para hablar .

Señora, soy Ryo Fuenforte hoja imperecedera, sacerdotisa de Hécate. Os aseguro que el ejército que viene es como una ola gigantesca que amenaza arrasar con todo lo que se encuentre a su paso. Si bien es cierto que vuestro reino conmueve mi alma hasta lo más profundo, ya que la belleza y las maravillas que en el se hayan no están en ningún otro lugar. Vuestros hombres no podrán contener su avance aquí, y no os lo digo por que desconozca el poder, el valor y la fuerza de vuestra gente, que la conozco, si no por que he luchado contra ese ejercito, lo he visto, y se de lo que es capaz. Si os quedáis aquí a presentar batalla, pereceréis, y esa sería una perdida que el mundo lamentaría para siempre.- Ryo miro a los ojos a Ciria

Seréis más útil comandando vuestro ejército en Ginea, allí presentaremos batalla sin igual, y venceremos o moriremos en el intento. Cada hombre, cada elfo, cada enano o cada ser libre que este allí de nuestro lado puede ser decisivo para ganar esa batalla.-  La sacerdotisa miró a Ciria, y espero la replica, tenía la esperanza de que le hubiera hecho entender la locura que era quedarse aqui

Tras las palabras de Akin y de Ryo, la hermosa elfa frunce el ceño un instante ínfimo. Su rostro límpido parece aun más bello cuando la breve sombra la cubre como un beso de nieblas.
Sin embargo, en seguida vuelve a su expresión normal y cálida, y tras considerar las coincidentes palabras de los dos héroes responde.

Siento que son certeras sus apreciaciones. Y si han estado presentes y han podido ver con sus propios ojos el ejercito invasor, sin dudas son muy importantes sus consejos.

¿Será cierto?...Ryo, del templo de Hecate....Nos habian informado sobre la tragedia en el templo de la diosa. Akin...Que explorador puede ser más certero que el brazo de Shaguerrak....Pero...
Dejar al Espiritu del Bosque? Los orcos no...no podrían...ni siquiera Unglar...

Oh Espiritu del Bosque, ruego no equivocarme al tomar en cuenta estos recientes informes...

La sacerdotisa toma una decisión...
De acuerdo. Los elfos marcharemos a Ginea. Era ciertamente una de las opciones que habíamos previsto. Solo...solo nos faltaba muy poco para considerarla la más acertada.
Sin embargo, yo permaneceré sola en Qualinost. Junto a mi séquito personal, coordinaremos las defensas naturales de nuestra ciudad, y marcharemos luego rápidamente a reunirnos con el grueso del ejercito en Ginea.

Ciria, mira a Akin un instante...
Espero que tus palabras nos hayan llevado por buen camino....Que el Espiritu del Bosque no sufra por ello.

Portador de los Soles! Dice entonces dirigiéndose a Fendoriel.
Partirán con las tropas, y se instalarán como ultimo bastión defensivo tras los muros de Ginea. Espero encontraros allí en breve. Las almas de nuestra gente está en tus manos...Que no inicien su viaje antes de su momento...

Los elfos son precisos y ordenados, en pocas horas el ejército elfo está dispuesto para la marcha hacia Ginea.
El esplendor de la raza se ve claramente aquí, los caballos, las armaduras perfectamente pulidas y los guerreros excelentemente armados y adornados como si en vez de a la guerra fueran a una gala en homenaje a un dios.
Muchos grifos sobrevuelan el lugar, arriba de ellos guerreros elfos armados con arcos se pueden visualizar.
La salida de Qualinost es ordenada por los puentes colgantes de la ciudad, más precisamente por los dos que atraviesan el barranco.
Ordenadamente lo elfos se forman a las afueras de la majestuosa ciudad, en filas perfectas, frente a ellos ustedes los héroes se alinean.
Tal vez hace dos semanas no se podrían haber imaginado esto que sucedía, pero ahora estaban liderando a un ejército.
Fendoriel como Portavoz de los Soles dio unos pasos al frente con el hermoso corcel blanco que le habían dado como montura y dijo...

 Mucha responsabilidad y valor,nos han encomendado los dioses,quienes son despiadados cuando menos te lo esperas,pues no se cansan de ponernos a prueba.Y esa prueba no es más que la lucha por la supervivencia,la ley del más fuerte.

DIgo con firmeza,sigo:

Pero no solo eso,no vamos a luchar solo para sobrevivir.Vamos a luchar y combatir con todas nuestras fuerzas y más...

Observo a todos,y sigo:

Por la paz....por que no es solo Qualinost,ni Ginea,lo que quieren esos monstruos,quieren apoderarse de todo el mundo,y sumirlo en las tinieblas. 

Mi tono de voz empieza a aumentar:

¡QUé vamos hacer!¡Acaso queréis que eso ocurra! ¿Eh?...No amigos no,hoy no va ser el dia,Qualinost nuncá despertará en un mundo tenebroso.¡No!

¡Así que vamos a Guinéa,y demostremos a esos engendros del mal,cuál es el sitio que les pertenece!

Seguidamente,empiezo a cabalgar,dirección Guinea.

¡Muerte  !   o*  ¡Por la Paz!

Digo chillando,mientars cabalgo.

MUERTE!!!

Grita enardecido el ejército elfo.
Luego de nuevo el grito de Fendoriel.

Muerte!!!

A lo que automáticamente todo gritan...

MUERTE!!!

No había que hablar más, todos marcharon llenos de esperanza a Ginea.

El clérigo no puede sino sentirse triste ante aquel patético espectáculo, poco conocía el de las costumbres de aquel mundo y de la situación aparentemente extrema que se vivía en el, sin embargo para él los elfos siempre habían representado lo mas puro del mundo, seres amantes ante todo de la vida. Mal van las cosas cuando los elfos eligen la muerte sobre la paz...Murmura.