Partida Rol por web

Descansar? Pregunta Azrael en tono fuerte y mirándote fijamente.
Creo que no es un momento para descansar.
Que aquí no haces nada? Te parece nada estar en frente de la guerra?

Dominic se encaró a Azrael.

Estoy al frente de una guerra de la que no tengo ni idea, en un sitio que no conozco y con una gente en la que de momento no confio. Así que me perdonará si no estoy de muy buen humor.

Se suponia que tenía que encontrar a un adivino poderoso, pero los dos últimos que he visto no han podido ayudarme para nada. Simplemente me han traido hasta aquí.

Yo no peleo por cualquiera, ni suelo hacerlo gratis. Máxime cuando tengo mis propios problemas.

Notaba el poder de Azrael, y de sus compañeros, pero eso no le amedrentaba. A veces era un problema el no tenerle miedo a morir, eso te podía meter en dificultades como ya le había pasado más de una vez a lo largo de su vida.

El es la guerra manifestada.

Dijo Azrael a Dominic mientas señalaba al fantasma.

Si estás aquí has visto al adivino más poderoso sobre la Nueva Tierra, si te ha mandado aquí por algo debe ser.
Muchas veces las visiones de los adivinos son confusas, pero los caminos que marcan son claros.

Quedate tranquilo humano, nadie sabe realmente como seguirán las cosas.
A veces hay que estar calmado.
Nuestra pequeña reunión es improvisada pero sin dudas marcará nuestros caminos a seguir.

El paladín enfundó su espada conteniéndose a la lucha contra Ohrin.

Espero se aclaren las cosas, espero los recién llegados así lo hagan.

Akin miró a Ohrin con curiosidad, al darse de cuenta de como encajaba en todo aquel lio.

- Durante años he combatido determinado tipo de muertos vivientes, del tipo de los que atacaban granjas aisladas, o buscaban almas que comer. Los he llegado a conocer bastante bien, tanto que me sentía orgulloso de mi propia capacidad. Hasta hoy, hoy me he topado con dos seres absolutamente únicos, uno es Elara en quien he percibido un alma. Y ahora tú Ohrin, otra criatura absolutamente única entre todas las que he encontrado a lo largo de mi vida. Y sin embargo Ohrin, de algún modo he oído hablar de ti toda mi vida, sin haberte nombrado nunca. Hoy mi curiosidad parece incapaz de ser saciada, me gustaría tenerte combatiendo a mi lado Ohrin, me gustaría tener el tiempo suficiente para conocer a alguien cuyo nombre será recordado a lo largo de toda la historia de los tiempos.

Lamentablemente Ohrin no podrá acompañarte Akin.
El está muerto y su alma atada a la guerra y a Ares mismo, sólo donde hay guerra el fantasma aparecerá.

Sentenció Azrael en un tono muy seco sin importar los sentimientos de Ohrin si es que el muerto viviente los tenía.

Yo atado a la guerra?
Jajajaj aaaaaaaaaajajajaja...
Yo soy EL PASTOR DE LOS CAIDOS! Yo soy Ohrin!
Puedo hacer lo que quiera.

El fantasma levantaba sus brazos en señal de poder.

Ustedes no saben nada!

Estás muerto basura muerta viviente, si quieres puedo recordártelo las veces que quieras cortando tu vida nuevamente.
Poco me importa las veces que renazcas yo te volveré a mandar donde debes estar.

El santo tenía poca paciencia y un gran poder, parecía querer demostrarlo en todo momento.

Atena guiará mi mano para destruir a aquellos que atenten contra el bien.

El clérigo puso su brazo delante de Haldebarán, no lo miraba ni a él ni al fantasma.

Tener a la guerra de nuestro lado puede ser algo beneficioso no crees?
Lamentablemente quien puede "tocar" a los muertos está lejos de aquí y no es alguien fácil de acceder.
Quizás si te libráramos de tu maldición podrías ser un gran aliado para todos nosotros en esa guerra que parece venir.

- Creo que te equivocas Aldebarán, no es tan importante si él está muerto o vivo, no es tan importante si él es parte del bien o no. Lo importante es que él tiene un lugar en todas las guerras, en todas las batallas, y un evidente poder. Lo importante es si lucharemos contra el ejército orco y los muertos vivientes de Ohrin o si lucharemos contra los orcos, y los muertos vivientes de Orhin nos ayudarán en esa tarea, o al menos no la dificultarán. No todo el que no es de nuestro bando es automáticamente un enemigo, ni todo el que está en nuestro bando es un amigo. Pero sí puede ser un interesante aliado.

Fendoriel se mantenía al margen de la conversación, ya que todo lo que estaba aconteciendo en aquel momento se quedaba fuera de su entendimiento.

Lejos estás de mi camino Akin, aquellos que persiguen la senda del mal no caminarán a mi lado no importa que busquen un bien o lo que sea que busquen.
Pero no digo que tu sigas el camino del mal
Si, el fin no justifica los medios para mí.
De todas formas no me meteré en sus actos, por lo que dice Azrael tal vez sea de ayuda.

El paladín de Atenea era intransigente sus palabras eran parte de un dogma a seguir y no se torcería ni un poco de aquel camino del elevado.
Pero era un hombre inteligente y sabía cuando no debía combatir.

El fantasma si que estaba trastornado.
El se sentía poderoso, pero no se veía atado a nada.
Las palabras del clérigo retumbaban en su cabeza.

Yo atado a la guerra?
Pero si yo...
Cuando fue la última vez que no vi cadáveres a mi lado, cuando fue la última vez que la sangre no estaba cerca mío?
Estaba vivo la última vez que sucedió?

- Haldebarán, no dudes de mí, tengo sobre mí la bendición de Artemisa, y esta Aljaba está exclusivamente destinada a los seguidores de Apolo, por una contribución modesta en otra guerra, hace mucho tiempo y a mucha distancia de aquí, contra los orcos. No tengo ninguna duda de cuales son mis aliados y mis enemigos. Pero Aldara predijo una probable derrota de nuestro bando, y Turión me habló de Ohrin como un posible aliado. En él no percibo la habitual malignidad de los muertos vivientes, a quienes muchas veces he dado caza. Es diferente a otros, y no me importaría tenerlo en mi bando para que el alimento de sus muertos vivientes sean los cadáveres de los orcos y no de los nuestros.

¡Alimentar muertos vivientes con cadáveres! Ni siquiera un orco merece ese destino.
No. Niega tajante el paladín elevado agitando nerviosamente sus blancas alas.
Mi guerra es en contra de las tropas de Unglar y sus Jinetes Negros. Y cualquier muerto viviente que se ponga en mi camino recibirá su merecido castigo.

El guerrero de Atenea se vuelve hacia Azrael, quien lo observa en silencio.

No dedicaré mis esfuerzos a ayudar a limpiar de una maldición a un muerto viviente sin alma amigo mio. Y ésta es mi ultima palabra.

El fantasma permanece sombrío. La luz oscura que son sus ojos, parecen vibrar con una inteligencia propia.
Sus puños son una voluta de humo densa, como si el espíritu recordara parte de su vida y los estuviera apretando con fuerza.

Algo, un pensamiento, parece hacer dudar al espíritu.

Dominic escuchó las palabras del clerigo y se sorprendió un poco.

Cita:

Pues si ese es el adivino más poderoso sobre la Nueva Tierra tendré problemas. Porque ha sido incapaz de contarme nada. O no ha querido que también puede ser.

Pensativo se asomó al campo de batalla y se quedó mirando como los no-muertos se alimentaban de los cadaveres caidos. Ajeno a la conversación. Le traia sin cuidado si el fantasma sería uno de los que se le unirían o no.

Un fuerte silbido agudo retumbo en la profundidad de tu cabeza, tan fuerte que te obligaba a taparte los oídos para no escuchar, pero el dolor era muy intenso.

Así que aquí estás basura?
Pocos quedan, Erik murió y sigues tu, una mente a una la unimente será sola una mente, y yo seré esa mente que lo domine todo.

Un dolor mucho más fuerte te golpeo a la cabeza.
Una visión de una rosa, pero una rosa echa en gemas, sus pétalos de rubí y su tallo esmeralda era lo que más la destacaba, perfecta.
Este ser que te hablaba la depositaba en la profundidad de una caverna.
La oscuridad cubrirá la tierra, el sol desaparecerá.
Otro golpe en la cabeza, el dolor era terrible, parecía que te clavaban una daga tras otra en la sien.
Quien te hablaba luchaba contra humanos, dominando a los orcos, haciéndolos sus marionetas y luchando contra muchos clérigos, puedes ver sus símbolos sagrados, Hecate, uno a uno caían, donde los orcos no hacían el trabajo este humano lo hacía, volándolo por los aires a unos y simplemente haciéndoles estallar la cabeza a otros.
La batalla era un carnicería, el poder del psionico era demasiado para aquellos clérigos que poco pudieron hacer para defenderse.

Si basura, soy Jackings deberías saber que tu mente ahora es una con la mía y la de los demás. Ahora te hablaba nuevamente a ti.

En su amenaza Jackings no parecía darse cuenta que esta conexión mezclaba contigo sus memorias.
No, de alguna forma sabías que tus recuerdos estaban a salvo contigo, rápidamente atribuiste esto a que no eras tu el invasor sino el invadido.
Cuanto más se meterían en tu cabeza, tan infinita era la mente?
Hasta donde llegarían tus poderes ahora?
Como cortar? Como evitar que estos suceda?

Iré por ti, tu cabeza será un trofeo que tendré colgado junto con la de tu maestro.

Dominic observaba el campo de batalla indiferente a la conversación a sus espaldas. De repente un agudo silbido retumbó en su cabeza.

¿Qué?

La cara de un hombre al que conocia, y al que odiaba apareción en su mente.

No puede ser. Estoy protegido contra este tipo de ataques. No...

Dolor, intenso.
Arrrggghhhh

Una rosa de gemas, una caverna. Le estoy leyendo la mente. Estoy conectado con él de alguna forma. Eso es importante para él. Parte de algo que...

Otra vez el fuerte dolor.
Arrrgggghh

Más visiones. Orcos, él los controla. ¿Por qué? ¿Hecate? Está oponiendose a Hecate, ¿por qué?.

Cita:

La ira apaciguó el dolor y fue capaz de levantarse y gritar a la imagen.
Eres hombre muerto, sólo que todavía no lo sabes. Te encontraré y te mataré aunque sea lo último que haga.

Dominic observaba el campo de batalla indiferente a la conversación a sus espaldas. De repente se llevó las manos a la cabeza y se tambaleó hacía atrás. Tenía los ojos cerrados y parecía concentrarse en algo.

Un grito de dolor surgió de su boca.
Arrrggghhhh

Cayó de rodillas sin quitarse las manos de la cabeza. Un nuevo grito aun más dolorosa que el primero.
Arrrgggghh

Al poco pareció calmarse, el rictus de su cara pasó de dolor a ira, a odio. Gritó sín dirigirse a nadie en concreto.

Eres hombre muerto, sólo que todavía no lo sabes. Te encontraré y te mataré aunque sea lo último que haga.