Partida Rol por web

Y el mundo cambió una vez más y todo cuanto era conocido dejó de existir. Algunos continentes resurgieron y otros desaparecieron.
Antiguos Dioses caminaban de nuevo por la tierra, tomando un papel más activo con sus creyentes.
Terminaron guerras y se crearon otras. Aparecieron nuevas razas y se olvidaron otras.
También aparecieron nuevos poderes.

Aparte del arcano y el clerical empezaron a surgir individuos que no debían sus habilidades a los dioses o a la Urdimbre. Estos no eran bien vistos entre la gente normal e incluso los dioses ceñían la frente ante ese nuevo poder. Aunque no todos.

Hubo un dios que se preocupó de ellos. Ya en la antigüedad había ayudado a la humanidad. Y ahora vio en estos seres la necesidad de enseñarles un camino a seguir. Y Prometeo podía dárselo.

Los Psionicos habían nacido. Eran pocos y no estaban seguros de cómo desarrollarse. Prometeo reunió a los 10 más poderosos y les entrenó. Luego estos a su vez se desperdigaron y fueron encontrando a nuevos psionicos. Les enseñaban, y cuando habían aprendido les dejaban a su vez para que ellos pudieran enseñar también.

Esa fue una de las lecciones de Prometeo, que no hubiesen nunca más de dos juntos, excepto en casos de absoluta necesidad. Y así se creo la hermandad de la mente universal (también conocida como La Unimente). Individuos independientes que sólo rendían cuentas ante los 10.

Y así es como llegamos hasta un hombre, un humano nacido hace 34 años, de padres normales, pero con una extraña marca y un extraño don.
Dominic fue abandonado los 4 años de nacer (en realidad sus padres fueron asesinados mientras huían de su aldea por culpa de un clérigo local, pero él no lo recordó hasta mucho después). Por fortuna fue encontrado por otros huerfanos a las ordenes de un ladrón local Jeremias. Este le entrenó para todo tipo de trucos callejeros. Desde bailes para distraer a los transeúntes y poder robarles, hasta entrar en las casas a robar, e incluso a matar desde joven.

Un día, cuando tenía 7 años, eligió a una victima que le cambiaria la vida. Trató de robar a un hombre de pelo blanco (aunque no era viejo) que paseaba con una bolsa llena de objetos extraños, pero antes de poder acercarse a él, el extraño le miró a los ojos. Dominic pudo escuchar como le hablaba a su mente y le decía que sería mejor para su salud que no le tratase de robar. De repente el extraño se le quedó mirando fijamente, y su mente se le lleno de imágenes y recuerdos. Acto seguido le acompañó hasta su mentor y le dijo que se le llevaba para educarlo mejor. Jeremias estuvo un buen rato pensativo, pero sorprendentemente le dejó marchar sin ninguna queja.
Así Dominic pasó los siguientes 5 años con su nuevo mentor Erik. El cual le enseño a concentrar su energía interior en algo físico. Sus habilidades no eran parecidas. Dominic tenía unos dones algo más físicos, pero eso no parecía importarle a Erik.
Dominic aprendió a canalizar esa energía en unas hojas que esgrimía con mortal precisión.
Justo antes de que sus caminos se separaran Erik le llevó a un lejano lugar, un lugar secreto que juró no enseñarle a nadie excepto a otros que fuesen como ellos. Fue presentado ante los 10 y estos le dieron la bienvenida a la Unimente. Allí le enseñaron los secretos de la hermandad, a qué Dios debían su propósito, por qué no podían ir juntos más de dos de ellos para no llamar la atención, por qué no podían pelearse entre ellos para mermar sus filas, y de una batalla en el futuro donde los pisonicos serían claves para el desenlace. Realizó una serie de pruebas destinadas a averiguar si seria fiel a la hermandad. A pesar de los juramentos se le pusieron una serie de cerraduras mentales destinadas a olvidar el lugar donde fue llevado. Sólo podría regresar si escuchaba la llamada o entrenaba a otro como ellos (solamente mediante una serie de ejercicios mentales seria capaz de recordar el camino).

Así fue como Erik y Dominic se despidieron y no volvieron a verse más. Aunque Erik le aseguró que en algún momento del futuro se volverían a encontrar.

Al encontrarse solo Dominic terminó de pulir sus habilidades, ahora era capaz de controlar la forma de su cuchilla mental e incluso podía crear arcos con esa energía.

Por circunstancias de la vida Dominic se encontró en su poblado natal. Y allí le ofrecieron grandes sumas de dinero por acabar con el clérigo local, el mismo clérigo por culpa del cual sus padres murieron. Lo recordó todo justo antes de matarlo.
Viendo que se le daba bien, Dominioc pasó los siguientes años recaudando una buena suma de dinero con algunos encargos parecidos. No aceptó todos los trabajos, sólo los que a él le parecieron correctos en ese momento. Mató tanto a gente malvada como a gente buena.
En un momento de su vida se unió a un grupo de aventureros. Pasó algunos años con ellos, buenos años. E incluso mantuvo una relación sentimental con la guerrera del grupo. Aunque al final acabaron separándose después de que algunos murieran en una aventura.
Y eso le lleva a su situación actual. Últimamente ha estado teniendo unos sueños extraños, en los que veía y oía a otra persona, una mujer para más señas. Ni siquiera su fortaleza mental le protegía de ello.
Decidido a averiguar qué pasaba se encamino a su nuevo destino.

Esto es parte de tu inicio en la aventura:

De pronto, otra vez, ese terrible dolor en la cabeza, una nueva visión, una nueva conexión, esta vez que será, es muy intenso, duele como nunca, parece que te perfora la sien.
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh – Gritas, es demasiado, te desmayas.

Un nuevo día, y todo un mundo que recorrer, tengo que saber que otras ciudades existen, quienes son los gobernantes de esta Nueva Tierra, a esta ciudad la gobierna un tal Lord Shaguerrack, comenzaré por él, de esta forma me dirigí al palacio, ubicado en el centro de la ciudad, este estaba firmemente protegido por murallas, estas determinan un perímetro de seguridad que se cortaba en ocho torres almenadas que daban pliegos a esa muralla, se veían guardias a lo largo de ella, pero esporádicamente, la ciudad se había expandido mucho mas allá de ellas y no era necesario mantener un ejercito desfilando por ese lugar, las puertas principales estaban abiertas, y la gente entraba y salía continuamente de ese lugar. Entrando allí descubrí un mercado enorme, no había visto gran cantidad de razas pero parecía que todas confluían en ese lugar, encontré enanos, semiorcos, halflings, elfos, y una variedad rara de ellos, elfos marinos, había algunos de ellos comerciando, tal vez no mencioné que Ginea es una ciudad que da al mar, quizás sea por eso que residen estos seres, pero yo creo que existe un momento de paz entre tantas razas y que esta es una verdadera feria donde vienen de varios lugares a vender y a comprar extraños artículos de todo el mundo. En ese momento sentí una mano en mi bolso, rápidamente sostuve el brazo de ese ladrón, lo miré fijamente a la cara, pensé en despedazarlo pero me calmé, hice lo que una mujer en mi lugar haría, llamé a la guardia con un grito. Inmediatamente se acercaron unos soldados con armaduras plateadas y se llevaron al ladrón, no eran como los guardias que había visto antes, sin duda se los veía mas avezados que a los anteriores, parecían formar parte de una guardia de elite, demasiadas preguntas sin respuesta, así que me acerqué a un pequeño puesto, ahí donde estaba estos elfos marinos, su piel azul era realmente extraña, pero no tanto como la cantidad de adornos hechos con caracoles, conchas marinas, piedras extrañas, preguntar ahí no me haría ver mal, era un lugar de extranjeros:

- Hola, quizás ustedes puedan decirme quienes eran esos guardias?
- Señorita, usted debe ser mas nueva aquí que nosotros, esos eran jinetes plateados, son parte de la guardia personal de Lord Shaguerrack y formada en Ginea especialmente para protegerla, veo que tampoco ha de conocer la isla de Tisdale, queda cerca de aquí tendrá que atravesar nuestro mar pero es un trayecto muy hermoso y apacible, nosotros cuidamos de él, y los jinetes plateados nos cuidan desde su fortaleza en esa isla.
- O sea que es un puesto para proteger la ciudad?
- No, no es un puesto, en ese lugar es donde se ubica su cede, así como los jinetes dorados están en la Nueva Tierra, los plateados en la isla de Tisdale.
- Y esa nueva tierra donde está?
- Pero donde has pasado estos años? En una caverna? – Se reían
- Ja ja ja, a veces creo que si, crecí en un poblado cerca de aquí pero nunca había salido de ahí, hasta ahora, pero no los quisiera agobiar con un sin fin de preguntas, me interesan esos artículos que tienen, pueden mostrarme algunos?

Llevé varios de ellos, se veían realmente bonitos, caminé un poco más hasta que nadie me veía y utilicé mi magia, desaparecí, ya nadie podía verme, ni yo misma veía mis manos, ahora, en esa forma volé hacia el castillo, quería ver a este Lord, él tendría más respuestas…

- Se que me ves, se que sientes lo que yo siento esto te ha pasado toda tu vida, tu mente es más grande que tu cuerpo. “El cuerpo es uno, la mente es infinita”.
Ahora sigue tu camino, ya has visto demasiado, yo seguiré con el mío.
Se que te preguntas si nos veremos en el futuro y si, te aseguro que nos veremos.
Ahora despierta chuchillo del alma.
Apenas si estás empezando.

Dominic quedó un tanto mareado por la última visión.
Trató sin éxito de encontrar a aquella mujer, por más que intentó contactar con adivinos de todo tipo.
Viajó a Ginea, la ciudad de su visión.
Allí habló un tal Tayro, el cual por lo que había averiguado una persona a quien podía consultar.
El adivino quedó completamente fuera de sí cuando miró en su bola de cristal, Tayro quedó inconsciente por varios días, días en los cuales Dominic vivió en su casa haciendo las cosas que hacía el adivino.
Dominic intentó reanimarlo varias veces pero no lo consiguió, sus poderes le dijeron que Tayro estaba como ausente mentalmente, como si su mente hubiera viajado a otro plano, debía esperar y no quería dejar al humano tendido en el piso sin la atención necesaria, sin dudas moriría de hambre.
Luego de unos días la provisiones de la casa del adivino se comenzaron a terminar y decidió salir a buscar que comprar.
La ciudad de Ginea era un buen lugar para vivir, era tal cual había visto en su visión un lugar donde convivían varias razas, en definitiva, un lugar de paz.
Las calles no muy anchas estaban repletas de negocios y viviendas alternadamente, muchas personas vivían en el mismo lugar donde desarrollaban sus actividades comerciales.
La casa de Tayro estaba cerca de un posada que con sólo verla Dominic se dió cuenta de la calidad del lugar, pequeña pero de un estilo refinado y perfectamente cuidada. Tejas de color verde, adornada con grandes faroles del mismo color que flaqueaban una gran puerta de roble perfectamente pulida, varias ventanas del mismo material de la puerta demostraban la cantidad de habitaciones.
Al lado y sin decir mucho más que "Carnicería" había un puerta la que daba a un pequeño negocio. Allí no entraba mucha gente, pero sin dudas allí podía encontrar provisiones.

Dominic estaba nervioso últimamente, y eso era algo que no le gustaba. El que pudieran entrar tan facilmente en su mente era algo que incluso le asustaba.

Esperaba encontrar respuestas en Ginea, pero lo único que había logrado era lastimar al adivino que parecía que podría ayudarle.

Estuvo cuidandolo lo mejor que pudo mientras se encontraba en trance, pero las provisiones del viejo se acabaron. Llevaba tanto tiempo acostumbrado a no necesitar comida o bebida que por unos instantes no supo que hacer. Al final no tuvo más remedio que salir al bullicio de la ciudad para conseguir alimentos.
La posada de al lado le parecia lo más facil, pero tenía pinta de ser con clase y a lo mejor no se tomaban muy bien que encargara comida para llevar, y seguramente le harían preguntas. así que se decidió por la carniceria.

Entró con un andar casual en ella, la verdad es que no estaba seguro de que comprar, pero seguramente le podrían aconsejar dentro.

Llamas a la puerta de la carniceria al descubrir que se encuentra cerrada bajo llave. Sin embargo, al instante una voz carrasposa, como la heredada tras años de vino y tabaco, te responde al tiempo que corre el pestillo.

JJjj (sonido gutural y carrasposo)...ADELANTE....
En el umbral de la puerta, el propietario te observa fijamente. Viste un delantal ensangrentado, y una cuchilla rectangular, también dibujada con fresca y roja tintura, cuelga de su cinto.

Algo más atrás, varias reces cuelgan de diversos ganchos en el techo. La habitación entera, se encuentra fresca, muy fresca, como si un frío sobrenatural ayudara a la conservación de la carne...Es más, casi sientes un aura helada proviniendo del comerciante. Sin duda él mismo resiste con facilidad el frío, y seguramente algún artilugio de gran valor es el que crea esta helada.

La voz cavernosa se suelta nuevamente...
Jjjj...que busca por aquí? Algún corte especial, algo para las brazas? Para guisar?
Te pregunta.

Es extraño, pero te da la impresión de que éste carnicero no solo te observa detalladamente, sino que parece sonreír extrañamente, y manteniendo sus labios apretados en una forma muy tensa, al mismo tiempo que sus ojos saltan una y otra vez, aunque sutilmente, recorriendo algunos de tus objetos más valiosos.

Ese detalle, sumado al frío que emana de él, y a su torcida sonrisa de labios presionados...aunque seguramente a nadie le hubiera llamado la atención, a ti te da muy mala espina.

De todos modos, parece amistoso, y no deja de mostrarte diversos cortes de carne que tiene exhibiéndose.

Y bienj? No me ha dicho que es lo que busca...extranjero...

Mirando al rostro del carnicero humano, puedes ver que su bigote es postizo, ahora que ves con claridad es bastante visible, realmente un muy mal disfraz si es eso lo que pretende ser.
Cuando entras al lugar además de un frío intenso, como si se tratara de una cámara conservadora, sientes que el lugar es aún más extraño, bueno en realidad, ya has sentido esta sensación otras veces, en el lugar la magia no funciona.

El frio intenso, por lo que notas ahora, parece deberse a que las paredes y techo del lugar, estan construidas completamente de hielo.

Dominic se queda tenso por un instante, mira de arriba abajo al hombre y duda unos instantes antes de entrar, pero al final se decide, despues de todo necesita comida.

Emm, sí, la verdad es que necesito algo de carne, para un par de dias. Tanto para guisar como para asar.

En cuanto nota como la magia no funciona se lamenta de haber entrado.

¿Que clase de tienda tiene un anulador de magia? Creo que me he equivocado de sitio. Pero bueno, no seria la primera vez.

Ah! Carne! Si es el lugar indicado si buscas carne por supuesto.

El humano se da la vuelta y se dirige a un mostrador que en su parte de arriba está hecho de madera pero abajo es de hielo.
El hueco por lo que se ve, ya que dentro de él se ven varios cortes en exposición.
Sea lo que sea este lugar parece tener la mercadería en buen estado.

Que va llevar el señor? Dijo mientras afilaba unas cuchillas con presteza.
No me ha dicho su nombre, me gusta saber el nombre de mis clientes, el mío es Gregory.
Es para hoy lo que va a comer?
Para usted sólo o piensa invitar a alguien más? Algún adivino enfermo?
Digame sin miedo por favor.

El carnicero sonrió mientras daba un fuerte golpe con una cuchilla a un tozo de carne.

Dominic observaba atentamente el lugar, había algo que le ponia nervioso y no era el frio o la falta de magia. La conversación del tendero era obviamente para distraerle.

Cita:

Al oir aquello Dominic se puso en tensión. Estaba preparado para atacar en cuanto hubiese el minimo indicio de agresión.

Perdón ¿Como ha dicho?

El carnicero te observa y parece notar tu tensión.

Que le ocurre amigo? Está un poco nervioso...

En eso, la carne que está trozando parece resistirse en algún hueso, y con gran fuerza el hombre mueve su cuchilla y logra desgarrarla dividiendo el trozo en dos.

¿Nervioso? No, no. Es el frio que hace aquí, no estoy acostumbrado.
La carne para hoy y para un par de días más por favor.

Dominic seguia en tensión, de hecho si no hiciese tanto frio habría empezado a sudar un poco. Cada vez le gustaba menos ese sitio.

Por cierto. ¿Qué es lo que queria decir con eso de algún adivino enfermo?

Digamos que...
Bueno, alguien me ha contado que vendría por aquí.
Lamento decirle que bueno... Estejjjj Tayro el adivino que vive aquí cerca no era como así decirlo... Bueno, no tenía la fuerza para lo que usted quería saber.
Tome...

El carnicero hace un rápido movimiento y te arroja un trozo de carne que tenía sobre el mostrador.
En ese momento la puerta se cierra de golpe.

Dominic ya estaba bastante nervioso por la situación, y las palabras del supuesto tendero no ayudaban. Estaba convencido de que se había metido en un lugar peligroso, aunque esperaba poder salir sin tener que recurrir a la violencia.
De repente el carnicero hizo el gesto de cojer algo para lanzarselo, pero Dominic estaba preparado para una reacción así. Con dificultad logró crear su arco psiquico y disparó. Mientras lo hacía escuchó como la puerta se cerraba a sus espaldas.

Malo, esto esta cada vez más peliagudo. ¿Donde te has metido Dom?

El humano cuchillo del alma se mueve con velocidad, fue un reflejo cuando impactó al carnicero.
Gregory abrió los ojos sorprendido al ver que había pasado.
Si bien el movimiento de Dominic fue extremadamente rápido él sintió como si todo a su alrededor se paralizara, una sensación parecida a un sueño.
Por que había llegado hasta ese lugar se preguntaba, era peligroso?
Todo le indicaba que no era un lugar acogedor, pero los acontecimientos y su propia elección lo había llevado allí.

La flecha de energia pilló por sorpresa al carnicero, ya que al parecer no se esperaba que Dominic pudiese atacarle.
Aunque fue muy bien colocada no causó tanto daño como habría hecho en caso de no existir la zona antimagia.

Mayor sorpresa que para el carnicero fue para Dominic al ver que el impacto no hacía mucho daño al hombre el cual esta vez sonrió mostrando unos colmillos.
Allí se dio cuenta contra quien lidiaba, vampiro.
Quizás un detalle de poca importancia que dejó pasar cuando entro en aquella estancia, el frío emético del lugar era también porque no había ventanas que dejen pasar la luz del sol.

Vaya golpe hubiera sido.
Veo que se ha asustado.

Ves evidentemente que aquello que te arrojó era solo un pedazo de carne.

Era para que vea la calidad de mi mercadería mientras esperamos la llegada de alguien.
Esa persona sabe que usted llegaría a mi carnicería así que sólo quería mostrarle mi hospitalidad.

¡¡UN VAMPIRO!! Mierda, ahora si que estoy en un buen lio.

Disculpe mis modales en su casa, pero no me gusta que me arrojen cosas.

Aunque ya no apuntaba al vampiro, Dominic no hizo desaparecer el arco de energia, no podía confiar en que lo pudiera sacar a tiempo otra vez y prefirió mantenerlo todo lo posible.
No hizo ningún ademán de acercarse a la carne.

Por cierto. No tengo ninguna duda de la calidad de su carne, pero si lo que trata es de tranquilizarme no lo está logrando demasiado.
¿Quién es esa persona que llegará pronto? ¿Y por qué debería esperarla?

Es una mujer, su nombre es Elara.
En realidad no se que quiere, sólo me dijo que lo verían este día aquí mismo.
Que usted vendría a este lugar por su propia elección.
Luego habló de Prometeo, de los dioses y varias cosas más pero ya no le presté atención.
No era mi intención asustarle, podríamos asar esa carne si vamos abajo, bueno, yo no la comería asada. Sonríe.

Gregory te invita a pasar hacia atrás.

Si, se que no hay magia en este lugar todo este lugar está preparado para la protección, es un diseño de un amigo mago que vive en las cercanías, en la isla de Tisdale, es más allá del puerto, en el puesto de avanzada de los jinetes plateados.