Partida Rol por web

Estaba mirando el mapa con atención cuando de repente se oyó el grito. Seguido del suyo, mucho más agudo que el anterior y completamente cargado de auténtico pavor.

- ¡Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaagggggggggggggggggggg!

Trastabilló hacia atrás, sin caerse, y todos los que ya habían entrado a la habitación pudieron ver como de debajo de las toallas y agarrado de la pierna de Abie salía...algo.

Empezó a patearle la cara con fuerza, emitiendo una especie de gemido, lloriqueo y grito a la vez.

- Déjame, déjame, suéltame - repetía frenéticamente, sin dejar de darle patadas. Empezó a buscar de forma histérica algo con lo que dañar al engendro.

Si hubiera cogido una espada, un cuchillo, cualquier cosa...

Al menos en esta planta todo está bien ilumindo, de aquella manera por las velas. Tomo la fotografía que me pasa Abie y la estudio un poco, para hacerme un poco la idea de cómo está distribuida cada planta del castillo.

- Bueno, con esto ya tenemos con lo que empezar, quizás tengamos que ... -algo me incomoda. Tanto silencio. ¿Cuándo ha parado la tormena? Miro a mis compañeros. Un grito ensordecedor nos estremece a todos. Aunque lo que más me asusta es que de repente, Abie, que está a mi lado, desaparece de mi vista. ¡Algo la ha tirado al suelo y la intenta agarrar!

- ¡¡Abie!! -y tomo lo primero que tengo a mano para aporrear la cara de esa paliducha enfermiza, es decir, el portátil de Crono- ¡Ayudadnos! ¡Ayudadnos! ¿¡De dónde ha salido!?

Que conveniente, ahora tenían na fotografía del lugar, y le agradeció a la chica, y también al resto, porque a pesar de lo que dijeran, habían entrado por la puerta principal, no como ella que no sabía en que momento había entrado a ese cementerio. Miró el mapa  y siguió con el dedo los caminos, había visto la escalera principal desde las ventanas cuando husmeaba, antes de caer.

- bueno... en marcha, a arriba - se levantó guardando las cosas en su bolso y aun mirando la foto, cuando escucha un grito y las velas temblaron, el sonido que irrumpió helaría la sangre a cualquiera y Abie comenzó a gritar, no sabía que había o qué, pero Temp atinó sólo a agarrar a la chica de los hombros para jalarla lejos de la cosa que la estaba tomando mientras le pegaba patadas al mismo tiempo que Irina le  daba con el portatil, - sueltala !! sueltala!!!! - gritaba,  no se la llevarían a donde fuese que se la llevara, porque asumía que se la llevarían, y en la desesperación lucharía por la joven, además, era la única que parecía saber que mierda hacer en ese lugar.

- péguenle!! - exclamó al resto entre los gritos y esa sensación de frio que sentía en el pecho, como en una morgue... como en un cementerio...

Aún estaba callado, pensando si había reaccionado bien al abofetear a Jennyfer. Lo había hecho con la mejor intención, eso estaba más que claro. Quizá debería haber sido más comprensivo y no tan contundente, quien sabe; quizá habría reaccionado mejor. El reflejo asustó a Jennyfer que se abrazó a mi asustado para pedirme después perdón. -No, discúlpame tu a mi... no quería que te enfadaras conmigo. Sólo quería ayudarte. Sin añadir nada más, aferré mi mano a la suya y la apreté para hacerle ver que no iba a estar sola.

Al entrar en la habitación suspiré aliviado al ver que al menos tendríamos un mapa por el que guiarnos. Comenzaron a discutir el camino a seguir cuando aquel aterrador grito hizo que se me pusieran los pelos de punta y la piel de gallina. Y más aún al ver aquella mano aferrarse a la pierna de Abie. -Oh mierda. -Solté la mano de Jennyfer y me dispuse a salir de la habitación en busca de aquella espada. Necesitábamos liberar a Abie pues necesitábamos que ella nos liderase.

Termino de sacar la última y me fijo en lo silencioso que se ha vuelto el lugar. Ya no se oye el ruido de las cadenas, la tormenta parece haberse calmado... Y extrañamente eso me pone los pelos de punta. Estaba revisando las fotos cuando un grito agudo de mujer hace que de un pequeño brinco, sobresaltado y asustado. De pronto todo es un caos. Abie se pone a chillar y a patalear a una niña muy pálida que ha salido entre las toallas. Irina le sigue su ejemplo y Gabriel sale apresuradamente de la habitación.

Impulsado por los gritos de Temperance, Abie e Irina le propino una patada con todas mis fueras en las costillas a la niña después de coger un poco de carrerilla, esperando tirarla por los aires, o al menos obligarla a soltar a Abie. -Suéltala!

Crono pegó un bote cuando el grito de la extraña niña penetró en sus oídos. Antes, símplemente había abierto el mapa para que Abie pudiera fotografiarlo, esperando pacientemente para volver a apagar el ordenador, o buscar algo que le dijeran. Pero no, la situación tenía que volverse en su contra.

Irina cogió su portatil para pegarle a la chica, y Crono ni siquiera se dio cuenta de ello. Él, no era muy fuerte, pero también iba a tratar de salvar a la experta en fantasmas, quizá su mayor baza en aquel lugar.

Agarró la silla donde un segundo antes estaba sentado y la levantó en vilo, para castigar a aquella abominación con la fuerza de la gravedad, unida a una improvisada ley de la palanca... o del momento angular, como dirían sus profesores.

La rápida reacción de Irina y Temperance es la que salva a Abie de una muerte asegurada. Los continúos golpes con el ordenador, que termina destrozado en manos de la rusa, y las patadas de Temperance y Abie han obtenido un buen resultado.

La abominación termina por soltar a la pelirroja cazafantasmas y es después, con los golpes de Nick y Crono, cuando termina en el suelo aparentemente sin mover ni un ápice de su horrendo cuerpo.

El peligro ha pasado y lo bueno es que tenéis el mapa.

Vas con toda la prisa y potencia a por la espalda sujeta por la armadura, pero justo tiras de ella y compruebas que no se ha movido nada.

Extraño, puesto que has tirado con todas tus fuerzas.

Y de pronto, el yelmo de la armadura se mueve en tu dirección. Parece mirarte. ¡Se ha movido!

Un extraño sonido de chirriar. Y después uno más intenso. Las demás armaduras del pasillo han hecho lo mismo.

-Pero ¿qué cojones? -exclamo alucinado por lo ocurrido. Definitivamente estaba claro que algo alguien no quería que saliésemos con vida de allí. Pero no era el momento de hacer cábalas ni de pararme a pensar qué demonios hacer pues el miedo me estaba dejando acojonado. 

Reaccioné como haría cualquier hombre racional: me di la vuelta y comencé a correr con todas mis fuerzas de vuelta a la habitación donde estaban el resto de mis compañeros. Tenía que advertirles de este detalle, teníamos que estar preparados por si las armaduras decidían hacer algo más que asustarnos con aquellos movimientos espasmódicos.

Gabriel llega entonces a toda velocidad a pesar de que el peligro ya ha cesado y Abie está bien.

No obstante, lo que trae consigo no es una espada, sino una cara de terror del quince. ¿Qué ha ocurrido ahora?

Escuchais el chirriar del metal contra metal proveniente desde el pasillo.

Miro a la niña pálida en el suelo tirada y me da un escalofrío. No solo el fantasma quiere acabar con nosotros... O será esta la magia negra de la que hablaba Gawain? Me dirijo a hacia Abie para ver si si se encuentra bien, pero antes de llegar a ella veo a Gabriel entrando con cara de pánico y escucho un sonido metálico procedente del pasillo. La educación puede esperar, lo primero es lo primero. Hay que ponerse a salvo.

-Qué pasa Gabriel?-Pregunto mientras me dirijo hacia la puerta para echar un vistazo al pasillo y ver de done procede ese ruido metálico.

Las armaduras... ¡Las armaduras se mueven!

Todo el pasillo está plagado de ellas. Y la más cercana a la habitación te mira -esgrimiendo la espada ahora si, con el filo hacia arriba,- al tiempo que camina de forma un poco "agarrotada".

Aunque parece que ya ha pasado todo, me acerco con precaución a la asquerosa niña para asegurarme de que ha terminado todo. Todavía no me he acercado suficiente cuando Gabriel vuelve con una cara de miedo tal que me vuelve a poner los pelos de punta.

Sigo los pasos de Nick para entermar de qué está pasando.

-Wow!-grito mientras doy un salto hacia atrás. Esa armadura estaba muy cerca! Qué narices, hay muchísimas en el pasillo. No vamos a poder salir nunca de aquí! Veo como Jennyfer se acerca al pasillo para ver ella también lo que hay y me espero lo peor.-Cierra la puerta, Jennyfer! No mires lo que hay, estaba muy cerca! Solo ciérrala! Si entran aquí estaremos perdidos!

Miro alrededor, intentando buscar una vía de escape. No hay ninguna salida salvo... La ventana! Tiene balcón! Salgo al balcón para ver si se puede acceder a algún sitio desde ahí. Si no se puede, solo tenemos dos posibilidades, esperar al monje en la habitación o enfrentarnos a las armaduras y ninguna de ellas saldrá bien.

Desconcertada, acato las órdenes de Nick. Visto lo visto, es mejor no arriesgarse. Una vez cerrada la puerta, me vuelvo hacia él. - ¿Qué es lo que está demasiado cerca? - pregunto sin estar segura de querer saber la respuesta. Cuando veo que se acerca al balcón, entiendo que esa es nuestra única salida. Sigo sus pasos para mirar hacia el exterior. Tiene que haber alguna forma de hacerlo. - ¿Cuántos metros crees que hay hasta el suelo? - pregunto. - Si encontramos algún saliente podemos intentar dejarnos caer hasta allí atando las sábanas o algo por el estilo. Sé que mis ideas suenan muy peliculeras, pero es lo único que se me ocurre en estos momentos.

Había podido con aquella criatura que había tomado a Abie, Temp aún la jalaba de los brazos, seguramente le dejaría los dedos marcados  en su piel blanco de lo fuerte que la jalaba. ¿pero que cosa era eso?. ahora ese ser yacía en el suelo, con la boca hacia abajo y esa mata de cabellos negros cubriendo lo que parecía ser su cara... era un engendro, pero demasiado físico como para ser un fantasma y ahora estaba ahi, aún  tirada en medio de la habitación. Temperance estaba agitada y atina a soltar a Abie.

Pasó saliva por su garganta  y tuvo la idea de tocarla, pero no, no solo le daba asco, sino miedo... de nuevo el sonido a metal y las puertas cerrándose, pero esta vez por uno de los presentes... Apretó sus labios la chica, y fue donde Gabriel que parecía estar aterrado, con una cara de miedo - ey ey - le chispeo los dedos para hacerlo reaccionar -¿que viste? - volvió a preguntar y se giró hacia la cosa que estaba en el suelo.

- ¿sal...saldremos por el balcón? - preguntó, estaba inquieta con esa cosa aún ahí y buscó algo con que armarse, las cosas parecían volverse muy materiales en esa casa, y podían lastimarlas, o eso parecía.

Se quedó pálida y con lágrimas en los ojos antes de alejarse de la niña espeluznante y ahora muerta. Se frotó la pierna dolorida, sin perder de vista el cadáver pero, ¿podía morir algo que ya estaba muerto? Su mirada vagó por los que la habían ayudado, algo desenfocada.

- Gr-gracias...

Se puso en pie con dificultad, aún con el susto demasiado vivo y perdida en los comentarios que se iniciaron a su alrededor sobre salir por el balcón.

- ¿Qué ha pasado? - su voz sonó débil y quebrada así que carraspeó y repitió de nuevo con voz más firme -. ¿Qué ha pasado?

Seguro que lo que nos espera es peor, tengo que recobrarme, no puedo rendirme o hundirme sólo por esto, miró a la criatura muerta con aversión. Ha sido tan fácil matarla... parece una niña pero sencillamente, es imposible sentir algún remordimiento por matar a esa criatura. Se acercó con paso decidido antes de darle una nueva patada en toda la cara con aspecto cabreado. Mejor, mucho mejor.

Nick se asoma a la ventana seguido por unos cuantos compañeros. La altura en la que se encuentran es demasiado alta como para sobrevivir en caso de caída o "descenso brusco" aparentemente. Ni siquiera se termina de ver el suelo.

A la izquierda y a la derecha están los balcones de las habitaciones contiguas a la que os encontrais. La distancia no es inalcanzable con un buen salto pero tampoco es que estén muy cerca como para que sea pan comido.

Por el pasillo se escucha el chirriar del hierro, y el sonido que hace el metal en el suelo.

De hecho...¿por qué parece que alguien ha llamado a la puerta?

Me acerco a ambos bordes del balcón y inspecciono las posibles salidas. No hay ningún saliente al que saltar y tampoco se puede ir a la siguiente habitación andando, porque no hay ningún borde al que agarrarse. La única opción sería saltar.... Y es muy peligroso. La distancia es demasiado grande como para que yo mismo pueda asegurarme llegar al extremo, no digamos ya algunas de las chicas. No, no es una opción.

Vuelvo a la habitación.-Chicos, por el balcón es muy peligroso saltar. Se podría intentar si no vemos otra opción y estamos acorralados... Pero creo que más de uno caería al vacío. Fuera hay armaduras, muchas armaduras. El pasillo está lleno de ellas. Se mueves despacio... Como agarrotadas. Yo optaría por intentar salir de aquí y aprovechar sus lentos movimientos... También es peligroso, pero menos que saltar, verdad?

Me asomo al balcón para comprobar, al igual que Nick, que es demasiado peligroso salir por allí. - Parece que es nuestra única opción - concluyo. - Tendremos que echarnos a correr y esquibarlas. Necesitamos ser ágiles para que no nos golpéen. Además - me quedo pensativa durante un segundo - ¿crees que si los que estáis más fuertes podríais empujarlas para que caigan al suelo? Nos permitiría dar más oportunidades a los que vayan detrás y, con suerte, causar efecto dominó en las armaduras.