Partida Rol por web

Cuando Gabriel se sienta en la silla me relajo. Había decidido mantenerme al margen de la situación, con la esperanza de que al final decidiese hacer lo correcto. La otra opción era obligarle a sentarse, pero no era plan.... de momento.

Las extrañas caras de... ¿lujuria? que pone Gabriel me dejan atónitas e, inconscientemente, me voy acercando hacia él observándole detenidamente. - ¿¿¿¿¿Halagado????? - miro a mis compañeras incrédula - Este tio está gilipollas perdido

Pero no dejo de mirarlo. Y pronto me doy cuenta que algo raro le pasa. Cuando empieza a moverse y a gritar, me pongo de los nervios. ¿Qué se supone que está pasando? Sin pensarlo dos veces, me acerco hacia él y le pego una bofetada con todas mis fuerzas. Después, me quedo pendiente de su reacción. Espero que haya funcionado.

Mientras las bofetadas van y vienen en el club del tortón, formado exclusivamente por Gabriel y Jenny, algo me sorprende. Meto la mano en el bolsillo del pantalón y saco la mano, mirándola y sonriendo tras unos segundos mirándolas, como prestando atención a algo.

- Una pena pero nos tenemos que ir -digo a nadie en concreto. Miro a mis compañeros sonriendo mientras zarandeo las llaves- Un trato es un trato -parece que cito- Ya podemos avanzar hacia la torre. Al menos las puertas no serán un obstáculo, es un problema menos.

Miro a Gabriel:

- ¿Estás bien? ¿Podemos seguir avanzando o necesitas un momento? -realmente parezco preocupada aunque trato no excederme en mi gesto.

El bofetón de Jennyfer me sacó de mi ensimismamiento. -Gra... gracias. -musité acariciándome la mejilla. -Joder, te has tomado la venganza cabrona. Me levanté del sofá con velocidad y miré a las chicas. -Acabo de tener la experiencia más jodidamente extraña de mi puta vida. Tres mujeres de una belleza incalculable querían que me quedase con ellas. Por un momento pensé que no iba a ser capaz de decirles que no... era... era demasiado real. -cogí aire profundamente para recuperar las pulsaciones, las muy asquerosas me habían puesto a cien por hora.

Miré hacia Irina. -Estoy listo, sigamos. -quería irme de aquel lugar y quería hacerlo de una vez. No era momentos de remilgos. Ya pagaré a un buen hipnotizador o a un psicólogo para superar todo esto.

Hago algunas fotos como me dice Temperance. El pasillo, las entradas, las celdas, la sangre... No sé muy bien lo que busco, pero mejor prevenir. Las miro en busca de algo.

-Sea lo que sea esa sangre, no creo que sea buena idea seguir el rastro.

Esto cada vez se pone más peligroso... Veo el gesto de Temperance a Crono. De repente me siento algo prescindible. No hago más que entorpecerles. Está bien... Si me llegase a ocurrir algo al menos sé que Crono estará en buena compañía.

Apagó la grabadora con ademán pensativo.

- Interesante... - musitó con aire académico mientras se recolocaba las gafas -. ¿Cuál era su objetivo contigo? ¿Pasar un buen rato? ¿Sin matarte? No deja de ser curioso que haya algo en este sitio que no quiera matarte. Quizás has cometido un error al despedirte de ellas tan pronto - le dirigió una sonrisa pícara. Sin más, fotografió las llaves como si se tratara de una prueba en un caso de asesinato y se dispuso a irse -. No sé por qué pero me da que los demás se habrán encontrado con algo similar y que si necesitan unas llaves, también tendrán que conseguirlas de algún modo. Aunque quizás le toque a Temperance resistir la tentación.

- Entonces permitid que ponga en duda el resultado - digo de malagana tras el comentario de Abie. Sin más, me encojo de hombros y paso mi mirada por todos mis acompañante. - Yo también estoy lista, ¿vamos?

Alterno la mirada con cada uno de mis compañeros y aferrando con ahínco las llaves, concluyo:

- Pues vámonos -dicho esto, giro sobre mis talones decidida a tomar el camino que hasta entonces estábamos tomando: las escaleras. Tenemos que seguir ascendiendo y quién sabe lo que nos podemos encontrar en el camino. Tenemos que ser precavidos pero no flaquear en nuestro cometido. No nos lo podemos permitir.

Debemos seguir peleando y conseguir salir con vida de aquí.

-A ver...

Suspiró profundamente. Lo que iba a decir no era un buen trago para él. Lo que realmente quería decir es que quería irse desaparecer de ahí, quizá volverse una bolita en una esquina y hacer que el mundo se olvidara de él. Pero... había que ser frío.

Veía los reflejos de la antorcha que iluminaba el camino desde sus manos brillando en la espada que portaba Temp. Veía a Nick cojeando tras ellos, tratando de parecer mucho más confiado de lo que de verdad estaba. Había que ser frío. Todo lo frío que su valentía le permitiera.

-Tenemos que encontrar algo... ¿no? No estamos huyendo, o escapando. No sé exáctamente cual es nuestra misión, qué tenemos que hacer aquí ni cómo hacerlo. Pero huyendo... huyendo sólo se lo ponemos más fácil.¿Más fácil a quién? ¿Al monje? ¿a los fantasmas? Yo ya no entiendo nada.

Suspiró de nuevo, dándose la vuelta para mirar a los ojos a Crono y a Temp.

-Pero tenemos que permanecer unidos, actuar como un grupo y no individualmente.-Una furtiva lágrima escapó de su ojo derecho, que se apresuró a enjugar con su mano libre.-Te... tenemos que sobervivir y salir de aquí.

Vaya palabras más duras...

se giró, dejando que la antorcha marcara de nuevo el camino.

-¿derecha entonces?

Los cuatro nuevamente y tras la "excursión" a la biblioteca salen no solo vivos y sin secuelas extrañas, si no también con las llaves de todo el castillo.

Salís de nuevo al pasillo que continúa idéntico a como lo dejásteis y recorreis el resto del trayecto siempre con un ojo mirando hacia atrás y las piernas preparadas para correr.

¡Escaleras! ¡Habéis llegado a las escaleras que dan al tercer piso!

Subís, guiándoos por el mapa que os indica que hay que subir dos pisos más antes de poder salir al torreón. Y en este pasillo lo primero que os encontrais es una puerta cerrada y oscuridad. Oscuridad de nuevo.

El mapa con el que contais en mano os muestra otras escaleras además de las del fondo. Unas que recorren el piso cuarto y suben directamente al quinto y último.

Podéis observar que dichas escaleras se encuentran dentro de la quinta habitación a la derecha.

Las palabras de Crono me ponen algo nervioso. Porqué habla así? Nadie estaba huyendo. Veo como cae la lágrima de sus ojos y me acerco a él para ponerle una mano en el hombro. No entiendo porque quiere seguir la sangre, pero intento que entre en razón.

-Crono, nadie está huyendo. E​stamos buscando el cadáver de Gawain para poder salvarnos. Está aquí en las mazmorras, pero no sabemos donde. Creo que no deberíamos seguir un rastro de sangre... Sobre todo teniendo otros posibles caminos por los que ir. Si vamos por la derecha podemos encontrarnos con lo que atacó a quien sea que haya sangrado. No tenemos ni idea de por donde ir, porque no sabemos donde está Gawain, pero me parece más seguro el camino de la izquierda.

Miro a Temperance. Ella tiene la última palabra. Espero que no opte por el camino de la derecha.

-Pero saber a lo que nos enfrentamos sí es interesante. Si seguimos un rastro, además de ser una manera de no perdernos por las mazmorras, estamos detrás de lo que se supone que lo deje. No así si vamos por otros caminos, que nos lo podemos encontrar de frente, de improviso.

Pequeñas lágrimas seguían cayendo de sus ojos. La tensión acumulada era demasiado fuerte, y no salir corriendo y chillando era muy duro.

-Por eso digo que no huyamos. Enfrentemos la situación como un grupo, somos presas... pero no nos comportemos como tales.

Se llevó la mano al bolsillo del pantalón.

Tic tac tic tac...

Parecía que era el contador de su vida, el tiempo que se acababa.

Sigue sin parecerme buena idea seguir la sangre, pero ante la insistencia de Crono decido no llevarle la contraria. Por una vez está mostrando decisión en algo no voy a ser yo el que se la quite. Parece importante para él para que insista tanto...

Asiento, aún intranquilo por la decisión que íbamos a tomar. -Como quieras. Parece que lo tienes bastante claro.-Le quito la mano del hombro y sonrío.-Y no llores. No le des ese gusto al monje. Tengo la sensación de que nos sigue de cerca y que sabe exactamente donde estamos y que hacemos.

Trato de olvidar mi preocupación y la extraña sensación de que estamos haciendo muy mal en seguir el camino. No dejo que se me note, pero cada vez es más fuerte. -Id delante, yo os sigo.

Echo un último vistazo a las fotos y permanezco alerta por si escucho algo.

-Podéis ir pensando en la manera de hacer una trampa en estos pasillos... quizá con suerte... 

Empezó a mirar a su alrededor, quizá rocas mal colocadas, cadenas colgando que pudieran apresar... quizá... algo dentro de alguna celda, algo con lo que construir alguna trampa, una cuerda en el suelo para que alguien tropiece... no lo sabía. Pero había que ir preparado para lo que fuera.

¿se puede hacer tropezar a un fantasma?

Viendo la conversación y como se consolaban ambos hombres, ella suspiró, sentía que era la que sobraba en esa ecuación, ella que había estado varias veces al borde de las lágrimas no había recibido palabra alguna de consuelo o algo, los miró y  bajó la mirada,  claro que se confirmaba lo que había pensado en un principio, de que eran pareja o algo así, aunque eso ya no importaba.

- iré sola - les informa a ambos chicos, después de todo ella era la más interesada en resolver el asunto, ya era una cruzada personal y debía encontrar la conexión de eso con sus sueños y la novela que debía escribir casi como si se tratase de un catarsis. Se devolvió hacia una de las celdas y la intentó abrir - ustedes se quedarán acá, haré una antorcha más con los huesos y las telas que hay - sonaba con una voz hueca, se había despegado de sus emociones para poder actuar lo más valiente posible. Puso sus manos en la puerta de la celda y la movió para poder abrirla.

Y ahora la otra. Pero qué mosca les ha picado? No puedo dejar que el grupo se separe. Somo demasiado pocos, si vamos cada uno por nuestro lado casi seguro que acabaremos los dos mal. Una vez más me trago mi miedo e intento que Temperance entre en razón. No entiendo porque ha decidido ir sola, pero tiene que cambiar de idea por el bien de todos.

-Temperance, para. No podemos dejar que vayas sola. No sabemos que hay ahí. Que harás si algo te taca y estás sola? Aunque tengas una espada, de que te habría servido contra las armaduras, por ejemplo? Calmaos los dos ya. Vamos a ir todos juntos. Vamos a seguir despacio el rastro de sangre. Vamos a encontrar a Gawain y vamos a salir los tres juntos de esta pesadilla.

Pese a lo contundente de mis palabras la voz me falla en algunos puntos del discurso, delatando mi inseguridad. Las cadenas se siguen oyendo y cada vez estamos más perdidos. No es el momento de venirse abajo. -Crono, no es momento de hacer trampas. Tenemos que avanzar. Vamos a buscar algo que nos pueda ser de utilidad y vayamos a la derecha.

Miró de reojo al chico, y soltó el aire contenido en los pulmones, - de todas formas haré una antorcha más, quizás la pueda lanzar dentro del pasillo y ver que hay, de momento podrías sacar fotos dentro, quizás el flash puede captar lo que sea que hay ahí, y no tengo problemas en ir sola a donde sea - lo miró sobre el hombro y le lanzó una confiada sonrisa - soy una chica grande..- presionó la puerta, si no se abría esta, se abriría las demás.

Los tres elegidos decidieron ir hacia la derecha siguiendo el rastro de sangre despacio y a buen paso. ¿Habrían elegido el camino de la salvación que les llevaría hasta Gawain? ¿O habrían escogido el camino de la condena?

Las puertas, todas las que tienen algo en el interior, están cerradas. El sonido de las cadenas ha cesado bastante y el sonido de un goteo insistente empieza a escucharse de fondo de la misma manera que el reloj de Crono.

El pasillo lleno de sangre os sirve de guía y estais pendientes a no perderos de él a pesar de que no es que parezca una buena forma de guiaros. Hasta que...

Un giro a la derecha, entrando en una de las celdas cuyos barrotes están muy doblados. Los tres pararon a pocos metros, apuntando con la antorcha y la cámara de Nick que grabó el fuerte gruñido en el interior. Paralizados, mirándose y mirando hacia adelante, notaron que las cadenas sonaban nuevamente con claridad arrastrándose tanto como los pasos de lo que parecía una gran masa.

Entonces, frente a ellos, mirándoles... ¡una bestia enorme! Tenía en sus manos un miembro humano que lanzó atrás, al parecer más interesado en vosotros. Aún no sabía si eran vivos o solo estatuas. No parecía distinguir muy bien desde esa oscuridad. Les observaba desde un metro de distancia, aparentemente interesado.

Luego de haber agitado la segunda puerta y que esta no se abriera, desistió de su empresa, era obvio que no estaban abiertas, esas pobres almas estarían encerradas ahí por toda la eternidad, y eso le hizo recordar los mitos de la torre de Londrés, bastión de la opreción de la corona inglesa por siglos en donde se dice que cuando se contruyó, se enterraron cuerpos de animales y se hizo un maleficio para impedir que las almas de los muertos descanzaran en paz.

Tragó saliva y vió a sus compañeros,  era momento de avanzar, y ella tomó la delantera como lo había hecho desde que bajaron por las escaleras. Irían por el lado derecho, caminando lentamente atentos a lo que fuera a pasar,  Temp estaba sudando, y si la tocaban, daría un espadazo sin pensarlo, aunque era mejor pensarlo, sus compañeros estaban detrás de ella. A medida que caminaron se encontraron con aquel ser. Temp contuvo el aliento, estuvo apunto de maldecir en voz alta, pero el miedo se lo impidió, además, esta criatura no tenía pinta de ser un fantasma.... como al chica que los atacó en la habitación... Pero esta no los atacó, estaba inmóvil,  como estudiándolos, Temp, miró por un segundo a los chicos y dio un paso hacia delante, con la espada en alto aún, había notado las cadenas, pero no estaba segura si esa criatura estaba atada o no...

-¿ nos... nos entiendes? - preguntó con una voz que demoró en salir, y debió repetir dos veces la primera palabra para que su voz se escuchara más fuerte en ese lugar, - no... queremos dañarte... si tu no lo haces - le advirtió, con la espada aún en alto, afirmada con sus manos.

Aunque no me parezca bien ir a la derecha, lo hago para no romper el grupo. Voy grabando con la cámara a mi alrededor fijándome más que antes. Muy en el fondo siento que estamos haciendo mal. Muy mal. De repente giramos a la derecha y nos encontramos con un enorme ser que parece capaz de rompernos cada hueso de nuestro cuerpo de un puñetazo.

Me paro de golpe, aterrado y sin saber lo que hacer. Ver como tira el miembro humano no hace más que empeorar las cosas. Me muevo hacia atrás, muy despacio, intentando no hacer ruido con la intención de volver por donde hemos venido. Intento que Temperance y Crono hagan como yo, mirándoles con una mirada apremiante, pero están delante y además Temperance ha avanzado y ha hablado con la criatura. Esto no puede salir bien. Da la vuelta, acaso no has visto el miembro humano? Mírame joder.

Sigo retrocediendo despacio, y hago ruidos silenciosos para llamar a Crono y a Temperance intentando que la bestia no los escuche. No dudaré en ir a defenderlos si la bestia decide atacar y ellos deciden defenderse en vez de huir, pero una vez más, mi instinto me dice que hay que poner pies en polvorosa.