Partida Rol por web

El cortesano sonrió brevemente al escorpión. Esa era desde luego información de lo más valiosa a pesar de lo general y había mostrado gran amabilidad al compartirla con todos. Sin duda era consciente de que se necesitaban todos para alcanzar el éxito. También se alegró de que la chica del unicornio estuviera dispuesta a colaborar a pesar del percance de la noche anterior. Sora asintió a sus palabras comprensivo y tomó su lugar.

Por supuesto, antes de comenzar tenía que pasar algo más. Le costó un pequeño esfuerzo pero finalmente consiguió evitar sonreír al detectar los celos de su compañera del fénix a la que no parecía hacerle ninguna gracia que fuera él quien les dirigiera o no haber sido propuesta siquiera.

Apoyándose con las manos en el suelo hizo una reverencia respetuosa delante del otro grupo esperando que el suyo le imitara. Después colocó las manos en su regazo y comenzó a hablar tras una breve pausa.

-Buena suerte en la prueba. Hemos decidido ser quienes defiendan el precio del hierro. Creemos que un artículo de esa calidad merece el dinero que se pide por él.

Los nervios por ser el primero en abrir la boca, no saber a quién tenía que dirigirse realmente, los montones de ojos que les observaban, las exigentes expectativas que había por el evento... Muchas eran las cosas que podían haber afectado negativamente a Sora al iniciar el debate pero incluso él sabía que había empezado con mal pie, que podía haberse extendido más. Igual no le había sentado bien que parte del grupo no confiara en que pudiera hacerlo.

El ronin acompaña la reverencia del grulla. Al alzar la cabeza observa con detenimiento al otro grupo, fijándose especialmente en la unicornio. Con una sencilla e inocente mirada trata de provocarla, pero al escuchar el argumento de su compañero pierde totalmente la concentración y baja la vista al suelo. Tras mirar sutilmente a sendos lados, ve que el resto de su grupo se demora y no parece hacer mención de apoyar al grulla, así que responde como acto de camaradería; no iba a dejar a Sora solo frente a las fieras. Hace un leve ademán con la cabeza antes de hablar.

- Es sabido por todos que el hierro del Clan Cangrejo es de lo bueno, lo mejor. Las cosas preciadas, se pagan.

Lo ha dicho todo y no ha dicho nada. El aporte de Rinji es demasiado obvio como para resultar relevante en esta conversación.

Tras su inútil intervención guarda silencio. Sosegado y tranquilo como cuando habló, se devana los sesos pensando en qué otra cosa podría haber dicho que fuera de mayor ayuda, sin demasiado éxito.

Desde la multitud se escuchó un murmullo, así como ciertas risas, sin duda alguna, el inicio del primer grupo no era el esperado, y cierta sensación de fracaso se pudo observar en los ojos de los asistentes grulla. Para risas de los escorpión....

El segundo grupo no había tardado mucho en decidirse. Era una prueba para ganar prestigio, y a pesar de los graves incidentes del día anterior, todos tuvieron a bien que Hidetora fuese el portavoz... en beneficio de todos. Las disputas podían reavivarse más adelante.

 Mientras el primer grupo discutía y se demoraba, sus adversarios parecían tener la estrategia clara, y cuando su portavoz, y aquel ronin, expusieron una pobre argumentación, sus adversarios no pudieron hacer otra cosa que reirse, ante el poco manejo de la situación que demostraba Sora y sus ayudantes.

-Veo que será dificil que defendais algo sobre lo que desconoceis, Sora-san, quizá si al menos supieseis el precio por kilos del hierro, a lo mejor hasta hubiéseis preferido no defenderlo, ¡es tan abusivo!-

Kiyomasa hizo el intento de apoyar a Hidetora

-Quizá si comparáseis el hierro cangrejo con el del dragón, sabriais que es un tema perdido el defenderlo-

Volvió a retirarse tras las palabras.

Hubo algún levísimo aplauso ante las palabras de Hidetora, no así de con als de kiyomasa, su pobre aportación fué recibida con burlas por parte de los asistentes en los laterales.

A pesar de la argumentación simplista que había ofrecido Rinji, Sora agradecía su apoyo. Podía hacer un esfuerzo por ignorar las murmuraciones y risas lejanas… pero no era fácil cuando sonaban frente a su cara. Viendo las expresiones de sus adversarios temía todavía más voltearse ligeramente y descubrir las de sus compañeros, por eso decidió clavar la mirada en Hidetora cuando empezó a hablar y no apartarla.

Le detestaba… pero con un odio proveniente de la envidia. Tenía la capacidad de hacer que todo pareciera fácil, como si nada le costara esfuerzo. En otra situación esa envidia hubiera sido profunda admiración y le hubiera gustado poder aprender algo del tiempo que compartieran. Lástima que ahora fuera su rival y le estuviera machacando.

-Es cierto -reconoció- que desconozco su precio exacto pero lo que sí que podido comprobar es la fiabilidad que ofrece. Los objetos forjados de este material son tremendamente duraderos. En ocasiones es necesaria una inversión generosa para conseguir bienes de calidad que no se deterioren en un descuido o en un breve periodo de tiempo.

Era en momentos como ese cuando debía recordar la instrucción. Humildad, respeto incluso ante el enemigo, no apresurarse... Lo malo era que tenían un tiempo muy limitado.

¿En serio estaba sucediendo eso? ¿Por qué no les habían juntado en grupos en base al clan al que pertenecían? Así al menos se habría asegurado de estar con el grupo ganador. En cuanto Doji Sora intervino por segunda vez, el joven escorpión se arrepintió de haberle designado como portavoz. Estaba claro que las fortunas se habían decidido a darles la espalda en el día de hoy. Finalmente optó por ayudar al cortesano grulla, no sólo por él, sino para poder tener una oportunidad de ganar aquel debate.

 -La seguridad no tiene precio. Un material que es lo bastante resistente como para soportar incluso los ataques de los fieros oni que se encuentran en las tierras sombrías, debería venderse por una cantidad de dinero más alta que la que piden los comerciantes Yasuki.

¿De verdad era tan difícil alabar ese estúpido metal? Como sus compañeros no se espabilasen pronto, perderían la prueba.

Hidetora sonrió con maldad ante sora, sin duda alguna, de momento, estaba a su merced dialéctico

-Desconocer es una debilidad, sobre todo cuando se debate un bien necesario, ciertamente es de una calidad superior, y que sus recursos deben de asignarse primero a la muralla, pero su precio en relación con la cantidad que se extrae, es excesivo, los demás clanes podrían disfrutar de tan preciado bien a un precio menos asfixiante, sobre todo, si es comerciado por los Yasuki-

se escucharon vitores desde las filas escorpión, sin duda alguna, Hidetora estaba momentaneamente machacando al grulla

-El hierro cangrejo es el mejor!-

exclamó con demasiada convicción el cangrejo. Fué respondido con risas por parte del público

Momentáneamente, el grupo de ataque iba ganando sin problemas,

sería dificil remontar esto.

No parecía que el debate fuese muy a su favor. Yumiko no parecía muy contenta por las primeras intervenciones de su portavoz.

''¿En qué momento se me ocurrio apoyar a un cortesano que no habrá empuñado un arma en su vida para debatir sobre el material mas importante de las mismas?''

En el momento que los demas callaron decidió tomar la palabra mirando a Hikari.

-Donde me entrenaron ví muy diferentes tipos de armas, no solo de Rokugan.- Dijo justo antes de empezar a argumentar. -Muy diferentes tipos de hierro, mas pesados o mas ligeros y mas o menos resistentes. Las armas del hierro del que discutimos son sin duda alguna, las mejores- Dijo moviendo su mirada hacia Hida Giichi, asintiendo a modo de señal de respeto hacia su clan -No tendría dudas si pudiese elegirlo, tanto para un larguísimo viaje como para una única batalla. Su resistencia es excepcional y colocado en una lanza puede llevarse por delante las mejores armaduras.-

Tras esa argumentación clavó su mirada en Hidetora -No tengo ni una sola duda en esta afirmación. Es el mejor de los hierros que conocemos, jamás se quebraría dejando a su portador en evidencia, y su calidad merece el precio que tiene fijado.- Sin duda, sabía de lo que hablaba.