Partida Rol por web

Elijo la fruta con mejor aspecto entre todas las del montón. La voz del chico a mi espalda hace que mis labios se curven en una sonrisa de satisfacción. Me giro mientras le doy un pequeño mordisco a la fruta para ocultar mis labios el tiempo suficiente para cambiar mi expresión a una mas pícara.

-Soy Nira, de los Mafumbo-, seguidamente extiendo el brazo con el que agarro la fruta hacia él, en un claro gesto de ofrecimiento, a la vez que cambio mi expresión a una más tímida-¿Quieres?-.  

Me pongo cómoda mientras observo los juegos de Nira y escucho las conversaciones a mi alrededor.

Kanu acepta de buena gana las críticas ya que nunca había participado en un baile y ansia aprender una tradición tan ancestral como es el baile.

Nuru es arrastrada por el entusiasmo de Dahabu y empieza a bailar a su lado. Intenta moverse al compás de la música. Sus pasos son torpes y temblorosos. La verdad es que se siente algo extraña en ese lugar y estar bailando frente a unos desconocidos es algo desconcertante para ella.

La fiesta se empieza a animar, la música y el baile atraen a bastantes jóvenes y adultos, que disfrutan ante el baile. Dahabu acompaña a Nuru con unos pasos seguros y bien acompasados y es que, aunque Nuru tenga nociones de los pasos de baile, el nerviosismo parece haber podido con ella en estos pasos sencillos. Dahabu no tiene problemas en seguir con buen ritmo la recién aprendida coreografia. Por otra parte, Kanu aunque nunca ha bailado con su maestro, los pasos son sencillos y parece que podría más o menos seguirlos, parece simple coordinación entre música y pies.

Mientras tanto, Lira escucha posibles conversaciones, algunas tan superficiales como los comentarios acerca de los bailarines, la cena que tuvieron el otro día en casa de tal, o algunas algo más fuera de lo común, algunos hablan de los extranjeros y la ausencia de uno de ellos en la fiesta, otros hablan de lo raros y maleducados que son, otros de la sabiduría y magias que traen desde su tierra. Finalmente, Kilombo parece estar discutiendo sobre un trueque con  hilo de corteza de árbol a cambio de unas telas con el extranjero que queda.

En la zona de la comida, Akumu acepta de buen grado la fruta y le da otro mordisco mientras sonríe.

- Mafumbo, eh? He escuchado que son grandes guerreros, aunque aquí también somos muy fuertes. - dice mientras se yergue intentando asombrar a la mujer.

La verdad es que el chico no está del todo mal, es un tipo fuerte y atlético, tampoco es feo, así que tampoco te extraña cuando ves que algún grupo de chicas os mira con recelo mientras cuchichean.

- Qué os trae por Babuka?

No puedo evitar un suspiro ante la demostración de hombría de Akamu, pero suavizo mi gesto y mi voz, esbozando una sonrisa . -En efecto, tenemos grandes cazadores, aunque no tan vistosos.-

Cambio la posición de mis piernas y estiro mi espalda, tensando la musculatura de todo mi cuerpo de forma bastante ostentosa.

-Mi hermana y yo debemos encontrar una presa digna para poder volver con los nuestros como adultos de pleno derecho, vinimos en busca de información y parece que la hemos encontrado.-

Miro de forma discreta en dirección al grupo de mujeres y le dedico una sonrisa pícara al hombre. -Parece que por allí quieren invitarte a bailar... o a algo más.-

Le dedico una mirada de reojo a Lira por su intromisión; pero ante su ultimo comentario no puedo evitar reírme abiertamente. Una vez recuperada cierta compostura me acerco al joven lentamente, estiro la mano y recupero la fruta que porta. Le doy otro pequeño mordisco con la vista clavada en sus ojos, me giro y vuelvo hasta donde esta Lira.

Me siento a su lado nuevamente y le dedico una mirada resentida.- Hermana se cuidarme sola, deberías probar a divertirte tu también; si lo intentas hasta podrías conseguirlo.- le dedico un gesto burlón acompañado de una sonrisa que lo suaviza.

Cambio mi atención al grupo de chicas que me observaban antes y les dedico un gesto obsceno. 

El chico se queda algo parado mirando a las, ya vistas, chicas del poblado. Sin pensárselo dos veces, se dirige con las chicas mientras susurra:

- Entonces, sabéis lo del rumor?

Tras decir esto, el chico se aleja un poco, esperando que las chicas se le acerquen a hablar.

El baile continúa bastante alegre, y los minutos pasan bastante rápido. Empieza a anochecer.

-¿De que rumores hablas?-, pregunto con un tono serio a la vez que centro nuevamente mi atención en él. Al ver que se aleja mi cara se contrae en una mueca de ira y continúo sin moverme del sitio- Chico, si tienes algo que decir acércate,  no mordemos...-acompaño mis palabras con una sonrisa poco amistosa mostrando los dientes, como queriendo contradecir mis palabras.

Durante el baile, noto a Nuru nerviosa, igual por la gran cantidad de gente que hay en la fiesta. En uno de los pasos me acerco un poco más a ella y le digo al oído. - Acabas de recorrer media selva tú sola para venir a buscarme. No puede ser que ahora te intimide un poco de música. - termino con una sonrisa, y continúo danzando, contento.

Kanu continúa aprendiendo y dándolo todo en el baile...aunque sin muchos resultados.

El chico parece no escuchar las últimas palabras de Nira y desaparece entre las casas. Parece que ya ha visto lo suficiente de la fiesta. Poco a poco la noche se va adueñando de la fiesta, y ya algunos empiezan a irse a sus casas, arrastrando a los más pequeños.

El extranjero que faltaba también se levanta y se dirige a sus estancias. Poco a poco cada uno os vais retirando para ir a descansar.

Después de un buen rato de bailar y disfrutar, me siento cansado, algo lejos del fuego pues estoy acalorado del baile, y cojo algo de fruta para cenar.

- Ha estado bastante divertida la fiesta, ¿verdad? No me esperaba algo así, ciertamente. - le digo a Nuru entre bocado y bocado a las frutas tropicales. - Aunque creo que ya va siendo hora de echarse a dormir, yo al menos. Que mañana tenemos que volver a viajar. - termino la frugal cena, y añado mientras me levanto - ¿Te vienes?

Nuru deja de bailar unos minutos después de Dahabu, cuando él está a media cena. Se acerca a él y le coge un troo de fruta con una sonrisa pícara.

- Sí, muy divertida, al final creo que he aprendido los pasos. - dice antes de darle un bocado a la fruta robada.

Tras acabar con la fruta, Nuru s levanta y asiente ante el ofrecimiento de Dahabu.

- Mañana tendremos que recorrer grandes distancias.

Espero en mi sitio, picando de vez en cuando algo de fruta y charlando casualmente con quien me de conversación mientras me mantengo alerta hasta que mi hermana decida retirarse.

Enfurruñada y pensativa me quedo sentada junto a mi hermana el resto del tiempo, ignorando lo que me rodea. Cuando detecto algún movimiento de gente retirándose de la fiesta; me levanto y me encamino hacia la chabola en la que pasaremos la noche.

Tras un buen rato de "baile", si se le puede llamar así, Kanu se retira exhausto por el ejercicio fisico, aunque reconfortado por quemar los excesos de energía y los nervios que tenía en el cuerpo. 

Te retiras a dormir junto a tu hermana. Cuando llegas a la habitación, todo está bastante oscuro. Sin embargo no necesitas más para tumbarte en la cama. Poco a poco el sueño empieza a apoderarse de ti hasta que finalmente te duermes.

De repente sueñas con tu hermana tumbada a tu lado, durmiendo. Está desnuda y le puedes ver claramente la marca de nacimiento. De repente, todo se muestra más claro, la marca esa... Se ha movido? No, pero se ha vuelto mucho más nítida, ahora más que una marca de nacimiento, le puedes ver una serpiente mordiéndose la cola, muy claro, un tatuaje de una calidad magistral. Algo pasa, en tus sueños giras la cabeza, eso ha sido un siseo? donde estás? estás en el bosque, cuando vuelves a mirar a tu hermana su marca ya no está. Ha desaparecido. Pero de repente aparece por un lado, reptando por su cuerpo tal como haría una serpiente, el vívido tatuaje se mueve hacia su cabeza, pones la mano, intentas parar su avance, pero es un tatuaje, como podrías pararlo? Justo cuando la serpiente abre la boca para morder la cabeza de Nira, despiertas.

Notas el sudor frío y miras alrededor, es la cabaña. Pero antes de volverte a acostar escuchas algo. Lejano, muy lejano, escuchas una melodía sonar.

Vuelves a la cabaña y te acuestas. Esta noche dormirás bien, o eso creías, y aunque en seguida te duermes, algún espíritu te ronda esta noche.

Despiertas. No, estás soñando. Estás en el bosque, pero todo está descolorido, sin color, y un siseo se escucha proviene de tu interior. Miras a un lado, todo está borroso. Parece que avanzas hacia algún lugar pero te paras de repente y miras a los lados. A tu lado, ves avanzar a una serpiente gigante de color blanca. Vuelves a mirar a otro lado, y ves a una serpiente algo más pequeña negra y detrás suyo otra serpiente gigante blanca. Vuelves a escuchar un siseo. Y miras hacia delante. De repente tu velocidad aumenta enormemente, avanzas sin parar hasta que visualizas una aldea delante. La velocidad es alarmante, observas una cabaña enorme y te diriges a toda velocidad contra ella.

Despiertas con la sensación de haber escuchado un siseo. Quizá era el sueño.

La extraña melodía me llama poderosamente la atención. Despierto a mi hermana y le indico que escuche y me siga en silencio. Mientras se termina de despertar recojo mis armas y me dirijo con todo el sigilo posible hacia la fuente del lejano sonido.