Partida Rol por web

Una voz familiar consigue resquebrajar la barrera erigida por la rabia y el odio. La hace dudar durante unos instantes, momento que aprovecho para tratar de arrebatarle el control.

Mi esfuerzo da su fruto y lentamente vuelvo a ser consciente de la situación que me rodea: Kanu, Lira, las serpientes...alarmada veo mi daga teñida de color rojo y me temo lo peor. Aún conmocionada por la situación una idea clara prevalece sobre las demás: "¡debemos huir!."

Localizo a Kanu y veo su herida, una punzada de culpabilidad me asalta, a la vez que pienso: "las disculpas tendrán que..." mis pensamientos son interrumpidos por la acción de mi hermana, al abalanzarse sobre él. 

Tiro del chamán para alejarle de las serpientes, a medio camino me agacho un segundo para recuperar mi lanza y corro alejándome de las serpientes ayudando al chamán a mantener el paso.

Os alejáis de las serpientes un poco cuando escucháis gritos de dolor que provienen del centro del pueblo. Las serpientes siguen sin moverse del sitio, observándoos mientras la melodía continúa

De repente unos movimientos os llaman la atención. Un ser mitad serpiente, mitad mujer escamada sale de entre las casas tocando una flauta. Ese parece ser el orígen de la melodía. La mujer se encara a vosotros y deja de tocar. Está a unos 20 metros y ha dejado de tocar. Las serpientes parece que empiezan a moverse hacia vosotros lentamente.

-Vaya, vaya, que tenemos aquí. Habéis logrado huir de las serpientes?- dice mientras sonríe. Pero de pronto, su faz se endurece.- Ahora corred!

Cuando la flauta de un extraño color verde toca los labios del ser, una melodía de ritmo acelerado empieza a sonar, y con ella, las serpientes aceleran su paso.

Las rencillas del porqué Kanu ha atacado a Nira y viceversa desaparecen cuando observáis la multitud de serpientes que se os acercan a un ritmo muy rápido. Empezáis a correr sin parar, mirando atrás intentando huir de aquellas serpientes. Después de un buen rato corriendo aminoráis el paso y os paráis a descansar sólo para observar que aún os siguen el rastro. No todas ellas pero una buena cantidad de ellas. Seguiis huyendo por medio día hasta que parece que no os siguen más.

Kanu está bastante debilitado, esa herida es fea. Sobrevivirá, pero si no se cura bien, puede ser un foco de infección. Qué era esa cosa y porqué mató a todo el poblado? Estáis en medio de la vegetación, y mas o menos sabéis donde estáis. A un par de días en una dirección hay otro poblado que podría llevar a guerreros a investigar. Aproximadamente tenéis el mismo tiempo para ir donde vive Carazul, el mentor de Kanu. Y el poblado de Nira y Lira está algo más alejado.

Kanu respira entrecortadamente y con fuerza cuando finalmente se detienen. Se mira unos instantes la herida, todavia abierta y sangrante, y luego mira a las dos mujeres.

"Grandes espíritus, tendré que tener cuidado con ellas si son capaces de atacar de esa manera por una provocación tan pequeña, de no ser por las serpientes me habrían matado. Que irónico que haya huido con mis atacantes en vez de permanecer con mis defensoras" piensa amargamente 

-Guerreras, creo que deberíamos ir a ver a mi Maestro. Este es un asunto claramente sobrenatural y ese espíritu serpentino debe ser detenido a toda costa antes de que destruya otros poblados. Mi maestro sabrá como detenerlo y evitar que siga destruyendo.- Dice entre jadeos mientras el sudor se le gotea por la nariz.- No esta lejos, podemos llegar hasta allí en  poco tiempo.-

-Antes de nada vamos a alejarnos una distancia prudente del pueblo y a atender tu herida, a no ser que quieras morir desangrado, de fiebres o atraer a todos los animales carnívoros de la zona.- Digo al joven chamán mientras le ayudo a seguir caminando sirviendole de apoyo. -¿En qué dirección y a cuanta distancia está tu poblado?-

El aprendiz de shamán obedece receloso a la orden de su agresora pues sabe que tiene razón y que no podría ir mucho mas allá con una herida así de grave, mientras responde a la pregunta dando las indicaciones que pueda saber, ya que no es muy bueno orientándose.

Avanzo junto a mi hermana manteniendo la mayor distancia posible con Kanu. Los acontecimientos aún están frescos en mi mente. Noto una ligera sensación de culpabilidad que se va disipando paulatinamente con el pensamiento claro de que su ataque fue a traición, aunque quizás mi reacción fue desmesurada...

Las palabras de Kanu me devuelven a la realidad, escucho sus indicaciones atentamente antes de añadir- podría adelantarme y tratar de localizar la aldea para buscar ayuda médica.- dejo caer el comentario esperando las opiniones de mis compañeros.

-¿A que aldea os referís? mi maestro no vive en una aldea, tiene una choza en el bosque donde puede meditar y entrar en comunión con los espíritus, no hay nada mas allí- dice el joven al escuchar hablar de un poblado.- no os preocupéis, dadas las circunstancias creo que podré llamar a un espíritu de la sanación, lo importante es que lleguemos hasta mi maestro.

Tras decir esto, Kanu empieza a canturrear y a llamar a los espíritus de la sanación sobre el feo corte que tiene en el brazo

Kanu empieza a realizar unos cánticos y gestos. Cuando termina, observáis que el feo corte de la daga ha cicatrizado y aunque aún le quedan unos cuantos días por acabarse de curar, al menos la herida no se infectará.

Tras terminar de pedir ayuda a los espíritus de la curación, Kanu da un largo suspiro.

-Ufff, esto ya esta mejor. Deberíamos partir ya, este asunto es de vital importancia. Estoy cansado pero creo que soportare al menos una marcha suave.- Dice mientras toma aire ritmicamente para controlar su respiración.