Colette permanecía pasmada en la puerta mientras que con la linterna apuntaba alternativamente a un lado y de la habitación. El oficinista la observaba esperando a que hiciera algo.
Me temo que ahí parada no vas a conseguir mucho. ¿Qué haces exactamente? En los juegos de rol es importante que detalles lo que hace tu personaje hace. De momento y con lo que has escrito tan sólo estás pensando en cómo resolver el asunto, pero nosotros no vamos a añadir nada más mientras tú no muevas a tu personaje. No basta con decir: "intento resolver el misterio" necesitamos que nos digas cómo lo intentas.
Me acerco a los libros y cuidadosamente los gojo con un pocode asco pero no demasiado orque llevo los guantes aun y los soplo
-achis,achis-estornudo dos veces.
Intento descifrar lo que pone el libro pero todavia hay polvo.
Por cierto no puse cita:
"intento resolver el misterio"
si no cita:
¿¿¿¿¿¿Como resolver el misterio??????
Y necesito saber de que es el libro para continuar
Cuando Colette coge el libro nota que es bastante pesado, es más largo que su brazo y más ancho que ella. Ante la incomodidad de manejar semejante libraco vuelve a apoyarlo sobre el cofre. El polvo levantado por su soplido desaparece rápidamente llevado por la corriente que entra desde el techo.
La tapa del libro es gruesa y dura, de piel que con el paso de los años se ha vuelto marrón oscuro. Las esquinas del libro están reforzadas con bronce y algunos adornos de la tapa están hechos con el mismo material. No hay ningún título que indique cual puede ser su contenido.
Cuando Colette intenta abrirlo se da cuenta de que el libro está cerrado con un cerrojo. La cerradura va de una tapa a otra impidiendo ver ni una letra del interior. Cosa curiosa, la cerradura no es la típica con un ojo para meter una llave, en lugar del ojo de la cerradura hay tres varillas metálicas, dos de ellas con sección de forma cuadrada y la otra de forma triangular.
Los pinchos están dispuestos formando un triángulo entre sí situados en un circulo metálico que tiene pinta de poderse girar. Colette intenta girarlo, pero sin resultado, debe haber algo en algún sitio que le permita abrirlo.
Ok. No fueron tus palabras exactas, pero parecía que Colette estaba esperando a que todo se resolviese solo. No importa, lo importante es que has empezado a hacer cosas :)
A revolver la habitación Colette, busca cómo abrir el libro, o qué más hay por ahi.
Intento abrir el cofre que estaba debajo del libro pero... nada asi que me pongo a buscar por la habitación y al no encontrar me giro al oficinista y le digo:
-Por favor me puedes ayudar a buscar.
Espero que note sentara mal mi última nota
Tal y como Colette se imaginaba los dos cofres también estaban cerrados con llave. Colette observó que las cerraduras de ambos cofres eran idénticas a la del libro.
El oficinista se rascó la cabeza pensativo. Luego se encogió de hombros y dijo:
- Me temo que no te soy de mucha ayuda. Lo mío es el papeleo, no resolver misterios. Creo que sólo te estorbaría. -
No me sentó mal la nota, lo que pasa es que te veo muy parada. Verás, en los juegos de rol los masters nunca adelantamos nada hasta que el personaje no se mueve. Yo no puedo decidir que tu personaje registre toda la habitación sin que tu lo digas. Y te preguntarás por qué. Te voy a poner un ejemplo con esta misma habitación.
Imagínate que el libro hubiera sido una trampa de forma que al cogerlo descuidadamente la puerta se hubiese cerrado a pesar de la barra y la habitación se hubiese inundado ahogándoos a ti y al oficinista. Además imagina que detrás de uno de los cofres hubiera una palanca que desactiva la trampa.
La trampa se activará o no dependiendo de lo que haga el personaje, de si coge el libro o no. De si examina primero el cofre y encuentra la palanca o no. De si primero coge el libro pero lo hace con mucho cuidado y se da cuenta de la trampa.
¿Me explico? No se trata sólo de qué es lo que haces, sino de cómo lo haces.
Vamos Colette, aun te queda algo por examinar en la habitación. Además, piensa en la leyenda, piensa en quién podría ser el esqueleto.
A veeeeeeeer, una pista (menos tele y más libros)
Cita :
¿Qué es lo que no has revisado de la habitación?
Me acerco al esqueleto y con cuidado le quito el parche yabro la calavera esperando encontrar alguna llave u otra cosa que me sea de utilidad.
Colette, con mucho asco, se acercó al esqueleto y levantó el parche. Donde debería haber un hueco sólo había hueso... ¡Aquel hombre sólo había tenido un ojo en vida! Tras recuperarse de la sorpresa se armó de valor y abrió la mandíbula. Casi le da un soponcio cuando un largo ciempiés salió enroscándose y retorciéndose ante la intrusión de la niña en su casa. Pero allí no había nada. Sin embargo algo brillante en el cuello del esqueleto le llamó la atención. No era una llave, pero era el colgante más curioso que había viso jamás.
Lo cojo y lo meto en otra de las bolsas y compruebo que el oficinista no se ha ido.Luego sigo buscando empiezo por los bolsillos.
La ropa estaba en un avanzado estado de descomposición. Al intentar abrir los bolsillos acartonados la tela empezó a rasgarse.
- ¡¡¿Qué haces?!! - exclamó el oficinista bastante alarmado - Esas ropas tienen un valor arqueológico incalculable. -
En cualquier caso Colette había abierto los bolsillos lo suficiente como para ver que aparte de unas monedas y unos dados no había nada más.
Sin escucharle le quito la ropa al esqueleto y miro a traves de la caja toracica intentando encontrar algo.
Escandalizado el Oficinista se lleva las manos a la cabeza, parece que está a punto de darle un soponcio.
Sin embargo la inspección no parece dar resultado. Lo único que encontró dentro del torso del esqueleto fueron un montón de telarañas.
Te recordamos la descripción de la cerradura y la hemos detallado un poco más.
Cita:
Los pinchos están dispuestos formando un triángulo entre sí situados en un circulo metálico que tiene pinta de poderse girar. Colette intenta girarlo, pero sin resultado, debe haber algo en algún sitio que le permita abrirlo.
Cojo otra vez el libro y encajo el colgante en la cerradura.
¿Encaja?
El colgante encaja a la perfección en las varillas metálicas.
Lo giro con el corazon en un puño.
¿Cual sera su contenido?
Con sumo cuidado Colette giró el amuleto. Un click le indicó la que cerradura se había abierto. El oficinista se acercó a ella y espió por encima de su hombro mientras ella abría lentamente el inmenso tomo. El papel crujió debido a que era la primera vez en siglos que se veía liberado de la presión de la cerradura. Las hojas estaban amarillentas y tenían el aspecto de ser muy frágiles.
Las páginas estaban atestadas de texto en un idioma que Colette no entendía. No había dibujos ni nada que indicara de qué podía tratar. Todo lo que la niña sacó en claro era que había unos números que parecían ser fechas.
Enhorabuena!!!! Has dado con la llave.
- ¡Oh! - exclamó el oficinista - ¿Me lo dejas? Creo que puedo leerlo. - le solicitó.