Partida Rol por web

María y Rubén miran a Colette esperando su opinión.

-Parece interesante alli seguro que aprendere algo.

Salieron del hotel, el fuerte sol hacía que la calle estuviera medio desierta. Los transeúntes intentaban moverse bajo las sombras de los edificios y los soportales siempre que les era posible. La familia tomo la calle por la que habían llegado a la plaza Venizelou y descendieron hasta el puerto. Tras cruzar una rotonda pasaron las vallas que impedían que los vehículos accedieran al muelle antiguo. Pasaron junto a varios vendedores de pipas y frutos secos y tras un corto paseo bajo el sol por el antiguo embarcadero llegaron hasta las puertas de la Fortaleza de Koules.

Mientras ascendían por la cuesta que les había llevado a la fortaleza en busca de una heladería, María le preguntó a Colette:

- Colette, ahora que todo ha pasado y estamos tranquilos ¿nos cuentas qué has estado haciendo en la habitación del tesoro? Seguro que ha sido muy emocionante y tenemos muchísima curiosidad. - María consultó con la mirada a Rubén.

El padre de Colette asintió.

- Sí por favor, cuéntanoslo todo y no te dejes nada. -

A mi me sucedió en otra partida Furby. Prueba a escribir en Notas de juego. Si aún así no hay manera, tendremos que subir una incidencia a ver qué sucede.

 -Después de un buen rato de revolver y trastear la habitación encontré un libro,2 cofres y¡Un esqueleto! Sí,sí un esqueleto;la cerradura del libro al igual que la de los cofres era un tanto esxtraña;busque la llave o algo para abrir pero no lo encontré asi que me arriesgue y ante la mirada de pánico del oficinista abri la calavera del esqueleto pero por desgracia no encuentro nada aunque si me percato que de su cuello cuelga una especie de colgante y al no ver nada más que pueda servir de llave lo intento con el colgante que por cierto tenia forma de calavera.Lo intente encajar en el libro y ante mi sorpresa funcionó como yo noentendia el idioma en el que estaba escrito se lo pase al oficinista y mientras el lo descifraba yo abri los cofres...y eso es todo.-digo casi sin aliento.

- ¡¡Guau!! ¡¡¡Un esqueleto!!! ¡Yo quería verlo! ¿Por qué no me avisaste? - el hermano de Colette pasa en una misma frase de la más absoluta euforia a la recriminación.

- Aunque Colette te hubiera avisado no hubieras ido Shasta. Luego te hubieras pasado una semana teniendo pesadillas. - regaña María.

- Has sido muy lista al darte cuenta de lo del amuleto Colette. - le felicita el padre.

Con la converacíón a Colette se le había pasado volando el camino hacia la heladería. Casi ni se había dado cuenta de por dónde habían ido, aunque tenía el recuerdo fugaz de un montón de callejuelas sombrías. Lo importante es que habían llegado.

Se trataba de un enorme lugar abierto al aire libre y resguardado del sol por una altas lonas. La heladería estaba formada por varias plataformas de madera situadas a diferentes alturas, en las cuales había muchas mesas de madera. El lugar estaba vacío a excepción de un par de mesas en las que unos lugareños se dedicaban a jugar al Backgamon (Colette se había dado cuenta de que a los griegos les apasionaba ese juego).

La familia Sentences escogió una plataforma a un nivel intermedio y con barandillas (cuando uno va con Shasta es mejor tomar precauciones).

No tuvieron que esperar mucho a que un agradable camarero viniera a tomarles nota.

- Bien Colette, eres la heroína del día. Elige lo que quieras. -

-Una copa con tantas bolas como sabores de fruta haya o me dejes tomar.Todo cubierto de nata y con virutas de colores sabor fruta también.-digo haciendo tantos gestos que casi me hago un nudo.