Partida Rol por web

- !Madre mía! - Digo sorprendida - ¿Treinta hombres y veinte mujeres aquí en la casa? Imagino que cuenta a los soldados y a sirvientes a la vez para darme esa cifra - Digo mientras me giro hacia Viento y sonreírle para girarme de nuevo a la anciana - No me parece plan de dejarla de lado estando en la misma estancia

La anciana mientras colocaba las vasijas y pucheros en el estante seguá hablando. Viento tomaba un cubo y se marchaba de la sala.

Oh, querida. Aqui viven y comen cien hombres de la guardia personal de Chosokabe-dono. Ademas se prepara comida para los marinos de los barcos de la flota del Señor o para la guarnición que acampa a los pies del castillo... Creeme, aquí nunca falta mano de obra.

- ¿Guarnición que acampa a los pies del castillo? - Digo preocupada - ¿Acaso nuestro señor está en guerra y se está preparando?

- Si uno de los dos está continuamente vigilándola, a parte de levantar sospechas, será una falta de respeto a nuestro anfitrión, como si su hogar fuera un lugar peligroso. Es mejor actuar como si nada, me mantendré siempre cerca de Yabu-hime, desde que salga de su habitación hasta que vuelva a ella, en la medida de los discreto y lo posible... Acceder a su diario de abordo sin duda es arriesgado, pero no se si un almirante anotará sus fechorías en este, además no estamos seguros de que sea él, y sin duda es una falta de honor dudar y mancillar su nombre de esta manera - Mitsue seguía pensando que estaban haciendo mal, pero había algo que le impulsaba a seguir, quizás fue el aura que desprendía el almirante, las miradas de odio que dirigió a Kotaru sin motivo... algo no cuadraba, y si él era el Pirata Astado, era un misterio que había que averiguar.

- Kotaru-kun... si descubren nuestras conspiraciones o misiones, no habrá otra salida que el seppuku para eliminar tal deshonor. Hay que ir con pies de plomo. Creo que tú eres el más indicado para colarte en cualquier lado y ver el diario, eres más joven y sin duda más ágil, no debería pedírtelo, pero... se tú el encargado de encontrar información, yo trataré de entretener a Chosokabe-dono y Yukinai-sama lejos de donde me pidas... las habitaciones, o el puerto o lo que sea, no se muy bien cual es ese plan alocado que te pasa por la cabeza.

Después de callar y reflexionar un poco habló de nuevo - ¿Crees que Kuro-sama podría ayudarnos?

La vieja se encongió de hombros.

Si y no, los hombres del almirante dicen que deberíamos ayudar a Nobunaga en su guerra contra los Mori, el señor no se decide y algunos generales temen que los Oda nos invadan. Siguió colocando cosas Asi que mantienen a la guarnición alerta por lo que ocurra, son tiempos dificiles.

- Yo no se quienes son ni unos ni otros, pero ¿cual es el motivo de la contienda? No quiero empezar metiendo la pata, y por eso quisiera saber al respecto vamos - Haciendo una pausa - Y entonces, como no se decide, tal vez manden emisarios del almirante, de los Mori y de los Oda aquí para obtener el favor de nuestro señor y así decidir el curso de los futuros eventos, ¿no? Supongo que hay mucho en juego para que el señor tome una decisión así a la ligera... - Y me acerco hacia la zona donde vi la trampilla para inspeccionar la zona más de cerca mientras miro lo que tienen para cocinar y si algún extracto o hierba parezca "inusual" en una cocina

Una vez escrita la carta, la sellé y la guardé en mi kimono. Al ver que Nene no aparecía, decidí salir a buscarla, y de paso a conocer el castillo mejor.

Busqué con cuidado a ver con quien me cruzaba

Solo los centinelas deambulan por alrededor del Castillo, pocas personas parecen rondar fuera. Una luz se ilumina en una habitación lejana. Dos hombres hablan con cierto nerviosismo.

La vieja observa con cierta sopresa.

-Querida, no se como explicarte en pocas palabras lo ocurrido en los últimos veinte años. El Clan Oda subyugó al Shogún, destruyó a los Takeda, unificó casi toda Japón y ahora esta empeñado en eliminar al Clan Mori. Chosokabe-Dono pactó una alianza con los Oda, pero teme que Nobunaga no la respete o le exija algo fuera de sus posibilidades...¿Donde has estado hasta el día de hoy?

Me alejo de ellos y vuelvo a mi dormitorio a esperar a Nene

- Estaba más entregada a labores de casa y de cámara que a temas sociales - respondo mirándola - Cuchicheos de la gente local

El joven samurái se sintió profundamente conmovido ante la responsabilidad que su superior depositaba en él, por un momento temió que desestimara su interés por investigar, pero tras saber que Chikazumi-senpai delegaba en él la parte más importante de la misión, cualquier rencilla pasada que tuviera con él desapareció de su mente, y su rostro reflejó al momento la profunda satisfacción que sentía al respecto. Aquella era la oportunidad que él había esperado, y no pensaba desaprovecharla, por lo que inclinándose con las palmas juntas a la altura de su pecho, a modo de agradecimiento, le dijo:

- Mi señor os agradezco que confiéis en mi para ésto, sé que el destino que nos espera si descubren nuestra participación en estas conspiraciones será ciertamente aciago, pero si entregamos a Yabu-hime a un asesino, será mucho peor, ya que en ese caso no sólo moriremos nosotros dos - dijo con un notorio tono de preocupación al mencionar ésto último - por lo que aceptaré encantado la labor que me encomendáis, espero estar a la altura; pero si algo me pasara, asumiré toda la culpa, vos deberéis ocuparos de la señora, Chikazumi-senpai - ésto lo dijo como una súplica inclinándose sobre sus rodillas hasta tocar el suelo. Ciertamente si tenía que morir, se sentiría más tranquilo si Yabu-hime aún pudiera contar con la habilidad del veterano samurái. Por lo que tras completar el gesto siguió diciendo:

- En cuanto a Kurô-sama, no me ha parecido que tenga ningún secreto contra nosotros, pero siento deciros que creo que hay un espía dentro de nuestro grupo. Puede que sea, él o Nene o alguno de los ashigaru que nos acompañan, pero lo cierto es que Yukinai-sama me odiaba sin yo conocerlo de nada, y creo que es porque alguien lo avisó con antelación de que fui yo quien impidió el asesinato de la señora y me detesta por haber frustrado sus planes.

Tras una pausa en la que esperó a ver como asimilaba su superior esa información, continuó diciendo.

- Por otro lado creo que debería ponerme de inmediato con las investigaciones, ambos señores están ahora reunidos, y con algo de suerte la tripulación estará bebida por las celebraciones, creo que debo aprovechar el momento - luego, bajando la cabeza, en un gesto de arrepentimiento y cambiando de tema dijo - también creo que debo disculparme con vos Chikazumi-senpai, por mi actitud de estos días, sé que no es propio de un samurái comportarse así, pero a veces es tan difícil - dijo con un gesto de abatimiento - no volverá a ocurrir; y si ésta es la última conversación tranquila que podemos tener no me gustaría que quedara ninguna discordia entre nosotros - dijo con una voz sincera.

Y luego se quedó esperando la respuesta del samurái y ver si le permitía realizar el indeseable, pero necesario acto del espionaje.

- Es por el bien de Yabu-hime... es por el bien de Yabu-hime -. Repitió para reafirmarse - No te preocupes, tu actitud ha sido algo excusada por causas mayores de las cuales nos encontramos hablando, ya trataremos un poco tu disciplina después -. Aunque pareciera una riña, lo decía algo sonriente como afirmando que se verían después de este conflicto.

- Bien podemos empezar las investigaciones ahora o esperar a mañana, pero si deseas que sean ahora, me dirigiré a Chosokabe-dono para vigilar a Yukinai-sama - El veterano calló, y dio la oportunidad de que el joven planease el siguiente paso: ¿hoy o mañana?

Todos se disponían a solucionar sus asuntos, todos absortos en sus preocupaciones cuando un grito y el sonido de las campanas llamó la atención de todos.

-Fuego, fuego en el embarcadero... Fuego, Fuego.

Las llamas ardían con gran voracidad, el fuego arramblaba con todo. Algunas llamas se extendían a las casas cercanas y los hombres corrían por todas partes.
 

En medio del caos, un mensajero se aproxima a gran velocidad a Chikazuma

Takeda-dono, Takeda-dono... Vengo de Miyako, de la corte... Mitshuide Akechi ha asesinado a Nobunaga, Nobunaga Oda ha muerto...

Uno de los muchos campesinos que sirven al templo aparece a la carrera, es un viejo conocido de Kuro. Normalmente actúa como informador.

Sacerdote, Sacerdote... Nobunaga Oda ha muerto, han llegado mensajeros... Debe abandona su misión, los Akechi y los Hashiba quiere eliminarle para borrar el rastro...

Yukinai Nita aparece en la cocina. Casualmente Yabu-Hime rondaba los pasillos cuando se topó con la anciana, indicandole que la siguiese. Allí, en la cocina, encuentran a Nene hablando con una anciana criada. El kaos continua.

-Asi que aqui estabas... debéis daros prisa... Si quereis saber quien ordenó el asesinato, tu criada de Mikawa debería ir a las habitaciones de mi hijo, allí debe encontrar algunos documentos... Ese idiota de Ito no sabe nada, ni siquiera sabe leer... Pero su amante si sabe ¿Acaso te sorprende que sepa de donde vienes pequeña kunoichi? dice la anciana con una sonrisa Durante años he hecho lo mismo, ahora soy anciana pero se todo lo que ocurre en esta región y mas allá.

Luego se volvió hacía Uemi.

Querida, tu deberías hablar con tu amante dijo con una sonrisa pícara Los Akechi, Tokugawa y Hashiba desean buscar aliados antes de enfrentarse. Eres un blanco jugoso para un secuestro y una boda forzosa. Cuentale esto a Uetsugui Takeda

Esto sin duda... cambiará todo... - ¡Kotaru-kun! ¡Sígueme! ¡Hay que ver que Yabu-hime se encuentre a salvo! ¡Después cumple tu encargo! - Chikazumi-sama salió corriendo en dirección a la habitación de Yabu-hime - Descansa Mensajero-sama - No se dio cuenta de que le habló con el sufijo, pero era por que no creía lo que pasaba...

- ¡Aprisa joven! ¡Como puede un hombre mayor ganarte! - Todavía quedaba el misterio del Pirata Astado, pero tantas cosas habían cambiado...

La situación cada vez se volvía más irreal. Sin que me lo dijesen dos veces, me dí la vuelta y me fui a buscar a Kotaru-san. 

En el umbral de la puerta de la cocina miro a Nene, y sin mediar palabra me fui.

Corriendo, alarmada aparece Yabu-hime. Encuentra Chikazuma y Kotaru que corrían hacía ella.