Partida Rol por web

El bandido escuchó a Jacklin y se dirigió hacia la puerta, con su espada desenfundada. Jacklin lo siguió y cuando llegaron, el bandido puso la mano libre en el picaporte y lo abrió. Al otro lado de la puerta, Jacklin pudo ver a Ed y un bandido tirados en el suelo. Ed le tapaba la boca y sostenía una flecha con el que amenazaba la garganta de aquel bandido. Entonces su acompañante pareció enfurecerse.

-¡Eh, tú! ¡Máldito...!

El bandido al que apuntaba Khya se quedó quieto en el árbol. Al no notar que la siguiente flecha saliera disparada, parecía no querer arriesgarse a salir.

-¡Chica! ¡Será mejor que sueltes eso y te marches antes de que mis compañeros decidan cortarte los brazos! ¡Y te aseguro que eso será lo más bonito que te van a hacer!

Me quedo callada, intentando que no me vea, quizás así piense que le he hecho caso y se ponga a descubierto. Desde luego lo que no iba a hacer era abandonar a mis compañeros. Asi que me quedaría en mi puesto lo que fuese necesario.

-Ríe, ríe ahora, cuando nos estemos asfixiando por el humo no podrás hacerlo.- Dije mientras le miraba enfadada.- Quizá yo también muera, pero será un placer ver como lo hacéis vosotros también. ¿Notas el calor bajo tus pies? Esto ya está ardiendo.- Dije con una sonrisa mientras miraba hacia el suelo y posteriormente hacia las escaleras por las que habían marchado.

El suelo no estaba siquiera estaba caliente, pero confiaba que el subconsciente le jugara una mala pasada. Tenía que conseguir que aquel guardia me diera la espalda. Quizá hacerle sentir curiosidad por lo que ocurría abajo le hiciera mirar por las escaleras o algo parecido

Parecía que me había metido en un buen lío y no veía la forma de salir.

Poco a poco solté al bandido que tenía como rehén y levanté las manos. Mi miraba saltaba entre los bandidos y Jacklin, esperando algún tipo de señal que quizás nunca llegaría para actuar. Pero lo importante ahora era salir de la situación y disimular... tenia que evitar, a toda costa, caer con todo el equipo - sois todos unos malnacidos! habías secuestrado a mi novia y a saber lo que lo ibais ha hacer... cuando me soltéis se lo contaré todo al alcalde!

La situación era la que me esperaba, Ed con uno de los bandidos retenidos contra su voluntad y amenazado. Lo cual evidentemente hizo enfurecer al que me "acompañaba" junto con su grito hacia mi amigo yo desenfunde el arma. Mantenía una mirada fiera sobre Ed tratando de disimular e incluso alce la espada hasta ponerla en vertical con la empuñadura a la altura de mi pecho cerca de mi hombro derecho... y todo esa pantomima acabo de golpe cuando lancé una estocada directa a la espalda del bandido sin dudarlo ni por un solo instante, un ataque directo a matar lo mas rápido posible a ese hombre ya que debía volver con Cran de inmediato. Podría haberle dicho algo a Ed, que no se rindiera, que porque se había metido aquí o cualquier otra cosa pero ahora eso era lo de menos estaba aquí y debíamos ayudarnos para salir de esta.

La gran estocada de Jacklin cogió por sorpresa el bandido, el cual fue atravesado por completo por la espalda, pudiendo ver Ed como sobresalía. El dolor que sintió en aquel momento, le hizo pegar un enorme grito que resonó por los pasillos, pero después se quedó inerte, cayendo al suelo, todavía empalado. El otro bandido, aprovechando que Ed lo había soltado, comenzó a tratar de arrastrarse por el suelo, asustado.

-N...no, no... ¡Por favor, no!

A pesar de aquello, no pudo ir muy lejos, ya que Ed todavía mantenía su peso sobre él.

El bandido aguardó un momento, esperando escuchar algo. Pero no conseguía escuchar nada mientras Khya permanecía en completo silencio. De pronto, de dentro del edificio, se escuchó un gran grito. Ese momento lo aprovechó el bandido para salir del árbol y tratar de esprintar hacia la torre. Ahora era el momento para que Khya tratara de acertarle.

-¡Qué más quisieras, chica! Tus amigos seguramente estén muertos ya...- De pronto, de debajo de las escaleras, se escuchó un gran grito que retumbó por los pasillos. El hombre avanzó unos pasos en aquella dirección por puro impulso, despistado.- Pero... ¡¿qué demonios...?!

En cuanto el bandido dio un par de pasos hacia la escalera dándome la espalda no dude. Mi mano derecha salió de la cuerda mientras la izquierda seguía manteniendo la cuerda sujeta para que el bandido no notara la ausencia de peso. Cogí el cuchillo que tenía escondido y apreté con fuerzas el mango de este mientras mi otra mano lo sujetaba también. No me gustaba lo que iba a hacer, pero no podía dudar.

Tan rápido como pude me abalance hacia aquel hombre. No era una asesina, no iba a degollarlo ni nada parecido, tampoco me habría creído capaz, con incapacitarlo era suficiente. Así pues no me dirigí hacia el cuello. Mis manos firmemente sujetas al cuchillo apuntando hacia el bandido fueron hacia la parte baja de su espalda, no en plena columna si no justo a su lado, donde habría mucha menos resistencia. Aunque mi deseo era incapacitarlo sabía que donde estaba atacando, si profundizaba lo suficiente, desgarraría bastantes órganos vitales lo que provocaría su muerte a largo plazo, pero si atacaba en otra zona quizá no tendría la fuerza suficiente o la habilidad necesaria y seria yo la que estaría en problemas.

- Joder Jacklin! – había querido decir, pero mi voz no salió. Tenía todo un plan en mente… seguirles un poco el juego, despistar a los bandidos, una señal con Jacklin… el resultado: dos bandidos inconscientes atados y amordazados. Pero ahora tenían un bandido suplicando por su vida y un cadáver. Miré a mi compañero sin saber muy bien que hacer, confuso por su actuación, aunque una cosa estaba clara, no iba a dejar que matase al otro bandido.

- Vete! Sal del edificio despacio y con las manos en alto, deja de ser un bandido y ayuda a la gente… o la próxima vez serás tú el que acabe en el suelo. – dije mientras lo soltaba y le daba una patada. No me sentía bien por ello, pero esperaba que una experiencia así lo hiciera recapacitar. Mientras el bandido se marchaba clavé la mirada en Jacklin negando ligeramente con la cabeza… no hacía falta matar a más gente.

- Y ahora qué? – pregunté cuando nos quedamos a solas – dónde está Cran?

Me tuve que apartar del camino si el bandido que libero Ed hubiera hecho precisamente lo que el dijo ya que me encontraba en mitad del marco de la puerta con el cadáver del que antes iba tan de guay a mis pies. Y de hecho para cuando Ed me hablo ya estaba a medio girar, señale con la cabeza las escaleras a su pregunta de donde estaba Cran.

- Arriba, este tipo era uno de los dos guardias del jefe gracias a vuestra distracción y a que el otro se quedo vigilando a la "prisionera" pudimos separarlos para acabar con ellos. Así que debo volver cuanto antes para ayudarla -di un primer paso pero entonces la preocupación me pudo y ya de espaldas a Ed con la cabeza ligeramente agachada- ¿Y Khya? ¿Esta bien?

Ahora o nunca Khya.

Tenso el arco y apunto al bandido que huye rápidamente de donde estaba escondido, aunque no parece muy buen disparo pienso al ver la flecha salir sin mucha fuerza surcando el aire.

- Sabrá cuidarse sola - o eso espero - confirmé ante la pregunta. Si bien es cierto que la había dejado allá fuera, estaba en una posición privilegiada y la mayor parte de los bandidos aún debían estar apagando el fuego.

Antes de seguir a Jacklin, arrastré el cuerpo sin vida del bandido hacía el interior de la habitación, cerré la puerta y me ajusté el pañuelo para que cubriese parte de la cara. - Vamos, te sigo!

La flecha salió desviada debido a que Khya apenas tuvo tiempo de apuntar. Rápidamente, el bandido llegó a la torre y de un salto se subió a la escalera de mano y alargó el brazo hasta coger de la pierna a la chica.

-¡Maldita puta! ¡Baja de ahí!

El bandido comenzó a tirar de ella, pero ella trataba de forcejear. Pero en ese instante, se escucharon pasos detrás de ellos. El bandido giró la cabeza para ver salir al bandido que antes se encontraba adormilado en la puerta. Parecía asustado y se paró en seco. Ese era el momento que tenía Khya para contraatacar.

El bandido asintió ante la amenaza de Ed, sin atreverse a decir ni una cosa más y finalmente salió corriendo dirigiéndose hacia la salida. Mientras Ed metía el cuerpo del otro bandido, de pronto ambos escucharon un grito que provenía del piso superior.

-¡Maldita zorra! ¡Te voy a matar!

El cuchillo se clavó en la espalda del bandido, que a pesar del dolor, soltó un pequeño grito ahogado mientras se retorcía doblando la espalda hacia atrás. De pronto Cranberry notó como el bandido comenzaba a girarse rápidamente, haciendo que tuviera soltar la daga, que se quedó clavada en su espalda. De pronto alargó el brazo y de un manotazo, golpeó a la chica tan fuerte que la tiró contra la pared, haciendo que cayera al suelo. Su cara estaba llena de furia y le miraba con los ojos inyectados en sangre.

-¡Maldita zorra! ¡Te voy a matar!

Ed no pudo ver mi reacción a su respuesta, solo pude ver como me mantuve en silencio un par de segundos en lo que el escondía el cadáver hasta que un grito resonó entonces todo mi cuerpo reacciono y antes de pensar siquiera mis piernas ya se estaban moviendo a toda velocidad rumbo en la dirección de la que provenía el grito.

Cran había atacado al bandido y por eso el había gritado, lo mas probable es que le fuera a hacer algo el ahora por lo que debía darme prisa y llegar lo mas rápido posible junto a ella, también debía preocuparme por que había mas gente a la que rescatar, todo eso era un dolor de cabeza.

- Ed, hay chicas retenidas en este lugar contra su voluntad. Debemos ayudarlas... no podemos dejarlas aquí -decía mientras subía las escaleras a toda prisa

¡Me había conseguido coger la pierna! Mierda, mierda, mierda...

Intento darle una patada, si conseguía tirarle con el golpe podía incluso hasta quedarse inconsciente. Asi que pongo todo mi empeño en lograrlo.

Tras el grito y la reacción de Jacklin no podía quedarme atrás, cerré la puerta y emprendí la carrera con mi compañero. Le seguí a lo largo del pasillo y escaleras arriba mientras me soltaba otro bombazo.

Con toda mi atención focalizada en encontrar el origen del grito y seguir los movimientos de Jacklin, notaba como crecía cierta rabia en mi interior - seguramente iban ha hacer lo mismo con esa chica de antes - fue el pensamiento que me vino a la mente en aquel momento - cuenta con ello! - respondí firme y decidido.