Partida Rol por web

Cranberry logró romper el cabecero de la cama para que la chica dejara de estar esposada. La chica parecía aterrada y les miraba con ojos que en cualquier momento se pondría a llorar.

-Gr...gracias... Y...yo...

Pero a la joven no le salían más palabras. Entonces, para taparse, comenzó a ponerse la ropa que le había llevado Cranberry. Pronto estuvo vestida, solo que aún con las esposas en las muñecas. Para poder quitárselas habría que forzarlas o encontrar la llave. Entonces, Ed pudo ver al otro lado del pasillo, mientras hacía guardia, a Khya.

Khya siguió por el pasillo, pero parecía que perdió el rastro de los demás. Así que retrocedió de nuevo y comenzó a subir por las escaleras. Al llegar la piso de arriba, entró por un pasillo, y finalmente localizó al resto. Ed y Jacklin se encontraban haciendo guardia en una puerta, vigilando. Cranberry, posiblemente estaría dentro de la habitación. Y a los pies de Ed se encontraba otro bandido, con un brazo cortado al que parecía que le habían practicado primeros auxilios.

Tras recorrerme media casa por fin encuentro a Ed, y... ¿a un tullido a sus pies? Me adelanto hasta él para saber un poco como esta la situación.

- Lo que me ha costado encontraros, porque supongo que los otros dos están ahí dentro ¿verdad? ¿Cómo está yendo todo? Yo me las he tenido que ver sola - recalco lo de sola - contra dos bandidos, pero al final he salido bien parada de la situación y aquí estoy. Por cierto ¿qué le ha pasado a ese tipo? - pregunto señalando al que le falta un brazo.

Mientras la chica se vestía, Eď se fijó en algo que se les había pasado por alto al resto. En el suelo solo parecía haber ropa para una sola persona. O bien a la mujer la habían traído desnuda o bien...

El simple echo de ver a nuestra compañera viniendo hacia nosotros fue muy tranquilizador y por fin pude respirar hondo sin esa ansiedad constante oprimiéndome el pecho.

- Lo siento Khya... - intenté disculparme por haberla dejado sola - me encontré con Jaklin y la cosa se complicó un poco pero ya está todo bajo control. Este tipo era uno de los guardias del jefe, pero este no aparece por ningún lado, en la otra habitación - comenté mientras me giraba para indicar mejor a Khya ahora que la mujer que habíamos encontrado estaba algo vestida - encontramos a una de las chicas secuestradas atada a una cama - pero mientras mientras iba hablando, me iba dando cuenta de que ciertas cosas no encajaban del todo en esa situación, así que me arrimé un poco a Jaklin para susurrarle - oye... y si esa mujer no es lo que aparenta?

Al oír la disculpa de Ed le sonrío y le aprieto un brazo.

- Bueeeeeeeno vale, estás perdonado, pero no vuelvas a abandonarme ¿eh? - le guiño un ojo y me acerco a ellos para escuchar que susurran - si Ed piensa eso quizás pueda ser cierto, quizás debamos interrogarla un poco, ¿qué hace Cran con ella? ¿cómo así las habéis dejado solas? más vale que no corra ningún peligro, dejadme entrar...

Quiero ayudar allí también, y si podía hacerlo descubriendo si esa mujer de la que hablaban era de confianza o no, pues bienvenido sea.

Me había mantenido apoyado en el marco de la puerta por lo que la puerta se había quedado permanentemente abierto trataba de no mirar dentro totalmente avergonzado y sonrojado como un tomate. Pero la aparición de Khya me hizo olvidarme de todo por unos instantes y sonreír de oreja a oreja.

-Menos mal que estas bien, estaba muy preocupado cuando vi a Ed aquí no quería ni imaginarme que pudieras estar en peligro -suspire aliviado, Ed por alguna razón estaba preocupado de que aquella mujer nos estuviera engañando pero esa era totalmente imposible- Pues claro que no, ella solo es otra víctima mas como muchas otras mujeres, el líder debe haber escapado en cuanto se vio en peligro o al escuchar los gritos de sus guardias -entonces me atreví a mirar de reojo por encima de mi hombro para ver si ya estaba vestida y al ver que ese era el caso me acerque a ella- Señorita, ahora que esta vestido he de presentarme. Mi nombre es Jacklin y me acompañan Cranberry la joven que la ayudado, Ed un diestro cazador y Khya probablemente la persona mas culta que conozco. Vamos a sacarla de aquí a usted y a todas las demás que hayan sido raptadas por estos malhechores -tome su mano con delicadeza y cuidado para ver las esposas- Tenemos que encontrar la llaves puede que este en algún lugar del despacho o que se la haya llevado el jefe.

Giro la cabeza en señal de negación, ¿por qué Jacklin era siempre así? Tan confiado, tan bueno, maldita sea desde que lo conocía siempre había pecado de bueno, así que tenía que intervenir.

Me acerco a ellos y en concreto a la mujer.

- Bueno, ya has oído a Jacklin, él confía en ti, pero mala suerte, yo no. Y necesito pruebas de que debemos salvarte y no entregarte a la policía, ¿puedes probar que dices ser quien eres y no una bandida?

Miro a la chica desafiante.

Había permanecido junto a la joven que habíamos encontrado durante todo momento, encontraba de acuerdo todo lo que había dicho Jacklin mientras se acercaba, pero mis ojos se abrieron por sorpresa cuando Khya empezó a recriminar a la mujer.

-¿Pero… Como quieres que demuestre quien es si todavía no ha podido ni hablarnos casi?- Pregunto incrédula.- ¿De verdad vas a sospechar de una chica que encuentras en un campamento de bandidos,  atada al cabecero de una cama, desnuda y asustada?¿Cómo estarías tú en esa situación?  ¿Querrías que sospechen que eres parte de los que te han atado ahí?.- En mi tono se notaba algo de enfado pero no tarde en darme cuenta de algo.- ¿Y de verdad crees que es el momento para esto? Salgamos de aquí, seguro que el alcalde encuentra alguna forma de quitarle las esposas.-Mientras lo decía me gire hacia la joven, no encontraba sentido a la desconfianza de Khya, pero confiaba en que se quedara tranquila si no le quitábamos las esposas.- ¿Había más chicas como tú? Ese tipo decía que os estaban vendiendo, ¿Sabes donde están?

Por aquellas palabras y la propia discusión del grupo, la mujer parecía que se comenzaba a asustar. Comenzó a deslizarse un poco de nuevo hacia el cabecero de la cama mientras les miraba con unos ojos que parecían a punto de llorar. Entonces fue tarde, pues la chica metió la mano debajo de la almohada y sacó un cuchillo, el cual rápidamente lo llevó al cuello de Cranberry, que era la que estaba más cerca de ella. Entonces les miró con una sonrisa.

-Vaya... Que listos sois... ¿Qué me ha delatado? ¿Habéis visto el cuchillo? ¿O es que es demasiado alto como para que alguien salte por la ventana?

Mis ojos se abrieron asustados ante el movimiento de la mujer cuando me coloco un cuchillo en el cuello, pero había algo que la que parecía bandida no había tenido en cuenta, y es que por muy por sorpresa que cogieras a alguien, tus movimientos son lentos cuando tienes las manos esposadas.

Mientras hablaba distraida de las razones de porque mis compañeros habian sospechado de ella mi mano subió y golpeo tan rápido como pudó el pomo de su arma, alejándola de mi cuello. Tan rápido como fui capaz me puse frente a ella dando un par de pasos atrás para colocarme junto a mis compañeros mientras desenvainaba la daga. Un pequeño escalofrió me recorrió al pensar en la última vez que la había usado. No quería llegar a tanto de nuevo.- ¿Estás segura de querer iniciar una pelea contra cuatro personas con las manos esposadas? Te habría convenido seguir fingiendo. Suelta el cuchillo antes de que acabes como tu compañero.- Era evidente que me refería al bandido que había estado custodiando la puerta que ahora se encontraba en un pequeño charco de sangre sin un brazo.

Aun con las sospechas, el rápido movimiento de la desconocida me tomó un poco por sorpresa, pero lo único que consiguió fue confirmar las acusaciones y hacerme levantar una ceja al no entender muy bien el motivo por el cual lo hizo.

- Bien echo Cran - pensé mientras seguía observando la situación y echaba algún que otro vistazo al pasillo para controlarlo.

Ciertamente la supuesta líder no tenía nada que hacer, cuatro contra uno no era un buen número para hacer estupideces y la situación parecía bastante bajo control... Nosotros estábamos juntos de nuevo y ella había perdido su factor sorpresa.

Resoplé al ver el cambio que se produjo rápidamente en la chica.

- ¿Véis? No había que fiarse de ella, maldita sea.

Saco rápidamente mi arco y le apunto con él al pecho.

- Estate quieta ahora mismo o no verás un nuevo amanecer.

Que chulo me ha quedado, seguro que se asusta.

En un principio tuve miedo de que se estuviera asustando ante las sospechas de mis compañeros pero para mi desgracia y rompiendo mi confianza resulta que esa mujer era la líder de los bandidos. En el momento en que vi el cuchillo agarre firmemente mi espada y di un paso hacia delante pero ella fue mas rápida para coger a Cranberry como rehén, mis diente rechinaban de la fuerza con la que estaba apretando los dientes no solo nos había engañado de mala manera si no que además haciendo alarde de cobardía se ocultaba detrás de mi amiga. Por suerte Cran fue rápida y se pudo librar de ella rápidamente, entonces mis compañeros trataron de intimidarla para que se rindiera pero yo estaba cegado por la rabia y sin pensarlo dos veces corrí contra ella.

Alargué uno de mis brazos para agarrar la mano con la que sujetaba el cuchillo mientras le daba un golpe con el hombro y todo el costado de mi cuerpo.

La chica perdió el agarré de Cranberry y antes de que pudiera reaccionar, recibió la embestida de Jacklin y perdió el cuchillo, mientras caía de nuevo a la cama. Al verse desarmada, tranquilamente levantó las manos.

-Vale, vale...- Entonces se llevó las manos a las muñecas y con un truco, se deshizo de las esposas, que cayeron en la cama.- Me habéis pillado... ¿Qué queréis? Supongo que os habéis cargado a los inútiles de la puerta, ¿verdad? Si no fuera por mi estos no sabrían ni encontrarse el ombligo con un mapa... Vaya inútiles...

- Que graciosa eres, pues qué vamos a querer, ¡qué dejéis de hostigar a las gentes de este pueblo!, bueno en general que no hostiguéis a nadie y dejéis a la gente vivir tranquila, es eso o acabar como los de la puerta sí. Tú decides.

Estaba cansada de pelear, estaba siendo un día muy largo, así que lo mejor era eso, ser directos.

Mi mirada estaba enfadada ante las palabras de la mujer y no pude resistir soltar una pequeña puya.- Tú no has sido muy diferente a ellos.- Dije aclarándola que tampoco ella era muy útil. Me di la vuelta y me dirigí a la puerta, donde la cuerda que había representado hacia unos minutos que tenía las manos atadas seguía tirada en el suelo. La recogí y volví hacia mis compañeros. Mi mano tendió la cuerda hacia Jacklin.- Átala, esta vez de verdad.- Dije mirando a la joven y las esposas de las que se había desecho en el suelo.

Hecho esto me gire hacia Khya.- Siento no haberte hecho caso y… aun no la creo, dudo que sea la jefa. Todos los que nos encontramos hasta el momento hablaron de “EL”. Dije mientras me giraba de nuevo hacia la mujer.- Aunque eso no quita que nos pueda dar información… ¿Dónde retenéis al resto de las chicas?