Partida Rol por web

El corazón de África

2.- Una cálida estancia

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22/06/2016, 18:59
Master

Tomaste notas, conciencia de donde te encontrabas y reflexionaste. Realmente no había mucho allí así que no fue complicado aprender donde estaban las cosas.

Al día siguiente corrió la voz por el pueblo de que había alguien nuevo en la cruz roja. Y pronto comenzaron a llegar niños que querían conocerte. Aunque tenías que comunicarte con ellos para hacerte entender. Paige, consciente de todo ello comenzó a enseñarte las primeras palabras “Hola” ¿Cómo estás?” “Gracias”

También recordaste que debías de escribir algunas cartas, así que tenías que pensar en ello. Paige te enseñó lo básico de la pequeña ciudad y te comentó que mañana empezarías con las primeras vacunas.

Notas de juego

Si vas a escribir alguna carta hazme un pequeño resumen de a quien y que pones.

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24/06/2016, 09:39
Beth Grey

Me sentía realmente a gusto en aquella casa tan pequeña. Quizás era eso lo que realmente necesitaba en mi vida, algo distinto, un cambio así de radical. Cada vez estaba más convencida de que había hecho lo correcto.

Eso me recordó que debía algunas cartas. Busqué papel, y comencé a escribir una larga nota a mis padres. Contaba cómo me había ido en el viaje, y mis primeras impresiones. Procuré mostrar lo contenta y satisfecha que me sentía, para que no tuviesen dudas de que mi sitio era éste.

Acto seguido, comencé de nuevo una para Trish, mi amiga. En ella era un poco más sincera, contándole más detalles del viaje, de mis dudas y temores durante el viaje, y de cómo se habían disuelto al estar ya aquí.

También escribí a Samantha, mi amiga durante el viaje en el Almanzora. Se lo había prometido, y le conté cómo transcurrió el viaje desde que nos separamos.

A todos les incluí mis nuevas señas, para que pudiesen contestarme lo más pronto posible. Ardía en deseos de saber qué había pasado desde que los dejé.

Una vez concuída mi tarea, salí al exterior. No me sentía cómoda siendo el centro de atención constante de los vecinos, pero no me quedaba más remedio. Al menos hasta que se acostumbrasen, la novedad era yo.

Los saludé como Paige me había enseñado, procurando parecer amable y no ofenderlos con ningún gesto involuntario que pudiese ser malinterpretado.

Mañana empezaría por fin mi labor aquí.. Qué ganas tenía de enfrentarme a ese nuevo reto.

 

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25/06/2016, 07:56
Master

Le comentaste lo de las cartas a Paig y esta te indicó como podías enviarlas en la minúscula caseta de correos de la ciudad. Sabías que tardarías en recibir respuesta al estar tan alejada del “mundo moderno” pero al menos ya saldrían haciendo camino.

Como tu colega de trabajo te indico al día siguiente empezaste con las vacunas. No era una labor difícil, aunque había que combinar esto con la pegada de algún cartel anunciando de lo recomendable de las vacunas, especialmente en los niños.

No hacía falta ser muy lista para darse cuenta de que aquí la gente no tenía apenas recursos y no era extraño lo de pasar apuros para lograr saciar el hambre. Esto, en el tema de los niños era especialmente doloroso.

Y había otro tema peliagudo, el racismo. En estas tierras parecía que el hombre blanco aún se consideraba superior, pese a ser una minoría en el lugar.

Tú al menos seguiste aprendiendo palabras, en cada visita, con cada vacuna, era una nueva ocasión para aprender

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26/06/2016, 10:03
Beth Grey

Ver el miedo a la aguja en los ojos de los niños se me hacía especialmente tierno, y me compadecía de su sufrimiento. Procuraba hacerles agradable la experiencia con algunos muñecos que encontré por la consulta, y haciendo un poco de mímica que les hiciese reír y olvidar el mal trago de ser pinchados.

Con los adultos no hacía tanto el tonto, pero intenté que no pasasen mal rato tampoco.

Los carteles que pegábamos eran curiosos, llenos de dibujos. Me dí cuenta de que la gente apenas sabría leer, y necesitaban fotos y dibujos esquemáticos para comprender mejor lo de las vacunas. Ayudé a colocarlos con entusiasmo, pensando en el bien colectivo que estábamos realizando.

Es cierto que algunos de ellos nos miraban extrañados. Me dí cuenta de que si algún africano se pasease por las calles de Liverpool también sería objeto de miradas indiscretas, y sin duda de alguna burla. Aquí la extraña era yo. Muchos se acercaban a mí para comparar su piel con la blancura de la mía. Paige llevaba más tiempo en África, el sol ya había bronceado su piel, y para ellos no era tan extraña. Yo era aún una paliducha enfermera de unas islas donde el sol brilla por su ausencia. El blanco impoluto de mi piel era una atracción más para venir a la consulta a verme.

Confieso que me hacían sentir incómoda por ello, pero supuse que todo se acabaría al terminarse la novedad de mi presencia. Mientras, me dedicaría a hacer mi trabajo lo mejor posible.

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27/06/2016, 16:36
Paige Williams

Tratabas de hacer de tu trabajo lo mejor posible. Tanto para ti como para los eventuales “pacientes” en sus fugaces visitas. Así era el día a día y poco a poco te fuiste ganando la confianza tanto de ellos como de los vecinos.

El calor seguía siendo pesado, aunque según Paige pronto llegaría la estación de las lluvias, porque por aquí, lo del frío y el invierno como que no se iba a pasar.

Llegó un día de descanso y tras el desayuno, en una sencilla mesa de madera Paig te comentó – Ya conoces la ciudad. Si te apetece te puedo llevar a una finca de una pareja de franceses con los que tengo algo de amistad, no verás a muchos más occidentales por aquí.

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28/06/2016, 17:02
Beth Grey

Paige resultó ser una buena compañera, que poco a poco se transformó en amiga. Me apoyaba mucho en ella y su compañía para poder sobrellevar mi estancia, que poco a poco se tornaba rutinaria. Pero no rutinaria de aburrida, sino que me fui acostumbrando a mis quehaceres de buen modo, y la gente a mí. Me sorprendió el ofrecimiento de presentarme a más amigos, y se lo agradecí enormemente:

-Sí, me encantaría.. ¡Gracias, Paige! Me encantará conocer a más gente con quien poder hablar sin necesitar traducción, jaja.. -en la consulta, Paige me ayudaba con eso, a la hora de comunicarme con los que venían a verme.

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29/06/2016, 12:56
Paige Williams

Aceptaste realizar aquella visita y eso te serviría para salir de la rutina. Después aprovechar para hacer un poco de limpieza y comer. Paige llamó a Abú para que os acercara a aquella finca que por lo visto no se encontraba dentro de la ciudad.

Al menos el viaje fue mucho más corto que el del primer día pues en una media hora ya estabais. Era prácticamente una hacienda, con un camino privado que terminaba en un jardín verde y una impresionante mansión. Estaba claro que esta gente manejaba dinero.

La camioneta paró a unos metros de la puerta. Un negrito que hacía las labores de sirviente se acercó a abriros la puerta.

- Hemos llegado – Comentó Paige. A parte de este sirviente había otro más mayor junto a la puerta de madera.

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30/06/2016, 22:43
Beth Grey

Siendo amigos de Paige, me tomé la visita con calma, como si también lo fuesen ya míos. Me vestí lo más elegantemente que pude, dadas las circunstancias. Había empezado a aprender cómo huir del sol y el calor en lo posible, y usaba prendas claras y aireadas en todo momento. Parece que por fin me estaba aclimatando un poco.

Al ver la casa me alegré de haberme arreglado. Me había acostumbrado tanto a ver chozas, que la imagen de aquella imponente mansión me dejó sin palabras. Grandes ventanales, esa altura.. A mis ojos, parecía un castillo de cuento de hadas para un niño. 

Me bajé de la camioneta de Apú intimidada por todo el lujo que derrochaba mi alrededor, pero volví a recordarme que eran amigos de Paige. Seguro que eran buena gente.

Más animada, asentí con la cabeza al comentario de mi amiga.

-¡Es una casa preciosa! Me parece tan.. ¡gigante! Creo que me estoy acostumbrando demasiado a nuestro poblado, jajaja.. ¡Hola! -saludé con un gesto amistoso a nuestro pequeño anfitrión en la casa, y también al mayor que nos esperaba dentro. Paige era quien conocía todo aquello, y esperé con educación a ser presentada a los anfitriones.

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02/07/2016, 09:29
Irina Luque

- Si bueno... Gente que se lo puede permitir. Son un poco raros, pero no son mala gente ya verás – Te dijo antes de acercarse a la puerta.

El pequeño sirviente hizo una reverencia y el mayor un asentimiento con la cabeza. Aunque más que anfitriones debían de ser empleados sino esclavos.

Fuisteis anunciadas y al poco se escuchó unos tacones ¡Tacones! Eran los primeros que conocías en áfrica. Una mujer de edad media a avanzada apareció con una sonrisa acercándose a vosotras.

- Paige Williams, siempre es un placer. Oh y veo que vienes acompañada – La mujer se esforzaba en hablar inglés pero tenía un acento tremendo a francés, lo que te parecía un poco gracioso.

- Si, esta es Elisabeth Grey, llegó hace unos días a Kenia, me está ayudando con lo de las vacunas y bueno, con lo que haga falta – Luego se dirigió a tí para culminar la presentación – Beth, esta es Irina Luque

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03/07/2016, 11:39
Beth Grey

-Echanté* -le dije, procurando recordar el poco francés que había aprendido en el colegio. Enseguida me cambié el idioma, consciente de que ella hablaba mejor inglés que yo francés-. Es un placer, Madame Luque. Muchas gracias por invitarme a su casa, ¡es magnífica!

Le sonreí con afabilidad. Parecía simpática, y me hizo sentir confiada. Parece que la velada iba a ser de lo más agradable en compañía de estos nuevos amigos.

-Llevan ustedes mucho tiempo residiendo en el país, por lo que veo -comenté, refiriéndome a la casa, su decoración, su servicio.. Parecían ya acomodados a ese lugar-. ¿No echan de menos Europa? Yo llevo apenas unos días, y aunque me preparé a conciencia para el viaje y Paige me ayuda mucho, me temo que empiezo a echar de menos ciertas comodidades de nuestro querido continente. Espero acabar acostumbrándome, jaja.. 

Notas de juego

*encantada

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04/07/2016, 12:13
Irina Luque

Irina te sonrió en respuesta a ti intento de hablar francés – Pasad por favor, mi marido está atendiendo unos asuntos y volverá en unos minutos. ¿Queréis tomar un té? Sé que los británicos son muy del té con pastas, creo que puedo satisfacer con ese curiosa costumbre.

Casi sin esperar respuesta se dirigió a otro sirviente de color – Rasmid, prepara un té para nuestros invitados

- Os enseño mientras las dependencias, no suelo tener invitados nuevos – Y algo te decía que estaba encantada de poder enseñar esos lujos a alguien que parecía asombrada de ello como tú.

Y así os hizo un repaso por las distintas dependencias, para acabar en el salón. Allí había una mesa baja y unas sillas con unos amplios respaldos como de junco o algo así. También respondió a tu pregunta – Bueno, una se acaba acostumbrando, si lo echo de menos, pero también ya me considero en parte de aquí - El té y las pastas no tardaron el llegar – Bueno querida, háblanos de ti ¿Como acabaste tan lejos? - Quiso interesarse o cotillear

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05/07/2016, 09:57
Beth Grey

Me sentía cómoda con la nueva amistad. La señora parecía también contenta de tener más invitados, y la visita estaba resultando agradable.

Recordé las lecciones interminables de modales a la hora de tomar el té, y no disgustar a mi anfitriona de ninguna de las maneras posibles. Mamá siempre había insistido en la necesidad de los modales, aún en las más penosas circunstancias. 

Seguro que no pensaba en África cuando me lo decía.

-Bueno, Madame Luque.. Realmente yo trabajaba como enfermera en un hospital, en Liverpool. Por circunstancias -la espinita de James aún sequía clavada en mi corazón, aunque lo negase- y recomendación de una amiga, me decidí a embarcarme en esta aventura y ser útil en lugares donde la medicina no es frecuente, y sí muy necesaria. Ahora me doy cuenta de lo útiles que son campañas de vacunación como estas que hacemos, previniendo enfermedades mortales que en Europa ya apenas existen.. ¿Sabe? -dije, tras tomar un sorbo de té y dejar de nuevo la labrada taza- Parecerá una tontería, pero.. Estar aquí me ha renovado por dentro. Me ha recordado por qué quise dedicarme a la medicina, esa pasión por ser útil y salvar vidas.

Las sonrisas agradecidas de los padres al vacunar a sus hijos llorosos por el pinchazo realmente me llenaban. Sabían que les estábamos regalando vida, el tener fuerzas y recursos para afrontar enfermedades, y eso era algo impagable.

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06/07/2016, 10:39
Irina Luque

Se inició el protocolo del té. Y la charla comenzaba a ser distendida.

- ¿Enfermera? Las enfermas son una mina de oro en África. Si quisieras podrías trabajar en la capital o en Mombassa de forma acomodada en un hospital..

Paige la miró un poco mal, como si temiera que te acabara de dar una idea para irte y dejar la campaña de las vacunas.

La mujer prosiguió sonriendo ampliamente – Cielo, áfrica nos cambia todos. O te hechiza o te repele, no hay término medio – Tomó un poco de su té – Espero que tus “circunstancias” mejoren aquí – A la mujer no se le escapaba una y te miró achicando un poco los ojos buscando tu complicidad – Si te sientes sola o simplemente algún día te apetece puedes pasar por aquí – Te ofreció.

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07/07/2016, 12:15
Beth Grey

La miré, sonriente. La verdad es que me estaba cayendo muy bien, y me sentía muy cómoda en su compañía.

-Muchísimas gracias.. Estaré encantada de visitarla alguna vez más. Siempre es agradable hacer nuevas amistades. Lamento no poder ofrecerle el visitarme a mí de vuelta, ya que nuestra cabaña no ofrece tantas comodidades, pero.. Si algún día le apetece, cuente con mi compañía también.

Miré a Paige, que aún seguía visiblemente molesta con el comentario que Madame Luque había dicho sobre el hospital.

-Respecto a lo de las vacunas.. Sin duda la capital ofrece otras comodidades, pero.. Llámeme loca, me gusta estar aquí, jajaja. Ya trabajaba en un hospital, y lo dejé por venir a ayudar a estas personas que no tienen tantas oportunidades. Para eso he venido, y de momento eso seguiré haciendo. No obstante gracias por la idea, nunca viene mal conocer otras posibilidades.

El té se me había acabado hacía un rato ya, y mientras hablaba observaba la salita. Reconocí algunos cuadros colgados en las paredes.

-Veo que le gusta el arte.. Seguro que tiene usted una magnífica biblioteca. En Liverpool yo era una voraz lectora, pero aquí me estoy relajando demasiado, jajaja.. 

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08/07/2016, 13:04
Jean Luque

Irina rió alegremente cuando trataste de devolverle la hospitalidad – No te preocupes por eso – Trató de sacarte del atolladero.

Le alegró de que te interesaras por el arte y por si tenía una biblioteca. Cuando terminó el te pasó a enseñarlos la biblioteca y alguno de sus cuadros, conversasteis de temas relacionados durante unos minutos más. Luego Paige se disculpó con que ya era hora de ir volviendo a vuestra base.

En el Hall a punto de despediros entró un señor. Irina se apresuró a presentarlo como su marido, el señor Jean Luque. Disculpen mi atuendo señoritas, acabo de regresar de trabajar en las parcelas – En vez de besos en la mejilla os tomó la mano para besarla. Más que costumbre por no incomodaros con su aspecto.

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09/07/2016, 16:19
Beth Grey

Me quedé gratamente sorprendida de la amabilidad de Monsieur Luque.

-Enchanté -volví a decirle a él también. El francés que conocía estaba casi definido por esa palabra-. Me alegra poder conocerle, monsieur. Estábamos a punto de irnos tras la agradable compañía de su esposa, y la estupenda visita que hicimos a su casa. Lamentaría haberme ido sin saludarle a usted.

Parecía también un hombre simpático, con ese bigote tan a la moda que por un instante me recordó al de mi padre. Una punzada de morriña hizo mella en mi corazón, pero procuré deshecharla. Estás en África, estás feliz.. Todo va bien.. ¡no seas tonta! me dije. Pero echaba de menos tener noticias de casa.

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10/07/2016, 09:09
Master

- Muy amable señorita Grey. Espero que otra ocasión tengamos oportunidad de poder compartir unos minutos de conversación. Pero ahora ha de disculparme, no estoy presentable.

La visita había concluido y tocaba regresar a vuestra casa. El regreso fue más bien en silencio regado con unas breves palabras con tu compañera de trabajo y ya casi que amiga. Mañana tocaba regresar al trabajo, pero antes de eso, al llegar te aguardaba una sorpresa.

Había llegado una carta. Miraste el remite, se trataba de tus padres. Te aferraste a ella aún sin abrirla. Sería la primera noticia que tenías de ellos en varias semanas.

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11/07/2016, 12:40
Beth Grey

Los nervios aparecieron todos en tromba. Como una tonta me encontré abrazando el sobre, sin duda escrito por la suave caligrafía de mi madre, que tantísimos kilómetros había recorrido para encontrarme.

Me dirigí a mi habitación, cogiendo el abrecartas antes de sentarme en mi cama. Con cuidado corté la solapa hasta que todo el borde superior estuvo libre, y extraje el papel.

"Querida Beth..."

Ya sin leer el resto, unas lágrimas de añoranza afloraron en mis ojos. Tuve que enjugármelos para poder seguir leyendo las tan deseadas noticias de casa.

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12/07/2016, 13:33
Paige Williams

Abriste la carta con ansias, anhelando las noticias de tu familia. Primero te comentaban que todo iba más o menos igual, los quehaceres del dia a dia y alguna anécdota que te sacó una sonrisa. También te preguntaban por como te iba. Y que les contaras todo tipo de detalles. Una carta entrañable y sin mucho más.

La guardaste de nuevo en el sobre cuando escuchaste algo de alboroto del exterior. Paig pasó por la puerta mirándote extrañada y se asomó a la calle. Uno de los lugareños, con los pies descalzos y la polvorienta calle, blandía un periódico en la mano e iba gritando algo. Paig agrandó los ojos – Dice que estamos en guerra. Hitler ha invavido Polonia. Francia e Inglaterra le han declarado la guerra.

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13/07/2016, 08:40
Beth Grey

-¿¡Que qué..!? -pregunté, confusa. Estaba tan concentrada en la carta, releyéndola por segunda vez, que cuando Paige entró con la noticia apenas pude enterarme.

¡Guerra! Pero.. Buf, no entedía nada.

-¿Guerra? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Quién es Hitler? -me sonaba el nombre, pero nunca fui aficionada a la política. Una dama no debe involucrarse en esas cosas de hombres, me repetía mi madre. En otras cosas sí protesté, pero respecto a la política.. me resultaba tremendamente aburrida. Y ahora me veía atrapada en medio. Cogí el periódico de Paige y devoré la noticia rápidamente.

-Paige, qué... ¿Qué va a pasar ahora? -pregunté, temerosa. La palabra "guerra" seguía resonando en mi cabeza, cada vez con más fuerza. Me puse en pie, y abracé a mi compañera. Comenzaba a sentir angustia.. Una guerra jamás era buena, pero yo estaba tan lejos.. ¿Qué pasaría con mi familia? Miré la carta, tan alegre.. Por aquel entonces todo iba bien. Ojalá pudiese ser así por mucho tiempo.