Partida Rol por web

El monzón ha pasado.

La lluvia deja paso al sol. Y aunque las nubes continúan amenazando el horizonte, los rayos del astro rey de dejan de entrever. Sólo los más disciplinados y metódicos podrían decir ya que dia es hoy. La vida salvaje en la isla empieza a hacer mella.

Al fin y al cabo, se habla muchisimo acerca de La Maldición de la Cuchilla del Contrabandista ¿Verdad?
Sea como sea, lo cierto es que, aun entumecidos por la humedad, aun con las preocupaciones... ALGO
 

Entonces es cuando el golpe en uno de los tejados REALMENTE os ha despertado.

La enorme bárbara se levanta de un salto, cogiendo con ambas manos su espadón y mirando a todos lados con algo de sudor en el cuerpo, producto de la humedad de la isla selvática.

- ¡¿Qué ha sido eso?! ¡¿De dónde vienen esos golpes?! - Ya no discernía si seguía soñando o era presa del ataque de aquellas enormes serpientes o de todo a la vez. Todo estaba algo confuso en la cabeza de Winda.

Trató de centrarse cuanto pudo para ver que era lo que estaba pasando.

Nerwen, todavía nerviosa por tan mal sueño tardó en reaccionar. Seguía pensando que había magia de por medio, y se dispuso a comprobarlo, pero antes pensó que sería bueno ver que el lo que golpeó el campamento

Yalandlara. Le dijo a su familiar Ve a ver que puede haber ocurrido, pero ten cuidado, esta maldita isla no es lugar para nosotras Acto seguido comenzó a tratar de detectar magia en los alrededores

Oh fue todo lo que dijo, parpadeando un par de veces al darse cuenta de que estaba comodamente tumbado en el campamento, claro que luego el sonido de algo pesado se estrello contra el tejado.

¿Y ahora que?, por el amor del Grande, se masajeo las sienes el vanara, sabiendo que algo les iba a joder la mañana en breve; empezaba a ser un patron habitual en esta isla.

El semiorco se despereza pensando Maldicion, ahora que iba a aplastar a ese bicharraco. Mira a sus compañeros que parecen estar levantandose de ese sopor, Habeis escuchado ese mismo ruido, dice mientras mira el lugar donde parece ser que proviene el golpe seco.

- Miraré a ver que ha sido, dice mientras trepa hacia el tejado donde ha sonado el golpe

Al golpeteo del techo le siguen más, son impactos violentos. Parecen piedras, pero cuando el bravo druida Grundar sube, se encuentra con una visión desagradable.

Es una cabeza. De Mediano.
Arrancada de su cuerpo de forma violenta y muy dolorosa.

Lleva un collar que se mantendrá en su sitio Sarenrae sabrá el porqué, en el que pone "Este collar pertenece al Riev, el Halfling Pícaro, si lo has encontrado ¡Devuelvemelo, so ladrón!"

Sin embargo, al trepar ves claramente a un par de miembros de la tribu de los canibales ¡Os han localizado! Y están atacando con palos, piedras, lanzas improvisadas y todo lo que tienen a mano

Que mala suerte, amiguito.

Abandonado en una balsa, con pocas raciones, y sin apenas agua, tu comida fue rapidamente desapareciendo por el agujero sin fondo que es tu estómago. Pero nada podia calmar tu sed.
En algún momento te podrá más el instinto que el sentido común y con tu mente de halfling dijiste "¡Hey! ¡Si el mar esta lleno de agua!" y bebiste agua de mar. Muy mal...
Ya te dabas por muerto sobre estos tablones, o devorado por un escualo de los que te visitan de cuando en cuando

Cuando ya delirabas, finalmente viste algo hermoso ¡Tierra! ¡Tierra a la vista!
Con la poca fuerza que tus cortos rechonchos brazos halfling te daban, remaste, pateaste y peleaste por acercarte a la costa. Eres un halfling y la supervivencia es lo primero ¿Verdad?

Y viste a un grupo de nativos, muy simpáticos ellos, dispuestos a recibirte ¡Que buenos!

En fin, los lugareños, con aspecto extraño, pieles pintadas y cosa así, no tardaron en reducirte siendo una criatura pequeñita y sin armas, te apalizaron, te vapulearon, te machacaron, te vejaron, te ridiculizaron, te castigaron, te torturaron, te sazonaron, te cortaron, te cocinaron, y en un delicioso banquete, te comieron, te deglutieron y te tragaron.

El lider de la tribu, tras probar tu traicionera carne halfling, declaró

"¡PUAJ!"

Yep. Ni para un caldo has servido, tio. No has hecho ni dos POST!

Como sea, guardaron lo que quedaba de cabeza tuya, y se la han tirado a los PeJotas.

Atendiendo al aviso del semiorco, Winda da un paso al frente para asomarse y mirar en la dirección que le marca Grundar desde el tejado. La visión de tres de esos canívales, muy parecidos a los mismos que les atacaron la primera noche que llegaron a la isla. Sin duda, había que acabar con esos tipos, pensaba la bárbara.

- ¡Tenemos compañía! ¡Espabilad! - Gritó a sus compañeros la enorme negra.

Soltó a Mourblade a sus pies y sacó su honda del cinto para tratar de lanzar un proyectil al que tenía la antorcha encima. No era su fuerte, pero era la mejor opción, de momento.

Buffer asiendo su arco se fijo en las indicaciones de Grundar, el mismo señalaba a tres canibales, deslizando su mano al carcaj, tomo una flecha y se dispuso a tensar el arco, buscando un punto desde el cual tener un tiro limpio.

Se fijo en aquel que portaba una antorcha y emitia sonidos guturales, con deseo de hacerles un mal.

A continuación Silverfront comenzo a musitar una plegaria sobre el grupo.

Concentrandose en su objetivo, disparo una flecha que atraveso el aire silenciosa, demostrando que las habilidades adquiridas a través de los años de duro entrenamiento no tenían parangón.

Cuantos ves Grundar? exclame, preparando otra flecha.

No podemos dejar que se acercan al tronco.

Como no, la mañana empieza bien...mascullo el vanara, que tras oir los golpes y a sabiendas de que eso no podia significar nada bueno, rebusco entre sus ropajes el simbolo de el Grande, el icono que le permitia canalizar su fe y el poder de su dios alla donde fuera necesitado. Musitando una ligera plegaria la energia emano del icono bañando a todos sus compañeros.

N'Kai no se lo pensó. Se dejó caer desde la plataforma al suelo, aterrizando sin un rasguño usando las piernas y una de sus manos, como un felino, para amortiguar su caída. Con la mano derecha desenfundó el estoque.

Al ver que sus compañeros comenzaban a disparar y se lanzaban fuera de la construcción, alarmada, Nerwen se acercó al borde del mismo para comprobar qué es lo qué pasaba. Viendo que se trataba de un grupo de caníbales, decidió poner en práctica uno de los conjuros en los que había estado trabajando, con la esperanza de acabar con el combate antes de que éste empiece

El semiorco llega a la plataforma, sin llegar a la agilidad del elfo simplemente se descuelga de la plataforma con sus largos brazos y se deja caer al mullido suelo. Acto seguido saca su hacha de combate, y se lanza en persecucion de los canibales, siguiendo a N`kai a toda velocidad