Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

El cuerno de la abundancia

Los calabozos

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08/03/2011, 21:36
Helena

 Las palabras de Guillaume me enternecieron de sobremanera. Ciertamente no era el mejor momentos para amarnos carnalmente y aunque le deseaba, ahora mismo deseaba mas sus besos y sus abrazos, que el acto sexual de un amante.

 Ese sitio era frio y oscuro y lo único que quería, era salir de allí cuanto antes.

 - Eres tan increible mi amor - le abracé con fuerza - No puedo imaginar un solo segundo de mi vida sin ti ahora mismo - alce la mirada y le vi - y aunque tuviera que volver a sufrir el desgarrador dolor de estos 3 años, sin veros y pensando que no me amabais, volvería a pasarlo solo para que me miraras como lo haces ahora - dije con el corazón encogido.

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08/03/2011, 21:50
Guillaume du Balzac

Sonreí por sus delicadas palabras – No digáis eso amada mía, no quiero que sufráis, aquí tenéis mi amor sincero, podrán arrancarme la vida, pero no mi amor por vos

De nuevo la besé, era lo mejor que podían hacer nuestros labios, juntarse una y otra vez, la abracé y nos dejamos caer despacio sobre el suelo, mi cuerpo la calentaría y no dejaría de acariciarla hasta caer dormido, pero estaba tan bien con ella entre mis brazos, que quizás me pasara la noche en vela.

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08/03/2011, 21:53
Helena

 Sonreí sintiendo un pequeño rayo de esperanza, debía salir de allí para poder disfrutar de mi vida con Guillaume, le amaba y debía luchar por ese amor.

 En el suelo, sentada sobre el y acurrucada entre sus brazos, no dejaba de besarle porque sus besos era lo único que calmaba mi miedo, eran unos labios ta dulces, tan firmes, tan seguros de cada movimiento ...

 - No recordaba que el sabor de vuestros labios fuera un manjar tan delicioso - sonreí buscando su mirada, había echado en falta su mirada y sus besos mas de lo que el nunca podría imaginar 

 - No pienso dejar que nadie mas me separe de ti - alcé la mano y acaricie su mejilla - Nadie - aseguré 

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09/03/2011, 22:32

El viento soplaba violento como si quisiera echar abajo el castillo, se podía escuchar claramente el golpeteo entre los árboles y de vez en cuando, algún copo de nieve se colaba por la pequeña ventanita que era el único respiro de aquellas malolientes celdas. Por ese mismo lugar es que descubrieron que el alba había llegado y aunque estaban demasiado cansados y apenas habían conseguido pegar los ojos unos instantes, el cambio de guardia trajo sólo más silencio. Las horas parecían eternas.

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10/03/2011, 14:29
Guillaume du Balzac

Entre duermevelas y cabezadas me aliviaba el tenerla a mi lado, poder acariciarla, sentir su calor.

No quise decirle nada por si ella conseguía dormir, aunque ya se vislumbrada las primeras luces de un nuevo día, el tiempo pasaba lento, pero yo estaba con ella.

No sabía que nos depararía el nuevo día ¿Vendría la ayuda esperada, acaso la muerte? Sólo podía esperar.

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15/03/2011, 11:31
Helena

 Tenía los ojos cerrados pero apenas había conseguido descansar unos minutos. 

 Noté que Guillaume se movía pero no me despertaba y abriendo los ojos busqué su mirada con cuidado para no despertarle si estaba dormido, pero vi que no era el casi - No has dormido mucho, ¿cierto? - pregunté acariciando sus ojeras - debe de dolerte todo el cuerpo - hice unas friegas en su mano para calentarselas y acurruqué mi cara en su cuello

 - ¿Crees que Terence traera ayuda? - dije con esperanza, aunque casi había desaparecido toda la que tenía 

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15/03/2011, 14:45
Guillaume du Balzac

Helena abrió los ojos - ¿Eh? – Tenía la mente un poco aletargada – No importa, al menos la he podido compartir contigo

Acarició mi rostros y besé su mano – No es nada, he pasado calamidades peores – dije para que no se preocupara, y no era falso, en mis cruzadas pasé más de una noche al raso y son nadie que calentase mi cuerpo.

- Pues… no se quien la traerá, pero vendrá ayuda, seguro, no pierdas la esperanza – respiré profundamente y comencé a frotar sus costados tratando también de reconfortarla – pase lo que pase, valor y recordad que os amosusurré a mi amada

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15/03/2011, 18:21

 No fue sino hasta media mañana que empezaron a escucharse ruidos, no sólo los del viento, sino de algo más. Evidentemente un buen grupo se había formado para ir al castillo en busca de la liberación de su reina y no había allí sólo soldados, sino gente del pueblo también. Largas horas pasaron, afuera las peleas se escuchaban por los gritos de heridos y atacantes, no era posible saber quién iba ganando, de hecho era harta la ansiedad que podía sentirse en aquel recinto donde habían quedado alejados de todo. La tarde llegó y con ella los gritos empezaron a apagarse, hasta que pronto todo quedó en silencio.

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15/03/2011, 19:25
Guillaume du Balzac

Me di cuenta de lo que pasaba con los primero sonidos de la batalla – escuchad – le dije a Elena.

Así no podía estar en el suelo, con suavidad me aparté de ella y me levanté – luchan por vos… - estaba inquieto, de forma inconsciente comencé a caminar a un lado y a otro frotando mis puños, cuanto echaba de menos mi espada, poder luchar, defender lo que amaba.

Al cesar el sonido el sonido supe que la batalla había finalizado ¿Quién había ganado? Pronto lo sabríamos pues vendrían a liberarnos o a matarnos.

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17/03/2011, 22:40
Helena

Miré a Guillaume - ¿Vos creeis? - por un lado, me llenó de orgullo que así fuera, mi gente, luchaba por mi, pero por otro estaba aterrada ... ¿y si morían? ¿o eran dañados? ¿por mi culpa?

- Debemos salir de aquí no pueden luchar solos - dije alarmada, ¿donde estaría Terence? ¿porque nadie nos sacaba de allí?

Estaba muy muy nerviosa - Guillaume - le miré a los ojos muerta de los nervios - Porque nadie nos saca de aquí - dije perdida y aturdida, seguía sin entender porqué el arrebato de Francis, pero en cuanto saliera, se iba a enterar, le mataría con mis mismas manos si fuera necesario 

Notas de juego

 Lo siento no me salió la actualización >_<

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21/03/2011, 21:13

De pronto el silencio se vio anegado de gritos y pasos que corrían hacia donde la pareja estaba, los calabozos se vieron envueltos de hombres desconocidos y entre ellos uno que Helena conocía muy bien, parecía encorvado y ligeramente más viejo pero eso no importaba. Los demás se hicieron hacia atrás, mantenían al guardia que les había dado de comer, apuntado con las espadas y preso por lo que se podía apreciar a simple vista. La energía de aquellos hombres casi hacía sentir que hubiera fuego allí en los calabozos pero no era así.

-¡Silencio!-se escuchó pedir a alguien desde el fondo de la sala.

Y el silencio se hizo poco a poco y de adelante hacia atrás, debían haber diez o quince hombres allí adeás de Terence que sostenía su espada en lo bajo esperando el silencio de los suyos y mirando fijamente a Helena.

Notas de juego

Me falta otro, no posteen.

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21/03/2011, 21:32
Terence De Bergerd

Su corazón latía con fuerza, era como si poco a poco se le escapara la vida con él pero aún así, se paró ante la celda y sin denotar su relación con la reina, le habló tratando de ocultar su esfuerzo. Mantenía una mano sobre su costado izquierdo.

-Su majestad... El rey y Geinze se han escapado junto con una... Con una veintena de hombres pero... Ya nos haremos cargo, ahora debo sacaros de aquí a ambos...

Otro de los hombros rompió la cadena que impedía que los prisioneros se escaparan.

-Suelten al guardia, es de los nuestros...-ordenó Terence.-Por favor, su majestad, mi lord...

Terence miró a Guillaume, era obvio que no podía competir con él y entre eso y el dolor que sentía, se dobló un poc gimiendo.

-Lo lamento pero su esposa marchó con ellos... No pude rescatarla... Yo...  ¡Dios! Vamos, hace demasiado frío aquí...

Rápidamente comenzó a ir hacia arriba, ya otros soldados levantaban a los muertos enemigos y mientras el consejero caminaba, dejaba un ligero rastro de sangre. Tras él iban Helena y Guillaume.

-Hay hombres por todo el pueblo y ya se ha avisado a todo el país, debemos encontrar a Geinze y al rey... Bueno, a ese hombre... He traído un médico para que os revise, a vos y a nuestros... Perdón...

Llegaron al salón, estaba caliente y no hacía mucho había sido testigo de una batalla. Terence se dejó caer en un sillón junto al fuego, tenía mucho frío.

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22/03/2011, 11:22
Guillaume du Balzac

Tras el momento de pausa las cosas parecieron precipitarse, gritos y armas en lo alto ¿Sería el fin? ¿Sería el principio?

Cuando vi a Terence me tranquilicé un poco, la reina viviría.

- Estáis herido – dije tratando de acercar posiciones aunque fuera un poco, pero mi apreciación era más que evidente.

Luego traté de no pensar en la que aún era mi esposa, pero no podía quedarme quieto y a ser posible quería darle una lección a aquel bastardo - Yo estoy bien, me presto a perseguir a esa alimaña donde haga falta… tan sólo necesito mi espada y mi caballo… - Miré a Helena, no sabía si a ella le haría gracia pero me sentía obligado a ello, además era valeroso, no podía quedarme sin hacer nada.

 

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22/03/2011, 21:22
Helena

 Estaba apunto de perder la esperanza cuando algunas personas nos sacaron de allí, quise lanzarme a abrazar a Terence pero me frenó por si a Guillaume le dolía, era un abrazo de agradecimiento, pero dado lo que Guillaume sabía de nosotros, podía incomodarle y no quería, así que me limité a trasmitir con la mirada todo cuanto pude.

 Después Guillaume se ofreció a partir, no quería que fuera, ¿y si no volvía a verle? pero no era quien para negarle esa libertad - Deberíais descansar - dije incitándole a saber que no quería que fuera - Pero entiendo si quisierais ir, no lo haríais solo, contaríais con mi ... - iba a decir mi guardia pero no sabía quien era de los mios y quien no.

 Me situé junto a Terence - Cuando se torcieron las cosas tanto - dije preocupada limpiando su herida como pude con mi pañuelo de seda, miré a Guillaume y negué con la cabeza - Es vuestra esposa, si deseais rescatarla, contais con mi apoyo y sobre todo con mi paciencia - dije tratando de ser todo lo neutral que podía 

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23/03/2011, 11:25
Guillaume du Balzac

- Descansar… - repetí con voz baja mientas repensaba mi decisión.

- Yo… lo que vos queráis, también quiero protegeros, no se si el castillo ya es seguro… - Quería quedarme con Helena, tanto tiempo separado ya había sido más que suficiente ¿Y si me iba y el destino volvía a hacer de las suyas? Esto me hizo dudar muchísimo.

- No importa, me quedo –me di cuenta que todo lo sucedido me había afectado hasta a la forma de pensar, no me resultaba fácil tomar decisiones – no obstante me gustaría conseguir una espada

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23/03/2011, 18:07
Terence De Bergerd

 Terence se percató de que las cosas habían cambiado pero no dijo nada.

-Tomad mi espada, no la necesitaré... Por ahora. Pero... Vamos, vamos a arriba.

Guió a todos a la parte alta del castillo. Marie ya aguardaba con un baño para la reina y había también una habitación para Guiillaume pero antes de que el médico revisara a Terence que se quejaba bastante, este habló con ambos por última vez.

-Es inútil ir contra ellos, se fueron hace mucho. Tenemos que replegarnos, ver quién está de nuestro lado y entonces, sólo entonces, arremeter contra ellos. Tengo a alguien siguiéndolos pero no será hasta mañana que lleguen a destino, que Henry vuelva con noticias. Su majestad debe protestar, reunir a los pocos consejeros que queden y dar la noticia del destierro del rey...-se dobló por el dolor.-La iglesia está de nuestro lado, anulará su matrimonio y ella podrá reinar sola... Ahora, tomad un baño, descansad ambos y yo me haré ver por el médico.

Echó una mirada llena de amor a Helena y a Guillaume le hizo una seña con la cabeza, se dejó caer en el sillón y permitió que el médico lo atendiera.

Notas de juego

 Bien chicos, si quieren agregar algo, es ahora el momento y si sólo van a sus aposentos, entonces posteen para mí ;)

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23/03/2011, 19:56
Helena

 Ver así a Terence me partía el alma, pero no quería hacer nada que crispara aún mas los nervios de Guillaume, todos estábamos nerviosos y cualquier cosa podría afectarnos. Cuando se doblo de dolor le tomé del brazo, no había hablado ante sus noticias porque no tenía palabras.

 - El medico debe ver como os encontráis vos - dije mirando a Terence a los ojos - Yo estoy bien y salvo la falta de sueño, no me falta nada, en cambio vos parecéis herido y necesito teneros a mi lado para poder seguir con esto - le miré a los ojos y después miré a Guillaume, no quería separarme de el pero no era correcto que estuvieramos en la misma habitación para dormir, aunque habíamos dormido juntos en la celda o al menos, echo el intento.

 - Seguiréis siendo mi primer consejero, ¿cierto? - sonreí amargamente a Terence, si algo le pasaba, me moriría del dolor, volví a mirar a Guillaume - ¿A donde vais? - pregunté con temor a que se alejara demasiado

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23/03/2011, 20:01
Guillaume du Balzac

- Gracias… - dije brevemente a Terence y tomé su espada , el hombre se estaba portando como un caballero.

Definitivamente me iba a quedar, ahora además queda demostrado que sería inútil ir tras ellos así que nadie me podría acusar de dejadez.

Miré a Helena, por fin fuera de las celdas aunque lo correcto parecía ir a habitaciones separadas – Tomad ese baño que os espera, llamadme en el momento que deseeis estaré en mis aposentos – mi mirada le indicaba que no quería separarme, pero si había esperado tantos años… podría esperar un poco más – A mi también me gustaría tomar un baño en cuanto fuera posible – aquellos calabozos en los que estuvimos olía fatal y si quizás… si pudiera estar con ella de nuevo me gustaría oler bien para ella

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23/03/2011, 20:52
Marie

 En los aposentos de Helena aguardaba tranquilamente una Marie que a pesar de sonreír, se notaba triste. De inmediato hizo una reverencia y esperó para que Helena pudiera comenzar a desvestirse. Cerró la puerta tras ella y luego, comenzó a quitarle la ropa. Estaba más silenciosa que de costumbre pero es que era normal, había muchas cosa en qué pensar. Finalmente, no pudo más y duces palabras se le escaparon para Helena.

-Me alegra que su majestad esté de vuelta...

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23/03/2011, 21:03

 Al entrar en los aposentos, todo estaba en su lugar, incluso había agua humeante en una tina de madera, Terence siempre pensaba en todo y poco Guillaume comenzaba a darse cuenta de ella. Había una pequeña puerta que conducía a los aposentos reales sin tener que salir al pasillo, si la abría podía darse cuenta de ello. La cama se notaba recién hecha y también había algo de fruta sobre una mesa pequeña en el salón de aquella alcoba. El hogar estaba encendido.