Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

El cuerno de la abundancia

Salón de reuniones

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06/04/2011, 16:54
Helena

 Vale Mel ya lei eso, no, no lo había visto :)

 Ahora creo eso y montamos las fichas sin prisa :D

 Y enseguida te posteo.

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06/04/2011, 17:00

 Okis, sin prisas, linda :D

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06/04/2011, 21:20

Me vas a tener que esperar un poco porque tengo que apurar por otro lado :(

Pucha, con lo bien que lo estaba pasando XD

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06/04/2011, 21:23
Helena

 Nada no te preocupes ^_^ a nuestro ritmo ^^

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06/04/2011, 21:26

 Es que tengo mono, me lo he pasado un poco aburrida estos últimos días :P

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06/04/2011, 21:29
Helena

 Bueno pues si no puedes no pasa nada, mañana me tendrás también todo el día :D estoy mas animada así que ..

 Menudas risas donde los frikis, no? XD

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06/04/2011, 21:33

 Jajaja si, me estoy partiendo :D

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07/04/2011, 19:04
Guillaume du Balzac

¿Entonces espero a que postee Helena? ^^

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07/04/2011, 19:06

 Si, cariño. Esperemos que le toca a ella y además, tiene que reaccionar :)

Estoy extrañamente ansiosa hoy, no sé si sea el temblor XD

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07/04/2011, 19:10
Guillaume du Balzac

jajaja pobre... ¡Abracito!

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07/04/2011, 19:12

 xD

No estoy asustada, la realidad es que he vivido temblores más fuertes. Lo que si me molesta un poco es que seguramente esto es un aviso de algo más grande y vivo a unos 20 min de la playa...

Jo, mejor a pensar en otra cosa XD

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07/04/2011, 19:15
Guillaume du Balzac

Bueno, el 99% de la veces el más grande es el primero de los sismos ;)

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07/04/2011, 19:19

 No, pero no hablo de una réplica, sino de un posible terremoto en algunos días.

No sé si me explico bien.

Este es el tercero de baja intensidad, digamos en dos meses. Así que... Adivinamos que la tierra se está acomodando.

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12/04/2011, 20:43

 No pude poner música, siempre me olvido cómo se hace :(

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12/04/2011, 20:43

 No pude poner música, siempre me olvido cómo se hace :(

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12/04/2011, 20:46
Guillaume du Balzac

xD [ ear] [/ ear] sin espacios o pones usas el botoncito de youtube y lo reduces a altura 25 ;)

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12/04/2011, 20:58

 Gracias :D

 

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12/04/2011, 20:59
Guillaume du Balzac

De nada ;*

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12/04/2011, 22:12
Sólo para el director

*Tú eres un príncipe rebelde heredero del trono, yo, tu adoranle prima a la que tú madre odia pues puede ser que la casen con él rey de un país vecino que había elegido para ti hermana menor

*Poco antes de mí llegada al castillo, descubres a los reyes planeando matarme. Hace cinco años que no nos vemos, entonces éramos unos niños.
*Me han enviado unos días a su hogar para estar en el anuncio de ti compromiso con una duquesa a la que odias y la cual te parece tiene relaciones con su hermano pero no lo sabes de cierto
La mañana de mí llegada, llovía torrencialmente y al ver el castillo y la nula recepción, me estremeci.
 
*Aún estabas en la cama cuando él ruido del carruaje te despertó, no sólo llovía, hacia mucho frío y asomandote por la ventan, podías ver a la princesa llegar completamente sola.
Sin dudar y aún pensarlo, bajaste corriendo a mi encuentro. Hacia mucho que no nos veíamos pero tantos juegos y risas, no podían haber cambiado sólo con los años.
 
*Llevaba guardias pero nadie del castillo, por orden de tus padres me hizo los honores al llegar, ni siquiera te avisaron que venía.
Al toparnos de frente, ambos descubrimos que en absoluto éramos unos niños, por él contrario! Aún así, el abrazo no sé hizo esperar
 
 
*El abrazo fue emotivo, lleno de cariño y unas sensaciones desconocidas hasta ese momento para ambos pero cuando íbamos a mencionarlo, tu madre y tu padre, los reyes, aparecieron. Renegaron de mi llegada tan tarde y nos apartaron de inmediato, a mí llevándome a una alcoba, la más alejada de todas y a ti enviándote a vestirte como marcaba el protocolo.
 
*Dentro de mi pequeño refugio y cácerl, lo único que deseaba era verte, hablarte y por supuesto, ocultar que te había encontrado terriblemente apuesto.
 
*Por la tarde, el frío recrudeció y durante la comida, tu hermana menor no hizo más que hacerme preguntas para dejarme en mal delante de todos. Por suerte para ambos la comida terminó, tu prometida llegaría a la mañana siguiente y tus padres querían verte en el despacho apenas terminaras de comer, de nuevo, hablar nos fue imposible hasta que te levantaste y con la cocinera, la mujer que más te consentía en ese castillo, me dejaste un mensaje: "Hemos de vernos esta noche, en el ala este. Hay un pasadizo secreto desde tus aposentos. J."
 
*Antes que me vieras, tuviste que ir donde tus padres. Poco antes de entrar lo escuchaste fuerte y alto, primero a tu madre: "-Debemos deshacernos de ella..." "-Pero mujer, es una niña" "Una niña que le quitará el esposo a tu hija y la posibilidad de ser una de las mujeres más poderosas del mundo" "-Tienes razón pero debemos asegurarnos que la asesine alguien de confianza..., quizás mañana durante la fiesta de compromiso de José." "-Eso es". Si hubieras estado dentro, habrías visto a tu madre saltar como una niña, siempre convencía a tu padre de cosas idiotas. Finalmente, abriste la puerta. No dijiste nada al respecto porque no querías que supieran que estabas al tanto.
 
*Te indicaron la llegada de Marían, que tendrías que estar para recibirla y te advirtieron que no hicieras nada que los avergonzara porque ya te conocían bien.
 
*También te ordenaron no verme, no era bueno pasar tiempo con tu prima cuando ya no eran ningunos niños pero tu madre no estaba muy segura de que fueras a cumplir con esto, así que te amenazó con ponerte un guardia extra.
 
*La tarde pasó demasiado lenta, tenías demasiadas cosas en las que pensar. Además, había llegado hasta tus oídos un rumor, cierto consejero de tu padre estaba confabulando con un enemigo del reino pero no sabías cuál de los siete que tu padre tenía.
 
*Finalmente llegó la noche, la primer nevada del año llegó con ella y cuando casi todo el castillo dormía, luego de una enorme cena porque tu padre era un glotón y tu madre igual, pudiste salir de tus aposentos, aún con el guardia extra. La verdad es que nadie conocía los pasadizos como tú. Llegaste al ala este que al estar vacía, carecía de hogares y por ende de calor, yo no estaba por ningún lado, tardé un poco más en llegar porque no conocía tan bien como tú los pasadizos, además, me perdí un par de veces. Te encontré mirando hacia el jardín por un enorme ventanal a pesar del frío.    -José...-    y toqué tu hombro con cierta timidez.
 
*Te volviste y me miraste con aquel saber que pronto no estaría entre ustedes si tus padres llevaban a cabo su plan, de hecho el silencio reinó entre nosotros. Mis ojos se clavaron en los tuyos, mucho más menuda que tú, tiritaba de frío.
 
*Tus dedos volaron a mi cabello, el cual acariciaste con suavidad y luego te quitaste la capa para envolverme con ella sin decir ni una palabra, finalmente volviste abrazarme, no podía explicarme lo que sentía y no podías tampoco confesarme que las cosas no eran las mismas pero tenías que conseguir sacarme de allí antes de que fuera tarde.    -Eres toda una mujer...-    dijiste y bajé la vista ruborizada,  me levantaste la cara desde el mentón con dos dedos   .-Tengo que sacarte de aquí...-    te miré sin entender.
 
*   -¿Qué dices? ¿Te has vuelto loco y no me enteré? Vine a aquí para tu compromiso con... Con... Bueno, ya lo sabes.    
 
*   -No sé si habrá tal compromiso, Mónica... Pero urge que te saque de aquí porque estás en peligro-    no te atrevías a decirme cuál era el peligro porque fuera como fuera, aquellos dos eran tus padres   .-¿Vendrías conmigo?    
*La verdad es que aquella parecía una conversación cualquiera entre dos primos pero no lo era y ambos lo sabíamos. Por el modo en que nos mirábamos, por los silencios que se hacían entre nosotros.
 
*   -¿A dónde iremos?    
 
*Negaste suavemente con la cabeza, la respuesta te llegó clara: "Sólo quisiera desaparecer y ver qué pasa, qué es lo que me pasa por la cabeza y el corazón pero no puedo decirlo en voz alta."    -Te llevaré a casa y luego no sé qué haré, será problema mío.    
 
*   -Ahora lo sé, te has vuelto loco definitivamente. No iré a ningún lado contigo-    dije resuelta, sabía que si escapabas, podrían acusarte de alta traición y no deseaba que murieras   .-No iré. Me quedaré aquí hasta que tu boda haya pasado...-    aquello había costado decirlo, ¿por qué?
 
*Una furia se adueñó de ti, no esperabas que me pusiera en ese plan. Pero te prometí a viva voz que si no me decías la razón por la cual querías huir, no saldría de ese castillo contigo y amenacé con irme en ese momento y no hablar nunca más contigo.
 
*Ambos demasiado ansiosos por ocultar cosas, no tuvimos tiempo ni paciencia para discutir más, así que antes que otra cosa pasara, volví a mi alcoba con el alma en un hilo, no te entendía y tú no quería que te entendiera, todo era muy complicado pero de pronto me di cuenta que ir contigo a donde fuera, era mucho mejor que quedarme en aquella maldita prisión aunque sólo fuera por unos días. Intenté volver sobre mis pasos pero no pude, la razón me decía que no debía. Intentaste ir tras de mí pero la misma razón te lo impidió, aún así, tenías que hacer algo conmigo.
 
*Por suerte, una tormenta de nieve evitó la llegada de tu prometida y por ende la fiesta de compromiso, tus padres no podían arriesgarse a hacerme asesinar en la corte, así que tuvieron que aguardar. Cada noche, te esperaba, una nota con la cocinera, algo pero nada; en cambio estaba demisiado ocupado en descubrir al hombre que quería traicionar a tus padres y una noche lo hiciste, a punto de ir en mi búsqueda, descubriste a tu madre en uno de los pasillos, entrando luego en los aposentos de Jimenez, el más joven de los consejeros de tu padre. Tenías que escuchar más, aquello no era suficiente pero no tenías modo, tendrías que valerte de otros métodos.
 
*Pagar a una sirvienta, quizás. No, demasiado peligroso, necesitabas a alguien que pudiera esconderse en aquella alcoba.
 
*Lo de menos sería que tu madre tuviera un amante, tu padre las tenía por montones pero parecía que si tu olfato no te engañaba, ellos planeaban más que revolcarse en las narices del rey.
 
*Finalmente, el clima había hecho que todo se retrasara, no se podía seguir así, huyendo de ciertas cosas e intentando averiguar algunas otras pero encontraste ayuda en el capitán de la guardia, sabía bien a quién meter en la alcoba de Jimenez. Un chiquillo de doce años muy avezado para su edad y una noche, consiguieron lo que quería. Doña Fernanda y Jimenez, planeaban hacer pasar al rey como loco, culpándolo de la próxima muerte de su sobrina y quedando sólo ella al mando. Imposible de creer pero cierto, había que movilizarse pronto.
 
*Una tarde, tropecé contigo en el salón, no había allía nadie más que nosotros y los dos guardias de la entrada.
 
*   -Lamento que se pospusiera tu fiesta... Creo que debería volver a casa, mi padre también quiere casarme con alguien a quien no a...-    levanté la vista y te miré   .-¿Estás bien?   
 
*Pero no hubo una respuesta de tu parte, es más, diste dos pasos adelante como si te fueras a marchar para dejarme muy sorprendida y cuando pensé que te habías ido, media vuelta, me sujetaste del brazo, me hiciste dar media vuelta y me besaste larga y apasionadamente, al principio intenté controlarme pero fue inútil, nuestros labios se degustaron, nuestras lenguas bailaron un vals y todo el resto del mundo desapareció. Yo estaba temblando de pies a cabeza y cuando nuestros labios se separaron, nos miramos a los ojos   . -Las cosas van a ponerse feas aquí, tienes que irte... Quieren... Ellos quieren desaparecerte, matarte, culpar a mi padre y... ¡Tienes que largarte! ¿Entiendes?

Lamentablemente aquel beso había despertado en mí todo el sentimiento que hasta ese momento había estado guardando; mis ojos se llenaron de lágrimas, al entender con ese último grito tuyo que sólo habías actuado por un impulso, que lo que en verdad querías era alejarme de ti pero cuando comprendí que de verdad estaba en peligro y que no era viable que sintiera aquello por ti, me alejé de inmediato y me perdí tras la gran puerta del recinto.

*Ya te había demostrado demasiado al haber correspondido a tu beso de tal manera como para quedarme y confirmarte lo que me estaba pasado. Me encerré en mi alcoba, no quería hablar con nadie, aunque en realidad, por órdenes de tu madre, no podía hablar con nadie; no quería saber de nadie y aunque intentaba olvidarlo, venías a mi mente una y otra vez.
 
*Lo mejor, era irme cuanto antes. Volver a mi hogar, cobijada por mi madre y asediada por mi padre para casarme con el rey. Pero no sabía cómo hacerlo sin molestar u ofender a tus padres. José se pasó aquella tarde esperando la noche, deseando saber un poco más y cuando intentó decirle a su padre lo que sucedía con su madre, sencillamente fue inútil y le ordenó no mencionarle a ella nada en absoluto pues se sentiría muy decepcionada de que su propio hijo la acusara de traición, ya que podían cortarle la cabeza por aquella acusación.
 
*Para el final de la semana, el clima había mejorado considerablemente y la caravana del reino vecino estaba en camino para celebrar el compromiso de sus principes. Nosotros no habíamos vuelto a coincidir a solas, sólo nos veíamos durante las comidas; aquella noche, durante la cena, comuniqué a tus padres, a tu hermana y a ti, mi decisión de marchar por la mañana. Tu madre casi enloquece y tu padre se negó terminantemente. Tú negaste suavemente con la cabeza pero exigiste a tus padres que me dejaran marchar si era mi deseo. 
 
*El castillo permanecía en silencio, todo el mundo se había ido a dormir tarde preparando la llegada de tu prometida y finalmente decidiste que debías verme, al llamar nadie respondió, decidiste ir por el ala este, perdiendo demasiado tiempo y cuando entraste en mis aposentos, la cama yacía deshecha, sin duda con signos de lucha y no había nadie allí, ni en la sala que servía de recibidor en mi alcoba, sólo el silencio y la noche helada y una hebilla para el cabello que conocías bien y era de tu madre. Un descuido que se hubiera caído. 

 

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