Partida Rol por web

 De pronto, tras Vincent aparece un viejo conocido. Un ensangrentado y afeltado brazo se posa sobre sus muertos hombros, mientras una voz conocida dice: Fumoffu (regrese)

Paciencia Padawans Zombies.

Dice nuevamente esta vez encima de algún mausoleo

Evaluar deber comenzar,

Muchos ser los enemigos,

La fuerza cerebral deber concentrar,

La verdad encontrar, si buscas.

Se levanta y hace una voltereta

La batalla pronto empezar.

Alertas deber estar.

Perder el tiempo, no deber hacer.

 El enorme Ya-aagh va siguiendo al pequeño Zomyoda que se dedica a saltar por el cementerio, su jerga le resulta cada vez mas desconcertante, pero ha dicho algo de concentrar cerebros que suena bastante bien. Mientras lo va siguiendo se tropieza con un.. ¿un oso de peluche? también huele a muerto y hace ruidos raros, ¿habrá un zombie dentro?

Para comprobarlo lo coge por una de sus grandes orejas y lo sacude un poco, arrancando la oreja, se la lleva a la boca y la mordisquea un poco, pero es algodón apolillado y la tira al suelo con gesto de asco

-hambre-

La niña, quien sabe si por caridad o porque desaprueba el desmembramiento entre jugadores zombis, recoge la oreja del ratón apeluchado y se la devuelve.

-Tome, señor, ratón o lo que sea. No deje que abusen de usted, que estos están tos mu locos.

La chiquilla se acerca al pregonero, que dijo haber estado antes en un centro comercial y se acercó a su mercancía. Buscaba carne de humano, tenía gusa y para abrir la boca la carne de furcia siempre viene bien.

-¿Me puede dar un poco de esa carne que pone Alexia?- dijo señalando un montón de carne etiquetado con ese nombre.

Celeste asiente, convencida de su propio argumento acerca de porque muchos No-Muertos no sabían nada sobre el Sindicato y espera la respuesta de la mujer-zombie acerca del reparto de tareas. Si no fuera una zombie protestaría por esa división machista, pero como el destino quiso que no tuviera descanso eterno, pues a su dignidad le dió igual.

Prímula olisquea a otros zombies hasta que encuentra un pie gigante, el de Ya-aagh. Lo huele repetidas veces, da un par de vueltas y levanta su patita. Un chorro de pis se dirige hacia el pie del enorme zombie. Sí, nos nos engañemos, los gatos zombies siempre tienen ganas de mearse sobre algún zombie despistado, al igual que los perros-zombies, es la ley de Zomurphy. Ni siquiera No-muertos del todo dejan de ser lo que son, unos bichos rastreros y malvados.

El gato zombie, tras quedarse descansado marcando con su meado el pie de alguien, vuelve con su lentitud felina, que de hecho es más lenta que la de un gato vivo, pero obviamente más rápida que la de un zombie humano, hasta donde está su cuidadora, Celeste. Se la queda mirando, ladeando la cabecita, esperando que lo coja.

Celeste nota el pellejo huesudo y rasposo de Prímula y se agacha para cogerlo y subirlo a sus hombros demacrados.

-Quereis chapas del Sindicato? Tengo chapas... e inyecciones. Alguien quiere drogas?- ofrece sonriendo tontamente a las otras mujeres, Pottyna, Cyan, Maia, Heidi y Lisa. También le ofrezco al vendedor de... "cosas", Yuzeppe- Drogas por... "comida"?

Lisa se queda pensando en las asignación de tareas de Vicent. No es que le guste mucho, pero ha de reconocer que si alguien ha de adecentar el altar, ellas lo harán mejor, pues esta panda de zombies masculinos parecen de todo menos limpios.

Está bien, nosotras arreglamos el altar para la ceremonia. Creo que a usted le costará más organizar a todos estos para poner antorchas y establecer el perímetro. Los veo bastante despistados.

Entonces Celeste comienza a ofrecer sus drogas. Uff, es una gran tentación para Lisa después de haber jurado que Nunca Más las probaría...pero eso fue en vida. ¿Ahora qué más daba? No hay clínicas de rehabilitación para zombies, ¿o sí?

Celeste, guapa, ¿qué tienes? Igual podríamos tomar algo que nos anime antes de empezar el trabajo. Y a falta de cerebros...buenas son drogas, como dice el refrán (¿o no era así exactamente?...bueno, algo parecido).

Tal vez las drogas nos ayuden a encontrar cerebraarghrag

me limpio la boca y acomodo la mandíbula

Me das un poco?

 Me muevo hacia donde se congrega la gente, especialmente hacia donde está Vicente D.B., y le hablo.

- Hola, soy novato, ¿puedes guiarme? Necesito un entrenador que me guíe y explique bien... Esto... se supone que estamos aquí para traer a este mundo a algún ser supremo o algo así, ¿no? Quiero decir... esto de comer cerebros y carne humana esta muy bien... pero no estamos aquí para eso... Bueno, en cualquier caso, estoy dispuesto a formar un equipo, y creo que con tu organización y mis carismáticas canciones podemos lograr invocar lo que sea que estemos invocando... y luego darnos un festín de cerebros.

Mientras espera comienza a cantar otra cancion de siniestro total.

- ¡Oh que raro, oh que raro, oh que raro sooooooooooy!

El zombi de manos extendidas caminaba entre otros muchos muertos, pero estos hablaban ¿tal vez estaba confundido? cuando fingia ser zombi el no hablar le funcionaba, pero desde que lo mato aquel crio se encontraba perdido. Debia de matar y comer cerebros, no le importaba, habia visto Hanibal y tenian buena pinta...jugosos.

Pero ¿debia hablar? Lo intento.. - DDDaaahahhhjjj... - algo le fallaba, si ellos podian, el tambien. - DDDaaaaaammmhhhddd - le tenblaba la mandibula.

Se acerco al tio de pelo electrocutado y pasado de maquillaje y le dijo - Ddddaaaaaggmmm... daaagmmme - agobiado por los fallidos intentos, estiro los brazos y entonces si, lo consiguio -Daaaaaaaagdmmmeeeeee caaaagrrnnee...  - mas o menos.

Cuando Vincent está a punto de contestar al vendedor de carne que nada de lo que le ofrece es necesario para el ritual, un zombi con una zanahoria y una pala se le acerca y le arrea un mordisco en el brazo. Algo molesto por el trozo de la manga del traje que le ha arrancado, junto con parte del brazo, le encarga:

- Hágame el favor de dejarse de tonterías, que no hay tiempo. Cójase a un par de zombis fuertes y comiencen a cavar un círculo desde allí -señala- hasta aquí.

Entonces aparece en su espalda su antiguo compañero el peluche, con su característica verborrea, y Vincent le da un abrazo y le susurra al oído:

- Me alegro de verte Bonta. Algo no va muy bien aquí; los recién despertados, o no fueron cultistas en vida, o han olvidado el propósito de su regreso o... -se horroriza Vincent- volvemos a tener "infiltrados". Ya me entiendes, como la otra vez ...

La conversación se acaba aquí porque el zombi gigantón lo arranca de sus brazos para darle un mordisco en la oreja y Vincent se despista, embelesado al escuchar las palabras de un pequeño poeta de orejas puntiagudas que da volteretas sobre las lápidas.

La del top de cebra ha comenzado a organizar a las chicas y Vincent empieza a desesperarse al ver el descontrol a su alrededor. En esas está, que se le acerca un melenudo con chistera. Hombre, alguien con interés en saber lo que pasa, se alegra D.B.

- Mire joven -le explica- se supone que usted y todos los demás fuimos cultistas adoradores del Horror Cósmico -al que Vincent llama para sí mismo Tiki-Taka- Los mejores en nuestras épocas y por ello nos han convocado aquí, tras la muerte, en un último desesperado intento de invocar definitivamente al Horror y conquistar el mundo. ¿Comprende?

El barbudo del sombrero abre las cuencas de los ojos como platos y luego, de repente, se pone a cantar: " ... y bailaré sobre tu tumba, du-duá, du-du-á ..." dejando a Vincent con la duda de si habrá comprendido algo de lo que le ha dicho.

 Tras la decepción por la oreja de algodón Ya-aagh se queda de pie como escuchando a los zombies próximos, el verdoso Vincent sigue intentando organizar a los zombies de alguna manera. Cuando menciona a un Horror Cósmico parece reaccionar un poco, como si la palabra le trajese algún recuerdo lejano, se inclina un poco hacia Vincent y le pregunta

-¿hambre?-

- Pues sí, la verdad, algo de hambre yo también tengo -dice Vincent pensando en un suculento cerebro calentito- pero no es el momento, joven.

Cuando seamos campeones los dueños de este mundo -Vincent sonríe malévolamente y se frota las manos- ya habrá tiempo para ello.

Pues la verdad es que me esta entrando también un hambre pa morirse ahora mismo.

-Yo... llevar... con... hambre... más... tiempo... que... cualquiera.... Así que o me dais algo de comer o me como el hipotálamo ( lo que quede) de alguien.

-"¿Un Circulo?"- La experiencia le habia demostrado que los cultivos daban mejor en linea, por aquello de la reparticion de sol y agua. Sin embargo la promesa de El Horror Cosmico desperto su curiosidad, seguramente será algo involucrado con sabrosos vivos para comer y usar de abono.

Tomo su pala y empezo a cavar, pero al primer palazó dio con el pie de un zombie gigante.

-"Disculpe usted, creo que esto es suyo"- Dijo alargandole el pie recien cortado.

 Presto atención a la explicación que me da el míster, y me alejo cantando otra canción de Siniestro. Y yo que estando vivo pensaba que los zombies solo se dedicaban a comer cerebros, y resulta que podíamos hablar y no solo dedicarnos a morir por plantas de guisantes asesinas, o aplastados por peras o incinerados por cerezas explosivas... Así que teníamos que invocar a alguien... un tal horror cósmico... No sabía quien era, ya que no había sido cultista en vida, pero me dije que sería lo mejor ayudar como pudiese. Asi que al rato me vuelvo hacia el zombie que me dio la explicación, que parece que coordina algo, aunque nadie le hace caso, y le pregunto:

- ¿Que debería hacer ahora míster? Yo tambien quiero ser campeón dueño del universo, como dice usted... así que prestaré mi ayuda en la medida de lo posible y que sepa hacer.

El pequeño Tubbie se entristeció al ver que la niña pasaba totalmente de él y no quería jugar. Cabizbajo y arrastrando sus afelpados pies se alejó del grupo de las mujeres que se habían puesto a cotillear y moverse zombicamente de aquí allá para acercarse a otro grupo, donde un señor muy verde hablaba con otro muñeco como él.

-¿QUIEDES JUGAR?- le preguntó al muñeco, moviendo sus manitas mientras intentaba una sonrisa de peluche

Ante la negativa del Zombiejo con cara verde, de no querer carne para un sacrificio se pregunto si era un sacrificio de esos de Green piece.
"Mmmm... una pieza verde... bueno el tiene a espuertas todo el es verde, pero yo también tengo carne verde si lo prefiere..."Se giro, se coloco la mandíbula y cuando iba a rebatir con el zombie ya era tarde, alguien había reclamado su presencia y estaba dándole a la lengua, a pesar de ser esta grande y morada. -Bueno parece que tiene muchos admiradores

Una voz losana le vino desde lejos, luego, mas tarde se dio cuenta de que en realidad una Zombujer que tenia un gato como zombascota ¿verdad? lo ofrecía drogas. "Maldita sean los turcos las tienen llenas de cera". Se froto las orejas y la miro de arriba abajo, si estuviera vivo ahora estaría MUY motivado. Nunca lo sustituiré por algo que no sea ingles, no señor Eso lo e dicho en alto o por lo bajo... Va que mas da ya estoy muerto. ¿Drogas dijiste amiga de lo podrido? No esta mal... déjame ver.-Una jeringuilla un ojo en su mano, y algo mas que liquido ocular.
-No esta mal... nada mal, vez como flota eso es cosa mala, por lo tanto es buena, alemán ya sabes lo que toca.-Y el ojo dilatado volvió a la cuenta.

Se levanto se tambaleo y volvió a caerse, por suerte tenia piernas de sobra.

El zombi comerciante italiano, inglés o de donde fuera no le prestaba demasiada atención. Pero cerca suya una chica no hacía nada más que intentar vender drogas.

-¿¿Drogas? Esas cosas no me afectan, estoy muerta, ¿recuerdas? Dudo que la sangre me corra por el cuerpo y que aceleren mi corazón esmirriao. Si no contamos que las drogas hacen su eficacia al entrar las sustancias en el cerebro y mi cerebro y yo estamos separados desde hace tiempo.

Dejó su cabeza en una esquina y anduvo más de 60 metros.

-¿Lo ve? Si mi cuerpo se inyecta cosas raras, poca sensación de "alegría" o euforia le darán a mi cabeza, que a fin de cuentas es la que- estuvo babeando durante un minuto antes de terminar la frase- piensa.

-Ay que trama... está interesantísima, madre! Esto si que es emoción.

Carmen se aburre como una mona... y por la cantidad de pelo que aún alberga en su abotargado cuerpo, realmente lo parece.

-¿Se come o no se come aqui? Ay...