Cita:
Ziiii...mi madre...hehe...miala...que mona ez y que tipo tiene
Saca dientes mama...saca dientes
Tras haberme pasado tres horas y media en la cocina, por fin tengo la comida lista. A último momento he visto que se ha salvado una mujer doble ancho y me ha desbarajustado las proporciones con lo cual, he tenido que agregar otro kilo a la cacerola. Por suerte, el estofado ha quedado como el que hacía mi abuela, así que nadie se va a quejar (aunque tendremos que racionalizar o el tipo del cigarro tendrá razón).
Orgullosa de mi misma, intento levantar la olla y llevarla a la mesa, pero está demasiado grande y pesada para mí. Creo que tendremos que instalar un servicio tipo comedor de escuela donde cada uno pase y se le sirva su porción. Satisfecha con mi genialidad doy la voz en alto.
-¡La comida está lista! ¡traigan sus platos y serán servidos!
- ¡Hum! ¡Qué rico huele! ¿Cual es el menú de hoy?
No hay mejor manera de conquistar a un hombre que a través de su estómago y lo cierto es que tengo mucho hambre, después de tanta conversación.
Tienes MUCHA hambre, Clive? Uhmmm, eso es sospechoso...
¡Oh, rancho! Justo lo que necesitas para mantener la fuerza necesaria para patear a los lagartos!
Acude a la cocina, con un gruñido levanta la olla y la lleva a la mesa
Ignorando al chaval y a la gorda de su madre (si quisiera ver a una gorda me habría quedado en casa con mi madre) voy hasta donde reparte la comida una mujer bastante aceptable
-hola, hola preciosa. ¿Sabes que tienes unos ojos preciosos? deja que te ayude con esa pesada cacerola-
Cojo la cacerola e intento levantarla, no se mueve ni un milímetro, entonces se la lleva el heroe de accion
-si, llévala tu mejor. ¿tu que piensas de la repoblación de la tierra Daiana?-
Estaban allí refugiados, todos ellos, pero los lagartos tomaban apariencia de humanos normales, así que no por eso estaban necesariamente seguros. Aunque ahora que había una rica comida sobre la mesa la caza podía esperar unos segundos.
-Gracias, hermana revolucionaria- le dijo a Diana por hacer la comida. Y se acercó a ver qué había cocinado.
Mira mientras no este vivo no te voy a decir que no a una tajada, que ahora uno es medio vegetariano.
¿Parece que no tiene mala pinta en compañeros? Al menos tenemos cocinera y las las wuapas.
¿Hijo tu no comes? ¿Que, estas acostumbrado a comer las migajas que le caen de la papada a tu madre, verdad?
Cita:
¿Por qué lo dices, "Coco" Dundee? ¿Qué resulta sospechoso? Organizar a tanta gente es stante más cansad de lo que parece...
-Yo si que tengo hambre, vamos que es espero que halla ensalada. Ni cherry ni churri, con Krissia y con Gulas, muchas gulas. Porque la gula-gula, la gula del norte.-
¿Por qué lo dices, "Coco" Dundee?
Porque pareces no dominar nuestro idioma, y los reptiles entre humanos siempre tienen apetito...pero veo que no eres el único, así que tal vez cuando todos hayamos probado el guiso de Daiana será cuando haya que mirar si alguien se ha quedado con hambre (iba a decir de hombre, pero igual de esos hay alguno que no es reptiliano) de humano.
Dicho lo cual, el héroe de todos los niños australianos se pone a la cola para el guiso.
Esto esta lleno de personajes muy singulares, piensa el bueno de Clive.
Tras comer, HdA comienza a tararear una canción... que empieza a ir a más, cual musical.
¿Nadie lo había puesto aún? ¿Con esa portada de escena?
Coco se sienta sobre un mueble, saca una armónica y pone música a la canción de HdA mientras sigue el ritmo con el tacón de su bota.
- Vaya, vaya, vaya... qué congregación más peculiar. - Aparezco saliendo de mi despacho, que queda justo al lado del botiquín y la máquina de desfibrilar. Algunos se me quedan mirando. - ¿Qué? ¿A ver si os pensáis que el porno alemán se baja solo?
Olisqueo el aire y sonrío - Ummmm... parece que ya está preparado el rancho - Con mi particular cojera y mi bastón decorado con llamas en el extremo, me acerco a la cola y voy ganando posiciones, apartando a la gente con un "sutil" empujoncito de bastón - Permiso. Dejen pasar a un pobre tullido. Gracias. Perdón. - Me planto delante del puchero con un plato que no sé de dónde he sacado - Relléname el plato, preciosa. Luego pasa por mi despacho y te relleno yo lo que haga falta. - Acabo la frase con un seductor movimiento de cejas y media sonrisa.
Mi guiso resulta ser todo un éxito. A medida que van pasando los comensales, sirvo una porción generosa en cada plato. Hay mucho estofado para todos. Al parecer, quien diseñó ese refugio pensó muy bien en el abastecimiento y si algo no falta ahí es pollo... o algo que parece pollo.
-Es arroz con pollo- respondo al curioso. Al tipo judío que intenta levantar la cacerola ni lo miro. Es demasiado alfeñique para llamar mi atención. Sin embargo, el musculoso que lo sigue sí que atrae mi mirada. Uhmmm, si me toca repoblar la tierra, creo que ya sé quién podría ser el padre de mis hijos. Una sonrisa predadora aparece en mi rostro.
-Hey, usted, no se cuele que hay para todos. Y no, gracias, paso de su relleno. Con esos modos dudo que pueda llegar a ser agradable- el tío cojo es muy desagradable. Tal vez sea un infiltrado del gobierno, esos tipos siempre andan en busca de dinero fácil.
Parece que Daiana no me ha escuchado, o que ha pasado de mi, pero eso no me va a desmoralizar claro, han pasado de mi con mucha mas clase antes de modo que me planto delante de ella
-perdona preciosa, no me he presentado adecuadamente, soy Howard Wolovitz, pero tu puedes llamarme el asombroso Wolovitz, ¿te gusta la magia?-
-Yo no como comidas de extraños, mi mamá no me deja. Como se entene que me he comido el chupa-chups del Señon Englund me mata.
Además estoy a degimen,
Resines estaba disfrutando de la musiquilla de Coco cuando un bastón le impacta en la canilla -¿Porno alemán?¿Pero cómo porno alemán? Porno españoooool, hombre, porno español. Donde estén las españolas para que quieres a la teutonas. Que sí, que te lo digo yo, que de eso se un rato. Vamos, vamos, no me formen montonera alrededor del arroz, que tiene que llegar para todos.-
Se acerca a Resines y dice
Señon, es usted famoso?