Partida Rol por web

-EXPEDICIÓN MONTE MANASLU-

¡VIVE LA AVENTURA!

- Las magias de las culturas Nepalí y Tibetana.
Duración: 25 Días 
Trekking: 18 Días
Dificultad de Trek: Elevada
Altura máxima: 5.213 m, 
Modo de alojamiento: Camping.

Manaslu (8.163 m) es la octava montaña más alta del mundo. Está situado al norte de Katmandú, al este del macizo Annapurna y compartida la frontera con el vecino del norte, Tibet. Hace poco tiempo que la zona está abierta para los trekkers, es una zona preciosa y una mezcla entre las culturas Nepalíes y Tibetanas. Los viajeros dIsfrutarán de una aventura genuina. Es una ruta de trekking por una zona rural y aventurera. La buena forma física es recomendable. La zona es preciosa con vistas de montaña rocosa, paisaje montañoso, paisaje altas mesetas y lago turquesa con agua azul verdosa. Por eso se entiende que sea la zona favorita de los montañeros.

*Se podrán contratar porteadores locales por grupos. 

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La delgada mujer miraba el cartel recién puesto por Víctor en el escaparate de la agencia. Se encontraba dándole la espalda a Víctor y frente a él, dentro de la oficina. Víctor McConnell estaba sentado tras la mesa mirando la previsión meteorológica de la zona en su ordenador de trabajo. Hoy se encontraba sólo. Era periodo de fiestas locales en la ciudad (Si a aquello se le podía llamar ciudad) y su jefa se había tomado la tarde libre. Éste grupo no debería haber llegado hasta mañana, pero por alguna razón, allí estaba una de ellas. Mirando el cartel de la expedición que ya había contratado desde Francia.  

Víctor llevaba medio año trabajando como guía de montaña. Trekking y escalada eran sus especialidades. Desde luego, él era lo mejor que una agencia como esa podía contratar. Lo que su jefa no sabía es que Victor no pensaba quedarse allí para siempre. Aunque le gustaba esa pequeña ciudad al pie de las montañas, hacía lo que amaba y recorría la cordillera más alta y famosa del mundo. 

Comprobaba la meteorología. Saldrían de ruta, con el grupo de la mujer que tenia frente a él, en un par de días. El tiempo previsto no era bueno. Tormenta de nieve. No era algo raro, pero siempre peligroso. No le gustaba éste tipo de tormentas porque no era lo suficientemente fuerte como para cancelar una ruta, pero sí para extremar precauciones. Lo peor era controlar a los porteadores. Tenía que tenerlos asegurados obligatoriamente y esos malditos cabezotas no hacían uso de las medidas de seguridad, aunque no les hiciera falta por haberse criado allí. 

Con gesto compungido Víctor levantó la mirada para comunicárselo a la mujer. Ella seguía de espaldas. Pero él no le dijo nada aun. Observaba el culo de ella. Era un culo maravilloso. Levantado y respingón bajo esos pantalones de trekking. Se quedó absorto mirándolo durante un momento. No se veían cuerpos como ese por allí. 

La mujer se dió la vuelta para hablar. 

-¿Se podría hacer también escalada? Es un sitio precioso.

Victor tardó en contestar, aún absorto en sus curvas:

- Ehhhh, hola si... desde luego que se puede. De hecho es mi especialidad- Victor hizo una pausa - Perdón, aún no me he presentado. Soy Víctor, encantado de conocerla- Dijo mientras ofrecía su mano para estrecharla.

La mujer tenía unos ojos gris-verdosos que lo miraban con seguridad. Estrechó su mano con firmeza.

- Eso sí, debo advertirle que se aproxima una tormenta de nieve y eso podría dificultar mucho la experiencia. partir en los próximos días no es un desafío para cualquiera...

Cloe se acerca a la mesa para estrechar la mano de Víctor con una sonrisa. Víctor advierte ahora lo atractiva que es. 

-Superb, nos encantaría escalar, soy Cloe, enchantée -Habla con un dulce acento francés. -¿Podremos salir con ese temporal? No nos gustaría perdernos ésta aventura. -Qué chico más simpático... Y guapo. 

Sonríe de nuevo y se aparta el pelo de la cara, haciendo un gesto con la mano para recogerlo detrás de la oreja. 

Si, se lo difícil que puede ser reprogramar la excursión para los turistas, con los pasajes de avión y todo eso... es solo que es mi deber informarle de las dificultades y riesgos que esto supone- dijo Victor con algo de frustración- Mientras que los pronostico no empeoren la decisión será de ustedes. En cualquier caso haré todo lo posible por garantizar su seguridad

Victor deseó en silencio que acepte el desafío. Era riesgoso partir, pero sabía que él podía con ello. Aunque se preocupaba por la joven

- ¿ Tiene alguna experiencia escalando?

-Oh, oui, todas escalamos en los Alpes franceses. Ahora hemos decidido iniciar una aventura en el Himalaya, estoy segura de que lo conseguiremos gracias a usted aunque haya temporal. -sonríe de nuevo achinando los ojos como es característico en ella. -Somos fuertes, no tendrá que preocuparse por nosotras.

La puerta de la pequeña oficina es abierta bruscamente por Alexandra Lynch, la jefa y compañera de Víctor, y dueña de "Himal Adventure" 

-Víctor, tenemos un grupo de última hora. Joder, ¿Has visto las previsiones? Maldita sea, a veces odio el Himalaya. 

Se quita el abrigo y lo deja tirado en el sofá de espera. Avanza hasta donde estás tú, se pone a tu lado y comienza a trastear el ordenador. Así es ella. Impulsiva, independiente, directa. 

-Son una pareja de chicos, vienen de Kansas. Así que en total son 10 personas. Ya sabes lo mal que están las cosas, no podemos permitirnos no incluir a quien quiera venir. 

Te mira.

-Ésta vez iré contigo, ¿de acuerdo? es mucha gente y la tormenta que se avecina no ayudará. Además, esos malditos porteadores que has buscado seguro que se largan a la mínima.

Comienza a inscribir dos nombres más en la lista que estabas preparando en el ordenador: Owen Smith y Peter Kosinski

-Éstos tipos no tienen mucha experiencia. Habrá que echarles un ojo. Lo dicho, Vic, disfruta el fin de semana, me marcho. El Martes a primera hora salimos ¿ok?

- ¡Como digas jefa! Solo espero que las condiciones no empeoren y tengamos problemas para volver como aquella vez... Deberíamos llevar suficientes provisiones por si acaso. 

Victor se acercó a la ventana, mirando la cordillera nevada que todavía reflejaba el sol con fuerza.

- ¡Más vale prevenir que curar jaja! ¡Nos vemos el martes jefa!

Tu jefa se acerca a tí, antes de marcharse, te da un golpecito con el codo en tu vientre y te susurra:

-Es guapa la francesa, ¿eh?. -Te guiña un ojo sonriendo. -Ya sabes cuales son las normas. Durante el camino, nada. Después haz lo que quieras. 

-Me marcho, lo dicho, el martes salimos a las 8:00. Ya están los grupos avisados. -Dice ésta vez en voz alta.

Se pone su abrigo, abre la puerta y se marcha. 

¡Intentaré contenerme... pero no te prometo nada jaja! - Dice Victor con risa cómplice, aunque segundos después agrega - No te preocupes. Conozco las reglas. Estaré aquí a las 7:00 para darle las provisiones a los porteadores y recibir al grupo.

él también toma su mochila y enfila hacia la puerta viendo que era hora de cerrar.

-¡Que tengas un buen fin de semana!

A Victor siempre le cayó bien Alex. Ella era una gran colega, siempre con buen animo y gran compañera de aventura. Es por eso que no encontraba aún el momento para decirle algo que hace unas semanas venia meditando. Y este viaje sería la oportunidad justa para hacerlo. Victor abandonaría el país próximamente. Lo cierto es que ya se estaba acostumbrando a vivir aquí y eso no le gustaba, porque se oponía a su necesidad de nuevas experiencias. Esta sería su última excursión para la compañía, y lo viviría al máximo...   

Mientras esperas, con los 4 porteadores en la puerta de Himal Adventure, éstos preparan a los dos asnos. Uno de los tibetanos acaricia dulcemente a uno de los animales y le susurra algo en su idioma. 

El viejo autobús se acerca. Lleva el techo cargado de equipajes. Se detiene a tu lado y los dos grupos comienzan a bajar, con su equipaje de mano, entre risas y excitación. Están a punto de comenzar su aventura y hoy es un día alegre. Los porteadores tibetanos comienzan a descargar el autobús del resto de equipajes y a subir la mayoría en las alforjas de los burros. 

La última en apearse del autobús es Alex, que los ha recogido en el hotel. También sonríe y habla con varias de las chicas. Ellas parecen todas de la misma edad, como la que conociste, Cloe. Aunque no todas son francesas. Se habrían conocido en alguna universidad europea o quién sabe. Tienen un aspecto atlético y saludable. Te saludan y Cloe, que ya te conocía, lo hace personalmente y te da dos besos. Cuando las demás ven ese gesto, comienzan a silvar y a vitorear y a reirse. Cloe se pone colorada y comienza a hablar con una de ellas. 

Los chicos están más cohibidos. Hablan y ríen entre ellos, un poco apartados. Owen es el que lleva gafas. Eso podría ser un problema si tiene muchas dioptrías ya que necesitaría como mínimo unas gafas de sol para protegerse del reflejo del sol en la nieve. Por lo demás, ellos parecen poco preparados. No lo suficientemente fuertes, aunque se nota que han gastado mucho dinero en ropa y equipos caros.  

Se acerca Alex entre risas. -Buenos días, cielo. Veo que has puesto a trabajar a tus amiguitos, jajaja. Estamos todos. Ya he pasado lista en el autobús. Cuando terminen los porteadores y su señoría quiera, partimos. -Te guiña un ojo. Hoy está especialmente contenta.

Víctor recibe a los turistas en forma animada y actitud segura, marcando cierta distancia que pensaba era requerida para generar autoridad y orden de cara al trayecto que emprenderían. 

- ¡Pues si ya estamos todos listos, entonces pongámonos en marcha!

Victor les explica las normas de seguridad. Avanzarían en hilera por uno de los caminos mas habituales hacia el Annapurna.

Él y los porteadores encabezan el grupo, marcando el paso y analizando el camino. Cloe y algunas de sus amigas rápidamente se adelantan hasta ubicarse muy de cerca de ellos, seguidos por los muchachos, ahora un poco mas sueltos y animados. Al final, acompañando a los más rezagados está Alex, de manera que nadie quede sin supervisión. 

El camino se presenta agradable. A su lado, la ribera del río Budhi Gandaki lucía imponente. Por suerte, el clima era ideal para comenzar el viaje...

Continuáis sin incidencias durante varios días. Cruzando el impresionante puente colgante del río, acampando donde tenías programado, durmiendo alguna noche en la aldea programada...

El tiempo ha acompañado hasta ahora. Está nublado y la tormenta, aunque no ha bajado del todo hasta donde os encontráis, el viento ha aumentado y ha bajado la temperatura. En lo alto del Manaslu y de las montañas vecinas se observa cubierto. Debe de estar nevando allí. 

Cuando llegáis al pie del Manaslu para comenzar el ascenso de un tramo, acampáis en una ladera donde comienza la nieve. Es una ladera con un escarpado sendero que bordea, ascendiendo, el monte. También hay un claro un poco inclinado que es el mejor sitio para acampar.

A la derecha del claro y el sendero, se encuentra una alta pared vertical de roca, que os abriga del viento (de momento). Y a la izquierda hay un gran desfiladero y en el fondo corre el río. La noche hay que pasarla aquí, ya que el tramo de subida hasta la siguiente cumbre es mejor hacerlo de día porque no es posible acampar y no hay tiempo suficiente siendo la hora que es. Es mediodía.

Mientras se organiza el campamento y tu estás montando tu tienda, una de las chicas se acerca a tí y te habla.

-Víctor, hola. Las chicas hemos pensado que sería un buen momento para escalar. Dijiste que escalaríamos y esa pared es ideal, ¿Qué te parece? -Mira a las chicas y luego mira la pared de roca que hay a la derecha del sendero. -Ya que tenemos que estar aquí toda la tarde, nos daría tiempo a dar una vuelta. -Sonríe bajo las gafas de sol de esquí y se recoge el pelo detrás de una oreja. 

- Pues si, estaba pensando lo mismo que tu Alice... además me parece una buena idea para que los novatos puedan ir familiarizándoce más con la metodología de escalada. Mas adelante estaremos obligados a usarla si queremos avanzar y la dificultad del muro será mayor, sin mencionar el clima mas severo.- Alice festeja la respuesta como si fuera una niña y Victor ríe -¡Ve a buscar tu equipo de escalada, yo le avisare al resto!

Los novatos se muestran ansiosos mientras Víctor explica las metodología y los ayuda a poner el equipo. Cloe y sus amigas murmullan y ríen de la alegría. Todos están parados frente a la pared de 20 metros de altura ubicada en las cercanías del campamento.

- Bien, colocaré las estacas de anclaje a medida que vaya subiendo y uno a uno irán ascendiendo. Alex los ayudará y guiará desde abajo, al igual que yo lo hare desde arriba o a su lado. Si alguien pierde el contacto con la roca , el ocho que hay en su mosquetón frenará la caída, y alex tirará de la soga para ayudarlos desde abajo. Solo asegúrense de recibir la pared con las piernas semi-flexionadas para amortiguarse y evitar golpes innecesarios. ¡Tranquilos, nadie tiene que morir hoy! - dice Víctor a modo broma mientras ríe, risa a la cual se el grupo acompaña- ¿Alguna pregunta? ¡Empecemos! 

El grupo está entusiasmado. Owen y Kavinski no se lo esperaban, pero lo afrontan con ilusión a pesar de no tener conocimientos. Es lo que has podido averiguar. 

Las chicas ascienden sin problema una a una. Después lo intentan los chicos.

Primero Owen.  

Cuando va por la mitad de la pared, con mucha dificultad y entre los gritos de ánimos de las chicas y tus indicaciones, finalmente cae. Queda suspendido en la cuerda y se queja. Puede que se haya hecho daño. Se ha quedado bloqueado y no sube ni baja.

Kavinski espera abajo. Junto con Alex que está tensando la cuerda, y los porteadores. Ha pasado bastante tiempo y la tormenta se acerca a lo alto de la pared de roca donde os encontráis. Es suave, de momento se puede estar sin problemas. 

Tirada de Owen:

Victor, quien se encontraba colgando solo unos metros mas arriba de Owen al momento de la caída, baja inmediatamente hasta ponerse a a su altura y ver si está bien. También chequea el equipo. Por suerte, Alex esta tensando la soga y alejándolo de la pared, por lo que descarta un golpe grave.

- ¡No te preocupes! ¡Estoy a tu lado muchacho!

"Creo que la jornada de escalada se ha terminado con este incidente. Será mejor que volver al campamento, esas nubes no me gustan nada"- pensó Victor mientras bajaba.

Si bien a Victor no le importaba correr riesgos para con su persona en determinadas ocasiones, siempre había sido muy responsable sobre la seguridad de otras personas que estuvieran a su cargo.  No correría riesgos innecesarios con sus clientes. 

-¡No puedo, no puedo! ¡Ayúdame, estoy a punto de caerme, socorro!

Grita Owen histérico viéndose colgado de la cuerda, aunque estás a su lado. Se agita violentamente poniendo en peligro su seguridad. E intenta agarrarte desesperado

-¡Socorro!

Por los movimientos que hace, crees que aunque se ha hecho algo de daño al golpearse contra la roca, no se ha roto nada.