Partida Rol por web

Alguien llama desde lo lejos. Está al fondo de la sala, a la derecha, donde estaba el saliente de roca. Habías alumbrado allí con la linterna, pero muy superficialmente porque no creías que hubiera nada especial. Solo onduladas paredes de roca. 

-¡Eh, venid! ¡Mirad ésto! Parece que sale de la roca, es tridimensional.

Es una voz masculina, parece Kosinski, y no lleva linterna. Las chicas que había junto al fuego con el café se levantan y van hacia allí también.

dejo a Alex y me dirijo hacia allí al trote con la linterna para averiguar de que se trata

Cuando te acercaste ya había varias personas mirando.

-¿Qué clase de mandala es ésto? Las líneas están retorcidas. -Dijo alguien.

El círculo colgaba de la pared, como una luna luminosa. Los mandalas eran ayudas para la meditación, guías para entrar en los palacios de la divinidad. Al visualizar uno de ellos, se suponía que sobre la superficie plana del mandala debería
imaginarse una arquitectura tridimensional. Éste, sin embargo, ofrecía el aspecto de un montón de serpientes revueltas y se veía tridimensional, abultado, sin necesidad de meditar, brillando en la oscuridad. 

Al alumbrar con la linterna se acabó el misterio. 

-Mon dieu... -Exclamaba Cloe a tu lado, santiguándose.

Allí donde un momento antes las palabras fluorescentes colgaban en una especie de suspensión mágica, ahora se erguía rígidamente un cadáver desnudo, colocado sobre una cornisa de piedra que corría a lo largo de la pared. Las palabras no
estaban escritas en piedra, sino sobre él. Únicamente el mandala estaba aparte, pintado
sobre la pared, a un lado del cuerpo crucificado.

Los dientes, visibles a causa de la momificación, ponían una ligera mueca en el rostro del hombre; los ojos estaban abultados y con aspecto cristalizado con el iris ligeramente azulado. Por lo demás, el extremado frío y la elevada altura lo mantenían perfectamente conservado.
Bajo el rayo de la linterna, las letras que le cubrían las demacradas extremidades, el vientre y el pecho se veían débiles.
Estaba cubierto de cicatrices y heridas sin curar. Un collar de metal le rodeaba el cuello y el brazo izquierdo estaba roto, vendado y mal entablillado, 

Uno de los testículos del hombre había sido arrancado de un tirón; no cortado, ni siquiera arrancado de un mordisco, pues los bordes del escroto eran demasiado desiguales, y la herida había sido cauterizada con fuego. Las cicatrices de la quemadura irradiaban desde las ingles, formando como una estrella sin vello. Éste hombre había soportado un viaje que desafiaba a la imaginación. Expresaba una historia de maltratos y esclavitud.

-¿Por qué...? -Se preguntaba una de las chicas a sí misma lloriqueando. Otra de ellas se giró y comenzó a vomitar. 

-Mirad su nariz. -Dijo el asombrado Kosinski. 

En el centro de la magullada cara había una argolla como no habías visto nunca antes. No se trataba de ninguna cuidadosamente realizada. La argolla tenía unos siete centímetros de circunferencia, estaba cubierta por una costra de sangre y se hundía en el tabique nasal, casi hasta el cráneo. Colgaba hasta el labio inferior y
era tan negra como la barba del cadáver. Como una argolla de las que se le ponen al ganado.

A parte de las palabras toscamente tatuadas o directamente formadas por cicatrices sobre la carne que recorrían varias partes de su cuerpo, algo que te llamaba la atención es que no parecía nativo del Himalaya, ni siquiera de toda Asia. Se le distinguían rasgos claramente de raza caucásica y era tan alto como el hombre más alto que hubieras visto nunca. Debía medir cerca de los dos metros. 

Ahora todos tenían las linternas encendidas. Miraban con con asombro su nueva atracción. 

-Bendito bastardo. -Dice Alex cuando se acerca a tí, en susurros y sonriendo, refiriéndose al cuerpo. -Se acabaron nuestras preocupaciones, ésto es lo mejor que podía pasarnos. Es tan buena historia que contar, que no nos culparán de nada de lo que ha ocurrido. 

- ¿como puedes decir eso, Alex?- Murmuro al tiempo que me aparto de ella con una mueca de desagrado ante su comentario. 

-Quédense aquí- le digo al grupo mientras me acerco al cuerpo para intentar leer las palabras que están escritas sobre él. Lo miro cuidadosamente, al igual que sus alrededores, intentando ver algo que haya escapado a mi atención anteriormente...

Te acercas al cuerpo, pero el cuerpo está en alto. subido encima de una repisa natural de la pared de piedra. Un saliente. Tu cabeza llega aproximadamente hasta la altura de sus rodillas. 

Te das cuenta de que las palabras sueltas y frases están demasiado borrosas de rodilla para abajo por la corrosión de la carne y la suciedad. Sin embargo están más claras en los muslos, que por lo visto había más espacio para nuevas anotaciones. Están escritas en inglés y al revés, como si lo hubiera escrito él mismo.

En todo el muslo derecho pone: "Todo el mundo amará la noche y no adorará al llamativo sol" En el izquierdo consigues leer: "Soy Isaac en mi exilio/agonía de luz" mezclado con otras palabras ilegibles y perturbadas por la decadencia. 

Desde donde estás, en el abdomen crees leer la palabra "cosset" y la palabra "favorito". Y más arriba, en uno de los antebrazos hay números escritos en grupos de dos y tres cifras separados por barras, como si fueran fechas. 

Mientras estás concentrado, todos tus clientes están espectantes, admirando el cuerpo detrás de tí, como si de necrófagos se tratase. Haciendo comentarios entre ellos. Alguien tose recuperándose del vómito. 

De repente, la pálida carne del cuerpo se ilumina con un fuerte fogonazo de luz blanca en la que la mueca de dientes amarillentos del rostro del hombre se hace más presente. Ha sido el flash de una cámara de fotos. 

-Mirad, hay letras, ¿Qué pone? -Comenta Owen a tu lado, haciendo caso omiso de tu indicación de que se aparten. 

- OK, fue suficiente por hoy- miro a los presentes con seriedad- Será mejor que vayamos a descansar y no toquemos nada. Algo terrible ha pasado aquí... 

Cruzo miradas con Alex en busca de apoyo, no quiero que la situación se nos vaya de las manos, después de todo son nuestros clientes, no nuestros compañeros de aventura. Y somos responsables por su seguridad.

- El día ha sido muy largo, deberíamos descansar. Esperemos hasta mañana, si la tormenta ha terminado y podemos salir entonces daremos aviso a las autoridades. Sino, investigaremos un poco más. Cada uno irá a su tienda ahora, mañana por la mañana, mas frescos,  decidiremos que hacer. 

Antes de irme con el grupo reviso una vez mas las cifras que vi en el cuerpo, esas que parecían fechas, y las anoto. 

Cuando todos se van a acostar, me quedo un rato con Alex haciendo guardias al lado del fuego, situación que aprovecho para comentarle acerca de que este sería mi último trabajo para la agencia, y que abandonaría el país en breve...

-Oh, venga, no nos dejes así... Yo ahora no puedo dormir. -Replica Owen levantando las manos, como si estuviera pidiendo.

-Si, Víctor, déjanos leer esas palabras, investigar el misterio, ¿Qué más te da? -Añade la atractiva Cloe con su dulce acento francés. 

Algunas más miran espectantes a ver qué ocurre. 

En ese momento Alex te mira y te hace un gesto con la cara como diciendo "Ahora no lo vas a poder evitar." Después se resigna, se gira hacia los clientes y, dando palmadas, les dice:

-Vaamos, ya lo habéis oído. Mañana tenemos mucho trabajo, chicos. Ha sido divertido, mañana cuando nos vayamos nos ocuparemos de eso, ¿ok?. Dejemos que Victor le dé un beso de buenas noches a ese señor tan apuesto. ¿No véis que quiere quedarse a solas con él? -Alex gira la cabeza hacia a tí y te guiña un ojo sonriendo. 

Los demás ríen y se van hacia el fuego. Alguien comienza a preparar sopa de sobre, Effi todavía solloza, Otras hablan con fervor sobre lo que ha podido haber ocurrido...

Los números están escritos en el antebrazo izquierdo. Desde abajo no puedes verlos bien, con la suciedad y la degradación, así que la única forma es subirte a la repisa. Eres escalador y no te cuesta nada. Además no está muy alta, así que subes. 

Frente al hombre, ahora lo ves todo mejor. Hay más palabras de las que parecía desde abajo. Pero te has centrado en las fechas que están en el antebrazo izquierdo: "19/3/24" y al lado, "4/7/44".  Te das cuenta de que también está escrito el resto del brazo hasta el hombro: "25°55'22"N  97°10'19"E"

En ese hombro hay un tatuaje hecho de manera profesional, de su vida anterior:

anoto todos los datos y me detengo al ver el tatuaje, se veía muy familiar. Las siglas terminan de confirmar mis sospechas, el individuo seguramente era un mimbro del ejército británico, de la Fuerza Aérea Real. 

"¿Como un soldado británico vino a parar aquí?" 

miro las cifras... si eran fechas, como parecía entonces marcaban un periodo de 20 años comprendido entre varios años finalizada la primera guerra mundial y el fin de la segunda... ¿Serían sus fechas de nacimiento y muerte? también puede que sean otra cosa, citas bíblicas tal vez... debería investigar un poco mas sobre eso...

por último miro las coordenadas. Vuelvo al campamento y consulto un mapa. las mismas marcaban un desolado punto al norte de Myanmar.

...Me quedo junto al fuego, pensando un rato, tratando de dilucidar el asunto. Si Alex o alguien más no se acerca mientras hago esto, luego de un rato me voy a dormir...

Alex se acerca al verte tan concentrado y mirando mapas.

-Qué haces, Vic, va todo bien?... Eh! La RAF? Ese tipo es un británico de la segunda guerra mundial? Jaja, qué curioso... Hace años encontraron restos de un avión en el Karakorum. Por lo visto, los aliados cruzaban el Himalaya para dirigirse al este. Lo llamaban "la joroba" -Alex se acuclilla junto a tí para ver el resto de notas con una amplia sonrisa. -No es genial? Podria ser uno de ellos, pero... Y por qué Birmania? Si las fechas son de su vida, éste tipo no es muy joven... 19/3/24 será su nacimiento? -Recorre tus notas con la linterna. Ahora se acerca también Owen.

- Es muy extraño... todo parece indicar que se trata de una especie de ofrenda o sacrificio: el altar, las marcas y lesiones, los grabados, la argolla de oro. ¿pero por que aquí, en el medio de la nada?

miro las supuestas fechas y luego a Alex - tu llevas mas tiempo que yo en este país ¿alguna vez escuchaste de algún otro caso similar? ¿pasó algo aquí entre esas fechas? 

Alex mira a vuestro alrededor, pensativa. Los clientes, emocionados hablan entre sí y hacen conjeturas. Nadie parece querer descansar, ni piensan demasiado en sus equipajes perdidos.

-Mm... No, no he oído nada nunca en los 15 años que llevo aquí. Éstas fechas deben ser la clave. Veamos; si es un soldado de la segunda guerra mundial y nació en el 24, el 44 no puede ser su muerte porque ese tipo parece tener 50 años. Esa posición tan perdida en Birmania no puede ser un destino. Seguro que se estrellaron, como muchos otros... Eso coincidiría con el año 44. Podria ser la fecha de su accidente. -Mira tus notas y el mapa de nuevo, pensativa. -Pero éste punto está a miles de kilómetros de aquí. Cómo llegó hasta ésta montaña perdida?

Owen se inclina para mirar con las manos en las rodillas.

-Sí, y en ese estado. No sabía que hubiera tribus en éstos países capaces de hacer algo así. -Comenta metiéndose en vuestra conversación. Luego lee en voz alta las palabras escritas que ve en tus notas. -Hace apología de la oscuridad o me lo parece? Cosset favorito... Es como cordero o animal de compañía. Pero, favorito? Ja! Pues menos mal...