Partida Rol por web

[Conjunta Jason & Haruka (cont)]

Jason: Me quedo en silencio, mirándola, pensando en lo que había dicho ella y sopesándolo. Por primera vez, hago funcionar mi cerebro a marchas forzadas. Suelto un "Hmmm", indicando que más o menos la entiendo.

- En ése caso, yo seré tu enfado -Río-. Cuando estés cabreada con alguien, tú me lo dices y yo le parto las piernas. ¿Te parece un buen plan? -La abrazo, apenas sin darme cuenta, hacia mi con fuerza-. Si tú no te puedes enfadar, yo lo haré por ti. Me enfadaré el doble, ¿hecho?

Apoyo la cabeza contra el árbol y cierro los ojos, disfrutando de la brisa que comienza a levantarse. Sólo espero que a ella le venga tan bien como a mi. No entiendo por qué prefiere "sacrificarse" antes que provocar un desastre y herir a otra gente, pero es Haruka... ella no es yo, no se antepondría ella antes que otros que le importasen, pero... Suspiro.

- Mis padres... -Me callo y hago una mueca, adaptando una máscara de frialdad y odio profundo al hablar de ellos- no fueron buenos, de hecho ni siquiera creo que hayan tenido sentido de paternidad nunca en la vida. No recuerdo cómo era antes, tal vez vivía feliz con ellos y sí eran unos buenos padres, pero éso lo he olvidado si es que sucedió. Sólo recuerdo las comidas frías en mi habitación, los encierros forzados en casa, la falta de televisión o cualquier otro entretenimiento de gente normal, las pa... -Me interrumpo y me quedo con la mirada perdida unos segundos, hasta que vuelvo a adaptar una expresión de enfado y continúo: -Apenas recuerdo a mi madre, siempre que pienso en ella veo una espalda y, bueno, a mi padre no tengo muchas ganas de recordarle.

Vuelvo a callarme durante un largo rato, mirando hacia adelante. Sin siquiera darme cuenta, me comienzo a liar un cigarro para fumarmelo.

- Después fui a vivir con un granjero que tenía dos hijos mutantes, como yo. No sé si lo recuerdas, pero hace unos años los mutantes éramos bastante perseguidos, así que me tuve que refugiar en su granja y actuar como 'sobrino de la familia'. Estuve allí hasta el miércoles, cuando cogí el avión y vine hacia aquí.

Me enciendo el cigarro con tranquilidad.

- Haruka... quiero que estés bien. No se me da muy bien el... expresarme, ni darme cuenta de cómo se sienten los demás. Muchas veces ni me importa, joder, pero tú sí. Lo que quiero decirte es que... hmmm... si hay algo que no le has contado a nadie, algo que te haga sufrir y no puedas soportarlo sóla aunque te encabezones a que sí, quiero que me lo cuentes. Quiero que me dejes ayudarte... o a ayudarte a que te ayudes tú misma.

Haruka: Suelto una risa por lo bajo, ante su propuesta. La verdad es que es exactamente lo que hacía Tío Jesse por mí, es algo perturbador y reconfortante a la vez, tanta similitud entre ambos hombres.

-Hecho- afirmo, con una pequeña sonrisa. Sé que es egoista por mi parte, soy consciente de que en el fondo es mi gran responsabilidad hacia Jason y hacia el mundo entero, no dedicarme a señalar gente como objetivo, podría ser el fín de él, de un modo u otro. Por eso mismo no digo nada más, sólo escucho como me revela parte de su yo interior, me siento afortunada por ello. Me quedo algo pensativa cuando se queda a medias acerca de la vida con sus padres biológicos.

-Está claro que no eran buenas personas, pero no todo el mundo es así, J, mis padres y Tío Jesse eran buena gente. Pájaro Burlón y Ojo de Halcón también lo son -comento, algo apenada y melancólica, siento verdadera tristeza porque Jason haya tenido que vivir semejante vida -Y ellos dos no vienen a la escuela? Quiero decir, si son mutantes no deberían ir también ellos a la escuela?- pregunto, ingenuamente. Bueno, quizás no tanto, quiero saber y además me sirve para esquivar lo demás. "Bueno, tampoco es que tenga secretos, realmente."

-Estoy bien, en serio, ha sido una tontería...- murmuro, sonriendo levemente y apoyando mi cabeza sobre su pecho y mirando como el humo de su cigarrillo se enfila hacia arriba, por el aire.

Jason: Miro el cielo cuando menciona que también hay buenas personas en el mundo, lo cual ya sabía. John era un ogro, pero era un tío legal (demasiado, incluso); Dan y Wendy también. Siempre me he quejado de lo que me explotaban en su casa, pero al menos allí tenía cama buena y podía salir de vez en cuando.

Mi rostro se ensombrece al oír su pregunta de si Dan y Wendy irían a la Escuela, la cual respondo con un movimiento negativo con la cabeza y silencio. Guardo extremo silencio e incluso dejo de respirar unos segundos cuando ella apoya su cabeza en mi pecho, para después suspirar y continuar fumando sin abrir la boca. Ni siquiera puedo imaginarme qué les estará pasando ahora mismo a ellos dos. Daría la vida de mi padre con muchísimo gusto por poder estar ahora mismo con ellos y poder traerlos aquí, a poder ser después de haber pateado varios culos. "No es un hogar ni es divertido durante casi todo el rato, pero eh, aquí estaréis a salvo" les diría. "Además, hay comida, cerveza y tías buenas".

Haruka: Echo la cabeza hacia atrás para mirar a Jason, ya que no abre la boca, sólo mueve la cabeza negativamente ante mi pregunta. Me quedo pensativa. "Quizás les ha pasado algo? O es que seleccionan a la gente en esta escuela y no admiten a todo el mundo? bueno, eso no es díficil de creer, visto lo visto".
-Pero están bien, no? En casa, con su familia, no?- pregunto, con una vocecilla, no muy segura. Porque tengo la extraña sensación de que no me gustará esa respuesta?- Podrás ir a verlos y beberos unas birras, eso está bien, yo no podré...- sacudo la cabeza, no quiero recordar

Jason: ...Incluso enseñaría a Dan a ligar con las tías y, con suerte, echaría su primer polvo. Que ya le vale, con 21 y más virgen que Miles (¿Quién en su sano juicio se follaría a ése cerebrito llorica?) y Hank (¿Quién podría...? Ecs). Esbozo una irónica sonrisa.

- Fui a la ciudad a comprar cosas para la Granja y cuando volví, la Granja estaba destruida y John muerto, ni rastro de Dan y Wendy. Así conocí a Logan, me salvó el culo de unos robots gigantes llamados centinelas. Y después conducí por primera vez una Harley que, la verdad, estuvo genial. Me gustó mucho.

Si no me hubiese entretenido en la Ciudad...

- Sólo la gente sin escrúpulos sobrevive, Haruka. Algún día lo entenderás, seguro. No sabes lo que nos ha caído al ser mutantes, éstos de aquí te lo estarán pintando muy bonito pero... sólo son regalos materiales y palabras falsas con adornos. Respeto lo que piensas de ser... feliz e inofensiva para controlar tu poder. Pero no permitas que por éso nadie te joda, si tienes que matar a alguien valiéndote de lo que eres... hazlo -Doy una calada al cigarro, pensando en el conserje y el negro. Y Selene-. Otros no dudarían.

Haruka: Parpadeo ante sus palabras, sabía que no me gustaría la respuesta. Una vocecilla en mi cabeza me lo decía, la misma que me conducía a las peleas con Tío Jesse, la misma que me decía que me agachase o lanzase esas monedas en determinado momento y velocidad, exactamente la misma que me había llevado a tantas celdas de detención de sheriffs de pueblo. Trago saliva.
-Lo siento, siento lo de tus amigos, les encontraremos, seguro que sí- digo firmemente. No quiero pensar en lo de "matar o morir", esa filosofia me había llevado demasiado al límite más de una vez, aunque nunca maté a nadie, obviamente, demasiado niña para ello, demasiado Tío Jesse presente para evitarlo -Tío Jesse tampoco dudaba, pero la cárcel no es bonita ni agradable, aunque las señoras prostitutas suelen ser amables- me encojo de hombros, recordando de nuevo. Sacudo la cabeza de nuevo. -No hay que ser tan negativo con todo, les encontraremos y volverás a tenerlos contigo y les enseñarás todo eso! Te lo prometo!- vuelvo a decir con convicción, levántandome para reforzar esa idea -Pero hasta entonces, hasta que demos con una pista, podemos disfrutar de la vida! No está reñido, sabes?- esbozo una sonrisa candorosa de las mías.

Jason: Me encojo de hombros, fumando aunque con una sonrisilla.

- Yo no he dicho que no los vaya a encontrar ni haya dejado de buscar. Sólo ten cuidado, ¿vale? Sobretodo en quién confias. Y hablando de temas serios, esta noche irlandés ¿no?

Haruka: Me alegra oír esa respuesta, no se ha rendido, al menos no todavía, eso es bueno. "Ahora que lo pienso, tendrá algo que ver en todo esto la zorra esa que quería inculpar a Jason? En aquel archivo decía que era miembro de no sé qué Club de alterne para Caballeros, igual los Vigilantes esos son su ejército de seguridad secuestra-niños. O quizás lo hizo el tipo del Teatro... Demasiadas incógnitas que resolver."

-Sí, esta noche irlandés- sonrío ampliamente -Pero para eso tenemos que movernos ya y vestirnos para la ocasión o nos echarán a patadas de cualquier bareto que nos guste.

-Casi se me olvida! Tu regalo! Está en la biblioteca! Podemos pasar de camino a los dormitorios, conseguí la información de la meese dona que te intentó endosar el crímen! Porque imagino que eso es lo que quería, lo sé porque leo muchas novelas de detectives, me encantan y sé que hay muchas maneras de culpar de un asesinato a alguien inocente como poner sus huellas en la escena del crimen con un vaso o un molde de huella de acetona...- digo entusiasmada. Me encaaaantan las novelas de crímenes, mi favorito es Rick Castle, ese hombre es genial escribiendo!

Una vez Haruka ya ha subido y está en el jardín, Doc Samsom llama discretamente a los Barton a la biblioteca, donde está también Miles, para hablar con los tres.

La charla es corta, pero efectiva, y al menos tanto Clint como Bobby se encuentran muchísimo mejor cuando salen de allí para acabar de fijarlo todo con Thor y Sif

Miles se queda un instante mirando por la ventana a Haruka y Jason, y siente la mano del doctor que se posa en su hombro con firmeza, pero también de forma reconfortante.

Samsom le habla un rato más, y el chico termina asintiendo con una sonrisa agridulce

Anda, deja lo que estuvieras haciendo y sube a cambiarte de una vez. Y anímate, que tienes mucho que hacer por delante. Si eres tan bueno con los ordenadores como dicen, podrás echarle una mano a Kitty Pryde, que es quien se encarga de introducir en la informática a los que la desconocen...

El chico parece que va a argumentar algo en contra, pero la mirada de Samsom le hace fruncir el ceño y acabar riendo. Y asintiendo, sube a su habitación para estar listo para salir...

El doctor, por el contrario, se queda allí, mirando las estanterías en busca de una buena lectura para más tarde

Me siento en una de las sillas y bufo. Es una pena no haber encontrado nada que me guste, pero siempre puedo cogerme algún vestido que llevara de casa. Ahora que lo pienso, tengo uno rojo que encontré por una tienda de estas perdidas por la ciudad que se parece mucho a uno que llevó Beyoncé que está muy pero que muy bien.

- Pues yo no he encontrado nada para mí -me lamento y me hundo en mi miseria, lo que me permite comprobar que las mesas de aquel bar están bastante limpias. Después me pido una cerveza para olvidarme del asunto-. Pero espera... -vuelvo a pensar en el vestido de Beyoncé y se me enciende la bombilla- ¡Claro! -miro a Janet- Janet, tú que eres tan guapa, y tan buena, y tan... -le hago pucheros- Bueno, no se me ocurre nada más, pero yo te quiero -le cojo la mano-. ¿Me llevarías al House of Deréon? -asiento con la cabeza- Es la mejor tienda del mundo, y hay un montón por aquí. ¡Porfis!

No sé si accederá, pero cumpliría uno de mis sueños: comprar en la tienda de la Beyoncé. Oh, Dios, si me concedes esto, juro ser buena y liarla mucho durante una semana. Claro que el de ahí arriba no sabe que tengo los dedos cruzados bajo la mesa.

Janet van Dyne escucha las sugerencias y súplicas de Billy con aire interesante y, tras unos segundos de incertidumbre, se decide a ser Santa Claus antes del verano...

De acueeeeerdo. Vamos a ver... si no recuerdo mal, hace un tiempo fui a la fiesta de inauguración de una de sus tiendas en Bloomingdale's. ¿Sabes dónde está, no Steve?

EL Capitán sonríe divertido viendo a ambas entusiasmadas, y tras una mirada a Niobe, asiente Por supuesto, no queda lejos, y menos en coche. Así pues, señoritas... próxima parada, Bloomingdale's dice en tono simpático, mientras se levanta para pagar la cuenta e ir hacia el vehículo...

A pesar del tráfico, Steve Rogers consigue llegar a los afamados grandes almacenes en un tiempo record, y sin violar ninguna norma de tráfico. Entra en el gran parking del establecimiento y, abriéndoos la puerta, os dice que él se queda allí, mientras vosotras vais de compras

Bien, Billy, vamos a hacer tus sueños realidad... ríe Janet, jugueteando con su VISA platino sin límite de crédito...

- ¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Lo primero que hago es gritar, está claro. Quiero decir, estoy en la tienda de Beyoncé, que es como la mejor cantante del mundo y la más guapa y la que mejor baila y... uy, que me ahogo. Dejo de gritar y echo a correr por la tienda. Es que dios. Dios. Estoy en la tienda de Beyoncé. Dios, dios, dios. Y Janet tiene una VISA platino con la que piensa comprarme vestidos bonitos y zapatos. Dios. Es que si ahora me cortan una pierna ni me entero de lo emocionada que estoy.

Me hallo en una locura total cuando empiezo a mirar toda la ropa que hay ahí. Ay, si es que me la compraba toda. Pero qué bonito. Saco un vestido, me lo pongo por encima y miro a Niobe. La operación la repito como cincuenta veces y, al final, me llevo un montón al probador. Me lo quito todo (sujetador incluído) rápidamente y lo pongo sobre la puerta, para que no se me junte con la ropa de la tienda. Aunque bueno, no creo que mi trapo pudiera pasar por uno de esos maravillosos vestidos. 

- Esto es lo mejor que me ha pasado desde que vi el final de Paris Hilton BFF -alzo los brazos y me pongo un vestido azul y marrón con un cinturón negro. Mis tacones son negros, así que combinan a la perfección con esta divinidad enviada desde el paraíso. Abro la puerta y me quedo mirando a Niobe-. Yo creo que este me lo quedo, ¿no? -alzo una ceja y pongo morritos.

Vuelvo a entrar en el probador y, tras hacer un poco el paripé delante del espejo (ya sean posturitas o bailes varios con una de Rihanna en la cabeza. ¡Dios, Rihanna! ¡Me he pasado al otro bando durante unos minutos! Soy una impostora), descarto unas cuantas camisetas y faldas. Revuelvo un poco entre el montón pensando en las pobres dependientas que tendrán que arreglar todo aquel estropicio (yo no sé las ricachonas cómo deberán hacerlo, pero en las tiendas de barrio o vas así o te lo quitan todo) y, entonces, lo veo. El Vestido. Así, en mayúsculas, porque se merece además ser acompañado por música celestial y los pajaritos de la Cenicienta. Vamos, con eso pillas aunque seas más fea que pegarle a un padre con un calcetín sucio, y ya es decir.

Cuando abro la puerta, me ven con un vestido de manga larga y encaje, ajustado. Unas tiras negras y grises cubren las partes del cuerpo que no deben ser vistas, y es lo más ajustado que ha parido Beyoncé. Aunque a lo mejor me viene así porque me he cogido una talla menos, pero me da igual. Quiero ese y lo quiero ya.

- I like it, like it. Come on! -canturreo. Camino unos pasos a lo modelo de pasarela, pongo la mano sobre la cintura y saco pecho y culo. Si pudiera me liaba conmigo misma.

Cojo mucho aire para soltarlo muuuuuuuy despacio. Dios mío, ¿en qué momento acepté venir aquí con Billie? Porque No, ES completamente IMPOSIBLE estar mas buena. Por un momento, me la imagino entrando en el sitio al que vayamos y todo el mundo cayendo a sus pies, rendido; todo el mundo dispuesto a dejarse pisar por la chica de tacones y vestido provocativo... Con ese culo...y esas...

"¡Frena, Nio! ¡FRENA!", grita mi cerebro y le doy las gracias interiormente.

- No está mal - le digo a Billie aunque le dedico media sonrisa y una mirada que ella debe saber bien lo que significa. Aún así, juego haciéndome parecer indiferente, como si fuera a engañarla.

Tiro de la mano de Jason para cruzar el jardín, desde el árbol donde nos hemos parapetado, en dirección a la mansión y a la biblioteca. Pero eso supone pasar por el lado de la mesa donde todavía están todos sentados. Jack parece algo aburrido, no me extraña, teniendo en cuenta la compañía que tiene...

Suelto la mano de Jason y le hago un gesto de silencio, llevándome el dedo indice a los labios y haciendo un sssh mudo, le sonrío pícaramente. Doy algo de vuelta para aparecer por la espalda de Jack y con todo el sigilo que soy capaz me acerco por detrás suyo y le paso los brazos por detrás de su cuello, para luego apretarselo en un abrazo cariñoso repentino.

-Buh!- le digo al oído -Vienes a hacer fiesta de pijamas para cambiarnos para salir?- le digo sonriente.

Haruka me había saludado, de una manera agradable y cordial sacándome del ensimismamiento que implicaba la tensa situación que se vivía cada dos por tres - Mierda, dormir en el banco del parque no tenía tan mala pinta como soportar a ratos tantas chiquilladas de gente que los demás admiran - al sentir el brazo de Haruka y su voz no puedo evitar sonreír y más al escuchar sutilmente su voz susurrando irnos para tratar de pasar un momento un poco más agradable. Por un brevísimo instante temí aceptar la oferta, pero mi vida estaba en una nueva faceta, estaba dando un nuevo giro y si ya había conseguido superar la pérdida de mi familia adoptiva, había sobrevivido a la prisión y más importante, había sobrevivido a los asquerosos vicios a los que me había entregado creo que era hora de empezar un nuevo camino

Ehem - carraspié ligeramente mientras me levantaba con Haruka tras de mí, el movimiento algo brusco que hice al levantarme hizo que Haruka se suspendiera por unos segundos colgada de mi cuello, y al observar que Jason nos esperaba asentí sutilmente con mi cabeza, me dirigí a la compañía que tenía - Lo siento, Haruka, Jason y yo saldremos un momento para conocernos un poco más, si nos disculpan - sin esperar más o siquiera una aprobación de los presentes le indiqué a Haruka con la cabeza que me guiara y que por el amor de Dios me sacara de ese lugar tan caótico, aún no tenía claro para donde iba mi vida, pero no quería quedarme quieto

Llego de vuelta a la mansión y me encuentro con Jack, Dorian y Fiona, me cuentan algo de Jason y una mujer llamada Tigra, aunque no es que me importe demasiado, pero Jack trata de ser simpático y le sonrio amigablemente, justo antes de ver que su expresión cambia y se va con Haruka a algun lugar.

- Bueno, ¿que hacemos?

Lanzo la pregunta al aire sin mirar a ninguno de los que han quedado en particular.

- Digo porque creo que deberiamos movernos por nuestra cuenta, ¿no?

Dorian mira su reloj y te sonríe de forma tranquilizadora...

Relax, amigo mío... en breve va a llegar el microbús que nos llevará a Coney Island a todos... ¿o preferís que vayamos nosotros por delante? dice el muchacho, tras enviarle un saludo amable a Haruka, contento de verla recuperada...

Janet deja que la chica disfrute con las compras, sin importarle nada el humo que saque su tarjeta... Una vez Billy ha escogido todo lo que quería, y tras preguntarle a Niobe si quería aqlgo ella, las tres regresan adonde están Steve Rogers con el coche

Ahora parece que sí ha habido éxito, ¿no? pregunta divertido el Vengador

Acierto total! contesta alegre La Avispa, ayudando a poner todas las bolsas en el maletero

Así pues, con las compras hechas, Steve conduce de nuevo el automovil de vuelta a la Mansión. Una vez aparcado el vehículo, os pregunta si queréis que os ayude con las bolsas, y luego marchará a cambiarse para su cita de esta noche...

Dorian había dado en el clavo con su último comentario, todos estábamos aburridos y desesperados por salir y seguían dándose las largas de espera - Dorian, ¿en verdad tendremos que esperar hasta que un colectivo llegue de la nada para llevarnos?, vamos si podríamos ir por nuestra cuenta

Dorian sonríe a Jack cordialmente, mientras le explica Por lo que sé es un microbús privado que el Dr McCoy ha contratado para que nos lleve arriba y abajo sin problemas, y debería estar aquí a las seis, o sea, dentro de unos veinte minutos. Muchos no conocemos apenas nada de la ciudad...

Me parece que salvo Elsa, la chica de Simon, y tú, y Fiona un poco, los demás nos perderíamos a la primera intentando llegar a Coney Island, aunque si a los demás no les molesta y nos hacéis de guía a Simon y a mí, podemos ir tirando...

El chico se veía ahora en el dilema de contradecirse a sí mismo, ya que un rato antes le había hablado a Simon de la necesidad de cohesionar a la gente, de formar un grupo... y por otro lado ya le empezaba a pesar tanto rato allí sin hacer gran cosa, salvo ver a Jason hacer el tonto y esperar noticias de la mejoría de Haruka...

A las 18.00, o sea, a las seis de la tarde, Jarvis os avisa de que el microbús privado contratado por Hank para llevaros en vuestra salida nocturna acaba de llegar.

Logan sale a despediros, al igual que hace Bobby, tras hablar un instante en privado con Miles. Ella os recuerda que en caso de cualquier problema, uséis el móvil para llamar a la mansión.

Y una vez todos estáis en el microbús, parte en dirección a Coney Island, con el conductor completamente a vuestro servicio...

[BILLY JEAN -HARUKA ]

Billy: Estoy tan feliz. El mundo es maravilloso. El sol brilla, los pájaros cantan... ah, no, que es de noche. Bueno, dejémoslo en que reboso alegría y jolgorio y que, en este estado, entro en la mansión de los Vengadores con un montón de bolsas colgadas en los brazos.
-¡Viva la ropa, y Beyoncé, y todo aquello que nos transforma y nos hace ser mejores! -exclamó. Sí, creo que todavía estoy un poco colocada.

Haruka: Tras abandonar el jardín con Jack y Jason, me separo un momento de ambos para pasar por la biblioteca y recoger el papel que supuestamente el Sr.Nocontrolomisnervios había mandado, no sé muy bien como (la informática sigue pareciéndome magia). Entro en la Sala y tras pasarme un buen rato buscando el dichoso papel, porque a ver, no podría haber algún tipo de etiqueta o cartelito que pusiera "impresora"?! Sería toooodo mucho más fácil. Pero no, no podían hacer eso, no sería tan cool como hacerme dar vueltas como una idiota por toda la biblioteca revisando hasta el último rincón hasta dar con el jodido papel. Finalmente doy con mi tesoro particular y grito un YAY triunfal. Salgo de la biblioteca con una sonrisa de la victoria final en mis labios. Y justo por la puerta entran Niobe y Billy Jean.
-Oooh fueron bien las compras?

Billy: Haruka sale de la nada y me acuerdo de todo el embrollo en el que nos habíamos metido antes de que me fuera con Janet y Niobe de compras. Ahora me siento mal por haberla dejado sola con el rata de Miles, pero parece feliz. Sin embargo (aunque con una sonrisa en la cara), prefiero preguntarle, a ver si ha tenido problemas. Porque si lo ha hecho, voy a empezar a cortar penes.
-Tenemos que hablar -me enganché de su brazo cual maruja y empecé a caminar, para poder apartarnos. Cuando consigo mi cometido me paro, la miro durante unos segundos y la abrazo-. Siento haberte dejado sola, pookie bear -me separo-. ¿Estás bien o tengo que robarte uno de tus cuchillos y empezar a matar gente?

Haruka: Sonrío a Miss Janet y a Niobe y me dejo arrastrar por Billy aparte. Balbuceo algo que ni yo misma entiendo y parpadeo varias veces. Le devuelvo el abrazo y cuando la suelto, la cojo de la mano y tiro de ella hacia las escaleras, en dirección al cuarto que estoy ocupando en la mansión.
-Qué tal si nos cambiamos en el cuarto que compartiremos esta noche?- simplemente no quiero contestar ahí en medio. Así que con un caminar rápido, dejo atrás a todo el mundo, arrastrando a Billy en mi carrera frenética, con una mano, y con el papel con la información para Jason, en la otra mano. Cuando llegamos al cuarto, cierro la puerta detrás nuestro.
-Me perdonas?- balbuceo.

Billy: Suelto las bolsas mientras Haruka cierra la puerta. Estoy por sentarme en la cama para disculparme cuando es ella la que me pregunta si le perdono, cosa que hace que me quede muy loca. Quiero decir, ¿yo a ella? ¡Ella me tendría que perdonar a mí!
- ¿Yo? ¡Pero si eres tú la que me tienes que perdonar a mí! -suelto, incrédula.

Haruka: Me quedo algo confusa con su respuesta. Eso quiere decir que me perdona o que no? No entiendo nadaaaaa!!!
-Yo no tengo que perdonarte nada, fuí yo quien te metió en ese embrollo, tenía buenas intenciones pero todo, bueno, se desmadró un poco...- finalmente balbuceo casi en un murmullo -Te.. dejé sola en la piscina con... quien-tu-sabes, no lo tenía que haber permitido. No sé como lo supo que eras tú, yo no le dije nada!- trato de aclarar -Antes muerta... -me muerdo el labio, muy arrepentida de haber enmarronado de ese modo a la chica nueva.

Billy: Después de que me explique por qué cree que tengo que perdonarla no puedo evitar que Haruka es la persona más mona que he conocido en toda mi vida. Si es que dan ganas de achucharla como si fuera un peluche y no soltarla nunca. Pero en vez de eso, le cojo la mano y hago que se siente en la cama junto a mí. Dibujo una sonrisa.
-H, fui yo la que quise participar en todo el asunto de Miles, y si ese rata es un estirado y va de tío malo no es culpa tuya. Además, sé cuidarme solita; si me hubiera hecho o dicho algo ya me encargaría yo de él -cosa que pienso hacer. Maldito hijo de puta. Cuando lleguemos a la escuela va a convertirse en el nuevo paria-. Mira, si así te quedas mejor te perdono, pero tú también tienes que perdonarme por haberte dejado sola con Val en plan rabiosa y Miles modo rata total -hago una mueca de asco y muevo la cabeza ligeramente de un lado a otro. Ghetto style.

Haruka: Me quedo mirando a Billy sin acabar de entender del todo, parece demasiado cabreada para haber sido una huida "civilizada" como ella pretende hacerme creer. Me dejo acompañar a la cama y me siento a su lado por unos segundos.
-No-no pasa nada, tampoco habrías podido evitar nada-risa nerviosa. Me levanto como si tuviera un resorte y me dirijo hacia mi mochila -Al final qué te compraste?- digo sonriente, tratando de disimular y cambiar de tema, no quiero pensar en lo pasado, fue simplemente horrible -Miss Janet te enterró en ropa mega-cara? Qué te dijo quien-tu-sabes en la piscina? Mini-falda ó...- saco de mi mochila-petate del Ejército de segunda mano un trozo de tela negra, que podría ser más un cinturón que un trozo de ropa que tape -Faldita?- saco otra falda, sólo unos centímetros más larga.

Billy: Me quedo un poco más tranquila con lo que me dice Haruka y lo interpreto como que sí que me perdona y que seguimos siendo amigas. Bueno, amigas; nos acabamos de conocer, pero ya es mi pookie bear. Hay confianza. Me fijo en su habitación. Parece como si no viviera allí, con todo tan ordenado y tan poca cosa por todos lados. Si ese cuarto fuera el mío sería un caos total, estoy segura: ropa por los suelos, pósters empapelando las paredes y ropa interior tirada por todo. Y no habría libros, ah no. ¿Quién los necesita cuando tienes todas esas revistas del corazón esperándote en el kiosco más cercano?
-Pues mira, MIRA -me levanto, cojo las bolsas y las pongo sobre la cama-. La cosa es que Janet me llevó al House of Déreon y... -Haruka pregunta por lo que Miles me dijo en la piscina-. Pues que si volvía a hacer algo así se lo diría a toda la escuela y bla bla bla -hago un gesto con la mano, juntando los cuatro dedos contra el pulgar, a modo de que son todos habladurías-. ¡Es un idiota! No sé cómo lo aguantáis -mientras hablo, me quito los tacones y los dejo por ahí-. Faldita -le guiño un ojo, me levanto y me deshago del vestido que llevo puesto-. Pero es que vamos, es que me soltó que no sería la más popular ni nada. Quiero decir, ¿de qué va? -alzo la mano, indignada-. Oi, mira qué vestido más bonito -le tiro el vestido azul y marrón y aprovecho que lo tiene ella para colocarme bien el sujetador.

Haruka: Mientras ella va hablando y sacando la ropa que ha comprado, cojo las medias de tela de araña, mis botas de caña alta New Rock (las únicas que le pude sacar a mi abuela cuando me instalé en NY) y la camiseta de los Guns'n'Roses y unos calcetines negros. Cojo al vuelo su vestido y lo sumo a lo que llevo en las manos. "Así que es eso. No sólo es mentiroso y engaña a todo el mundo, encima abusa y amenaza a los que considera más débiles que él. Esto sólo confirma lo que ya intuía.". Miro el vestido que me ha tendido.
-No es mi estilo pero es muy bonito, la verdad, te quedará genial, todos caerán a tus pies y no tendrás que pagar ni una sola birra- digo sonriente.
-No te preocupes, no dirá nada...- añado, respecto al tema Miles -Él tiene más a perder si abre la boca...- murmuro para mí misma. Ya no sé si me siento enfadada o simplemente ya me da igual, lo que tengo claro es que a ese giri lo quiero bien lejos de mí o de mi gente -Yo me aseguraré de ello, te protegeré- sonrío ampliamente, mientras le acerco el vestido y dejo mi ropa en la cama. Me quito la camiseta rosa que llevo, dejando al descubierto mi sujetador negro y me pongo la camiseta de los Guns. Luego me quito los pantalones y paso a intentar ponerme las medias (que no son de panty) con suma calma para que no se agujereen o rompan.

No me cuesta nada recoger mis cosas, en el cuarto. Dejo los vestidos comprados por la Avispa, bien colgados de perchas y el calzado bien limpio en el suelo, a los pies de la cama. Encima de esta, dejo el resto de regalos, bueno todos no, la camiseta rosa del musical, el mono aviador y el oso grandote me los quedo. También dejo la tableta, el colgante de Hércules y el broche de Bubo, la tarjeta de los Vengadores y el móvil encima de la cama. Los cuchillos de la armeria sí los meto en mi vieja mochila y dejo en la mesita los cuchillos de cerámica de Jarvis. No quiero que digan que me he llevado nada que no sea mío, no soy una ladrona. Cojo un sobre y meto en él los 250 pavos que me habían dado Bobby y Clint, quedándome sólo con los 200 dólares del espectáculo, eso es mío, me lo gané trabajando, ni más ni menos. Cojo una hoja de papel y escribo mi despedida. La meto bien doblada en el sobre y pongo en la parte exterior de éste: Para Bobby y Clint.

"Queridos Bobby y Clint,
siento mucho tener que irme, pero este no es mi sitio. Me he sentido muy feliz a vuestro lado y os estaré eternamente agradecida por ello. Pero no puedo quedarme. Vuelvo a casa. Dadle las gracias a Miss Janet, al Sr. Jarvis y al Sr. Hércules, fueron muy amables conmigo. No os preocupeis, estaré bien y jamás revelaré nada de lo vivido en la Mansión, vuestro secreto está a salvo conmigo. Os lo prometo. Siempre os querré. Sois los padres perfectos, no podría haber pedido unos mejores.
Muchos besos y abrazos,
Haruka."

Vuelvo a revisar mis cosas. La ropa es la misma que tenía antes de llegar a la Mansión, con la camiseta rosa y la taza de cerámica del musical. Los cuchillos. Bien. El mono aviador que me regaló Jason. Bien.

"No me he despedido de él, se marchó anoche y no volví a saber más de él pero si intentara decirle que me marcho, seguramente no podría y no me iría y sería un error", dictamino para mí misma.

Cojo una nueva hoja de papel. Para Jason, Val, BJ, y Niobe:

"Lo siento chicos, en serio, habría preferido tener la fortaleza para despedirme en persona pero en el fondo todos sabemos que no podría. Qué puedo decir? que fue divertido mientras duró. Os quiero mucho, a pesar del poco tiempo pasado juntos. Si alguna vez volvemos a encontrarnos, espero que no os hayais olvidado de mi cara y podamos volver a compartir unas birras o lo que sea.

Siempre amigos,
H."

La doblo y la meto en otro sobre, y escribo sus nombres afuera. Respiro hondo. Pongo los dos sobres encima de la mesita, a la vista. Miro el cuarto, todo está impecable, lo dejé todo bien ordenado y limpio. Retomo la recogida de cosas. Los libros. Ya no me acordaba. Cojo los libros de la biblioteca y los dejo encima de la mesita, debajo de los sobres, en una pequeña columna. Ya está. Todo listo. Me coloco la mochila en los hombros y cojo el oso de peluche gigante. Sé que debería dejarlo aquí pero es lo único que no puedo evitar llevarme, me recuerda a Bobby y a Clint, es el único recuerdo que me quiero llevar de ellos dos. Es quizás lo más duro de todo, realmente me gustaban como padres, pero estarán bien sin mí y mis problemas y yo debo volver a donde pertenezco, el circo.

Voy hacia la ventana y la abro. Es madrugada y ya asoman los primeros rayos de Sol. Paso mis piernas por el marco de la ventana y salto hacia el aire. Me doy impulso y haciendo uso de mi capacidad de vuelo, dejo atrás la casa y a todos sus habitantes, que duermen apaciblemente. Mi destino? Coney Island y de ahí al circo donde está Tío Jesse, esta vez no podrá rechazarme. Al fin y al cabo, siempre ha sido como un segundo padre para mí, ese es mi verdadero lugar y mi autentica familia. No necesito más en esta vida.

Mansión de los Vengadores, domingo 08.30 am

Cuando el domingo por la mañana, a eso de las 8.30, Hank McCoy cruzó la puerta de la mansión, lucía una sonrisa feliz, que se le aguó, aún sin saber la razón, al ver el rostro de Jarvis

¿Jarvis, ocurre algo malo? se preocupó de verdad Hank, porque no era normal ver al normalmente serio mayordomo afectado y expresando sus sentimientos como en esos instantes

No, Máster McCoy. O mejor dicho sí... La Srta Haruka se ha ido. Ha dejado una carta para los Barton, y otra para el resto de chicos, en la que se despedía de mí. Siempre fue muy amable... A medida que hablaba, al habitualmente serio inglés se le escapaba un tono de congoja realmente raro en él.

Ellos están en el jardín de atrás. Los Barton, quiero decir. Esto ha afectado mucho a Miss Morse. Y creo que hasta Máster Hércules ha llorado...

El Dr McCoy buscó a tientas una silla para sentarse y escuchar lo que sabía el mayordomo de lo ocurrido. Al menos está bien y no le ha ocurrido nada malo, simplemente ha escogido otro camino distinto al nuestro... pensó Hank, también algo entristecido

¿Alguna novedad más, Jarvis? preguntó el X Man, tras agradecerle al mayordomo sus explicaciones

El Sr Logan está en la biblioteca y me ha dicho que quería verle tan pronto llegara...

Hank arqueó una ceja, y funciendo los labios se dirigió a ver a su amigo, a ver qué otras noticias debía contarle, porque tantas prisas no eran típicas de él

Hola, Bub! buen día ¿eh? ¿Anoche mojaste por fin? le saludó Wolverine, cerveza en mano y los pies encima de la mesa, que bajó ante la mirada de Hank

Vale, vale... no pregunto, pero espero que sí, porque necesitarás una buena dosis de pilas cargadas para escuchar lo que te tengo que contar...

Hank tomó asiento en un sillón cercano y se dispuso a escuchar las novedades. Tras una breve narración de lo ocurrido en Coney Island, aderezada con un ejemplar del Daily Bugle, Logan le contó su propósito de ir a ver a la agente herida durante la fuga de Empath

No corras tanto, colega. No te van a dejar verla por las buenas, y menos siendo una policía herida en una fuga de un mutante. Déjame hablar con mis contactos en el Departamento de Policía, y supongo que podré conseguirte que puedas verla la semana que viene. Ya miraré que sea lo antes posible... le contesto McCoy, a lo que Logan terminó por acceder, entendiendo la lógica de lo que le decía su amigo

Bueno, pues habrá que pensar en reunir a los chicos para contarles las novedades, o al menos, a los que queden... propuso Logan, haciendo que Hank diera un respingo al escucharle

¿Los que queden? ¿Se ha ido alguno más, además de Haruka?

Bufff... vamos a ver. Billy está camino de vuelta a Detroit. Por lo visto ayer noche estuvo con Warren y éste se ha ofrecido a llevarla a casa. Los motivos concretos los desconozco, Bub. Puede que haya visto en las noticias la fuga de Empath y haya decidido marcharse a un sitio que él desconoce, o que sea algo similar a lo de Haruka. Sinceramente, lo ignoro... empezó a explicar Wolverine, mientras encendía uno de sus cigarros

Ya, bueno, y a Warren le ha faltado tiempo de jugar al caballero de brillante armadura. En fin, sea como fuere, no dejará que nada malo le ocurra a Billy gruñe Hank y viendo la mirada de su amigo, le hace gesto de que continúe Venga, desembucha y suéltalo todo de una vez...

Pues me parece que Niobe también se pira, aunque no sé ni cuándo ni adónde, pero estuvimos charlando cuando llegó y lo tiene bastante claro. Y Val no sé yo, mi instinto me dice que seguirá un camino parecido si no lo ve claro, aunque por ahora me haya confirmado que viene conmigo mañana por la mañana para la reunión con el Profe...

Y ya en el grupo de los marchosos, Jason anda por ahí en la moto. Val me dijo que debía ir a Lake George para encontrarse con ella y unos amigos. Dorian y Fiona parecen muy acarameladitos, pero la sorpresa fue cuando me vi llegar a Jack y... a Miles con dos chicas imponentes. De hecho el chico se pasó un buen rato hablando y haciendo manitas con una de ellas en el jardín, una rubia que me suena de algo... y esta mañana ella le ha venido a buscar muy pronto para irse a Lake George juntos... a donde va también directamente Simon, que también ha pasado la noche fuera en buena compañía... termina de explicar con una sonrisa

Bueno, bueno... así que Miles... me alegro por él, de verdad! Y por el resto, son jóvenes y deben pasárselo bien. Esperaremos a que den las 9 y si no bajan, le diremos a Jarvis que los despierte, para contarles lo de Empath... y el resto... dice Hank, visiblemente dolido por un lado, y contento por otro, aunque en menor medida

Venga, Bub, que ya lo sabes, pasa siempre... esto, en el fondo es como los Boinas Verdes... Más de cien lo intentarán...*** empieza a cantar Logan, intentando animar a su amigo, aunque su voz de cazalla ayuda poco

No me jodas, Logan, no me jodas... anda, pásame una de esas birras. No bebo tan pronto, pero me parece que hoy lo voy a necesitar contesta Hank, arrellanándose en su sillón y esperando a ver si los chicos empezaban a bajar...

Poco a poco, los chicos que habían pasado la noche en la mansión y todavía seguían allí fueron bajando a desayunar. A algunos les sorprendió algo que Jarvis sirviera el desayuno en el salón, pero en vista de las caras de Hank y Logan, al que poco después se unieron el Capitán América y She Hulk, ninguno quiso preguntar. Mejor esperar que fueran ellos quienes les dieran las noticias, fueran las que fueran.

El Dr McCoy se encargó de contar lo que se sabía de la fuga de Empath y que dos de las personas más implicadas, Haruka y Billy, habían decidido no ir a la escuela y seguir otro camino Sea casualidad o no, el hecho es que eso dificultaría cualquier intento de venganza por parte de Empath. Pese a todo, mantendremos una discreta vigilancia por si intentara acercarse a ellas

La noticia estaba acompañada por la del policía muerto, y su compañera gravemente herida. Todos les recordaban, ella muy simpática, y él algo más rudo y pagado de sí mismo, pero eso no era ningún crimen, y menos merecía morir durante la fuga de Manuel de la Rocha

Tras esto, Niobe anunció que ella también se marchaba. Lo dijo con mucha mano izquierda, y dejando claro que no tenía nada en contra de nadie. Simplemente es que escogía otra forma de vida para su futuro.

Dorian la miró y asintió, como si entendiera lo que quería decir. Miles no estaba allí, pero seguro que la noticia le sentaría mal. Con todos los problemas que había tenido con las chicas, Nio había sido siempre con la que había tenido una mayor sintonía, tal vez por el hecho de tratarse de igual a igual. Jack se limitó a mostrar una sonrisa agridulce, y a estrechar la mano de la chica, guiñándole un ojo en gesto de complicidad

Cuando la chica dijo que se marchaba, y que le había devuelto a Thor su regalo, She Hulk se levantó y, tras darle un abrazo de despedida le anunció Ni se te ocurra renunciar al Hummer ¿vale? Te lo ganaste tú con tu esfuerzo, así que en cuanto me digas te lo haré llegar, si no es que se me ocurre a mí ponerme al volante para llevártelo y así tomarnos unas cervezas juntas... Siempre y cuando no te dé corte ir de birras con una tía verde de casi dos metros de alto!

Hank aprovechó para llamar a Val a un aparte y, entregándole a Bubo en formato joyas, le dijo Logan me dijo que igual estás pensando hacer lo mismo y volverte a California con el Dr Wyler. Ya sabes que he dicho muchas veces que no obligamos a nadie... pero sí que me gustaría que te quedaras esto. Haruka lo ha dejado junto a la carta destinada a vosotros, y sé que le gustaría que lo guardaras y cuidaras de él.

Además, si se lo devuelves a Hércules le darás un disgusto monumental...

Sea como fuere, y elijas lo que elijas, espero que al menos aguardes a mañana por la mañana. El Profesor Xavier quiere veros y hablar con vosotros, y no creo que eso te haga ningún daño. Y además, tendrás lista la primera dosis de tu nueva medicación! Si escogieras volverte a California, te la haríamos llegar allí regularmente, por eso no padezcas...

Tras charlar un poco más, Logan llamó a los que querían ir a Lake George y fue al garage en busca de la furgoneta