Partida Rol por web

El destino de los héroes.

Una noche en la Ópera (rock)

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13/06/2011, 11:08
Haruka Mason

Subida a hombros de Jason simplemente me mantengo callada y abrazado al cuello musculoso y ancho de éste, mientras conversan entre sí, hasta que entramos en el coche. Hubiera preferido caminar, o mejor dicho, que Jason caminase y yo continuara subida a caballito (es una cuestión de probabilística, cuanto más rato estuviera Jason al lado de Doom, más posibilidades de que volviera a intentar matarle). Sonrío ligeramente a la mujer morena imponente cuando me hace un guiño con el ojo, parece que ella sí ha comprendido, por supuesto, su karma es estable y de un bonito color rojo vivo, como no va a ser así! Suelto una risa felizoide por lo bajo cuando Jason me hace cosquillas en el pie y le doy un pequeño golpe suave y cariñoso en el hombro y dejo que me descabalgue para entrar en el coche. Me siento a su lado, que es donde me siento más segura y tranquila, ya que Doom sigue poniéndome nerviosa. Y aún me lo pone más cuando suelta todo eso sobre cada uno de nosotros. Me quedo pálida y líbida cuando expone mi mayor miedo ante todos los presentes.

"Lee la mente, es un mentalista, como Robert??!" mi alarma mental salta de repente, acordándome del mago mentalista que teníamos en el circo. Hacía unos trucos de mentalista buenísimos, lo malo es que la mayoría le esquivabamos por si acaso nos "leía" la mente de verdad, cuestiones de intimidad. Pero era una gran persona, y me enseñaba a hacer trampas con las cartas. Era divertido. Automáticamente me pongo a tararear mentalmente una cancioncilla, Robert decía que era el modo de esquivar lecturas mentales, canturrear algo tonto.

"Había una vez, un barquito chiquitito, habia una vez..." Aún así, me cuesta concentrarme en cantar mentalmente, mi pensamiento no puede dejar de discurrir por sí solo.

"No, por supuesto que nunca me ha dado miedo el poder de su armadura, menuda absurdidad, sería como si una mosca tuviera miedo de un matamoscas, simplemente coexisten y en algún momento se cruzan pero no viven aterrorizados por el concepto en sí. No, el miedo es el metal rodeándome como una prisión".

Mi respiración se vuelve algo entrecortada, mientras le escucho y se me ponen los pelos de punta al oírle hablar de ese modo.

"Aunque he de reconocer que una parte de verdad tiene, como tío Jesse. Bloquear el coche fue divertido, y eso no habría podido hacerlo si no hubiera conseguido estar pegada al metal..." pienso para mis adentros.

Se me abren los ojos como dos esferas redondas cuando Doom me susurra aquello al oído. No sé qué decir. Tal vez tenga un aura muy negra pero acaso el ying no tiene algo de yang en su interior? Quizás Doom sea justamente eso... Me quedo absorta en mis pensamientos y oigo la conversación de Jason con Doom en off, como en las pelis, hasta que oigo las palabras invitación-embajada de Latveria-San Juan.

Cuando se baja del coche levanto la mano y le digo adiós con la manita, sonriendo educadamente pero con un deje de dulzura en los labios. Quizás no haya sido tan malo y menos aún fortuito el que Doom se cruzase en nuestro camino... Todo pasa por un buen motivo, tal vez el destino quería que le conociese y dejase de sentir miedo a acabar enterrada en metal.

Notas de juego

continua en la Mansión de los Vengadores, para evitar desordenes xD