Partida Rol por web

Hank contempla cómo Simon, el falso Miles, inicia su maniobra de distracción, pero al ver que varios agentes desenfundan sus aturdidores, pega un salto increíble por encima del Doctor Doom y, haciendo la rueda, avanza haciendo piruetas hacia donde está el chico, para cubrirlo.

Durante su movimiento, el X Man agarra con uno de sus pies una tapa de alcantarilla y, usándola a modo de escudo, desvía un rayo que iba a impactar directamente sobre el muchacho...

Bonita maniobra! Ahora vuelta a la derecha, ¿no? Pues avanza justo diez pasos y te agachas, quedándote tan quieto como puedas, si no quieres que alguna de esas latas nos dé un buen mal de cabeza! le explica Hank a Simon, justo en el momento en que el chico iba a cambiar de dirección

En ese mismo instante, uno de los Mandroides abre fuego con un cañón aturdidor, y aunque Hank consigue desviar la mayor parte del rayo, otra le alcanza de refilón...

Tenddé que decidle al Capi que me enzeñe mejod lo del manejo del ezcuddo... dice con la voz estropajosa, mientras sacude la cabeza, como para despejarse de los efectos del aturdidor y se muestra dispuesto para la segunda parte de la maniobra...

Gyrich aprieta los dientes y los puños, mientras sus agentes disparan al fugitivo, y gruñe en voz baja al ver a La Bestia haciendo piruetas desviando los rayos que sus hombres lanzan a "Miles"

Maldito bicho de circo... Voy a hacer que... ¿Qué es esto? de pronto, Gyrich se para en seco al ver varios puntos de luz roja que bailan sobre su pecho. Al alzar la vista, se queda boquiabierto, el contemplar a media docena de Doombots apuntándole directamente a él...

Éste es el momento en que usted va a ordenar que todo esto termine. Ahora no puede atrincherarse tras una mesa de despacho, y sus hombres tiene  sus propios problemas... Víctor von Doom habla con voz autoritaria y cavernosa, capaz de poner los pelos de punta al más pintado...

El consejero de Seguridad Nacional mira a su alrededor y ve como el resto de sus hombres también tiene como mínimo a un Doombot apuntándole, y le miran a él, sin saber qué hacer...

Antes de que se le ocurra una tontería, sus Mandroides son pura chatarra si se enfrentan conmigo, pero ése no es su problema. Su problema son los seis Doombots listos para abrirle un agujero del tamaño de un puño en el pecho antes de que pueda parpadear y créame, a ellos NO les importa morir en absoluto. Ni a mí que le maten. En realidad, creo que se lo merecería...

El tono de Doom ha cambiado a uno más ligeramente socarrón, como si se burlara del atribulado funcionario...

Y no crea que su muerte me reportaría mal de cabeza alguno. Oh, sí, claro... su Gobierno me enviaría una nota de queja por su muerte, nota que yo arrojaría a la papelera y con suerte, elevarían una protesta ante las Naciones Unidas. Protesta que quedaría en agua de borrajas gracias a las relaciones que Latveria y Doom mantienen con diversas potencias que tienen derecho a veto.

Así que con suerte usted tendría un bonito funeral, cubierto por su amada bandera de las barras y estrellas, y una parcela a perpetuidad de 2 metros de largo, por 1 de ancho y 2 de profundidad en el cementerio de Arlington...

Por eso su dilema es: morir o vivir. Usted elige... Además, me parece que todo lo que ha hecho no le va a servir de gran cosa... termina diciendo Doom, justo en el momento en que la ilusión de Valary comienza a perder fuerza y, de modo intermitente, un observador cuidadoso puede ver una alternancia en el rostro y la complexión de "Miles", como si se tratara de dos personas diferentes...

El partido a terminado, y el publico aplaude enloquecido.

Todo el mundo se quedo quieto ante la intervencion de Doom, y viendo que la ilusion desaparecia y la batalla parecia que quedaria en tablas me acerque a Hank para ver si estaba bien. Despues de todo un rayo le habia inpactado.

Vaya con Victor Doom, eso si es hacerse respetar.

Ofreci mi apoyo a Hank para que se incorporase, y me quede quieto viendo en que acababa el pulso de poder entre el hombre metalico y el agente del gobierno. Si la cosa se ponia fea, podia intentar utilizar mis habilidades, aunque no estaba seguro de si podria transportar a Hank conmigo, y de conseguirlo, si avanzariamos mas de unos metros.

Tras entrar Miles, me senté a su lado, siguiendo el papel de guardiana voladora que me habían dado. Después de mí, entraron Valary, Jack y Simon, junto con el matrimonio Pyme. Intento mirar por las ventanas hacia donde están Hank y Simon y luego Jason pero con tanto bot y policia me es imposible, no consigo ver qué hacen y el coche arranca en seguida. Me desabrocho la chaqueta porque me estoy asando como un pollo ahí dentro y encima metida justo en medio de estos dos, entre el enamorado acosador y la pobre acosada, Valary. Doy un respingo cuando el bot anuncia que nos sigue un coche de policia. Me saco las sandalias, me molestan (o mejor dicho me molestarán, algo hormiguea en mi mente). Me acerco a la ventana por donde está mirando Miles y bajo el cristal para mirar yo también, apoyando una de mis rodillas con delicadeza sobre las piernas de Miles, sin miramiento alguno y total familiaridad. Saco la cabeza por la ventanilla y veo al maldito coche de los lillies. Agarro con fuerza el marco de la ventana, hasta que casi se me quedan blancos los nudillos de las manos.

-Malditos lillies, es que no tienen nada mejor que hacer?- murmuro por lo bajo. Respiro hondo y aunque el Sr. Pym dice que queda poco, que sólo hay unas manzanas de distancia, no nos dejarán en paz, es así de simple, ya se lo dije antes a todos, son incansables e insaciables y nadie toca a la Familia! a Mi Familia!

Flexiono las piernas y me pongo en posición, salto a través de la ventana y salgo volando, disparada, como un pájaro rabioso y me lanzo hacia el coche de policia. Calculo la distancia y la posición y confiando en mi capacidad de atracción magnética y mi poco peso, decido dejarme caer en el preciso momento encima del capó del coche, aterrizando a cuatro patas, elegante y ágil como un gato.

-Buenas noches Señores Agentes- sonrío alegremente y les digo hola con la manita. Menos mal que no llevo las sandalias puestas, cuanto más de mi piel esté en contacto con el metal, mejor podré mantener el equlibrio sobre la plancha. Y lanzo mi impulso magnético, esperando que eso inutilice el coche y lo detenga, aunque eso suponga que yo salga disparada y me estampe contra el suelo... Y aún así, mi único objetivo es distraerles del todo y darles los preciosos segundos que necesitarán en la limusina para poder llegar a terreno seguro, la mansión de los Vengadores.

Matt y Elektra han acabado consiguiendo que Jason retroceda con ellos, justo cuando empieza todo el show...

El abogado ciego está aún de espaldas, pero le dice en un tono tranquilizador al muchacho No te preocupes, saben lo que se hacen y me parece que no todo es lo que parece, por lo que Gyrich se va a quedar con un  palmo de narices...

Con un palmo creciente de narices rotas... bromea Elektra, haciendo girar el bolso de forma desafiante y divertida a la vez...

Una vez fuera de la línea de fuego, la chica le apunta algunos detalles que tal vez se le escapen a Jason...

Mira, eso del robot fue una distracción, para dar tiempo a que ese otro grupo avance hasta la limusina...

Buena idea lo de la limo de von Doom. Es territorio extranjero, así que una vez dentro ese chico al que buscan es intocable! añade Matt 

Entonces tiene lugar la huída de la limo y el fumblerooski de Simon y Hank, para terminar con los Doombots apuntando a Gyrich y el monarca de Latveria desafiándole ostensiblemente...

Quieto todavía, chico. Esperemos a ver qué decide Gyrich, aunque no es de la pasta de hombre que afronta la muerte con facilidad... Cuando todo acabe, que será enseguida, podrás reunirte con tus amigos...

La cara de Gyrich adquiere una palidez que rivaliza con la del papel, y el asustado burócrata boquea durante unos segundos sin articular palabra, como pez fuera del agua, mientras la sangre vuelve a manar de su nariz...

Entonces ve a Simon recobrar su aspecto original, y comprende que nada la ha salido bien...

Doom... Doom... De acuerdo, operación cancelada. Mis hombres se retiran, todos pueden irse y aquí no ha pasado nada... dice con voz acongojada e insegura, mientras hace gestos a sus hombres de que se retiren...

Los Mandroides lo hacen de inmediato, con gran ruído metálico, mientras los agentes de paisano y los francotiradores van en busca de sus vehículos

Henry Gyrich vuelve a colocarse el pañuelo en la nariz y, escudado en sus gafas oscuras, hace un gesto como indicando Dejémoslo estar y dando media vuelta, entra en uno de los coches, no sin mirar alrededor con aspecto abatido...

Hoy ha hecho una sabia elección, Gyrich. Aunque ratas como usted tal vez no merezcan vivir... se burla el monarca de Latveria, mientras el derrotado consejero se esconde en su vehículo en medio de una nube de flashes...

Hank se levanta con una sonrisa, para indicarle a Simon que lo suyo no es nada serio

Lo ves, chaval, no hay nada mejor que el fútbol americano! Caramba, esto de esta noche me ha hecho recordar los viejos buenos tiempos... bromea, mientras os acercáis hasta Doom. En ese momento,m el Dr McCoy distingue a Jason y, señalándoselo a Simon añade Por ahí va otro de los héroes de la noche. Anda, hazle gestos de que se acerque, que además está en buena compañía...

Mientras tanto, Hank le ofrece su mano a Doom Víctor, no me cabe duda de que es usted un hombre de palabra, y que le debemos una...

El Doctor Doom ríe complacido ante las palabras del superhéroe -o lo que parece ser una risa, que sale de detrás de su máscara- y haciendo un gesto hacia la limusina de Tony Stark, contesta Si algo me deben, páguenmelo llevando a Doom en su vehículo hasta donde esté mi limusina. Mis Doombots tienen sus vehículos pero no quedaría nada bien que el monarca de Latveria llegara a su embajada en taxi o en metro...

Hank McCoy ríe también Eso está hecho... Hoy he descubierto muchas cosas sobre usted, Doom, y la más sorprendente es su peculiar sentido del humor... dice mientras Jason, Matt y Elektra avanzan hacia ellos...

Pese a la sorpresa por ver a una chica salir volando literalmente de la ventanilla del coche que persiguen y que aterrice sobre su capó, el agente al volante demuestra su magnífico entrenamiento como conductor sin perder el control del vehículo.

Frunce el ceño, porque el manual dice que en casos así hay que hacer una maniobra agresiva para sacarse de encima al polizón, pero... si se trata de una niña!!! piensa, mientras reduce la velocidad... En ese mismo instante el pulso magnético de Haruka hace que varias partes móviles del motor del coche se imanten, quedándo clavadas al momento y provocando que el coche dé un brinco.

Pese a todo, y en  medio de mil y un reniegos, el conductor consigue llevar su coche hacia uno de los obstáculos de plástico rellenos de agua que hay en los cruces de alguna de las calles, y el vehículo policial se empotra allí con mucha menos violencia de la que podría haberse desatado de chocar contra otro coche u otro obstáculo más sólido...

Los airbags se inflan de forma automática, pero el conductor, preocupado, pugna por salir Jones, ¿has visto a dónde ha ido a parar esa chica y si se ha hecho daño? pregunta a su compañero, visiblemente preocupado por la suerte de Haruka

La cara de susto de los lillies no tiene precio, al verme aterrizar y saludarles amablemente. Me mantengo con manos y pies firmemente pegada al metal del capó hasta que noto que el coche aminora la velocidad, el tipo es bueno conduciendo, otro habría dado un volantazo o pegado un frenazo, es una suerte! No me gustan los lillies pero no quiere decir que quiera que se maten o se hagan mucho daño, sólo quiero que simplemente dejen de perseguir a la limusina y regalarles tiempo a mi familia para que escapen...

Lo bueno de estar encima de un capó es la sensación de velocidad, lo malo es que notas todos los movimientos del coche como si tu misma fueras parte de él, así que cuando el lilly conductor decide desviar el coche hacia un lado, tengo claro que es hora de bajarse.

-Bueno, chicos, aquí se acaba mi billete!- les digo alegremente a través del cristal, doy un beso en el parabrisas para ellos y con la mano les digo adiós, me pongo en pie y flexionando de nuevo mis piernas, salto hacia arriba y dando una voltereta hacia adelante me aparto del coche justo a tiempo, antes de que se estrelle y aterrizo en el suelo, prácticamrnte indemne, aunque descalza. Me pongo en pie y salgo corriendo hacia la zona del teatro, en busca de Jason y Simon, para asegurarme de que están bien...

Me quedo en silencio mirando a Gyrich, con medio cuerpo ladeado hacia el abogado y la chica. Hay muchas cosas que me dicen que no vaya hacia Gyrich, y una sóla que dice que vaya. Y sin embargo, aquí estoy, haciendo caso omiso a las inmensas ganas que tengo de ver a ése tipo llorando en el suelo. Como él bien ha dicho, nos volveremos a ver. Y en ése momento...

Me preocupa dónde y cómo estarán los demás, no les he visto salir y tampoco he escuchado ningún tiro, por lo que no tengo muy claro qué es lo que está pasando. Debería ir al teatro a mirar si están, pero el ciego parece saber algo que yo no, por lo que deberé escucharle antes de hacer lo que me salga de la polla. Oh, no es que me guste llevar la contraria, es que ya tengo las decisiones tomadas. Las opiniones de los demás sólo influyen si yo las considero que me importan.

Observo toda la escena, escuchando las explicaciones y mirando a los protagonistas (Hank, Simon, Gyrich y Doom) en completo silencio. Viendo que las cosas se están yendo por su propio cauce, me meto las manos en los bolsillos y comienzo a prepararme otro cigarro. "Demasiadas emociones para tan poco tabaco".

Manos en los bolsillos y tabaco liado en la boca, sigo a Murdock y Elektra hasta los tres, dirigiendo mi atención al enlatado y manteniendo mi mirada fija en sus... bueno, en los agujeros para los ojos. Esbozo una leve sonrisa, divertido ante la ocurrencia que había tenido, decidiendo callarme para más tarde. Dirijo una mirada a Simon a quien saludo con la cabeza para finalmente mirar al peludo.

- ¿Ésto es lo que opináis acerca de las fiestas, monstruo con pelos? -Gruño, con expresión ceñuda-. Si no se le puede pegar porque es agente del gobierno, ¿para qué coño nos metéis en éstos líos? Igual al abogado -Señalo al ciego. Señalar no es de mala educación si no te ven, ¿no?- le podría haber parecido divertido si ése panocha llega a tocarme, forrándose con el caso y ésas mariconadas, ¿pero y yo qué? Espero que al menos se te haya quitado la tontería del TAC de la cabeza, ¿eh?

Tanto sufrimiento y tan pocos puñetazos... no es justo.

Aun tengo la adrenalina por las nubes, por lo que me detengo con una mano en el cuello notando mi propio pulso mientras controlo mi respiración para que poco a poco vuelva a la normalidad.

Mientras tanto escucho la conversacion de Hank y Doom, y espero a que Jason y los demas se nos unan.

- Bueno, creo que yo he tenido emociones de sobra para una noche. Por cierto la obra muy entretenida, aunque no entendí el final cuando aparecen los agentes del gobierno.

Bromeo tratando de quitarrle importancia a lo sucedido.

- No, en serio, creo que es hora de dejar el escenario, y volver al YMCA

Corro por la calle, en línea recta, con toda la desesperación de la que soy capaz de recopilar. Tengo un mal presentimiento acerca de Hank, Simon y Jason, no quiero que les pase nada y Miles ya está suficientemente protegido, realmente no me necesitan, son más fuertes que yo. Corro hasta la extenuación hasta finalmente alcanzar al bullicio de gente y lillies. Me escurro entre la gente, aprovechando mi pequeño tamaño hasta conseguir encontrar al grupo. Todos parecen extrañamente bien y el tipo pelirrojo parece retirarse. Jason está con un tipo ciego y una mujer de aspecto imponente. Sonrío más relajada. Están todos bien. Me acerco por la espalda y me lanzo encima de Jason, subiéndome a caballito.

-Llévame Bravo Corcel!!- alzo un brazo con el puño cerrado, a modo de broma. Arrugo algo la nariz al ver mis pies descalzos y sucios de haber corrido por el pavimento de la calle, pero bueno, pensaba ducharme de todos modos al llegar a la Mansión, necesito quitarme todo este maquillaje de la cara y la laca del pelo. Entonces levanto la mirada y veo a Doom, me quedo algo intimidada, me encorbo de espaldas y escondo la cabeza detrás de la cabeza de Jason.

-Me alegro que esteis todos bien...- balbuceo, tímidamente, desde detrás, con voz amortiguada por las anchas espaldas de mi corcel llamado Jason.

Veo a Haruka aparecer de repente sobre Jason.

Vaya, ni la he visto llegar

- Creí que ibas en la limusina

Digo con una sonrisa.

- Pero veo que eres una caja de sorpresas. ¿Sabes si los demas han llegado a la mansión?

Me llevo un buen susto cuando alguien salta a mis espaldas, notando como primer impulso el revolverme y tirar a quien sea que haya hecho éso al suelo. Y después darle una patada. Por suerte para ella, identifico la voz de Haruka y logro controlarme no sin poder evitar jadear ante la repentina aceleración de mi pulso. Ha tenido suerte, mucha, porque podría haberlo hecho perfectamente. De hecho, me alegro de haberlo podido evitar. Jodida Haruka.

- Pensaba que era el pelirrojo, que ya venía con intenciones de beneficiarse mi trasero -Gruño, agarrando a Haruka para que no caiga con mis brazos, en una postura un tanto incómoda cuando pase un rato. Dirijo una mirada a sus pies descalzos pero me abstengo de hacer comentario alguno, volviendo a centrar mi atención en lata envasada.

Suspiro.
- Espero que la cena en la Mansión sea la mitad de buena que la del Hotel del señor Shaw -Comento pensativo, en voz alta.

Asomo de nuevo mi cabecita por encima del hombro de Jason al oír las preguntas de Simon.

-Iba. Pero nos seguían los lillies- respondo a Simon tímidamente, todavía acojonada por la presencia de Doom -Ya deberían haber llegado a la Mansión, les conseguí tiempo- Abrazo con más fuerza y cariño el cuello de Jason, sonriendo algo pícaramente.

-A tu culo no le pasa nada J, está en su sitio. Llévame por fiiii... - le digo a Jason, poniendo pucheros y sonriendo. Puedo caminar descalza de aquí a la mansión o incluso intentar echar a volar de nuevo y llegar hasta allí en nada y menos, pero me apetece más ir a caballo de las enormes y musculadas espaldas de Jason. Es más divertido y estoy cansada de estarme quietecita todo el rato, he sido buena tooooodo el día, es mi recompensa por ello!!

Hank saluda a Matt y Elektra con efusividad, dándoles las gracias por echarle un cable a Jason cuando estaba allí fuera a solas

Disculpad a Jason y sus palabras... Él es así... dice encogiéndose de hombros, a modo de disculpa, aunque la mirada de Hank hacia el chico es completamente diferente a las anteriores

Nada que disculpar, Hank. Una persona que le planta cara a Gyrich como lo ha hecho él se merece todo mi respeto, aunque planeara forrarme con su caso contesta Matt, en un tono de broma y, ofreciéndole su mano a Jason, añade Señor Jason, tiene usted valor, algo que no todo el mundo tiene. Espero que un día de estos su opinión sobre nosotros los abogados cambie

Elektra también le tiende la mano y le dice en voz baja Y si alguna vez vuelve a sentir tentaciones de atizarle a una alimaña como Gyrich, aprenda a hacerlo con disimulo. Ya he visto que sabe usar su vocabulario para sacar al contrario de sus casillas... ahora aprenda eso y sus opciones de combate en este tipo de ocasiones mejorará notablemente... y mientras habla, la acompañante del abogado le guiña un  ojo a Haruka, como si intuyera lo que ha hecho

La pareja también saluda a Simon antes de irse, sobre todo ella -porque se supone que Matt no se ha enterado de gran cosa- Un buen cerebro y rapidez, con eso puede usted llegar muy lejos, Mr Butler

Una vez Matt y Elektra se han ido, y mientras el conductor de la limusina la lleva hasta vosotros, Hank utiliza su tarjeta de Prioridad-A para comunicar que todos están bien, y os hace saber que el resto ha llegado a la mansión. Al llegar el chófer os abre la puerta y baja los ojos abochornado ante Hank

Perdóneme, Dr McCoy, por no haber podido hacer nada para ayudarles, o al menos advertirles. Mr Stark seguramente...

Tony seguramente diría que usted no tiene obligación de pelear con agentes del gobierno. O´Maley, usted es un buen chófer, pero nada más. No es un guardaespaldas ni tiene un entrenamiento equivalente, así que no está obligado a más. Ande, ande, no se preocupe más, y llévenos a casa... le consuela Hank, mientras os hace gesto de que subáis a la limusina

Por cierto, Simon, creo que esta noche es mejor que todos durmáis en la mansión. Le diremos a Jarvis que lo organice, y así todos descansaremos más tranquilos...

Y sonriéndole a Jason apostilla El TAC sigue tocándote mañana por la mañana. Es un trato entre tú y yo, recuerda. Si cuando lleguemos a la mansión quieres largarte un rato para... bueno, relajarte, sin problemas. O puedes optar por una botella de whisky de 12 años que podemos sacar de la bodega de la mansión y dejar que disfrutes de ella a tu aire. Incluso yo me tomaré un par de copas y un buen cigarro antes de ir a dormir, si aceptas mi compañía...

Ah, y Víctor von Doom vendrá con nosotros hasta la mansión. Es lo menos que podemos hacer por él, porque no querréis que la prensa y los noticiarios digan mañana que los Vengadores son unos desagradecidos, ¿verdad?

Doom es el último en subir al vehículo y cuando lo hace mira a los chicos, uno tras otro, antes de hablar mientras la limusina circula en dirección a la mansión

Gracias, Dr McCoy. Doom no es muy dado a darlas, pero usted se las merece. No todo el mundo sabe superar sus prejuicios de la forma que usted lo ha hecho

La juventud suele ser más apasionada y radical en sus opiniones, lo que no es que sea malo, pero deben aprendere a juzgar más allá de la primera impresión. Por ejemplo, el chico con pinta de jugador de fútbol americano parece ser de los que se piensa las cosas dos veces antes de hablar y actuar. Una buena cosa. Con un poco de suerte tienen aquí alguien con madera de líder...

El otro muchacho es completamente diferente. Todo descaro y desparpajo, tiene pinta de ser de los que no se echa atrás ante los problemas, lo que también es bueno, si sabe canalizar su carácter. Jason, pese a haber insultado a Doom, tienes mi respeto.

Y al final su mirada se posa en Haruka. Doom calla por un instante, y finalmente se dirije a ella

La señorita, en cambio, es todo decisión, pero siente un profundo temor hacia Doom. Corrección, hacia la armadura de Doom... En ese momento su tono cambia, deja de usar el ególatra presente histórico para hablar, y parece que incluso su voz suena algo cariñosa No te sorprendas. Una de las muchas carreras que he estudiado es la de psicología, y soy además muy bueno juzgando a las personas. Tú tienes algo que a Víctor von Doom le recuerda a su infancia, y eso despierta recuerdos agradables de un pasado que no volverá...

Pero volvamos a tu temor. No está relacionado con el poder de mi armadura, ni con el hecho de que yo la lleve, sino que podríamos decir que se trata de un miedo atávico, tal vez a verse dentro de ella...

Mira, hace tiempo yo consideraba esta armadura mi cárcel, y mi máscara una forma cruel de recordarme día a día lo que me había ocurrido. Pero con el paso del tiempo Doom ha sabido superar todo eso, y asimilarlo. Esta máscara es, en realidad, el verdadero rostro de Doom y aunque podría restaurar mi deformado rostro, he decidido no hacerlo, porque forma parte de mi dolor...

Algunos dirían que mi máscara y mi armadura son mi castigo, o mi penitencia. Pero no. Quien piense así no ha entendido nada. Hay que transcender a las adversidades y adaptarse a ellas y acabar usándolas a tu favor. Ése es el verdadero poder!

Y mientras baja de la limusina, porque ya habéis llegado a la mansión, añade, en voz baja para que solamente lo oiga Haruka No temas ni compadezcas a Doom por ser como es. Piensa que el hombre tras la máscara no es sino otro miembro de la troupe de la vida...

Doy un pequeño bote para resituar bien a Haruka, ya que comenzaba a deslizarse hacia abajo y éso era zona no segura. Entorno los ojos, gruñendo ante lo irónico de la situación de ver a Hank agradeciendo que me hayan cuidado. ¡Ellos! ¡A mí! ¿Qué diablos...? Ni que estar diez minutos en la calle sólo y me fuese a morir, joder, que tengo los huevos negros.

- ¿Plantarle cara? Mi padre tenía un lema, una buena hostia quita mucha tontería y ése es tonto perdido -Replico con una sonrisa bastante irónica, soltando a Haruka con una mano para estrechar la del abogado que, por cierto, es mucho más áspera de lo que imaginaba. Creía que los abogados tenían mil y un bote de crema para sus preciosas manos de don importante con dinero-. Para que mi opinión sobre los abogados cambiase, también debería cambiar mi opinión sobre los políticos, la ley y yo debería ir por ahí pegando saltos a través de un campo de flores y con el arco iris de fondo.

Estrecho también la mano de Elektra, aunque no puedo evitar dedicar una mirada rápida hacia sus tetas. ¿Qué? Soy granjero y mecánico. Junto a los obreros somos los peores. Suerte que he mantenido silencio. Me encojo de hombros ante sus murmuros de pegar con disimulo. Mira, es que yo no soy de pegar con disimulo, sino de pegar con fuerza... para hacer daño de verdad. Hasta romperme los nudillos, si hace falta.

- No me jodas, éso que me has dicho... ¿Sois mutantes también?

El abogado ciego vale, cuela. ¿Pero la tía? He visto cómo le ha pegado en un momento a Gyrich y dos guardias y ahora habla de "combate", no "pelea". Aún con todo, ni es de mi incumbencia ni me importa demasiado. Por mucho que entrenase y controlase mi poder, no pelearia contra una mujer.

Una vez nos dirigimos a la limusina, reniego en voz baja ante el tener que ir al TAC mientras vuelvo a resituar a Haruka en mi espalda, decidiendo pasarle un dedo por el pie para hacerle cosquillas. Al no saber por qué cojones lo he hecho, decido no hacer comentario alguno y meditar sobre la oferta del whisky de 12 años. Ésa bola de pelos ya ha aprendido cómo comprarme, el muy cabrón.

Bajo a Haruka y la meto en volandas en el interior del coche, dejándome caer yo también en los ampliios y cómodos asientos. Aaah, es como estar en una limusina gigante con un mueble bar con varias botellas de whisky del caro esperando a que nos las bebamos. Me sirvo un buen vaso y ofrezco a todos los presentes, enlatado en conserva incluido. Seré respondón, seré un descarado, pero tengo educación. Bueno, qué coño, no tengo educación. Actúo como me conviene y cómo me apetece. ¿Problemas?

Escucho las palabras, murmurando un "¿qué?" cuando menciona que le he insultado, repantingado en el asiento mientras me llevo el vaso de whisky a los labios. "¿¡Cuándo lo he hecho!? ¡¡Lee la mente!! ¡Hijo puta! ...espera, ¿lo habrá oído? Probemos... Cabrón. Cara-metal."

- Eh, sin rencores

Escucho todo lo que dice acerca de Haruka con los cinco sentidos, aunque disimulo haciendo que miro por la ventanilla. De vez en cuando dirijo una mirada de uno a otro, para observar sus rostros (en el caso de ella, claro) y expresiones. Hasta que no han acabado, no digo palabra. Pero entonces...

- Así que... -Me giro hacia Doom-, ¿me quiere hacer creer que no se quita JAMÁS ésa armadura? ¿Y cómo fo... -miro a Hank antes de devolver la mirada a Doom-... disfruta de la vida? ¿Y para ducharse, ir al lavabo, comer...?

Elektra niega divertida con la cabeza ante la pregunta de Jason, justo antes de irse Aprenda y entrene, entrene y aprenda, Mr Jason le susurra mientras se va junto a su pareja

Una vez la limusina llega a la mansión y Doom baja, Jason realiza sus preguntas, cosa que hace que Hank ponga los ojos en blanco temiendo una reacción airada del monarca latveriano 

Pero, para su sorpresa, Víctor von Doom se limita a reír mientras sube a su vehículo Doom no ha dicho que jamás se quite su armadura, aunque para serte sincero, al igual que la de Iron Man y otros contiene dispositivos mucho más avanzados que los que usan los astronautas para solucionar esos problemas físicos de evacuación... En cuanto a lo otro, Doom es un caballero y un caballero no habla de esto, y menos en presencia de damas... dice, haciendo una cumplida reverencia hacia donde están Haruka y Valary

Y sobre el tema de la comida... tal vez Doom pueda satisfacer tu curiosidad pronto. Me gustaría invitaros a una gran fiesta que dará la Embajada de Latveria la víspera del día de San Juan. Habra cena, baile de gran gala y, para los jóvenes, música de esa que os gusta. Así que no temas, que no será un muermo de fiesta

Y mirando al sorprendido Hank, añade, antes de cerrar la puerta de su limo y marcharse Mi secretario le hará llegar las invitaciones, Dr McCoy. Buenas noches!