Partida Rol por web

La yegua permanece quieta y tranquila cuando montas. Una vez se asegura que estás equilibrada y cómoda en la silla, el Dr Pontipee sube de un salto a la silla de su caballo y, cogiendo las riendas del tuyo, empezáis a descender poco a poco y tranquilamente hacia la playa

¿Has visto como no era tan difícil? dice sonriéndote, mientras empieza a señalarte las nociones básicas...

Una vez llegáis junto al agua, Adam te pasa las riendas de tu yegua, y te dice Ahora, tranquila, iremos al paso a lo largo de la playa... solamente has de sostener las riendas y dejar hacer al animal... Luego, cuando estés segura yendo al paso,  aprenderemos a ir al trote y al galope, y entonces verás lo divertido que es todo esto!

El paisaje es completamente idílico y tranquilo, y la playa está cubierta de una arena blanquísima, que parece de postal... Poco a poco y con paciencia, el doctor te va enseñando y, para tu sorpresa, los caballos parecen colaborar, portándose con una docilidad muy grande...

Vale, ahora ya sabes todo lo básico... ¿quieres probar a cabalgar a tu aire tú sola? Hasta la punta de la playa y volver hasta aquí... yo te vigilo, pero por ahora estás demostrando ser una gran amazona... dice, no sabes si sinceramente, o para darte más confianza....

Steve Rogers te hace caso, y acaba saliendo satisfecho de la tienda Muchas gracias, Niobe! Una opinión personal y sincera ayuda mucho en estos casos, bueno, ayuda siempre...

Y sonriéndote, se ofrece a llevarte las bolsas y pregunta ¿Tienes que ir a algún otro sitio, o quieres que vayamos a ver si Billy y Janet ya han terminado? O también podemos sentarnos a tomar algo y esperar a que nos llamen... yo invito, como agradecimiento por tu ayuda

[Después de varios gritos en una habitación cualquiera...]

- ...Podrías cortarte las uñas -Comento, ahogando un bostezo y mirándome en un espejo la espalda llena de arañazos- o al menos no apretar tanto... 

Por suerte, en un rato largo ya estarán curadas. Pero joder, duele y escuecen mucho. Dirijo una lánguida mirada a Tigra, la verdad es que tengo que reconocer que éste ha sido el mejor polvo de mi vida. O, al menos, el más bestia. Joder. Incluso me parece que la cama la hemos utilizado sólo para la nata y poco más. Un buen invento, ése de la nata. No sabía que se podía usar así. Aparto la mirada de ella mientras busco mi calzado, más que nada porque de seguir mirando un poco más no sabría si saldría de la habitación hoy. No puedo evitar rememorar el polvo en mi cabeza, en especial cuando casi me la "cargo" al estamparla contra una pared. Se me ha ido un poco de las manos ahí, la verdad. Pero eh, ha estado bien.

- Realmente he de concederte que eres la mejor Vengadora que he visto por el momento -Sonrío-. Toda una tigresa, ¿eh?

Apenas estoy vestido, únicamente los bóxers y tener a mano el uniforme y el calzado. Vuelvo a acercarme a ella y no puedo evitar volver a magrear durante un rato sus tetas, para finalmente dejarla duchándose y yo fumarme un cigarro tumbado en su cama con la mirada perdida en el techo.

Si. Ha estado bien. Más que bien. Además, ha sido interesante éso de agarrarla de la cola mientras... jojo, creo que cierta parte de mí quiere volver a tirársela. Me miro hacia abajo, viendo que las ganas de un segundo asalto son grandes pero como no sé si resistiré, paso. No es plan de que piensen que Jason no aguanta. Vuelvo a bostezar y me levanto para vestirme.

- La próxima vez que te apetezca "airear trapos", ya sabes -Comento, con una sonrisa ancha en la cara mientras me apoyo en la puerta del baño, mirando atentamente a Tigra en la ducha-. No pierdas el tiempo con maricones como Miles. Aquí los únicos que merecemos la pena somos Jack y yo.

Bueno, ya irá siendo hora de ir a ver a Haruka, ¿no? Yo creo que ya me lo merezco, me he portado bien y no me he metido en problemas, ni he gritado (bueno, sí, pero... je) ni peleado ni nada. ¡Me lo merezco!

- Nos vemos nena.

- Seguro que no ha terminado - le respondo al Capitán cuando dice de ir a buscar a Billie y Janet - Son mujeres haciendo compras... - sonrío de lado, habiendo hablado como si yo no fuera una tía, bromeando - Seguramente nos tengan aquí hasta que nos muramos de aburrimiento - hago un gesto con la cabeza para irnos - Vamos a tomarnos algo, anda.

Steve sonríe ante tus palabras Desde luego, mis experiencias de ir de compras con una mujer siempre han sido agotadoras... El Capitán está hablando en un tono divertido, pero de pronto calla, como si una sombra cruzara por su mente y su rostro, el recuerdo de una persona a la que amó como a ninguna otra...

Sin embargo al instante se repone y vuelve a mostrarse tan cordial como siempre. Te indica un bar de diseño que hay allí mismo, y tras entrar, él se pide una cerveza sin alcohol Tengo que conducir, no querrás que nos multen, ¿verdad?

Una vez el camarero os trae lo que habéis pedido, Steve da un sorbo a su cerveza y te pregunta Bueno, ¿qué te parecemos? Seguro que aterrizar de repente en un sitio como la mansión ha sido al menos algo chocante, ¿no? ¿Qué opina una chica como tú de los Vengadores? Me gustaría saberlo, para que no parezca que vivimos en una torre de marfil, alejados de la realidad...

Tras dejar a una complacida Tigra en su habitación, al bajar Jason se encuentra con los Barton, que acaban de subir de la planta inferior

¿Jason? Me alegra haberte encontrado. En cuanto el Dr Samsom diga, podrás bajar a ver a Haruka. Parece que se va recuperando bastante bien, por lo que seguramente podrá acabar saliendo con vosotros. ¿No te parece una magnífica noticia? dice Bobby, bastante más animada que hace un rato

Mientras Clint va a hablar con Thor y Sif sobre la cena, Bobby añade Lo que sí que os pido es que tengáis cuidado con ella, y que procuréis que no haga excesos. Sé que es una chica muy responsable, pero me quedo más tranquila sabiendo que estaréis alerta. ¿Puedo contar con ello, verdad?

- ¡Claro, vamos!

El tiempo se me ha pasado volando, es lo que tiene la buena compañia. Salgo del lugar con Elsa y dejo que me guie hacia la tienda que busca. Casi se ha hecho hora de volver, y por un momento pienso en saltar con Elsa de vuelta a la mansion cuando termine de comprar, pero pronto se me quitan las ganas. No me importa probar yo solo, pero antes de probarlo con Elsa quiero tener mas practica. Incluso probar con Jack me da un poco de reparo, aunque a el parece no importarle y ademas estoy bastante seguro de que si algo saliese mal el aguantaria un buen chaparron de lo que fuese.

En cualquier caso desestimo la idea por estupida, y me dedico a ayudar a Elsa a comprar lo que busque.

En principio parece que está dispuesto a ceder en ese tema, eso hace que me relaje un poco. Cojo una de las galletas que me ofrece y la voy troceando, dándole un cacho a comer a Bubo y otro para mi boca, alternando los bocados de este modo hasta acabar con la galleta. Afirmo con la cabeza ante su comentario del cocinero fantasma.

"Peculiar no es la palabra" pienso para mi misma cuando el tipo de pelo verde no puede evitar volver al tema Miles, sabía que no tardaría en volver a sacarlo, esta gente es muy cotilla, parece mentira que no sepan cuando parar.

"No, alguien que usa la agresividad y las mentiras para intimidar a las personas que considera más débiles o inferiores a él no es una buena persona, es así de simple".

-No Bubo, no lo es- le susurro al animal mecánico, de forma privada. Es que ya es lo que me faltaba, que encima Bubo también diga lo mismo. Eso es ya definitivamente demasiado, hasta mi mascota está siendo estafada por ese Chicken Naff! Doc Comecocos quiere saber como me siento? Cabreada, decepcionada y cansada de ser la única que tire del carro del grupo, harta de que nadie más se tome la molestia de conocer a los demás, de que ciertas personas se consideren mejores que el resto! Debería gritarle todo eso, pero simplemente respiro hondo y borro todo eso de mi mente, o eso intento.

-Bubo es fabuloso justamente por eso, no sabe mentir, es completamente sincero en todo lo que dice y hace, por eso me gusta tanto y me casaría con él- bromeo, intentando esquivar el tema, de nuevo. Enarco una ceja ante su descripción de Miles.

-Oh, ya veo que también le ha engañado a usted, Doc, no se ofenda- respondo con indiferencia y frialdad a su comentario acerca del "buen salvaje". Como decía Roger? que eso es un euf.. no sé qué. No, no creo que esa sea la mejor definición para él. Cojo otra galleta y sigo el mismo proceso, mirándole con la misma frialdad. Amigos? Que absurdidad! Es un comecocos, no un amigo y hace apenas unos minutos que nos conocemos!

-Supongo que bien- me encojo de hombros de nuevo -No opino nada, no les conozco, porque habría de opinar algo al respecto?

-Tienes razón- ríe levemente Sansom -Porqué crees que ese chico también me ha engañado? Me pareció buen chico, preocupado, con algún que otro desorden conductual, pero nada que no sea corregible con la terapia adecuada...- comenta éste, con suavidad, aún a sabiendas de que son años y años de paciencia y mucha terapia conductual el mero intento de corregir a un sujeto con un desorden psicológico originado por aislamiento social.

-Ahí está el engaño, Doc, conozco esa técnica, Arturo me la enseñó, soy feriante, yo también la he usado- respondo, aunque me muerdo la lengua y no añado un "pero al menos yo no miento ni abuso de los que son más débiles" -A mí ya no me volverá a engañar más- zanjo el tema y vuelvo a encogerme de hombros aunque mi mirada es más fría y dura que antes.

Doc Samsom sonríe mientras escucha todo lo que le dice Haruka, leyendo también más allá de lo que no le dice... Eso, sumado a toda la conversación con Miles le permite hacerse una buena composición de lugar acerca de ambos y sus relaciones...

Así que estás enfadada con él porque miente... sin embargo, tú misma reconoces hacer lo mismo o algo parecido... Me gusta tu sinceridad, Haruka. No es muy común por estos lares... tan poco frecuente como tu mascota dice el doctor alejándose lentamente del tema

Vale, dejemos el tema Miles, aunque en cierto modo esté relacionado con el último tema a tocar... explica Samsom encogiéndose de hombros

Hay algo que quiero que sepas, y que necesito explicarte. Hay varias personas que se culpan de todo lo ocurrido, y parece que compitan en a ver quién carga con más culpas sobre sus espaldas. Yo ya hablaré con ellas en cuanto salgamos de aquí, para explicarles lo mismo que voy a decirte a ti ahora...

Nadie es culpable de lo ocurrido, Haruka, ni ellos, ni mucho menos tú. Cada persona es un mundo y carga con su particular mochila llena de problemas, traumas y preocupaciones... y lo que te ha pasado hoy podría haberte ocurrido cualquier otro día, viendo un programa por la tele, yendo de paseo y viendo un circo o visitando las casetas de una feria...

El tono de Samsom es sereno y tranquilizador, como si generara confianza Lo que te ha ocurrido es lógico tras lo que pasaste, ni más, ni menos... ¿lo entiendes? Hablemos al respecto si quieres, y luego podremos volver a casa...

Doc Samsom veía a la chica bastante bien, demasiado bastante bien, y creía que, al igual que ella decía de Miles, ella usaba sus armas para ocultarse y contarle solamente lo que a ella le parecía que le complacería...

Bien, aquella había sido una fructífera primera toma de contacto con ella y con Miles... Una vez todos en la escuela, ya llegaría la hora de hacer terapia de grupo, y tratar a cada uno de los que lo necesitaba a gritos de forma individualizada... Adam y él iban a tener una buena faena...

Tras recoger los mapas de senderismo en la tienda -que por cierto, te sorprende por estar completamente dedicada al tema- Elsa y tú regresáis a la mansión. Al entrar veis a Bobby charlando con Jason, así que os dirigís al jardín, donde Dorian y Jack os ponen al corriente de novedades, sobre todo acerca de Jason y Tigra...

Por lo que puedo imaginar, a estas horas Jason debe de haberlo pasado muy bien... dice Dorian, divertido ante la mirada de Fiona, a la que sigue sin gustarle la actitud dee la Vengadora

Jo, tío, tendrías que haberlos visto... Me la ha puesto ti... Jack estaba hablando con su tono habitual, cuando de pronto le parece sentir las miradas de ambas chicas, y se para en seco... Quiero decir que me he puesto de tinto... Herc tiene por ahí una ánfora de un vino que te tomas un par de vasos y seguro que caes de espaldas... dice intentando disimular

Y a vosotros, ¿qué tal os ha ido? Parece que bien, a juzgar por vuestras caras... pregunta Dorian, contento de verte feliz...

-No estoy enfadada con él porque mienta, todos mienten- cojo un par de granos de uva y le doy uno a Bubo, el otro me lo como yo, en un acto de total indiferencia- Y muy mal, por cierto- añado, con el mismo tono de "en serio creíais que no me iba a dar cuenta?".

-Gracias, me enseñaron que mentir es deshonesto y poco honorable, a no ser que sea cuestión de vida o muerte- respondo, finalmente. Escucho lo que me dice, en silencio, sólo desvío la atención para coger más granos de uva e inflarnos a Bubo y a mi con ellos.

-Ya lo sé, no es culpa de nadie, fue un accidente- contesto a su discurso de "no blames", continuando con mi tono de desafectación total.

-Porque supongo que se refiere a lo de mis padres no?- porque no recuerdo gran cosa de lo pasado hace un buen... rato -Todo el mundo dijo que fue un accidente, la policia dijo eso -me encojo de hombros -Porque iba a culpar a nadie de ello?- balbuceo, sin entender demasiado hacia donde quiere llegar (o sí, bueno, de hecho sí lo sé, pero es que no quiero ir ahí, es un viaje sin retorno).

-Bueno, sí, pero también me refiero a la crisis que has tenido hace un rato, todo está vinculado, pero eso ya lo sabes- trata de matizar Sansom.

-No, no lo sé. Porque habría de saberlo? Es usted el Doctor Comecocos, no yo.

-Cierto, pero ambos sabemos que eres más lista de lo que pretendes aparentar.

-Yo? No, sólo me sé un par de trucos para ir tirando. Aunque he de reconocer que lo de Miles es puro arte, ni yo soy tan buena... Pero tampoco creo que sea culpa suya.

-Puro arte?- Sansom enarca una ceja, levemente.

-Sí, 100% aciertos, no es fácil conseguir eso.

-Eso crees?

-Sí, ha logrado que todos le vean como si fuera perfecto, pero sólo tiene que fijarse en sus gestos, la mitad de veces contradicen sus palabras y sus acciones. Ellos no ven su otro lado, el verdadero. Por eso digo que es pura genialidad.

-Has pensado alguna vez en ser psicóloga? Creo que te iría bien profesionalmente- comenta Sansom, intentando cerrar el tema con un giro conversacional, ya que no parece una buena vía de seguir en estos momentos, al menos para una primera sesión. Aunque se apunta mentalmente como tema a tratar con mayor profundidad con ambos.
-Es broma no?
-No, lo digo muy en serio.
-No se necesita ir a la universidad o algo así?
-Si, desde luego.
-Entonces va a ser que no, apenas tengo la primaria.
-Eso no es problema, estoy seguro que en la Escuela de Xavier pueden ayudarte con eso.
-Porque querría ser una comecocos?
-Bueno, diría que se te da bien, tienes lo que llaman inteligencia emocional.
-Y eso para qué sirve exactamente?
-Uhm... es importante para relacionarse socialmente, es útil en cualquier entorno.

Me quedo mirando a Sansóm brevemente, sopesando su respuesta.

-Así que, para qué dice que sirve exactamente?
-Está bien- carraspea levemente -Creo que por hoy ya hemos terminado- esquiva el tema, aparcándolo para nuevas sesiones -Tus amigos estarán impacientes por verte y salir a divertirse, como adolescentes normales y sanos. Eso sí, intenta tomartelo con calma, de acuerdo?- finaliza, dando el visto bueno definitivo -Aunque espero que continuaremos esta charla tan agradable en futuras sesiones.

Si no hubiera estado colocada seguramente me hubiera pasado de morros todas las compras o, por el contrario, mi estado de ánimo hubiera cambiado por completo para hacerme la diva de las rebajas y una depredadora dispuesta a despedazar a la que me quitara el vestido bonito que yo quería. Pero lo estoy. Vamos si lo estoy. Lo que me ha pasado Niobe es mierda de la buena, y tendré que agradecérselo como Dios manda.

Y así, con los ojos rojos y la boca reseca, me dejo llevar de tiendas entre risas. Canturreo alguna de Marvin Gaye mientras me voy probando modelitos y abriendo las cortinas del probador. As long as you’re grooving there’s always a chance. Un vestido, dos, tres; tacones dignos de Lady Gaga y tops con un escote hecho expresamente para Beyoncé. De vez en cuando me da por mirar los precios y casi me desmayo, pero recuerdo que ahora la que paga es una superheroína con mucha pasta y se me pasa la pena.

Esta noche ligaré y se me pasará todo. Estoy segura. Bailaré, beberé chupitos, haré amigos y, si todo sale bien, me iré a los baños con alguien y me dejaré hacer. La cosa está en pasármelo bien, por lo menos esta noche; voy a tener mucho, mucho tiempo para preocuparme en cómo dejar por los suelos a Miles antes de que él lo intente conmigo.

- ¿Qué opinas de este? –pregunto. Miro a Janet, pero antes de que esta me conteste niego con la cabeza- Nah, muy serio.

Vuelvo al probador y me pongo la ropa de antes (es decir, el vestido cómodo, los tacones y el bolso colgado del hombro). No tardo en salir.

- ¿Qué tal si vamos con Nio a la otra tienda? – propongo. Me pongo de morros y hago pucheros- Porfiiis.

Janet sonríe y asiente ante la petición de Billy. Ella también fue adolescente, y sabe lo que es escoger algo que te guste...

Sin problema, vamos a ver si la encontramos... no debe andar muy lejos comenta, mientras salís de la tienda. Al poco veis el coche aparcado y Janet señala a un bar que hay en la otra acera

Allí está, junto a Steve, deben estar tomando algo. Vamos a verles, si quieres te pides alguna cosa y nos vamos las tres, si ella quiere acompañarnos. Y si no, que nos diga dónde está esa tienda, ¿no te parece?

Cruzáis la calle, y nada más entrar, Steve Rogers os saluda con la mano, indicándoos que os senteis con ellos

¿No han ido bien las compras? pregunta educadamente, viendo que no lleváis bolsa alguna...

Me detengo al casi toparme con Bobby y Clint, ésos que no paran de acaparar a Haruka desde ayer temprano. La verdad, me caen mal. No sé por qué Haruka no les da una patada en sus perfectos culos de adultos, pero es cosa suya y no mía. Tienen suerte de que esté de muy buen humor al haber vaciado los huevos, sino probablemente corriera la sangre después de que mi lengua soltara más de lo que debía. Me alegra oír que Haruka se está recuperando y que podré ir a verla, pero no puedo evitar soltar un comentario mordaz.

- Sí, lo celebro -Musito en un murmuro. Estoy enfadado con ellos por no haberme dejado ir. Y por dejarme como el puto último maldito mono para verla. Dicen que ella no es un show, pero así es como la tratan: sólo de uno en uno y nada de fotografías, ¡eh! Lo que faltaba.

Y encima dudan de mi capacidad para cuidar de ella. Éso es increíble.

- Y no te preocupes tanto o te saldrán arrugas, déjalo en mis manos que pegaré una paliza a cualquiera -Remarco el cualquiera, porque sí, Miles, también va por ti- que se acerque a ella para molestar.

Vamos a hacer algo inesperado y aceptar que lo de montar no están tan mal, aunque me parece que lo que estoy montando es más manso que un caballito de carrusel y pierde la gracia.

-Cuidado con el peloteo.-respondo al comentario del Doc Orinal, aunque con media sonrisa, antes de enrollar de nuevo las riendas a mis manos. ¿Que probablemente no me acuerde de lo aprendido? Es posible; mi cabeza tiene la cualidad de no retener cosas cuando está bajo los maravillosos efectos de la medicación. Pero oye, es un riesgo.

Así que consigo hacer que el animal galope siguiendo la orilla, y no sé si es bastante normal que yo esté botando tanto hasta el punto de empezar a dolerme el culo, así que trato de frenar. Lo intento, ¿cómo cojones era?

Tiro de las riendas con fuerza, pero por algo acabamos yendo ambas hacia el jodido mar.

-¡Oye, para! ¡FREEEEEENA!-tiro de nuevo, y al fin consigo que pare, con el agua cubriéndole las patas al caballo. Suelto un suspiro largo y miro hacia abajo. ¿Cómo se baja una de aquí?

El doctor, que te estaba siguiendo un poco más atrás, no puede evitar troncharse de risa antes tus desesperados esfuerzos por parar a tu yegua, y la mirada que le echas al agua que hay debajo tuyo

Bueno, ya habéis parado... aunque como le has tirado más de una rienda que de otra, por eso se ha desviado hacia el mar... dice ya un poco más serio, mientras acaricia la grupa de la yegua Pese a lo que pueda parecerte, lo has hecho muy bien, créeme! Hay gente de ciudad que es incapaz tan siquiera de subir a la silla, y menos de poner al paso a una montura...

Se pone a tu altura y, tirando suavemente de una de las riendas, hace que tu yegua siga a su caballo fuera del agua, hacia la playa... La próxima vez ya verás como todo va a las mil maravillas. Y si quieres, sé que en la escuela hay una chica, Dani, que puede darte clases. Aunque su montura es realmente especial, hay un establo donde tenemos media docena de caballos y ella se encarga de cuidarlos...

Mientras habláis veis que Doc Samsom os hace señal desde el templete de que es hora de regresar De vuelta a casa, lo próximo será aprender a ir en bici, ¿de acuerdo, Val? y riendo añade ¿Y lo ves como no ha habido terapia alguna?

Samsom contempla cómo Val y el Dr Pontipee regresan a caballo, y dice sonriendo Parece que Valary ha acabado aprendiendo a montar... Éste parece un muy buen lugar para hacerlo, para esto y para muchas otras cosas. Un  refugio magnífico, Haruka... y gracias a Bubo por descubrírnoslo!

Antes de que Val y el doctor lleguen, Doc Samsom mira fijamente a Haruka, y le repite su sugerencia de estudiar para psicóloga Créeme, Haruka. Sé lo que me digo, tú tienes un talento innato para ello. Si me das permiso, puedo hablar con la persona que da clases de psicología en la escuela, o puedes hacerlo tú misma mostrándole tu interés. Se trata de Jean Grey, y es una chica maravillosa, te gustará, ya lo verás...

En cuanto Adam y Valary llegan al templete, Bubo espera a que las chicas le den su visto bueno, y empieza a sobrevolar al grupo que, unos instantes después, vuelve a estar en el subsótano de la mansión.

Realmente magnífico, no ha pasado aquí ni una hora, y hemos estado allí bastante más... dice Doc Samsom, que recomienda a Haruka que se siente unos minutos en uno de los cómodos sillones que hay allí

De acuerdo, te doy el alta, por lo que si quieres podrás salir esta noche con tus amigos... pero con una condición: nada de excesos y poco alcohol.

No te lo prohibo, pero si puede ser, no tomes más de dos o tres copas como máximo. No es que vaya a interferir con la medicación que te dieron, porque tu organismo ya la ha asimilado, pero mejor no forzar la máquina tan pronto... dice Samsom, con una sonrisa cordial

Ahora le diré al chico ese, Jason, que baje a verte, si es que aún anda por ahí arriba... De ese modo descansarás aquí unos minutos más, y luego ya puedes subir y arreglarte para salir.

Si durante la salida te encuentras mal, o lo que sea, hacednos una llamada aquí a la mansión y uno de los dos acudirá al instante, estéis donde estéis. Y si cuando llegas ves que vas a tener problemas para dormir o descansar correctamente, me avisas, que estaré despierto. No soy partidario de medicar porque sí, pero si hace falta te daría algo muy suave para ayudarte a descansar

Doc Samsom mira al Dr Pontipee y ambos parecen estar de acuerdo simplemente con la mirada Bueno, ahora dejamos ya de daros la lata, vamos a buscar al tal Jason. Que lo paséis bien, pero con moderación! dice Samsom mientras ambos entran en el ascensor

Galenos curiosos, buenos, pero curiosos... Uno más parece tracio que galeno, y el de pelo verde habla y habla como bardo... Curiosos galenos, sí! dice Bubo, que parece alegre viendo a Haruka ya más en forma y le acaricia el pelo con su pico...

Bobby no puede evitar suspirar ante las palabras de Jason... No sabía porqué, pero se esperaba una reacción similar...

Jason, tranquilo. A veces no sé si el inglés que hablamos nosotros es el mismo que hablas tú... Te he pedido que procures que Haruka no cometa excesos: o sea, que no se canse mucho, que procure no estresarse y que tampoco beba demasiado... ¿Lo entiendes? dice con una sonrisa medio ladeada

Ya doy por descontado que, si hay problemas, tú y los demás saltaréis a defenderla, aunque me parece que ella es bastante capaz de hacerlo solita, si está al 100x100... Pájaro Burlón iba a decirte algo más, pero al ver salir del ascensor a los dos médicos, añade Venga, dejo de darte la paliza, que me parece que van a dejarte bajar a verla

¿Verdad, Dr Samsom? le pregunta a uno de los doctores, el de pelo verde, que asiente y os informa de que le ha dado el alta, y de lo demás que le ha dicho a Haruka, como lo de no cometer excesos con el alcohol...

Ok, doctor, precisamente Jason y yo hablábamos del tema, y él ya lo había entendido... dice Bobby, haciéndote gesto de que te vayas a verla de una vez...

Miro al Capitán alzando una ceja cuando escucho la palabra "chocante".

- Chocante... - repito mirándole y sonrío de lado esperando a seguir con lo que iba a decir tras pedir una birra (con alcohol, que yo no tengo que conducir... Y aunque tuviera que hacerlo, vaya) - Creo que buscaría un adjetivo mas... - me lo pienso un momento, suspirando entretanto - Mas chocante - río un poco y niego - No, en serio... Todo esto es muy raro. Vosotros sois raros - le miro un poco divertida - Y supongo que es algo que a mi también me convierte en rara - levanto ambas cejas ahora - Y no sabría decirte nada de vosotros, los Vengadores, la verdad - encojo los hombros - No he visto suficiente para decir nada con peso, supongo.

Nada mas decir eso, aparecen Janet y Billie, me giro en mi silla para recibirlas con una sonrisa.

- Claro que hemos comprado - digo señalando las bolsas que parece que no han visto - Por suerte encontré algo para mi en una tienda cercana. ¿Y vosotras? ¿Ya habeis terminado?

[Conjunta Jason - Haruka]

Jason: Me apoyo en una pared y cruzo los brazos mientras Bobby menciona la posible diferencia de inglés entre ambos. "Bueno, mi acento es de hombre rudo y viril, el tuyo es de putita aburrida, ¿qué problema hay?".

- Ahora que lo mencionas, es posible que algunas cosas... hay veces que no os entiendo mucho -Comento, como quien no quiere la cosa-. Tranquila, te lo he dicho: te saldrán arrugas. Deja a Haruka en mis manos: si se le cansan los pies, la llevaré a hombros. ¿Contenta?

Claro que lo de los excesos... si ella quiere ponerse hasta el culo de cerveza, no seré yo el hipócrita que se lo impida. De hecho, es bastante probable que no pueda impedírselo debido a que yo ya estaré hasta el culo de cerveza también. Pero bueno... detalles.

Entonces llegan los dos matasanos a darme permiso para bajar a ver a Haruka y sacarla de allí.

- Perfecto, pelo de moco. Hasta más ver

Y bajo a ver a la pequeña del grupo. El camino hacia ella lo hago fumando, obvio, porque no sé cuánto rato estaré con ella y no sé si podré fumar delante suya. Llego con las manos en los bolsillos y una medio sonrisa, entrando primero la cabeza para comprobar si estaba dormida.

- Y yo que creía que necesitaría un microscopio para verte... Hola enana -Entro con tranquilidad, como si entrara en su habitación y me siento en la cama-. ¿Cómo andas?

Haruka: Me encojo de hombros ante la repetición de la sugerencia de ser comecocos de Doc. Talento innato para meterme en el coco de la gente? Naaah, es mera observación y técnica, es lo que tiene ser la alumna favorita de Arturo el Trilero, su mejor obra, según él. De nuevo la insistencia en que no beba alcohol, porque demonios me quitan las birras? Qué tiene que ver eso con todo esto? No me voy a traumatizar por beberme un par de pintas, joder! Sólo necesito que me dejen ser feliz e ir a mis anchas, nada más! Y que dejen de llamarme mentirosa y de amenazarme físicamente y ese tipo de cosas. Eso hace que "ese" recuerdo reciente en específico me venga de nuevo a la cabeza. Empiezo a recuperar los fragmentos de lo ocurrido hace un rato. Sí, eso es lo que realmente no me ha gustado. Para nada. En un plis volvemos a la enfermería y de nuevo me piden que me quete quieta. Maldición! Ya me quedaré quietecita cuando me muera, joder!
Levanto la cabeza cuando oigo una voz familiar.

-"Jey"!!- sonrío ampliamente. Por fín algo que me alegra realmente la vida! Intento levantarme para saltarle encima pero ante las miradas de todo el mundo simplemente me arrastro como puedo y le abrazo cariñosamente -Bien bien. Y tú? Tardaste mucho en venir a verme..- digo entre pucheros.

Jason: Enarco una ceja ante su manera de llamarme, pero no digo nada. Me limito a soltar una pequeña carcajada ante sus pucheros y me inclino para abrazarla con un brazo y darle un beso en la frente.

- Cuando me han dejado. Créeme, me he dado de hostias para poder bajar y hasta ahora no... Pero bueno -Me encojo de hombros-. Ya estoy aquí, ¿verdad? -Me tumbo en la cama, junto a ella. Estoy un rato en silencio, mirando el techo, disfrutando de volver a estar al lado de Haruka, su olor y su tranquilidad. Diablos, parece que haga una eternidad-. Me han dicho que esta noche no puedes beber mucho, pero ya que yo me voy a poner hasta el culo de cerveza... ¿Quién soy yo para decirte que no lo hagas tú también? -Pequeña risotada.

Estoy un buen rato en silencio, aunque mi mano derecha acaricia constantemente el pelo de Haruka y no dejo de mirarla.

- Por lo que me han dicho, has explotado. ¿Hay... -Mierda, éstas cosas no se me dan nada bien- algo que pueda hacer o decir para que te sientas mejor?

Haruka: El peso de Jason al echarse en la camilla simplemente me arrastra hacia la superficie semi-incómoda y blanquecina, pero esta vez no me molesta tanto volver a echarme, no es lo mismo que ser el insecto observado por el microscopio... Sonrío como un niño pequeño al oír la respiración en su caja torácica y notar como acaricia mi pelo con suavidad, me relaja mucho. Es como con Bobby, me siento protegida, en familia.

-Duh?- levanto la mirada ante su comentario. He explotado? Realmente he hecho eso? Pues no he visto destrozos por ningún lado. Madre dijo que si explotaba pasaría un gran desastre, igual estaba equivocada -No... recuerdo mucho, pero estoy bien, sólo quiero salir y divertirme. No me gusta tanta... -hago una pequeña pausa -bueno, no me gusta este tipo de atención, me pone nerviosa

Jason: Asiento con la cabeza. ¿Veis? A éso es lo que me refería yo antes, con que Haruka lo último que necesitaba es que estuviese tooodo el mundo detrás de ella. Joder, ¡si es que ni cuando digo algo bueno me hacen caso! 

- Pues entonces, ¿por qué no salimos ya? -Me levanto y le tiendo mi mano-. Vamos arriba y en cuanto estemos todos, nos piramos.

Comienzo a caminar sin soltarla, mirándola cada poco rato, pero más por el hecho de volver a disfrutar de su compañía que por ver cómo está. Estoy seguro de que ya puede ocuparse ella sola de sí misma, así que no voy yo a ser el pesado que la atosigue.

- Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad? Yo también perdí a mis padres, aunque bastante antes de perderlos de vista -Hago pausa durante un rato, mirando hacia adelante. Luego murmuro un: -De hecho ojalá hubiesen muerto. Pero ya me ocuparé yo de éso pronto -Vuelvo a mirarla y le revuelvo el pelo-. ¿Sabes qué creo que ha pasado? Que has explotado por guardartelo todo dentro, joder. ¡Debes manifestar lo que sientes! Tanto pacifismo, tanto pacifismo... No, lo que hay que hacer es expresarlo: gritar, pelearse, cagarse en la madre que parió al demonio, ya sabes. A mí me puedes contar lo que sea. Y estoy seguro que a Valary también. Y, si éso no es suficiente, siempre podemos irnos a unos bares a repartir puñetazos a todos, pero si te lo guardas para ti...

Ya casi estamos arriba cuando me acluquillo para tener sus ojos a mi altura.

- Eres demasiado enana como para soportar pesos demasiado pesados.

Haruka: Afirmo con la cabeza, estoy deseando salir de aquí! Le doy la mano y me levanto con su ayuda, sonriente y le sigo como un cachorrillo. Camino agarrada a Jason, sin decir nada hasta que él rompe el silencio de nuestros pasos.

-No te trataban bien, verdad?- balbuceo, al oír su comentario por lo bajo. Me olía algo así, no sé porqué, igual es porque la gente es muy bruta en según qué zonas y no me parece algo increíble, y más teniendo en cuenta que la primera vez que hablamos, Jason parecía sentir su don como una verdadera maldición que le quemase por dentro y por fuera. Apreto con fuerza su mano, con cariño, como demostración de que no está solo. Cuando vuelve a mirarme, esta vez más largamente, le sostengo la mirada.
-No puedo...- murmuro, casi como una disculpa por no ser como ellos quieren que sea -Madre decía que no puedo permitirmelo y Tío Jesse se enfadaba conmigo por lo mismo, como tú- balbuceo, avergonzada.

Jason: Me quedo absorto en mis pensamientos al oír su balbuceo, mirando hacia adelante sin volver a abrir la boca. Salimos afuera, al jardín, donde aún faltan Niobe y Billy Jean. Guío a Haruka hasta un árbol, donde me siento en las raíces y le hago gestos de que haga lo mismo. Estamos algo alejados de todos, para que no nos oigan, pero a la vista.

- Éso no es... -Susurro, como si todo éste rato de silencio no hubiese existido. ¿Éso no es, qué? ¿Verdad? ¿De su incumbencia? Decido ir al siguiente paso-. No, Haruka, SÍ puedes. De hecho, debes. No sé por qué tu madre te dijo que no podías permitirtelo, pero si no muestras tus sentimientos... si no te cabreas, habrá un momento en que reventarás y estallará todo junto. Imagínate el enfado de diez años acumulados en tu interior. Éso sería aún peor. Llegará un día que, del enfado que tendrás, matarás a alguien sin siquiera darte cuenta. Y con tus propias manos. Y créeme, no es algo que quieras tener en tu conciencia.

Recuerdo aquella pelea en el bar, en Kansas, donde dos chicos que estudiaban en el Instituto se metieron conmigo por ser tan raro que ni iba a la escuela. Hm... No sé por qué debo recordar todo aquello, yo sigo vivo y ellos siguen enterrados cerca del Lago.

- Haruka, hazme caso. Soy quién más te puede hablar de enfados, estoy todo el puto día enfadado, no es bueno guardárselo. Y, si no quieres mostrarlo en público, me llamas y me demuestras tu enfado a mi, que no me importará en absoluto. ¿Vale?

Sonrío.

Haruka: Me quedo algo perpleja cuando en vez de seguir subiendo a las plantas siguientes, en dirección a mi cuarto, salimos afuera. Parpadeo algo al salir afuera, con las luces del exterior, el Sol brilla menos fuerte que hace unas horas, pero aún así mis ojos se habían acostumbrado a la luz artificial de los neones de la enfermería y me cuesta adaptarme al exterior por unos segundos. Le sigo hasta un árbol apartado, no sé muy bien cual es su objetivo pero si algo tengo claro, es que confío en él. Me siento, hecha un ovillito, justo en el hueco que deja entre sus piernas, al sentarse Jason en el suelo. Me lo quedo mirando y escuchando lo que intenta hacerme entender. Parece que le cuesta hablar de su pasado, más que a mí del mío.

- Es lo mismo que decía Tío Jesse, pero claro él era él, la violencia le funcionaba como salida- me encojo de hombros -Pero claro, él no puede causar desastres como yo. Por eso no puedo ni debo- respondo con sinceridad absoluta y un tono de indiferencia -Ya te lo dije, soy un imán, si me enfadara, si lo hiciera de verdad, imaginate lo que podría pasar si pierdo el control, J- digo esto último mirándole a los ojos directamente, con cierto aire de frialdad, en un intento de enmascarar absolutamente toda la agonía que vendría si esa Caja de Pandora se abriera -Me costó demasiados años y esfuerzos llegar a este remanso de paz, no puedo destruirlo así como así...- murmuro, finalmente, casi como una suplica.