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El Reino de Ankist

Ankist es una de las naciones más grandes de Lywik y es el resultado de la unión de muchos reinos independientes, conquistados en guerras o unidos diplomáticamente, que se fueron constituyendo a lo largo de los siglos como ducados o marcas. El norte y el sur de Ankist poseen fronteras poco seguras: las abandonadas zonas fronterizas están llenas de saqueadores, asesinos y peligrosas tribus nómadas.

El sistema del reino es feudal. Los ducados y marcas están gobernados por Casas y todas son leales al Rey, pero también hay condes y barones que son leales a dichas Casas. Estas son las responsables del despliegue militar, la recaudación de impuestos y, por lo general, de la administración del territorio en nombre del rey. El Chambelán es el encargado de asistir al rey personalmente y es quien trata con el Consejo diversos asuntos de carácter general. El Consejo también depende del Tesorero Real, que es quien controla las finanzas y se ocupa de la economía del reino.

El pueblo de Ankist se divide en cinco grandes clases sociales:

Los mercaderes: controlan las actividades comerciales y financian las expediciones mercantiles. Para perseguir sus intereses comerciales, se han unido en gremios locales. Cada cierto tiempo eligen al Representante de los Gremios, a quien consideran neutral y quien habla por todos ellos ante el Consejo.

Los académicos: normalmente, a las mentes más brillantes del reino se les anima a unirse a una universidad, donde pueden dedicar su vida a la búsqueda de nuevo conocimiento y a debatir sobre las teorías más notables. Tienen algo parecido a un líder en la figura del Rector, una posición honorífica de por vida que se otorga mediante votación al académico más eminente y que se encarga de traer ante el Consejo asuntos culturales. El rector también designa al Bibliotecario Mayor que actúa también como médico de la corte.

El ejército: mantiene la paz y el orden en el reino. Las órdenes estratégicas del Consejo las llevan a cabo dos grandes generales: el Gran Comandante, encargado de informar directamente al Consejo sobre las amenazas extranjeras y de dirigir al ejército durante la guerra, y la Mariscal Real, encargada de capitanear la guardia real y de intervenir en revueltas y otros asuntos internos.

La plebe: la mayoría son trabajadores humildes, como agricultores, leñadores, sastres o mineros. No poseen ninguna riqueza significativa y el fruto de su trabajo solo les sirve para subsistir. El encargado de defender sus intereses es la Tribuno, una figura elegida por un mandato de diez años y con el deber de informar al Consejo sobre los problemas de la plebe.

El culto: las Sumas Sacerdotisas más influyentes del Culto toman asiento en el Círculo de las Bendecidas. Entre ellas, la Madre Superiora es elegida la líder del Culto, trata los asuntos doctrinales y es considerada la voz de la Madre en nuestro mundo. Otra figura sumamente importante es la Feligresa Devota, encargada de tratar los problemas territoriales del Culto y, a menudo, toma asiento en el Consejo para informar de los asuntos relacionados con el Culto.

Ante la creencia de que cada error debe tener una reacción igual y opuesta para restaurar el equilibrio, la justicia en el reino se basa mayoritariamente en la ley de la represalia: cuanto más grave sea el delito, más duro será el castigo. Los jueces locales son los encargados de lidiar con los delitos más comunes. Por otro lado, el Juez Supremo es quien trata los casos más ambiguos. Es un hombre sabio, experto en leyes, que está al mando del Tribunal de Justicia de Lybra (la capital del reino) y que se encarga de estudiar estos casos y presentar sus recomendaciones ante el Consejo.

El Resto del Mundo Conocido

A pesar de que Ankist es uno de los reinos más influyentes y poderosos del mundo, no es el único. El pueblo de Ankist conoce la existencia de dos continentes: el continente de Lywik, al norte, donde se encuentra el reino de Ankist, y el continente sur, mayormente desconocido, a excepción del despiadado Desierto de Marfil y de los cuentos y leyendas que llegan a través de unos pocos viajeros que se aventuran en nuestras tierras.

El Reino de Mhuir

Ankist comparte una de sus fronteras al noroeste con Mhuir. Hace algunas décadas, los dos reinos eran casi iguales en tamaño, pero ahora, tras perder una guerra contra Ankist en el año 143, Mhuir es mucho más pequeño. Aún así, es más avanzado cultural y tecnológicamente.

El Reino de Cidlada

El pequeño y pobre reino de Cidlada, al sur de Ankist, no tiene mucho que ofrecer. A pesar de que es completamente inofensivo, ninguno de los reinos colindantes lo ha conquistado todavía, pero solo porque si sus escasas tierras son fáciles de conquistar, son aún más difíciles de administrar.

La República de Kauppias

A pesar de extenderse a lo largo de los rocosos y fríos territorios ubicados al noreste del reino de Ankist, posee unas magníficas habilidades comerciales que compensas enormemente la dureza de su país. Su líder, el dogo, es elegido cada cinco años entre los mercaderes con mayor talento y, aún teniendo poderes limitados, es el jefe de su ejército de mercenarios y, lo que es más importante, puede vetar las decisiones del Banco de Cartas, uno de los bancos más influyentes en todo el mundo.

El Imperio Kasuk

Al otro lado del mar de Cheile, el Imperio Kasuk se extiende kilómetros y kilómetros hacia el lejano este. Muchos de sus territorios son áridas estepas, congeladas en invierno e imposibles de cultivar, por lo que la mayor parte de su población vive en las costas del mar de Cheile, concretamente en el Golfo de las Aguas Tranquilas. El Emperador, siempre acompañado por su guardia personal con los mejores luchadores del norte, vive entre lujos y riquezas, al igual que sus burócratas y nobles, mientras que a sus súbditos no les queda más remedio que vivir en la miseria.

El Continente del Sur

Aparte de las ciudades-estado de la costa, este continente está prácticamente inexplorado. Parece ser que todo el interior está cubierto por un vasto desierto llamado el Desierto de Marfil, donde es imposible vivir, y que hay una cordillera de montañas llamada las Montañas Nebulosas que lo atraviesan de norte a sur, dividiéndolo en dos mitades.

El Culto a la Madre

El Culto a la Madre es la única religión del reino de Ankist y en la mayoría de las tierras conocidas. Se cree que la Madre es la única diosa verdadera y se la venera como una figura benévola junto con sus ocho Santas Hijas. Sin embargo, especialmente en los lugares lejanos, el paganismo aún está presente, pero el Culto lo considera una superstición y declara que los dioses paganos probablemente son malinterpretaciones de las Santas Hijas.

Dogma

La religión se basa en el hecho de que todo es creado y regenerado por la Madre. Cuando mueres, vuelves al vientre de la Madre, donde serás regenerado antes de volver a nacer. La vida y la muerte son igualmente importantes: la muerte no se puede evitar de ninguna manera y el cuerpo debe ser enterrado para poder volver a la Madre. El Culto sostiene que una vez la Madre caminó por este mundo en su forma humana para elevar a la humanidad por encima de las bestias, aunque ella no era humana.

Esta verdad dogmática ha sido cuestionada por muchas teorías heréticas del pasado. Una herejía famosa teorizaba sobre la existencia de una Novena Hija y afirmaba que la Madre no era una diosa inmortal, sino solo una emperatriz de una civilización antigua. Otra herejía asegura que las Santas Hijas son tan celestiales como la Madre y que, en realidad, son sus hermanas, siendo la Madre la novena anteriormente mencionada. También hay otra que dice que las Santas Hijas eran realmente los antiguos dioses paganos que fueron derrotados por la Madre y se sometieron a su voluntad. El Culto niega rotundamente todas estas herejías.

Las Ocho Santa Hijas de la Madre

El Culto venera a la Madre y a sus Santas Hijas como una unidad, pero la gente humilde suele encomendarse a una Hija en concreto según sus necesidades. Cada una tiene una doble naturaleza: representa una virtud con la que obsequiaron al mundo y la continencia de un vicio que podría estar provocado por un exceso de esa misma virtud. Aquellos que buscan valentía sin temeridad rezarán a Tilde. Aquellos que buscan fuerza y energía sin violencia rezarán a Orsal. Aquellos que recen a Aegna obtendrán sabiduría y evitarán la locura. Aquellos que busquen creatividad, destreza y diversión rezarán a Lyria. Aire es la patrona del amor, pero recuerda a su vez evitar los celos. Aquellos que necesiten prosperidad en sus negocios le pedirán a Raela. Caerthas trae justicia, pero siempre con indulgencia. Aquellos que busquen el descanso o crean que se merecen un deleite tras un gran esfuerzo, sin caer en la pereza, rezarán a Myhir.

Organización del Culto

Solo permite el ingreso a mujeres. Las sacerdotisas del Culto se llaman informalmente "hermanas" entre ellas y viven en monasterios. Pueden tener relaciones amorosas e hijos, pero normalmente no se casan, aunque no esté oficialmente prohibido. Pueden criar a sus hijas en los monasterios hasta que lleguen a la pubertad, cuando deben elegir entre convertirse en sacerdotisas o marcharse. Si una sacerdotisa da a luz a un hijo será el padre quien se encargue de criarlo, fuera del monasterio.

Los monasterios son de diferentes formas y tamaños pero todos ellos tienen espacios públicos donde los creyentes se reúnen y asisten a las ceremonias, y espacios privados donde viven las sacerdotisas y realizan ceremonias especiales. Los monasterios más grandes están dirigidos por una figura electa llamada la Suma Sacerdotisa.

Historia del Mundo

Actualmente, Ankist es uno de los reinos más fuertes y extensos del mundo y disfruta ya de varias décadas de paz, pero hace menos de dos siglos, estaba dividido en muchos reinos pequeños y tribus de saqueadores. Poco se sabe sobre lo que pasó antes de esta época de fragmentación, pero lo que sí sabemos con seguridad es que las tierras del actual reino de Ankist, al igual que la mayoría de las otras tierras conocidas, fueron gobernadas por varias civilizaciones perdidas a lo largo de los años. En la mayoría de las ciudades del reino aún quedan algunos vestigios monumentales que estas dejaron.

La Unión de Salaan (hace unos 800 años)

Todos los restos de esta gran civilización no son más que unos pocos vestigios en la costas del océano de Siar y el mar de Cheile, como, por ejemplo, enormes faros en ruinas o astilleros reacondicionados a lo largo de los siglos que aún hoy se siguen usando en algunas ciudades del reino. Algunos dicen que, en la antigüedad, su gobierno se extendía por todo el mundo.

La Liga de Sabbiyan (hace unos 1100 años)

En todo el sur de Ankist existen ruinas aún más antiguas. Muchos mercados de las ciudades del sur se han construido alrededor de estas estructuras y algunos obeliscos hechos de arenisca esculpida han resistido el paso del tiempo. Las escenas en bajorrelieve representadas en esos obeliscos muestran principalmente escenas de comercio, sugiriendo que el comercio era el principal punto fuerte de esta civilización.

El Primer Rey (hace unos 1400 años)

Los historiadores coinciden en que la mayoría de los monasterios más antiguos y deteriorados de nuestro reino (y de fuera de él) fueron construidos bajo el mandato de Ommad, el legendario Primer Rey, una figura histórica prácticamente mitificada. Según se dice, su reinado se expandió por todo el mundo y, aunque se extinguió cientos de años antes de que nuestro reino siquiera fuera fundado, nuestra familia real afirma tener ascendencia directa de él. Actualmente, es más alabado por traer el Culto de la Madre a nuestro continente y por convertir a las tribus paganas norteñas, que por sus considerables éxitos militares. Era tan ilustre que todos los territorios afirman ser su lugar de nacimiento.

Historia Mitológia

Algunos historiadores sospechan que había otro imperio olvidado que podría haber sido la cuna de la civilización. Esta creencia proviene de las muchas copias sospechosas de un utensilio legendario que ha estado perdido durante siglos, llamado el Mapa de Oro. Hemos buscado este objeto durante décadas sin resultado.