El duendecillo hace una simpática reverencia Encantado de haberos ayudado, a cambio de tan sabroso desayuno! dice desapareciendo entre la maleza y, cuando ya no se le ve, escuchas aún su voz que te dice
Me parece que se os ha caído algo, amigo caballero! Ponéroslo y quedaréis mejor a los ojos de las mujeres de vuestra especie a las que queráis rondar...
Sin que sepas cómo, a tus pies encuentras un hermoso broche para sujetar la capa... cuando a tu espalda escuchas a tu escudero que llega con los caballos recién abrevados
¿Todo bien, mi señor? ¿Habéis terminado de desayunar, para recogerlo todo? pregunta el joven
PJs involucrados: Edmund
Para saber más del broche... a preguntar a un bardo o a un druída ;-D
Cuando el caballero negro da su último estertor, una especie de humo maloliente surge de dentro de su armadura que, para tu pasmo, empieza a deshacerse con él!!!
Su caballo relincha enfurecido y, con los ojos enrojecidos, antes de que puedas hacer nada más, sale al galope a campo a través, quedandote a solas con las ovejas, la pastorcilla y el perro pastor herido...
Robert queda sorprendido por la desaparición del caballero. Desde luego, no había luchado contra un humano. Que extrañas fuerzas se ocultarían detrás de él. Sin embargo, ahora ya no podía preocuparse mas de él. Se dirigió hacia la pastorcilla.
¿Te encuentras bien, pequeña?
Uops, mi escudero ¿nunca ha estado allí? Lo digo por las líneas que he escrito sobre él. Es para responder en consecuencia.
No, te lo he dicho dos veces... estaba abrevando a los caballos XD
Soy un lerdo... >_<
La pastorcilla te sonríe y afirma con la cabeza, y al hacerlo tú dirías que sus ojos tienen un brillo que inspira confianza
Yo estoy bien, juchas gracias, valiente caballero... dice haciendo una graciosa reverencia y, señalando al perro añade y Bruno está mucho mejor, parece que no va a quedar cojo... pero vos sí que estáis herido
Dejadme que os ayude, para recompensaros en algo vuestra hazaña...
Entregándole con una sonrisa el pedazo de empanada que le quedaba y observando el broche que había encontrado, Sir Edmund asintió a su escudero Robert como única respuesta, y se encogió de hombros. Quizás el haber compartido su almuerzo con aquel duende le había concedido una recompensa. ¿Estaba la Diosa tan pendiente de sus hijos como para eso? ¿O quizás había sido un regalo del ser faérico?
Desterrando aquellos pensamientos de su cabeza, se prendió el broche y encabezó la marcha hasta Kennilworth, pensando si sería buena idea comentar con su escudero lo que acababa de suceder.
Haberme dicho algo de todas formas xD
Nahh, tranqui, que era una minucia, pero si le cambias el nombre al escudero, mejor... que hay un Sir Robert en el grupo XDDD
Con esto quedas ya camino de Kennilworth, ya haré yo un post de la llegada ¿ok?
Es un rasguño, no hace falta que te molestes- te dice- pero si quieres ayudarme puedes contestarme a dos cosas. ¿De donde ha aparecido ese extraño caballero? ¿Y donde se encuentra la ciudad mas cercana?
Aparté la vista cuando el hombre me besó la bota. Tales gestos de agradecimiento me parecían excesivos por no haber hecho aún nada.
Escuché con atención las palabras del hombre. Ciertamente se le notaba nervioso y arrepentido de todo lo acontecido, no así el muchacho joven, quien me pareció que, incluso, estaba orgulloso de haberle golpeado a Sir Edmund con la piedra.
El asunto era delicado y medité en cómo debía obrar. No podía dejarlos marchar, ni mucho menos, pero la inconsciencia del que se hacía llamar Matthew iba a salir cara. Y no sólo a él, también a Geoffrey.
Suspiré, mirando a ambos hombres alternativamente, buscando en mi cabeza alguna solución que resolviera el conflicto. Sin embargo, no pude sino decantarme por pedir ayuda y consejo a Colomb, sin poder decidirme yo por la mejor de las decisiones.
-Bien. He escuchado suficiente. Levantaos, Geoffrey- dije, mirándolo-. Os conduciré hacia Kennilworth y allí se os impartirá justicia- indiqué-. Ya que no puedo resolver la disputa sin que pese en mi corazón el fallo, os pido que aceptéis que me sigáis para que todo el altercado se solucione.
Cogí las riendas de mi caballo y monté sobre él de un salto, echando una mirada a los dos hombres.
-Mis disculpas, por cierto- dije, inclinando la cabeza-. No me he presentado. Soy Lady Meredith, hija de Ewain y resido en Kennilworth junto a las demás doncellas al servicio de mi señora Colomb- me presenté, haciendo que marchase el caballo a una velocidad lenta para poder seguir hablando con los hombres.
Mi preocupación aumentaba a medida que nos acercábamos a Sir Edmund. Sería difícil que acatase la decisión de ir a Kennilworth y no que los ajusticiara él mismo en un claro del bosque.
-Habeis oido eso escudero?.-La frase acompañó al sonido del hierro al salir de la vaina.-Es el sonido de la rabia, y es deber de caballero matar esas bestiasy librar los caminos de peligros. Vamos.- Espolea al caballo para ir al trote mientras intenta seguir el rastro o el ruido del animal.
Motivo: Cazar
Tirada: 1d20
Dificultad: 2-
Resultado: 5 (Fracaso)
Innnnssss....... que poco.
La pastorcilla, desoyendo tus negativas con una sonrisa angelical saca de su zurrón unas vendas y, con una pericia poco habitual a su edad, te cura la herida de forma que queda prácticamente restañada en un santiamén!
Mientras te cura piensa y, alzando las cejas te dice con sinceridad
Ciudad como tal sería Warwick o Kineton, ambas al norte, pero aquí muy cerca tenéis Kennilworth que yo, como soy ignorante, no sé si llamarla ciudad o no. Tiene un castillo y gran cantidad de casas alrededor...
Y sobre el caballero, no sabría deciros, cuando le vimos venir mi perro y yo venía por el camino, en dirección al sur...
La niña mira satisfecha su cura y entonces, señalándote hacia la cercana floresta, te dice
Aunque yo de vos me internaría por esa senda antes de seguir camino. A poco de aquí hay un antiguo santuario de la Diosa en el que, tal vez, tegan algo para vos...
La pastorcilla se levanta y palmea a su perro, que ladra alegre y, a una señal de ella, empieza a reunir las ovejas
Y ahora yo también debería seguir con lo mío, que si me retraso a llegar a comer, mis padres se preocuparán...
PJs involucrados: Robert
Tras dar un pequeño rodeo, porque tu avance se vge bloqueado por la maleza, divisas a tres lobos que están intentando atacar a una cierva blanca.
La cierva blanca parece estar acorralada, y los depredadores parecen no tener prisa en atacar, sino que intentan cansarla antes...
En cuanto llegas al pequeño claro donde sucede esto, los lobos se giran, intuyendo en ti una amenaza y con gran fiereza, se lanzan a atacarte... aunque a uno le bloquea el paso tu caballo, alzando los cascos para patearlo
Motivo: Ataque lobo 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 10 (Fracaso)
Motivo: Ataque lobo 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 9 (Fracaso)
Motivo: Ataque lobo 3 (caballo)
Tirada: 1d20
Dificultad: 6-
Resultado: 9 (Fracaso)
Dos van a por ti, uno a por el caballo.
Tienes un bonus de +5 de altura para tu ataque, y haz una tirada de equitación para el ataque del caballo XD
Sir Edmund, que se ha estado mirando todo esto desde la distancia, frunce el ceño un instante al ver que los traes con vida, pero entonces hace un claro Oh! como si entendiera algo que tú no sabes y, haciéndole un gesto a su escudero, le dice que corra hasta los caballos
Baldrick, mi espada! Nuestra salvadora ha tenido el gesto de traerme a esa carroña para que pueda encargarme yo mismo... dice frontándose las manos y con un rictus en la cara algo desagradable...
Sin embargo, al ver que te acercas charlando con los dos jornaleros, que han accedido a ir a Kennilworth, parece no comprender nada
Ñéééééé... ¿es algún tipo nuevo de tortura antes de la ejecución, eso de darle palique a esa gentuza? te pregunta directamente
PJs involucrados: Meredith
-Bestias malas, como osais atacar a una cierva blanca simbolo de pureza. Volved al infierno de donde habeis salido.- Harodan intuyó el golpe del caballo y aprovechó el impulso de bajada para golpear el lomo a uno de esos demonios.
Motivo: Ataque espada
Tirada: 1d20
Dificultad: 20-
Resultado: 3 (Exito)
Motivo: Equitación
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 8 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 4d6
Resultado: 11
Motivo: Daño Caballo
Tirada: 7d6
Resultado: 25
Conversé con los dos hombres, intentando cubrir mi preocupación con una sonrisa permanente en mi rostro.
Echaba de vez en cuando miradas hacia Sir Edmund, cada vez más cerca de nosotros, al tiempo que pensaba cómo decirle que no podía tocarlos. Ni hacerles ningún daño.
Al llegar a su altura, cogí aire y dije:
-Sir Edmund, he hablado con estos dos hombres y he decidido que sean llevados ante mi señora, Colomb, en Kennilworth donde allí se resolverá vuestro conflicto- expliqué, sin bajarme del caballo-. Mantened, pues, la espada en su funda, Sir, no precisaréis de ella- añadí, mirando a su escudero.
Baldrick te sonríe con simpatía, o lo que parece, mientras mira a los jornaleros y parece entender algo... mucho o poco de sus sentimientos
El noble, por su lado, alza una ceja sorprendido ¿Ñé? Kennilworth... justicia.. ¿no les cortamos el cuello aquí? balbucea, plenamente sorprendido
Señala la dirección del castillo, hacia el norte, y luego su camino, hacia el sur, pero sin que de su boca abierta salga una palabra
Grrrrmppphhh... si vos lo decís, así se hará, aunque protestaré ante vuestra señora! refunfuña en un tono absolutamente risibe, pues su amenaza suena hueca y falsa...
¿Lo ves, Baldrick, lo que pasa por darle un caballo como ese a una chica bonita? murmura en voz baja, mientras su escudero le ayuda a montar
¿Que acabaré teniendo un sueldo, mi amo? sonríe estúpida e inocentemente el criado, lo que le provoca que Sir Edmund le dé un coscorrón...
Serás memo! Por idiota, ahora vas a pie! le riñe infantilmente el noble, cosa que parece no tener demasiado efecto en el criado que, rebuscando en una alforja, saca un pedazo de pan duro y se pone a roerlo compartiéndolo con el caballo...
PJs involucrados: Meredith
Puedes contestar si quieres y con tu contestación ya quedará la cosa encarrillada a la legada a Kennilworth, ya haré un post de la llegada ¿ok?
Tu caballo aplasta y mata con facilidad pasmosa a una de las fieras, mientras las otras dos redoblan los ataque, aunque una de ellas parece estar gravemente herida...
Precisamente ésta consigue morderte el brazo del escudo y, aunque su dentellada no llega a penetrar, se queda colgando y tironeando, intentando derribarte...
Motivo: Ataque lobo 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 18 (Fracaso)
Motivo: Ataque lobo 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 6 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 2d6
Resultado: 4
Debes hacer una tirada de Equitación con un +5 de bonus, que al fin y al cabo, es un lobo, no un trolebus lo que tira de Harodan
Suspiré de alivio al comprobar que no se lo había tomado tan mal. Llegué a imaginármelo montando en cólera y sacando su espada intentando herir a los hombres.
-Protestad lo que queráis, Sir- dije, sin inmutarme-. Mi señora os escuchará y convendrá según su mejor criterio- añadí, sin poder evitar lanzarle una mirada maliciosa sin que se diera cuenta.
Esperé pacientemente a que Sir Edmund montara en su caballo, mirando, aburrida, el sobreesfuerzo que le suponía aquello, e indiqué el camino a seguir, poniéndome a la altura del caballero espoleando mi montura para que anduviera.
Okita! ^^
Pues, puedes hacer el post de la llegada cuando quieras ^^
XDXD
Mañana por la mañana, si no te importa, que he de descansar un poco y ver si acabo la escena de Álvaro. Veo que os lo pasáis bien tanto jugando como en el off topic XDDD
-Maldito.-Fueron las únicas palabras que pronunció el caballero antes de asestarle un terrible golpe al lobo que colgaba del brazo.
Motivo: Equitación
Tirada: 1d20
Dificultad: 15-
Resultado: 7 (Exito)
Motivo: Ataque espada
Tirada: 1d20
Dificultad: 20-
Resultado: 7 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 4d6
Resultado: 17
Tu terrible golpe hace que casi partas en dos al lobo, que cae al sueloo muerto al instante. La fiera restante te mira un momento y decide huír, antes de que le ocurra como a sus dos congéneres...
Para cuando alzas la cabeza ves que la cierva blanca ha dado unos pasos hacia la otra punta del claro del bosque, como si quisiera que la siguieras...
El caballero espolea la montura para seguir al animal a pesar de saber que es mucho mas rápido que el.-No te quedes atrás muchacho.-Grita a su escudero.