Partida Rol por web

Al mirar a mi alrededor vi otras especie de capsulas donde estaban mis compañeros, la primera que se rompió fue la que contenía al lobo del hermano de Malleus, luego hizo su aparición Sam.

Te sorprendería saber cuan hermoso soy entre los de mi raza pequeño Sam. le respondí a su chanza. Y no todos los enanos tenemos barba, eso sí, los grandes guerreros somos famosos por nuestra barba a parte de nuestra habilidad en la lucha. JAJAJA. No había que perder el humos aun estando en una situación delicada, en cuanto hubo un poco de silencio se escucharon voces que reconocí, estaban algo retiradas de nosotros pero algo me decía que estábamos en un lugar peligroso.

Al atravesar el portal no tuve la misma sensación que la última vez - que extraño, estas sensaciones son completamente distintas... - pensé mientras intentaba abrir los ojos en lo que esperaba ser el otro lado del portal.

Cuando finalizó el pequeño viaje astral sentí un pequeño golpecito en mis tulgentes nalgas y me di cuenta de estar en suelo firme pero extrañamente agazapado en mi mismo y dentro de algo extraño. Con mis manos tanteé aquel tejido y era suave al tacto, pero también a su vez se notaba algo frágil. No sabía donde me encontraba y decidí abrir los ojos a ver donde había llegado o donde estaba metido. No se veía nada del exterior, sino una simple y asquerosa membrana color rosada que me rodeaba por completo.

Del exterior se comenzaban a escuchar voces que me resultaban familiares pero que sonaban distorsionadas por esta extraña membrana - Se escuchan sonidos del exterior y me resultan familiares.... pero no consigo saber exactamente de quien - pensé - pero tengo que salir de aquí ya pues el aire aquí dentro se empieza a viciar pero.... ¿y si salgo y lo que me encuentro son enemigos? tengo que salir rápido y desenvainar a Ahuwen por si las moscas.... - pensaba mientras me colocaba en posición favorable para ejecutar dicho movimiento.... - ¡¡TEMED AL GRAN MAAALLEEEUUUUUUUSSS!! - grité conforme salía y desenvainaba mi espada maravillosa.

Al salir, con la espada en ristre, me encontré con Tritón y Sam que estaban intercambiando opiniones entre risas... y quedé unos instantes con los músculos de mis brazos en tensión sosteniendo a Ahuwen entre mis manos - siento si os he asustado, no sabía donde estaba y escuché voces extrañas dentro de la cosa esta... aunque la verdad es que huele mejor ahí dentro que aquí fuera - comenté mientras me relajaba y observaba que también estaba el can de mi hermano junto a nosotros.

Miré a todo mi alrededor - ¿sabéis donde estamos? - pregunté al ver lo tranquilos que estaban Sam y Tritón - ¿estos sacos de porquería de esta serán de nuestros amigos? - volví a preguntar mirando y dirigiéndome hacia uno de ellos para hacer un pequeño corte con la espada sobre la membrana para ayudar a salir a los demás.

En el momento de cruzar, todos los pensamientos abandonan mi mente por unos segundos que parecen eternos. Olvido mi más reciente preocupación por mis compañeros, lo único relevante en este momento es el sosiego que ha poseído mi alma. Alguna parte de mí sabe que debo salir de lo que sea que me rodea, pero es una ardua tarea, librarse de esta tan añorada tranquilidad...

Para bien o para mal, del plácido sueño me arranca un grito proveniente de alguien familiar, lo que me despierta de mi somnífero. ¿Peligro? ¿Malleus? Son las primeras palabras en las que logro pensar antes de ejercer presión en esta cúpula de tejido extraño que me rodea.

Para mi sorpresa, la presión no era necesaria, pues esta especie de cuero se deshace al contacto. Salgo al exterior revisando cada milímetro de mi alrededor en busca de un enemigo. Pero no encuentro nada, solo a mis amigos sanos y salvos, o al menos, eso parece. Vaya siesta... ¿Estáis todos bien?

Solamente quedaban dos sacos por abrir y yo me acerqué a uno de ellos. De repente el saco que había junto a él se desintegró y apareció la figura de mi hermano - Hombre Llorense, me alegro de verte... por ahora sí que estamos bien, el único problema es este olor a perros muertos que inunda todo este lugar. PUAG - comenté haciendo una mueca de asco.

Dos pasos más adelante estaba el último saco que quedaba todavía cerrado - Este tiene que ser Diant... o por lo menos eso espero - comenté y pensé mientras me acercaba al saco que quedaba todavía intacto. Acerqué lentamente la punta afilada de Ahuwen a la membrana que recubría a nuestro amigo y le hice un corte con cuidado - Vamos Diant, que ya hemos descansado suficiente... tu señora nos espera y el tiempo apremia - comenté mientras rompía el saco que cubría al elfo.

Gracias compañeros, ahora que he salido de allí estoy mejor.

Miro el lugar con más atención, Esto huele a Orco o algo peor.

¿donde estamos?

Sam sale de su recinto y va aparar junto a Triton, ve que tiene la piel más suave y que las antiguas cicatrices y nuevas de batalla le han desaparecido.

Sam aprovecho para bromear sobre la barba de Triton que en esta ocasión le siguió la broma, pero a lo lejos se escuchaban una voces poco amigables.

Malleus se dio cuenta enseguida que no era el viaje igual que la otra vez, en teoría tendría que haber aparecido al lado de la esfera en el templo de ciudad gris, pero sin embargo estaba dentro de una cosa mucosa con una membrana, recordó entonces la canción, ¡Claro! esta fue la que les ha traído aquí, al pasar por el portal.

Al salir se encontró con Sam y triton II y tras ver el siniestro y oliente lugar se dispuso ayudar a los demás a salir. (tus heridas como el resto se han curado).

Malleus se encuentra con su hermano Llorense, este al salir y ver a su hermano mira al resto y les pregunta si están todos bien , El Lobo de llorense se acerca a él y comienza a chuparle la palma de la mano y estornudar. El que más y el que menos esta empapado de esa curiosa sustancia.

Diant es ayudado por Malleus y le ha vuelto el color y las heridas físicas se les ha cicatrizado. Su mujer se encuentra en algún lugar de este lugar, al menos tiene esa sensación también se da cuenta que parece un lugar orco o similar.

estais todos empapados como el de la foto.

pero la cosa "mejora" pues os dais cuenta que el lugar hay cientos, tal vez  miles, de cosas metidos dentro  de la misma membrana que la vuestra.

hay uno que intenta salir y vuestra cara cambiar al ver lo que es. 

Se ve un Orco modificado, más grande, fuerte y humano que un orco comun ( capaz de aguantar la luz del sol, más tarde os enterais que son Uruk Hai con una mano pintada de blanco en la cara seres creados por Saruman)

este esta saliendo de la membrana 

Despues de la increible confucion de verme embuelto en aquella menbrana desido romperla tras pensarmelo varios segundos y escuchar el ajetreo que habia en el esterior.

La sala a la que accedieron era como un lodazal y un apestoso aroma golpeó como un puñetazo las delicadas fosas nasales de Sam, acostumbrado a apreciar aromas sutiles de origen gastronómico.

Había algo corrupto en esa estancia y no solo el olor a ciénaga y putrefacción, algo maligno, algo que pervertía la creación de Iluvatar...

De pronto esa sensación que apretaba las tripas del hobbit tomó forma queriendo atravesar una de las membranas:¡¡¡Era un Orco!!! Pero uno como jamás habían visto, con una complexión muchísimo más vigorosa y de apariencia más resistente.

-¡Rápido Tritón, métele un hachazo en su deforme cabeza!, exhortó a su compañero.

Recordas que la Hermandad se introdujo en la esfera para rescatar a Diant, tras "tratar2 con el espiritu corrompido del lugar la hermandad escucho una música y el portal se abrió.

Fue entonces cuando tras romper la membrana la hermandad aparece en unas mazmorras con unos orcos "ciclados" modificados con el emblema de una mano blanca.

estan en  una estancia llena de  estos seres apunto de nacer, además Diant presiente que su mujer no esta lejos pero no sabe en donde exactamente 

Después de haber salido todos de nuestros respectivos huevos, ya me dispuse a examinar todo lo que había a nuestro alrededor - ¡Por todos los Valares! ¿¡pero donde hemos ido a parar!?... - quedé estupefacto al ver todo lo que nos rodeaba - chicos... ¿habéis visto? ¿que habrá dentro de todos estos huevos como de los que hemos salido? - pregunté mientras señalaba con la espada a todo nuestro alrededor.

Conforme señalaba a los huevos, me vino un flash a la cabeza - ¡¡maldita canción de Diant!! el caso es que la canción que entonó era muy muy parecida a la de la otra vez, pero hubo algo que no entonó correctamente o que entonó de distinta forma... ¡una nota! distorsionó una dichosa nota y aquí nos encontramos... - Chicos, creo que el otro Diant nos ha metido en este lío con la canción que entonó entre uno y otro... pero bueno, ya que estamos aquí habrá que...... - y algo turbó mis pensamientos y lo que estaba diciendo.

De repente uno de los huevos se abrió y apareció un orco extraño - ¡¿¡¿que es eso!?!? - pregunté señalando con la espada al extraño engendro que había salido del huevo - Sam tiene razón, Tritón prepárate por si acaso, ese bicho tiene cara de pocos amigos, pero conociendo al mago blanco seguro que tenga preparada alguna cosa más escondida... - comenté intentando averiguar algún camino que pueda ser el más seguro.

Estábamos todos fuera de aquellas vainas gelatinosas cuando percibí que no nos encontrábamos solos, multitud de huevos se encontraban aquel lugar y uno de ellos había "eclosionado". Un ser parecido a los orcos se mostraba y en mi cabeza comenzaron a salir cientos de ellos.

Aquí estamos en peligro, debemos movernos, si salieran más bichos como esos ni mi hacha, ni la mejor de las espadas podrían sacarnos de esta con vida.

No es que no tuviera ganas de desmembrar a aquella cosa, lo malo era el tiempo que nos dedicásemos a ello, no sabía cuanto tiempo nos quedaba antes de vernos en un problema mayor.

Hay que salir de aquí.