Miro a la pelirroja y la verdad es que jamás había conocido a alguien como ella. Muchos adoradores de los dioses me había topado y había luchado hombro con hombro con algunos de ellos, pero nunca me había cruzado con alguien que solo viese el poder de los dioses y no entendiese que hay muchas cosas en el mundo que no dependen de ellos, pues ni los dioses son todopoderosos.
Le contesto a su pregunta, simplificando las cosas:
- "Un fenómeno natural es eso: Un fenómeno, cosa que ocurre pero no sabemos por qué, generado por la naturaleza de manera relativamente común. Lamento no estar de acuerdo contigo. Los dioses son poderosos, entes de gran capacidad, pero no todo en el mundo tiene que ver con ellos. Incluso si alguno creó el mundo, solo puso las reglas, pero las cosas pasan basándose en ellas sin una voluntad detrás necesariamente. La tormenta ocurre y no es la voluntad de ningún dios que llegué y mate a un desafortunado marinero. Solamente ocurre que el mundo es así."
Luego escucho las palabras del capitán y respondo negando con la cabeza:
- "Lo mío es buscar justicia y ayudar al necesitado, no matar por venganza. Puedo intentar recuperar lo suyo y castigar al culpable, pero no soy el sicario de nadie."
Al parecer este es el pensamiento común de las personas del Gremio. Lo importante es que si nos topamos con el tipo podríamos intentar arreglar un poco las cosas, pero no mataré a un hombre solo porque dañó el orgullo de un capitán poco confiable.
El capitán escucha las quejas sobre la idea de matar al vulgar ladrón.
- Bueno, bueno... no lo maten - comienza a susurrar - al final resultaron ser una banda de blandengues... ¿pueden darle un buen golpe de mi parte al menos? Eso si lo encuentran...
Supongo que también querrá que le traigamos de vuelta ese "objeto tan preciado"
- Ese objeto tan preciado ya no me es de utilidad, se trata de mi antigua pipa... a la cual ya reemplacé - levanta su pipa actual con la mano - pero creanme que sentí un dolor enorme cuando perdí esa pipa, era muy valiosa... no solo sentimentalmente valiosa, esta hecha de un material poco comun lo cual la hace muy valiosa en el mercado, pueden venderla si la recuperan, yo ya sufrí por su pérdida pero si se que ese bastardo recibió su merecido podré dejarla ir... además ya me estoy encariñando con mi nueva pipa.
-Claro claro capitán.- Dice el mediano. -Ese vil bastardo sufrirá por haberle robado su preciada pipa.- Sir Alexander se gira hacia ot volteando los ojos. -Tan solo asegúrese que llegamos a puerto tan deprisa pueda y los días de ese bribón estarán contados. Sobretodo si esa pipa se vende bien en el mercado y va a ser nuestra.- El mediano solo quería pisar tierra y dejar atrás al capitán. Quien sabe, quizá algún día le mandaría una carta falsa diciendo que había matado al ladrón solo para que descansara tranquilo. Al fin y al cabo, según dice nunca pisa tierra ... ojos que no ven ...
Cita:
... bolsa que nos quedamos ... Pienso mientras asiento con firmeza a las palabras de mi homónimo. - Muerto y bien muerto. Pero también habrá que investigar ese burdel del que hablas. No fuera caso que algunas de esas señoritas estuviese compinchado con ese ladronzuelo.
“Acabamos de salvarlos de morir ahogados, y ya están pensando en irse a un burdel.” pensó Asrai mirando a los medianos. “Curiosa raza.”
Lanzo un largo suspiro mientras negaba lentamente la cabeza. –En fin capitán, haremos lo que esté en nuestra mano.- sentencio con voz seca.
Acto seguido ignoro por completo al viejo humano y se puso a otear el horizonte a ver si veía de una vez la maldita tierra.
Mientras hablaban con el capitán un grito de "¡Tierra a la vista!" les llega desde el palo mayor.
- Podría decir que mi misión ya está cumplida, asi que lárguense de mi barco... y llévense a esa goliat que parece estar muriéndose - señala dentro de la bodega, allí se encuentra una muchacha goliat que tiene un aspecto enfermizo, tal vez el viaje en el barco le sentó mal o fue algo que comió de la bodega, lo cual podría ser muy perjudicial para la salud de cualquiera - no la quiero muerta aquí dentro. Ahh, casi me olvidaba, los esperan en una casa grande, al este del puerto. La diferenciarán enseguida del resto, yo mismo la he visto con mis propios ojos, es una casa que desentona totalmente en una ciudad portuaria como Sario - notan como el capitán los cuenta uno por uno como si fueran paquetes - si, están todos. La carga está completa, debería haber cobrado más, no sabía que los paquetes podían hablar... y enfermarse... esto no era lo acordado - el capitán se aleja perdiéndose en sus divagaciones
Sario es el nombre de la ciudad en la que van a desembarcar.
Cuando el capitan se aparta Sir Alexander no puede evitar opinar en voz alta.
-No sabe ese hombre las ganas que tengo de abandonar su barco, no tiene por que preocuparse por si me quedo.-
Se acercó de nuevo a la barandilla mirando la tierra prometida y la ciudad de Sario. Al final no había habido secuestro, ni krakens, ni tormentas fatales ... pero como seria que en esa ciudad no encontrarían algo digno de contar.
-Ot, buen amigo, dos de cobre a que antes de dormir nos metemos en una pelea.-
No se preocupe, capitán, no creo que nos volvamos a encontrar observó la paladina en voz alta y desafiante, lánzadole al viejo chiflado una mirada dura y desaprovadora, al parecer no le agradaba esa persona y menos sus palabras. Luego se volteó, y se dirigió hacia la bodega que había sido su habitación durante el viaje Voy a ver como se encuentra la goliath, si me acompañas, Eric, podremos seguir debatiendo... ¿puedo decirte Eric, verdad? comentó lanzándole una mirada completamente diferente a la actitud que había mostrado frente al viejo lobo de mar, casi esbozando una media sonrisa.
Finalmente al parecer nos iremos de este barco. Me da gusto pues el Capitán es un tipo sumamente desagradable y me dará mucho gusto dejar de oír sus palabras y de ver su rostro. En ese momento escucho las palabras de la paladina, cuyas palabras me ponen un poco incómodo pues nunca nadie me había intentado simplificar el nombre, un nombre de por sí ya corto:
- "Preferiría que me llamases por mi nombre completo, le tengo mucho cariño. Vamos a la bodega, te acompaño."
Mi nombre es mi única herencia y no me gustaría mucho que se vea disminuida por la comodidad de no pronunciar su última sílaba. La confianza que parece tenerme la mujer la agradezco mucho, pero no es necesario cambiar mi denominación para ello. Me pongo en marcha en dirección a la bodega para así sacar a la supuesta mujer que está enferma en su interior.
El barco llega por fin a puerto y mientras descienden de él puede ver a varios marieros intentando sacar agua del maltrecho navío utilizando cubetas de madera y bombas manuales. Ninguno sabe si es sólo el agua que se acumuló por la tormenta o es que el barco ha sufrido averías y el agua está entrando, por eso más de uno se siente satisfecho de haber llegado sano y salvo a tierra. Directamente detrás de ustedes vienen dos fuertes marineros que llevan una camilla improvisada con la mujer Goliath sobre ella.
----- ESCENA FINALIZADA -----