Partida Rol por web

Tras el descanso...

Conseguís avanzar lentamente por el otro pasadizo que había en la otra sala del trono del troll. Cuando llegáis a lo que parece el final comenzáis a escuchar voces que tratan claramente de una discusión.

Un voz sonora y potente dice: ¡Sois unos inútiles! ¡Ni siquiera pudistéis limpiarlo todo!
Otra más baja y amedrentada: Pero señora... era demasiado para nosotros, fíjese que sólo hemos vuelto nosotros, el resto perecieron...

Chicos, vayamos con cautela, permitidme me retrase unos metros para que no me oigan conjurar. Ahora regreso.

Retrocedo unos metros, los suficientes como para que mi voz no llame la atencion, saco las pertinentes varitas y...

"ignium freik"
"parn"
"sandastan"
"inger menris"

Vulevo con mis compañeros,.. adelante.

 La fogosa Weelksy desenvaina la hoja de frío acero de su mandoble, procurando hacerlo silenciosa y lentamente, se aparta la capa dándole libertad de movimiento mientras acomoda sus mans en la ampuñadura de la mandoble. Mientras se cerciora de que sus compañeros se preparen para lo que pueda arreciar.

Estoy listo, entremos y averiguemos quien nos espera al otro lado.

 Weelksy asiente, mirando a Meiar, Koqueval y a Hamson en busca de un gesto de afirmación y prepararse...

 Guardiana se mantiene junto a Weelksy, en un silencio inquieto, pegada a su muslo.

Meiar desenfunda también su gran espada y se prepara para cargar contra lo que quiera que esté dentro de la sala. Cuando tiene los pies bien asentados asiente en dirección a sus compañeros indicando que está preparada

 Mirando a Hamson, con su símbulo de Moradin colgando de su recio cuello.

 - Nos acompañará Moradín en esta aventura?

Sonrío a Weelsky.

- Moradin acompaña a todos los que oran por el. Yo velaré por tí pequeña.

Dicho esto comienzo con un extraño rezo en ininteligible lengua.

El pícaro saca su arco y afirma a sus compañeros. Comienza a caminar al frente del grupo.

Al llegar al final del pasadizo, veis una escena algo paradójica... 4 drows hablando con una dragona. Esas eran las voces que oísteis.

La dragona dice de nuevo: ¡Ni siquiera pudisteis con ese maldito troll! ¡No seáis idiotas!
Y uno de los elfos, ya cansado de ser insultado, contesta: Pues haber acabado tú con él.

Ni un sólo instante tardo en caer una de las garras de la dragona sobre el drow y éste cayó partido en dos, de cabeza a entrepierna. El resto de elfos quedó horrorizado y a la vez muy sorprendidos por la rapidez de la dragona.

Al próximo que ose insultarme de nuevo, no tendrá una muerte tan piadosa y deseará no haber tenido lengua para responder. prosiguió majestuosa la dragona sobre una gran roca plana en el centro de la sala. Y con un tono más airoso: Espero que acabéis de una vez con ese troll o yo acabaré con vosotros.

Otro drow dice con una voz asustadiza que apenas sale de su boca: Pero señora... ahora sólo somos tres... jamás podremos acabar con él...

A lo que la dragona responde con desdén: Entonces ya no me servís para nada. y con una bocanada de fuego, baña la sala de llamas entre las que el resto de drows quedan calcinados.

Tras conseguir de nuevo su postura autoritaria en lo que parece su altar central. Dice en voz alta y clara: Vosotros cinco, salid de ahí.

 Weelksy se fija, de forma automática e nel equipo y detalles de cada drow, por lo menos lo más relevante a simple vista.

Salgo de mi escondite con una ligera sonrisa dibujada en el rostro. Ya no sirve de nada ocultarse. Parece evidente que la dragona puede vernos perfectamente.

- Le saludo, mi señora - Hago una reverencia algo torpe, tratando de mostrarme sumiso - Nosotros sí conseguimos deshacernos de ese troll.

Lo supuse, puesto que venís por el pasadizo por el que él estaba y dudo que os dejara pasar por las buenas.

Tras escrutar al elfo, pregunta: ¿Quienes sois para atreveros a venir aquí sin más?