Partida Rol por web

-Estaba pensando en que podíamos ir a un sitio tranquilo a charlar. Quizás a la biblioteca o la cafetería, realmente aun no me decido por un lugar. Estaba indeciso ya que había pocos lugares en los que se pudiera hablar a gusto y sin interrupción de algún tipo.

-¿Cual crees que seria mejor?, podemos ír a el lugar que prefieras... -le dije con una sonrisa, aunque no era intencional, por alguna razón cuando me encontraba cerca de ella le sonreía sin darme cuenta-

-Sería fantastico aunque peligroso, de ser tan grandes esas estrellas habría que estar a una distacía mas que prudente-

Me quedaría pensando en imaginar lo que sería estar frente a un astro de 8 veces mas grande que el sol al que ya de por si era imponente el verlo desde el espacio, algo así de descomunal me helaba la sangre mas que calentarla. Cuando menciono el detalle de su signo me quede intrigado, aunque se entendía el por que de su forma de ser.

-No se por que pero lo sospechaba jajaja- Rei un poco por lo bajo -Y cuales son las estrellas principales de tu signo?-

Son varias, leo tiene varias estrellas muy luminosas. Primero estaría Regulus, el corazón de leo, una estrella múltiple 240 veces más luminosa que el Sol. Te imaginas los veranos allí? digo, soltando una pequeña risotada.

Luego tenemos a Denébola, a tan sólo 36 años luz.

Una que me encanta es Algieba, una estrella doble visible con el telescopio, siendo una amarilla y la otra anaranjada.

Aqui hay uno de los objetos más luminosos que conozco, pero la distancia evita que veamos plenamente su luminosidad. No sé si tiene nombre, yo siempre la he conocido como phi leonis y es una supergigante 165000 veces mas luminosa que el sol.

Con cada estrella, iba moviendo la ruleta del telescopio, con el brazo sobre Nathan, y mirando un poco hasta encontrar bien la estrella.

Me quedo pensando unos sgundos y luego me aproximo a el un poco para susurrarle, pero sin mirarle directamente a los ojos. - Si lo que quieres... es hablar, no hay mejor sitio que las habitaciones -  Digo mientras le acaricio la mejila antes de separarme un poco, darme la vuelta y aún con la mano cogida a la suya empezar a andar camino a estas. El mejor lugar para estar intimamente hablando es uno en el que entraran pocas personas, por eso pensé en las habitaciones.

Las palabras de Scarlet me dejaron sin habla, por lo que solo asentí levemente a su sugerencia, apenas estaba procesando lo que había dicho que nisiquiera me había ruborizado-dijo ha - ¿habitaciones?-pensé tratando de digerirlo, mientras ella me llevaba de la mano por los pasillos y alguna que otra escalera. Yo solo quería un lugar sin mucha interrupción pero ¿una habitación? pues... no estaba mal. Aunque si no tenia cuidado las "cosas" se podrían salir de control.

Alessa se despidió de su compañera y puso rumbo al gimnasio. Se cruzó con un chico que salía de este pues ya había acabado su entrenamiento, no le sonaba de la zona de hangar así que supuso que sería uno de los profesores o investigadores. Lo saludó y entro en la sala para hacer un poco de cinta y pesas.

Estaba corriendo en la cinta cuando escuchó un ruido al caer una pequeña trampilla de la pared así que se acercó a ver si se había estropeado algo.

Se trataba de un panel que servia de conducto de respiración, su reja habia caido y dentro, apenas un orificio estaba oscuro. Un sonido la hizo mirar dentro, percibir ese destello que parecían unos ojos rojos que se acercaban rápido hasta ella!. Quiso reaccionar pero fue tarde algo le salto a la cara y la hizo caer de espaldas.

Cuando se llevó la mano a su rostro, asustada no encontró nada, pero se dió cuenta al mirar la hora del reloj del la sala del gimnasio que había estado inconsciente unos veinte minutos. 

Se puso en pie y decidió acabar el ejercicio en cinta, y mientras andaba por ella sintió como un ardiente deseo le subía por su cuerpo, una excitación que le pedía satisfacer un apetito sexual desconocido hasta ahora por ella de la forma mas urgente posible o temía perder el control y comenzaría a masturbarse ahí en medio con el peligro que alguien la viera.

Sin importar el donde, todos sintieron un pequeño temblor bajo sus pies, uno inquietante que sacudió toda la base, al que precedió el sonido de una lejana explosión  y con el, el tintineo del alumbrado que amenazó con dejar todo a oscuras.

En ese parpadeo los ordenadores se reiniciaron, todo aparato eléctrico se apagó como si hubiera hecho un reset y el aire se sintió mas pesado por un momento, incluso se enturbió creando una ligera neblina, muy leve que provocó que todos tosieran.

Era la voz de Pandora, la IA de la computadora de la base que reaccionaba ante cualquier adversidad de forma automática. Había usado el comunicador general para ser escuchada en todos lados. 

Todas las rejillas de ventilación de los diferentes pasillos, corredores y salas de la base comenzaron extraer y renovar el aire y el oxígeno de forma acelerada haciendo que todo regresara a la normalidad.

- Al habla Brandon Key, jefe de seguridad. Hago un llamamiento a la calma, todo esta bien. Se estudiará que ha causado el temblor... Por favor sigan con sus labores con normalidad...gracias. 

No alcanzo a asimilar todo lo que paso, ¿Cuanto tiempo estuve inconsciente? Al menos veinte minutos según el reloj del gimnasio, incluso ya había dejado de transpirar... ¿Que diablos me a sucedido? Intento ponerme en pie pero comienzo a notar como mi cuerpo se siente mas y mas caliente, y puedo reconocer que ni no es el calor que entra por la actividad física, sino que es por una creciente excitación. 

¿Que diablos? - Pienso - Eso no fue un sueño... necesito ir a la enfermería... ne...necesito... ¿Que necesito? 

Me incorporo sentándome, apoyo ambas manos en el suelo a ambos lados y miro hacia el techo de la sala, cada vez me siento mas y mas caliente, mi sexo incluso comienza a palpitar, nada de enfermería. 

Necesito follar - Digo saboreando mis labios con mi lengua mientras me froto mi vagina por sobre la ropa con una mano, busco a mi alrededor a ver si veo a alguien. 

Era difícil seguirle el hilo de la coversación a Andrea pues de estrellas no sabía nada de sus nombres, tamaños o luminocidad, pero no me entristecía no tener como hablar de ello, ella se notaba demasiado entusiasmada y feliz como para sentirme así y quizas solo por verla así era que seguia prestando tanta atención a lo que decía y no divagaba mucho en mi mente.

Hasta que de un momento a otro me vi repentinamente en el suelo por un temblor que había sacudido la nave. Eso me aterraba, que podría haber provocado un temblor dentro de la estación?, mas aun me preguntaba si habían heridos o algo así; que el sistema de ventilación y purificación del aire no funcionase correctamente no me daba la sensación de que hubiese sido algo leve. Pero pronto la tranquilidad llego a mi al oir las voces de Pandora y el que se presento como jefe de seguridad para traer calma a los habitantes de la estación. Ciertamente no me agradaba que no se supiese que había pasado pero al menos ya tenían cartas en el asunto.

Cuando el humo se disipase me levantaría para ver como se encontraba Andrea. -Andrea estas bien?- No comprendía el por que sentía un fuerte bochorno que traia otra vez calor a mi rostro aunque mas fuerte que alguien, y por que justo ahora volvían a mi mente lo que había fantaseado para la muestra de semen, pero debía constatar primero que ella estuviese bien.

El temblor me tiró al suelo y el aire se volvió pesado de repente. Uno no se imagina lo que tiene hasta que lo pierde. Ni cuenta nos damos el trabajo que supondrá renovar el aire de toda la estación, y sin embargo en un momento el aire sé volvió pesado, casi irrespirable.

Miro a Nathan, preocupado por mi. Tan guapo... Sí... Si, estoy bien. Y tu? digo, levantándome y mirándole a los ojos, esos maravillosos ojos rojos que me tienen encandilada. Noto que el rubor vuelve a mis mejillas, pero no puedo apartar la vista de él, mientras por mi cabeza dan vueltas mil pensamientos. Por qué me siento así?

El gimnasio esta desierto a esa hora, de lo contrario alguien te hubiera encontrado insconsciente. Al salir cruzas el vestíbulo con ese deseo en tu cabeza, pero cuando meditas acerca de ir a la enfermería a ver si estas bien tu voz interior te dice que no es una buena idea. Que hablar de ello hará que te tomen por una lunática o algo peor, esquizofrenía espacial. Sabes que hay antecedentes de locura espacial en la academia del ejercito.

Aunque es pronto mucha gente ya ha llegado a los comedores adelantandose a la hora de la cena, El tema en común es la sacudida y la bajada de tensión

-Estoy bien aunque tengo un poco de calor...sera por lo denso que se puso el aire...tu no te sientes mareada o con fiebre cierto?- Como estudiante de medicina me empezaba a preocupar la salud de ambos por haber estado expuestos a esa rara neblina, aun no sabia que podía ser aquello pero si me estaba provocando un bochorno tan fuerte es por que algo raro había inhalado. No me di cuenta en que momento me acerque a Andrea y puse mis labios en su frente, quería comprobar su temperatura y una de mis manos busco su cuello para poder percibir mejor su pulso.

Cuando me di cuenta lo que estaba haciendo, por mas interes medico tuviese, me separe de ella con el rostro encendido en ese color rojo, mi voz se trababa y aunque quisiera apartar la mirada de ella no podía hacerlo, incluso no pude evitar recorrer con la vista mas que sus ojos y eso me hacía las cosas mas difíciles en mi mente. -Discul...disculpa..yo solo queria checar tu pulso y temperatura....perdon me gano la preocupación- No sabía realmente lo que estaba diciendo y a cada palabra que pronunciaba me ponía mas y mas nervioso.

Me quedo paralizada cuando me besa la frente y toca el cuello. Ojalá siga así. Pero no, se aparta y empieza a balbucear. Casi ni le escucho. Me pego a él mirándole a los ojos, fijamente. Me gustas, Nathan. Y no, no es lo que hemos inhalado, aunque quizàs eso me ha dado la fuerza para confesarlo. Me gustabas casi desde el principio. agacho la cabeza avergonzada. Si realmente esto es algún tipo de narcótico o lo que sea, me da igual. Ya se lo he confesado... Espero no haberme equivocado.