Partida Rol por web

Saori miró a Abioye con ese peinado se veía muy bien.

-Yo empiezo, con ambos...

La muchacha le dio un trozo de chocolate a Ken en la boca y otro a Abioye pero se acomodó de modo que podía estar cerca de los dos.

-¿Qué quieren, pregunta o castigo?

Sacó de su bolso una liga y se ató el cabello en lo alto, tenía un cuello largo y unos aritos largos que terminaban en su escote tal vez llamando la atención a éste precisamente.

Ken notó cómo su cuerpo reaccionaba al ver a Saori arreglarse el pelo. Al levntar los brazos, todo su cuerpo subió hacia arriba, marcándole los senos.

-Pregunta

Saori se volvió a acercar a él con la mano con un chocolate, en un inicio Abioye no entendía por que le acercaba el chocolate a la boca y sin pensarlo lo comió quizá dejando sentir sus firmes dientes en los dedos de Saori; de inmediato retira su cabeza y se cubre la boca para hablar -perdona...-

Luego de eso tocaba comenzar con el juego -uhm... entonces digo si quiero pregunta o reto y tu nos das uno?... pues pregunta...- dijo por imitar a Ken, no estaba seguro de como jugar.

Saori sonrió, eran muy distintos pero al mismo tiempo agradables. Sintió los dientes de Abioye pero no se quejó.

-Bien...

Cruzó sus piernas una vez más.

-La pregunta es para ambos: ¿Cómo fue su primera vez? Pueden no responder pero entonces habrá un castigo.

La muchacha sonrió alegremente.

Ken se sintió tentado de elegir castigo. Le parecía más productivo que la respuesta que iba a dar:

-Mi primer entrenador, Goran, se encargó de eso. Dijo que yo era demasiado inocentón y que me distraía con las chicas, así  que, un día me trajo a una al vestuario del gimnasio. Yo no sabía casi qué hacer y tengo la impresión de que ella se lo pasó mejor que yo mismo- dijo con una cierta vergüenza.

Suerte que no estaba tomando agua sino salía disparada manchando a todos ahí. ¡No se creía lo que Saori preguntaba! De inemdiato Abioye se pone rojo como tomate y se quita la chalina por que empezaría a sudar como cerdo en rosticería. Cuando (y si es que) se giraban a verlo notarían la cara que tenía el pobre... era única, estaba tan asustado que temblaba -ah ah... y-y-y.- yo... ¿entrenadora?- intentaba mirar a Ken, sin poder creerse aún a lo que se refería.

Intentaba evitar de cualquier manera ver a Saori y cuando lo hizo destacaba su estilizado cuello, su aroma más que antes pues había sacudido sus cabellos para ponerlos en orden... y su escote. Entonces alza la vista rogando por auxilio a lo divino.

-¿Primera vez entrenando?...- baja la vista y sonríe de manera nerviosa, con ver los rostros de sus compañeros sabía que no hablaban de eso, finalmente baja la cabeza resignado y apenado -yo no... yo no...- ¡oh dios lo iba a confesar! es tan casto como la virgen maria. -yo soy casto...- confesar eso había sido cosa de burla en un par de lugares antes... rogaba por que Saori o Ken lo tomasen así, pero eran tan majos de no dejarlo apartado de sus miradas y eso.

Saori miró a Ken y sonrió. Debía ser una chica mayor si es que lo había disfrutado más él mismo.

-Pues si lo disfrutó, espero que tú también un poco al menos. Y si te dejó buen recuerdo, ya podemos estarle agradecidos a esa chica.

Saori sacó la lengua sonriendo, estaba realmente jugando. En eso se giró a mirar a Abioye, casi se sentía culpable de haberlo hecho confesar aquello, no porque le asustara sino porque quizás él no quería confiarlo a dos desconocidos.

-Eso tampoco es problema, tienes que hacerlo cuando quieras, cuando te sientas listo y capaz, ¿no, Ken?

Necesitaba ayuda en ese momento por lo cual pensó que lo mejor era seguir con el juego.

-Bien chicos, hagan su pregunta... Una cada uno.

Realmente no lo estaba juzgando,a ninguno de los dos, la chica de cabellos violetas, sólo estaba jugando.

Ken se quedó unos instantes mirando al africano

-Abioye, la verdad es que aquella mujer no dejó en mí ningún recuerdo en especial. Me cuesta hasta recordar su cara.

Pasaron unos segundos y luego puso su mano sobre la de abioye.

-Haces bien, la primera vez debería ser algo especial, algo que recordar cuando una preciosidad como Saori te pregunta cómo fue tu primera vez. Hazme caso, no tengas prisa por elegir y elige bien. Esas cosas pueden dejar cicatriz si no se elige a la persona adecuada.

Luego , volvió a mirar a la pelimorada. Le intimidaba un poco y suponía que había tenido una vida mocidilla, con esos amigos suyos y la historia de su padre sobreprotector...

-¿Te has acostado alguna vez con más de una persona a la vez? - dijo con un brillo de peligro en la mirada.

-Mu-muchas gracias, chicos...-

Saori y Ken le dieron unas palabras de ánimo, sus ojos brillosos se fueron quedando tranquilos. Al menos hasta que Ken puso su mano encima, entonces se le volvió a notar nervioso un rato y cuando se separó para lanzar su pregunta a Saori se volvió a poner algo nervioso (pero ya menos, realmente le aliviaba que sus compañeros no se burlaran y mostraran compresión y apollo).

Pero intenta centrarse y con una tímida y leve sonrisa se va acomodando en su silla, subiendo las piernas y sentándose sobre sus piernas y acomodándose su cabello tras su oreja -hm... bueno ya les conté mi mayor secreto, y enventualmente le preguntaré ésto Ken, también... quisiera saber ¿cual es tu mayor secreto, Saori? o bueno un secreto también estaría bien...- quizá ese no era su secreto más grande, pero si era fuerte.

Saori estaba mirando a ambos, le gustaba la manera de Ken de consolar a su compañero y de alguna manera le atraía, lo mismo que ayudar a Abioye sin embargo, no dijo más al respecto así que se dedicó a escuchar las preguntas.

-Ken, prefiero un castigo...- sonrió porque parecía que esa pregunta no la quería responder estando en esa situación.-Abioye..., creo que en tu caso también prefiero un castigo.

Dio la vuelta a su bolso sobre su falda y cayeron un montón de chocolates para que cada quien agarrara lo que quisiera.

La compuerta del transbordador se abre de repente acompañada por el sonido del aire siseando al ajustarse las presiones de la nave y la estación lunar. Un militar con cara de pocos amigos y visor en un ojo entra sin decir palabra y mira en todas direcciones, tras el un soldado con rifle espera ordenes.

Tras un rato de observación silenciosa el militar parece satisfecho con lo que ve y asiente ligeramente para si mismo antes de hablar.

-Se han cancelado las admisiones en la estación, vais a tener que volver a la tierra. Ya-

Su tono no parece admitir réplica

Usas y abusas de las dos mujeres todo lo que quieres alternando entre el coño de Zian y la garganta de Josie, ves como esta última se masturba freneticamente con el dildo. Ambas mujeres gimen y gritan de placer sacudidas por varios orgasmos y la mesa bajo Zian está cubierta de sus flujos. Si las puertas de este lugar no estuvieran preparadas para contener el vacio lunar sin duda os estarían escuchado.

Tu mismo sientes una potencia sexual increible, te sientes capaz de seguir gozando durante horas, e incluso tu falo se ve mas grande que de costumbre

Los tentáculos de Alessa siguen aprisionandoos ferreamente mientras sus otros tentáculos os violan sin miramientos.

El grueso tentáculo fálico penetra a Andrea sin miramientos, pero aparte de la propia excitación de Andrea el tentáculo parece segrewgar su propio lubricante, un fluido que además de facilitar la inserción excita aun mas a Andrea que siente su sangre arder de placer mientras es penetrada a un ritmo frenético por el tentáculo que parece llenarla por completo.

Por su parte Nathan no recibe mas miramientos, el tentáculo-vagina sube y baja, comprime y succiona sin cesar, acompañado por el mismo lubricante excitante le da un placer intenso que le hace eyacular una y otra vez, sorprendentemente sin que por ello baje su erección

Alessa mientras tanto se masturba sin cesar, su mano derecha sube y baja de su nuevo e imponente falo mientras con su izquierda mete y saca tres dedos de su voraz coñito. Con este proceso se corre varias veces, descargando copiosas cantidades de su semen cada vez sobre vosotros.

Finalmente parece cansarse de eso, aunque no de que sus tentáculos sigan haciendoos gozar, y se coloca tras Andrea. Separa sus nalgas lentamente y apoya su glande en el ano de la estudiante

-es hora de que probemos alguna cosita mas, ¿no crees?- desde detras de Andrea mira a Nathan con una sonrisa viciosa y ojos algo desquiciados -a no ser que quieras probar tu-

Llegais al comedor esperando encontrar alguna cara conocida, sin embargo no tenéis mucha suerte. Hay muy poca gente y la que hay parece nerviosa, callados y pensativos cada cual en su mesa, a veces mirando a otras personas durante un sagundo para apartar la vista rápidamente.

Al único que reconocéis es al profesor Harket con quien desayunasteis esta mañana al llegar a la estación y que os pillo esta tarde en ropa interior, bebe pensativo un cafe

Pues quedaba por pensar en castigos para Saori, la verdad que no sabía que podría ser gracioso y divertido, como para que ella también lo pase bien; pero no tuvo mucho tiempo para pensar pues las compuertas se abrieron y con cierto alivio se giró a ver quien las abría. Al ver la cara seria del oficial, su ilusión desaparecer y más tras sus palabras; de todas maneras Abioye se pone de pie y sin fijarse da un paso al frente, para proteger a sus compañeros.

-Disculpe, oficial ...- no sabía su nombre y no se había identificado -...Soy Abioye T'Challa, mis compañeros: Saori Kurosawa y Ken Yanagame ¿podría identificarse por favor?...- modales impecables de diplomático...

Era el colmo. Los tenían esperando un buen rato, mientras que al lado aquella pareja acababa de tener sexo tan ricamente, y cuando por fin parecía que iban a poder salir del transbordador aquel tipo malcarado les decía que no.

-¿Cómo dice? -Salió de detrás de Abi, que les estaba presentando, y al mismo tiempo pedía que se identificara también. -¿Qué significa que se han cancelado las admisiones? ¡Nuestras familias han pagado un dineral para que estudiemos aquí! -Ella no tenía nada de diplomática, y estaba realmente disgustada. - ¿Puede explicarse, por favor?

El militar con su arma estaba detrás, al acecho, y eso la ponía aún más nerviosa.

No había forma al parecer que mis suplicas llegasen a la mente de la oficial, sea lo que fuese lo que le había pasado, no estaba interesada en detenerse y eso era algo que me dejaba un sentir muy confuso. No sabía si quería que se detuviese o siguiese; ese tentaculo con el que me hacía sentir la calidez de la intimidad de una mujer, una y otra vez sin descanzo sin importar cuanto me viniese, era demasiado embriagador el extasis al que me tenía sometido y al punto al que estabamos solo podia dejar de resistirme y solo retorcerme por el placer dentro de esas ataduras que me apresaban.

Aunque sus tentaculos no se detenían en su afan de jugar con Andrea y conmigo, Alessa se mostro interesada en ir un poco mas lejos, quería practicar sexo anal con Andrea e incluso me invitaba a tomar su lugar y ser yo quien entrase por esa parte de su cuerpo. No sabía que hacer si me encontrase con todas mis facultades mentales en su 100% de capacidad, ciertamente estaba extasiado del todo y gracias a ese tentaculo no quería parar, quería intentar mas y mas cosas. Aun presa de las ataduras, me acerque en dirección a la oficial con un rostro que reflejaba mi deseo de saciar ese apetito de placer, de escuchar mas de la melodía de los gemidos de ambas y sentir el aroma atrayente que liberaban sus cuerpos.

Asentí con la cabeza, a la par que aquel tentaculo podía sentir como mi miembro palpitaba como si fuese un corazón, hinchandose tras cada latido.

-Vaya vaya, si siempre son así las juntas de profesores me podría acostumbrar a esto- dije mientras disfrutaba de la inusual potencia sexual que mi cuerpo rebosaba mientras azotaba los gluteos de Zian y amasaba los pechos de Josie, al menos hasta que decidí que era tiempo de cambiar un poco y variar la actividad, saqué entonces mi miembro de la garganta de la profesora de educación física mientras la ayudaba a incorporarse y la volteaba, elevando su culo hacia mi y sin previo aviso, clavando mi falo dentro de su ano de una sola embestida, tal vez después pudiera diseñar algunos suplementos que me ayudasen a aumentar aúna mi potencia sexual, aunque por el momento, no tenía que preocuparme de ello

Los tentáculos me aprisionan y el tentáculo fálico finalmente me penetra. Pese a mi fuerza, no puedo evitarlo. Las lágrimas aparecen en mis ojos, pero el líquido que segrega esa cosa me está excitando. Mucho. Muchísimo. Empiezo a gemir fuerte, muy fuerte. Dios, que bien se siente.

Con un grito de placer, me corro por primera vez. Pero eso no es suficiente, y el tentáculo sigue penetrándome. Pierdo completamente la cabeza, y empiezo a correrme una vez tras otra, en una sucesión que parece no acabar nunca. La oficial dice algo de penetrarme analmente. La miro, suplicante.

Hazlo... mátame... mátame de placer... que gusto.... sigo gimiendo, mientras un nuevo orgasmo asalta mi cuerpo.

Alessa sonrie por la sumisión al placer de los dos jovenes, acaricia los pechos de Andrea aprisionados por un tentáculo y pellizca sus pezones erectos retorciendolos y jugueteando con ellos.

Mientras pasa su glande por el pequeño ano, y el lubricante empieza a hacer su trabajo. Andrea nota el calor y una sensación agradable en el pequeño orificio, incluso nota como empieza a temblar dilatandose levemente.

Entonces Nathan se acerca como puede suplicando con la mirada ser el el que desvirge analmente a Andrea, Alessa suelta una risotada

-jajaja, pequeñin, lo que te ofrecía era ensartarte a ti. Pero como no puedo decir que no a esos ojitos de cachorrito te dejaré elegir. Se la metes tu a tu amiguita y yo te la meto a ti. O yo se la meto a ella y tu me la metes a mi. Pero este amiguito mio ha de entrar en algún sitio-

Al decir esto acaricia su enorme falo dejando claro a que amiguito se refiere. Los tentáculos fálico y vaginal reducen un poco su ritmo mientras da a Nathan a elegir, pero sin dejar de dar placer a los dos