Partida Rol por web

A medida que el grupo avanzó por el camino, se fueron dando cuenta de que el bosque rebosaba de vida, se escuchaban pájaros cantar, y de la misma forma, el camino estaba bien cuidado y parecía ser una zona turística, lo cual lo comprobaron al llegar al pie de la montaña. En ella, podían vislumbrar que, en medio del camino, seguía una alta escalera zigzagueante, la cual proseguía a lo largo de la montaña por cientos de metros.

Esta se perdía en lo alto de la montaña, entre las nubes, más allá de lo que su ojo podía ver. Lo que, si notaron aquellos con la vista más aguda, es como, la examinadora, iba saltando a través de esta escalera, tan alto que era notablemente sobre humano, a una velocidad que, realmente, si ustedes intentaban subir por la escalera, no lograrían llegar antes del atardecer. Habría que subirla corriendo a un ritmo extremadamente duro para intentar llegar al lugar indicado, pero subiendo a un ritmo tranquilo, se veía imposible llegar a la meseta antes del atardecer.

Tras recordar durante unos minutos mientras recuperabas el aliento, recordaste porque las montañas Haijanpumaunten eran conocidas; En ella, la gente local y los turistas que venían al lugar, podían disfrutar de una experiencia única, en el cuál, utilizando las hojas de un árbol característico de la zona, entraban a unas cuevas que estaban por los alrededores de la montaña, en los cuales habían unos grandes vacíos, los cuales, a causa de la presión del aire, conjunto a razones de la misma montaña y ventiscas de aire, uno podía flotar y subir a una gran altura y velocidad por estos, llegando a la meseta sin mayores problemas, siendo una experiencia divertida y gratificante.

Definitivamente esta no había sido tu idea más brillante. Eras rápido y diestro, eso lo sabías bien, pero moverse por el bosque era algo totalmente distinto. La cantidad de pequeñas ramas, y arbustos molestos redujo tu velocidad lo suficiente, además del esfuerzo físico que esto implicó. Cuando lograste salir del bosque, te diste cuenta que habías llegado al pie de la montaña, mucho más tarde que el resto del grupo.

Tiger se queda en la base de la montaña y observa, pero una ves determino con sus ojos que subir por aquella escalera seria la peor decisión, se recostó o sentó en alguna piedra cercana y comenzó a analizar la montaña y su entorno en busca de otras opciones de ruta o medios alternos que le facilitaran el ascenso.

Quizás algún animal que fuese mas rápido que el y que pudiera montar o algun ruta mas directa que permitiera un acceso mas pronto.

Todo bien hasta ahora, francamente todo el alboroto parecía casi excesivo, pero todo siempre era así visto en retrospectiva, nada nunca tenía valor cuando ya pasaba y todo era incomensurablemente incalculable antes de ocurrir. Quizá es por eso que maestros como Bruce Lee eran tratados como ejemplos eternos, porque era capaz de mover el presente perfectamente, sin ignorar los problemas de antes, sin negar el peso de la inminencia, siempre en el filo. Kyo parpadeó el mirar la montaña. ¿Otra prueba de escalar o recorrer un tramo? Menuda mierda, si era el caso, ahí no había filosofía que valga, era una puta mierda y ya.

_{- ¿Otra vez? Puta mierda.}

Ah, sí, se le salió, no estaba muy contento de la vez pasada. Veamos qué tal le iba ahora hacendo su otro asunto de las únicas dos gracias que tenía realmente.

Hacía falta aligerar el paso, no por tener una prisa exagerada si no porque en aquel momento comenzaba a separarse de los demás, aquella escalera estaba bien para que un alpinista se entretuviera, pero ella era más de sendas de gatos, buscar lugares fresquitos en los que pasear a gusto y ya tendría tiempo de estirarse un poco de cara al solecito absorbiendo algunos rayos de luz que calentarán su vestido.

Aquella montaña sería un interesante entretenimiento, recordaba muy vagamente que cuando apenas caminaba paso un miedo terrible en aquel lugar, sus recuerdos estaban prácticamente en el olvido, pero sentía que en esta ocasión todo podía ser diferente.

- divirtámonos - dijo en voz suave y a nadie en concreto mientras miraba cerca del camino buscando algo. Había superado el vértigo que sintió de pequeña, y esperaba que su espíritu felino le permitiera esta vez reír y pasear a gusto.

Tras un momento, algo hace ruido entre los arbustos cercanos al bosque y de ellos sale Pipan, cubierto de magulladuras y arañazos, con varias ramitas enganchadas en el pelo. -¡Argh! ¡Por fin...!
Envalentonado por su éxito previo, se ha distraído, ha perdido el camino que seguía el resto, y sufrido unos cuantos accidentes desagradables y ridículos antes de llegar.

Justo a tiempo para encontrarse a algunas personas contemplando las escaleras y a la examinadora ya reducida a un puntito en la distancia.

Observa las escaleras con el ceño fruncido. Debería haberse imaginado que no iba a ser todo tan fácil como la carrera subterránea.

Tendré que acortar de alguna manera, no hay manera de atravesar todo eso a tiempo.

¡Ya está!

Con paso decidido, se acerca entre los que están considerando cómo subir. Del interior de su mochila, extrae un animalejo, un garfio de varias puntas y un rollo de cuerda unida a éste.

-Apártense un poco, por favor...

Mochila de nuevo a la espalda, empieza a hacer girar el gancho en el aire para darle impulso.

-¿Saben cuál es el camino más corto entre dos puntos?...

Y lanza el garfio hacia arriba para engancharlo en lo más alto de las escaleras que pueda.

-¡La línea recta!

Y enganchada la cuerda, empieza a ascender en dicha línea recta sobre los bordes de la escalera, usándolos como apoyos suplementarios, para atravesar varios tramos de un tirón. Cuando llega hasta donde está el garfio, lo vuelve a lanzar para seguir ascendiendo por la cuerda, y así sucesivamente.

Su alocada idea funciona, el garfio resiste, y Pipan, sonriendo con orgullo, asciende como una exhalación.

Uno de los participantes pareció tomar la delantera cuando lanzó una cuerda para subir la montaña trepando. Por su desempeño se notaba que tenía experiencia en eso y no lo hacía nada mal. Algunos comenzaron a pensar que debían hacer para alcanzar a la examinadora que desaparecía de la vista de todos a través de las escaleras. Ese camino era útil para llegar antes del final de la prueba sólo para alguien que se movía tan rápido como ella, y allí los participantes no tenían tanta aptitud.

Llegaba el momento de hacer lo que no se le daba tan bien. Pensar. Jin se rascaba la cabeza mientras intentaba que se le caiga una idea.

Jin prestó atención a su entorno para buscar la forma en la que le ayude a llegar a la cima a tiempo.

Razo se percató de que el camino usual no valdría y, aunque vio que algunos otros competidores hacían algunas argucias para acortar terreno, él mismo no disponía de ese tipo de habilidades, por lo que intentó mirar por los alrededores en un desesperado intento de encontrar algo milagroso que le ayudase a escalar, aunque sin detenerse demasiado pues, si no encontraba nada, no quería perder el tiempo mirando sin hacer nada mejor que intentar poner su cuerpo al límite y subir por las escaleras.

Kain estaba frustrado, no debió de haber intentado ir por el bosque ya que no estaba acostumbrado a moverse por semejante terreno, lo inteligente hubiera sido seguir por el camino y así aprovechar su velocidad, en cambio ahora se encontraba entre los últimos. No obstante ya era tarde para lamentarse y solo tocaba intentar alcanzar a los demás.

El mal rato había hecho que se le pasara un poco la emoción que lo había desbordado hace poco, sabía que ya no sería capaz de alcanzar al explorador si volvía a cometer otro error y justo mientras pensaba eso llego a la base de la montaña y pudo ver como todos estaban intentando subirla de diferentes formas, por lo que negándose a cometer otra decisión errónea, intento calmarse y buscar pistas que los examinadores hubieran dejado o quizás algún pasadizo secreto, fallando esto intentaría pensar con calma en una forma más fácil de subir. Después de todo era una prueba y nadie había dicho que no se evaluara el intelecto de los participantes.

La mayor parte de las caras de los que allí se encontraban, al ver la montaña y las interminables escaleras que había hasta la meseta, los hizo pensarse dos veces sí podrían hacerlo. La situación, imposible de primera vista, hizo que los humos de muchos bajaran por el piso. El grupo se empezó a dispersar, habiendo algunos que se internaron por el bosque, otros comenzaron a rodear la montaña, y otros comenzaron a observar la escena, para intentar hacerse una idea de lo que estaba ocurriendo. Los únicos que pudieron ver algo que realmente rompió todo el esquema, fue como aquél chico, con ropa de explorador, que habían visto liderar la cadena, había sacado un gancho y unas cuerdas, y tras prepararse, demostrando un tiro y destreza sobrehumanos, lanzó este gancho por el aire hasta dar a una escalera a decenas de metros de distancia, y utilizando los impulsos generados, comenzó a subir con gran velocidad a través de estas tremendas escaleras, viendo más de cerca a la examinadora, la cual se detuvo un minuto a mirarlo en las alturas, antes de seguir subiendo a gran velocidad.

Tiger, se dio cuenta de varias cosas interesantes al tomarse un tiempo para descansar. Pudo notar en la montaña, que había ciertas aberturas en medio de la montaña, ¿Algún indicativo de cuevas? También había algunos lugares para escalar a lo largo de la montaña que se veían ser capaces de escalar por mano humana. Cerraste los ojos, y tras escuchar unos segundos, pudiste oír fuertes ráfagas de viento, pero, estas parecían provenir de la misma montaña, ¿Qué querría indicar eso? No lo sabías a ciencia cierta, pero parecía haber algún truco en aquella montaña para subir más rápido, ahora te hacía falta descubrir cuál era.

Kyo observó como muchos se diseminaban por varios lugares, y, sabías a ciencia cierta que debía haber un truco para subir aquella montaña rápido, pero el cómo, no lo sabías. Bajo esta presión intentaste mirar a tus alrededores, pero solo notaste ciertas aberturas en la roca en las alturas, ¿Podría ser algún indicativo de cuevas?

Una vez que ya sabías que buscar, no te tomó mucho tiempo encontrar lo que necesitabas. El árbol específico, cuyas hojas se utilizaban, era uno muy grande, que destacaba de aquél bosque. Las hojas, tan grandes como una mesa de centro, y gruesas como el plástico, tenían una buena flexibilidad, y era obvio que no se rompían fácilmente. Una vez con la hoja en la mano, quedaste al frente de una de las entradas de las cuevas.

Jin observó como muchos se diseminaban por varios lugares, y, sabías a ciencia cierta que debía haber un truco para subir aquella montaña rápido, pero el cómo, no lo sabías. Bajo esta presión intentaste mirar a tus alrededores, pero solo notaste ciertas aberturas en la roca en las alturas, ¿Podría ser algún indicativo de cuevas?  También había algunos lugares para escalar a lo largo de la montaña que se veían ser capaces de escalar por mano humana.

Razo observó como muchos se diseminaban por varios lugares, y, sabías a ciencia cierta que debía haber un truco para subir aquella montaña rápido, pero el cómo, no lo sabías. Bajo esta presión intentaste mirar a tus alrededores, pero solo notaste ciertas aberturas en la roca en las alturas, ¿Podría ser algún indicativo de cuevas?

Kain observó atentamente a todos los que se estaban moviendo. Aquél que subía con un garfio estaba haciendo algo imposible para él, o al menos, no con las cosas que traía encima. Tenía dos posibilidades, según lo que sabía, la prueba se tenía que poder hacer de alguna manera, la forma era cuál. Tenía que existir algo en el bosque, o en los alrededores de la montaña que le ayudara a cumplir la misión, porque sabía a ciencia cierta que si intentaba el método tradicional de subir las escaleras, no lograría el cometido.